—Es obvio que quedaste como el malo —le dijo Chris tomando de su café—. Realmente no pensaste que despertaría.

Jeongin negó.

—No lo sé, cuando Hyunjin dijo que me amaba vi la oportunidad y la tomé —le dijo—. Tú fuiste el que me dijo que en el amor todo se vale.

—La mitad de las cosas que digo son estupideces —le mencionó—. No voy a juzgarte, siempre supe que lo amabas y Félix también lo sabía, no es ningún santo, siempre lo besaba más profundo cuando tú estabas alrededor —sonrió recordando los celos de su mejor amigo.

—¿Está mal que me haya enamorado de él? —preguntó dejando de lado la rebanada de pastel que había pedido y empezando a tomar su café.

—No dije eso, no se puede controlar al corazón, por más que deseamos no amar a alguien porque sabemos que sólo vamos a sufrir —dijo con una mirada amarga y melancólica mirando la taza en su mano—, terminamos cayendo.

—Si pudiera lo dejaría —admitió Jeongin—, para que sea feliz con la persona que de verdad ama. No soy tonto, yo sé que jamás ha sentido por mí lo que sintió con Félix, no digo que no me quiera, estoy seguro de que lo hace, me tiene cariño y aprecio, pero eso está lejos de ser amor.

—Hay muchos tipos de amor, Jeongin, no puedes asegurar que el amor que siente por Félix es mejor que el que siente por ti, eres su esposo después de todo.

—Es sólo un título, un papel.

—Entonces, ¿por qué no lo dejas? ¿Por qué no puedes? —Chris tomó su mano—. Hay muchos hombres afuera que darían lo que fuera por tener a alguien como tú a su lado.

—Porque ninguno de esos hombres me interesa, porque sólo he tenido ojos para uno, un omega sólo puede entregarle su corazón a un alfa en la vida, si lo dejo ir moriré de soledad. Hyunjin es mi primer amor.

Chris recargó la mejilla en su mano mirando a Jeongin y negando a la vez.

—Ustedes son muy raros, agradezco a dios haber nacido como un beta porque si tengo que pasar por algo como eso me doy un tiro.

Jeongin logró poner una sonrisa en su rostro.

—Te extrañé mucho —le dijo—. Eres el único con el que he podido platicar del tema sin que me juzgue.

—Soy el único normal entre ustedes, por eso puedo ser parcial respecto al asunto, las ventajas de un beta.

—Dime que te quedarás, aunque sea hasta el cumpleaños de Seungmin como mínimo.

—Ya te dije que sí, además, Hyunjin dijo que me podía quedar con ustedes, por lo que no tengo que preocuparme por pagar un hotel, así que estaré aprovechándome de la amabilidad de los ricos.

Jeongin le dio un pequeño empujón.

—No hables así de nosotros. Por cierto, ¿en qué estás trabajando?

Chris se limpió los labios con una servilleta.

—En realidad no tengo un trabajo estable, pinto, aunque no tengo mucho éxito con mis obras.

—Aunque digas eso debe ser genial tu trabajo, al menos no estás todo el día encerrado en una oficina.

—Bueno, no me quejo, no tengo a nadie, así que puedo ir de un lugar a otro sin preocuparme por regresar, hace un año me fui de mochilero a Cuba, fue una gran experiencia.

—¿Mochilero? — Jeongin preguntó.

—Sí, con un grupo de compañeros del club de arte al que pertenezco, tomamos sólo algunas cosas básicas y nos fuimos de nómadas, sin dinero, sólo con nuestro pasaporte, tardamos alrededor de un mes en llegar, conocí muchos lugares, aunque nuestra meta siempre fue Cuba.

Jeongin estaba maravillado por cada aventura que Chris le relataba, sólo en esos momentos pudo olvidarse de Félix, de Hyunjin, del mundo sólo deseaba hacer lo mismo que Chris, tomar una mochila e ir a donde el viento le llevara.