NARRA ANNA.

Al despertarme y captar el aura de Megan acercándose junto con hadas y brujas oscuras me aliste lo más rápido posible, cuando termine fui al patio, segundos después todos aterrizaron, Megan después de que Megan Me puso al tanto de lo que estaba pasando les dije a las hadas y brujas que íbamos a encontrar una solución que le venefie a todos después los guíe al salón del trono  cuando llegamos la sumosardotida después de presentarse fue la primera en hablar.

Astrid contó que Tommy había ido a su aquellarre  para que lo ayuda a convertirse en lider de su tribu y había ofrecido a Irene como parte del pago   y como había cumplido con su parte quería que Tommy les entregará a Irene para fuera una esclava en el aquelarre, luego fue el turno de Tommy quien le garantizo a Astrid que iba a cumplir con su parte del trato aunque le toque llevarla la fuerza. Cómo quería evitar que Irene fuera una esclava le propuse a Astrid darle una indemnización a cambio de Irene no fuera una esclava quien respondió que ser inmortal, luego nos miro a Megan también a mí y dijo que que no quería conversé en híbrida.

Después de que Astrid nos leyera la mente Megan le dijo que la otra forma de volverse inmortal era venderle el alma al diablo pero sí hacía eso se convertida en su esclava por toda la eternidad, Astrid después de analizar sus opiniones escogió transformarse en una híbrida, eso no le gusto para  nada a su aquellarre y todos las brujas sacaron sus   baritas, pero Megan pudo detenerlas con un hechizo, luego le pregunto a la sumosardotisa en qué híbrida se quería convertir espero que escogiera ser parte vampira o licántropa pero Astrid escogí ser parte águila. Megan aunque se sorprendió un poco dijo que sí funciona su espíritu con el de una águila podía convertirla, Irene se ofreció para ir a buscar una y llegó pasado un rato

Megan no perdió tiempo comenzó a recitar dos hechizos cuando termino los ojos de Astrid cambio de verdes a cafés oscuros, su boca aprecia  más un pico sus brazos se convertían en alas en segundos y las uñas de sus manos también pies se  convertían en garras quien muy agradecida cumplío con su parte del trato.