—Nunca podría amar a ese niño— le dijo sinceramente —¡Es él o yo!

Jungkook se dejó caer en la cama apretando la punta de su nariz, finalmente rodo por el colchón hasta ponerse de pie, empezó a subirse los pantalones bajo la atenta vista de Jimin pero no se detuvo.

—¿Qué haces?

—No— mencionó con bastante molestia Jungkook —que es lo que haces tú poniéndome a elegir entre mi sangre y tú.

—Ni siquiera ha nacido— Jimin refunfuño poniéndose de pie también y tratando de no perder los estribos —cualquier cosa podría pasar.

—No digas estupideces— le ordeno Jungkook —me has hecho sentir como la mierda Jimin,

Jimin sonrió sarcásticamente poniéndose la playera de su pijama —¿y qué crees que me has estado haciendo sentir en las ultimas semanas? — se carcajeo y burlo de sí mismo —me has tratado como a un puto, uno que se acuesta con un hombre casado y con hijos, tú eres el único que me ha tratado como la mierda, como si no valiera más que para calentarte la cama ahorita que tu esposo se está poniendo gordo y feo.

—No hables así de él— le advirtió Jungkook terminando de ponerse los zapatos.

Jimin sonrió más fuerte —No hables así de él— miró a Jungkook como nunca antes lo había hecho —te odio con todas mis fuerzas.

El alfa no digo nada, tomo sus cosas y camino por la sala dispuesto a salir —la pregunta que hiciste fue demasiado estúpida y los comentarios sólo lograron aumentar lo enojado que estoy contigo, mil y una vez elegiría a mi hijo.

Jimin salió detrás de Jungkook y le empujo con fuerza haciendo que casi cayera, apenas sosteniéndose del borde de la mesa en medio del comedor.

—Eres un infeliz— le reclamó Jimin —te odio con todas mis fuerzas— finalmente le dio un puñetazo a Jungkook en el ojo que dejaría marca.

—Desquítate todo lo que quieras— le recalco el alfa —prefiero a mi hijo y a mi omega actual antes de quedarme con alguien que jamás me va a perdonar— Jungkook se apresuró a la puerta, abrió y volteo a ver a Jimin.

—Vas a quedarte solo por esta decisión, felicidades.

—¡No me importa! — Jimin le gritó finalmente —¡te odio con todas mis fuerzas!, jodido egoísta, ¡VETE!... ¡Vete con Hoseok, al fin que la basura debe estar junta!, te maldigo a ti, a tu familia y descendencia, ¡por las próximas veinte generaciones!

Jungkook le mostró el dedo de en medio antes de que la puerta del elevador se cerrara.

—Ganaste Hoseok, disfrútalo— dijo amargamente —vas a ser tan infeliz como yo.