En el capítulo anterior.
-Yo... las amo... a las tres... es tonto... ¿No creen?-Les Preguntó con una risita.
-¿Amarnos a las tres?-Se vieron entre sí.
-Sí... yo... las amo... me desviví pensando mucho tiempo qué debía hacer y entre más tiempo pasaba... más las quería... más las amaba... más las quería conmigo...-Continuó.
Ellas, lejos de enojarse, escuchaban atentas las palabras del chico.
Lágrimas brotaron de sus ojos.
-Perdón... no puedo elegir a ninguna... no puedo... si no puedo estar con las tres... no merezco estar con ninguna...-Agregó.
-Bell...-Lo nombraron.
-Perdón...-Finalizó, desmayándose por el dolor.
Las tres chicas agacharon la cabeza.
-Hay que llevarlo a que lo curen... luego discutiremos esto... ahora Bell es lo más importante...-Dijeron al unísono sin hacer contacto visual.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
En el capítulo actual.
Palabras que se iban y traían oscuridad...
Una confesión en un momento donde la vida se escapaba...
Algo que fue postergado por un largo tiempo...
Dicen que cuando estás cerca de la muerte consigues ver tu vida como si de la reproducción de una cinta se tratase.
Ves tus errores.
Tus logros.
Momentos tristes.
Y momentos felices...
Nuestro joven conejo no fue la excepción.
Su alrededor era oscuro como la media noche...
Yacía tirado en lo que parecía un camino de ladrillos.
-¿Dónde estoy?-Preguntó mientras se ponía de pie.
Su cuerpo sentía una extraña y reconfortante ligereza.
-¿No se supone que luché contra Asterius? ¿Qué es este lugar?-Cuestionó al mismo tiempo que caminaba en la inmensa y densa nada.
Nada... absolutamente nada...
-¿M-Morí? No... eso no puede ser...-Sus ojos perdieron su brillo al considerar esa posibilidad.
Estaba apunto de entrar en pánico hasta que algo despertó su atención.
-Veo que estás aquí...-Alguien lo llamó. Una voz extrañamente conocida.
-¿Eh?-Bell volteó a donde dichas palabras salieron.
Su sorpresa fue mayúscula cuando se topó con... con él mismo.
-¿Q-Qué demonios...? Asterius debió golpearme demasiado fuerte-Fue la primera impresión que tuvo.
-Oye no me veas así, esto es originado por ti. Yo no soy más que tú mismo dentro de tu subconsciente-El otro Bell lucía irritado.
-Ammm perdón pero... no es algo que me suceda todos los días...-Respondió el peliblanco original sin bajar la guardia.
-En fin... ven conmigo, hay algunas cosas que debes ver-Declaró el otro Bell.
-Espera, no voy a ninguna parte sin siquiera saber qué está pasando. Eso de ser mi subconsciente no me conven...-Santes de quejarse, Bell, el que no era más que una ilusión, acortó la distancia entre ambos y, con la punta de su dedo, golpeó la frente del muchacho.
-¿Qué haces...?-Sus párpados se sintieron pesados tras esto, aquella relajación en todo su cuerpo se disipó, dejando un cansancio extremo.
De pronto, cerró lentamente sus ojos y la figura frente a él se volvió cada vez más borrosa hasta el punto de no poder verlo.
-Supera tu pasado... para tener el futuro que deseas-Susurró la contraparte aunque el Bell original no consiguió recibir dicho mensaje.
Pasaron algunos segundos y...
-¡Ahhhh!-Se despertó de golpe, su respiración estaba agitada al igual que su corazón.
Sudor frío bajaba por su frente y el temblor en sus piernas demostraban cierto disgusto por tan repentino estado de activación en cada fibra del cuerpo.
Contrario a la ocasión anterior, ahora se encontraba en un lugar conocido para él.
Uno muy concurrido para bien o mal del joven aventurero.
-¿Qué hago en el calabozo?-Se cuestionó.
Sí, efectivamente, se hallaba dentro de aquel calabozo donde su sueño se cumplía día con día.
-Por las paredes puedo decir que estoy en el piso... ¿7? ¿8?-Ladeó la cabeza mientras avanzaba.
No tenía ni un arma o su clásica armadura.
No había ningún monstruo a los alrededores.
Inundaba un terrorífico silencio en aquellos pisos.
-Es aterrador cuando el calabozo está tan calmado... creo que prefiero a los monstruos atacándome que esto-Opinó con la guardia en alto por si fuese necesario luchar.
Tras avanzar varios metros hacia donde se supone que podría subir de pisos y salir, sonidos de pisadas a cercanías de su posición despertaron sus afinados sentidos de aventurero.
-¡Ayuuuudaaaaaaaaaaa!-Un grito rompió el estado de alerta que mantuvo hasta ahora.
"Alguien necesita ayuda... pero no tengo armas..." Pensó con dudas. No deseaba que nadie saliese herido pero sin siquiera una daga o algo con qué hacerle frente a lo que esté persiguiendo a quien implora auxilio no era posible.
Fuertes pisadas retumbaban en el piso.
Los guijarros esparcidos en el mismo vibraban al son de ellas.
-¡Ayuuuudaaaaa! ¡Minotauro!-Aquel persona, con voz de un niño, reveló la clase de bestia que lo perseguía.
-Ugh ¡Al demonio! ¡No puedo quedarme con los brazos cruzados sin hacer nada!-Gritó para darse valor y emprender su búsqueda.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Las pisadas del minotauro se escuchaban cada vez más cerca.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Los latidos de su corazón retumbaban cual tambor en sus oídos, hace mucho tiempo que no se sentía así por un simple minotauro.
"Me recuerda a aquella vez..." Dijo en su mente, teniendo un flashback de sus primeros días como aventurero.
Un minotauro persiguiéndolo en este mismo piso por haberse aventurado en un piso que Eina estrictamente le prohibió.
Apretó sus puños y frunció el ceño por ello.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
El ruido llegaba al chico con mayor claridad.
Sus ojos rojos enfocaron un cuerpo borroso color marrón que cruzó a varios metros lejos de él.
"¡Se fueron a la derecha!" Concluyó que se trataba del minotauro.
Aumentó la velocidad de su andada con la meta de llegar a tiempo.
Esos cruzamientos.
Esas paredes.
Se sentían familiares.
Un leve mareo golpeó en el peliblanco.
Su andar disminuyó.
Veía que todo se movía y retorcía.
Ignoró dichos síntomas y, aún tambaleándose, dio vuelta.
Ahí se topó con la gigantesca silueta del minotauro.
Pelaje café.
Dos grandes cuernos en su cabeza que, incluso de espaldas, aterrorizarían a un novato.
Frenó en seco y sus botas derraparon.
-¡Ayuda!-Gritó quien estaba del otro lado.
El cuerpo del monstruo intervenía entre él y aquel desafortunado chico.
El grueso y musculoso brazo de la bestia se levantó unos centímetros, apunto de golpear al aventurero.
-¡No lo harás...!-Gritó Bell intentando llamar su atención y darle un golpe, no obstante, algo lo detuvo.
*dub*
Su corazón pegó un salto.
Su pecho dolió por el repentino latido.
-¿Qué es esto...? N-No puedo moverme...-Se quejó. Las palabras salían a duras penas.
Un dolor indescriptible se expandía desde su corazón hasta todo su pecho.
De pronto...
*¡SLASH!*
Alguien cruzó a su costado y partió en dos al minotauro sin dificultad.
La punzada en el torso continuaba pero consiguió reincorporarse.
La sangre se escurrió en el suelo y algunas gotas volaron a él.
-Muchas gracias por ayudar...-Iba a agradecer, sin embargo, no pudo completar su oración.
-¿Te encuentras bien?-Preguntó una voz femenina.
Claramente esa pregunta iba dirigida al joven rescatado.
Los ojos de Bell se enfocaron y por fin visualizó al hombre y a la mujer delante suyo.
Estos se abrieron de tal forma que no era exageración creer que se saldrían de sus orbitales.
-¿A-Aiz...?-Efectivamente, se trataba ni más ni menos que de "La princesa de la espada".
Casi sin creerlo, desvió su mirada y se topó con la tercera persona en aquel callejón del calabozo.
Más sorpresas...
Era él...
Su cuerpo cubierto de aquel líquido rojo.
Lleno de sangre tanto en rostro como en torso.
Yacía sentado en el suelo, acorralado.
Bell ignoró la presión en el ambiente y se acercó, no obstante...
*fum...*
Su mano derecha, con la cual tocaría el hombro de Aiz, traspasó el cuerpo de la pelidorada.
Ninguno de los dos lo notó.
Continuaban haciendo contacto visual, ignorando al peliblanco que no parecía una bolsa de sangre.
-¿Por qué...?-Se asustó e intentó en reiteradas ocasiones llamar la atención.
Se posó entre ellos dos.
Saltó.
Agitó las manos.
Pero nada funcionaba.
-¡A-Ah...!-Un quejido salió de su contraparte.
La Aiz ladeó la cabeza sin expresión alguna.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-El Bell del pasado salió corriendo, abandonando la zona.
Y... todo se desvaneció.
Ahora el peliblanco flotaba en la gigantesca nada.
-¿Qué demonios fue eso...?-Cuestionó.
-Nuestro anhelo dorado...-Contestó el otro Bell cubierto de sangre.
-¿Qué...?-Preguntó y...
*¡PAM!*
Recibió un golpe en la boca del estómago, cayendo de rodillas.
-Cof... Cof... Cof...-El muchacho tosió en repetidas ocasiones. El aire de sus pulmones fue expulsado por el ataque.
-Eres una decepción... No puedo creer que abandonaras nuestro anhelo por tonterías...-Declaró "Bell".
-¿De qué hablas...? ¿Quién eres...?-Interrogó, sin quitar sus manos del estómago.
-Yo seré quien arregle tu desastre...-Una mirada enojada emergió del extraño con apariencia de conejo.
-Abandonaste nuestra meta-
-Por quien luchábamos-
-Y por dentro te arrepientes...-
Una sonrisa de oreja a oreja, que demostraba muchos sentimientos menos felicidad, se dibujó en la boca del contrario.
-No...-Bell se puso de pie.
-¿Perdón?-Su contraparte cambió su expresión.
-Créeme... me he arrepentido de muchas cosas en mi vida... pero no de haber sabido la verdad...-
-No me arrepiento de haberme enamorado de Freya...-
Cierta diosa apareció a su lado. Abrazando su brazo
-No me arrepiento de haberme enamorado de Helun...-
Por fin lo aceptó, se enamoró de aquella chica quien, a primera vista, intimidaba y causaba cierto cuidado al hablar con ella.
La silueta de la peliplateada se posó a su costado derecho, contrario al de la diosa.
-Y por supuesto... no me arrepiento de haberme enamorado de Tiona...-
Finalizó con una sonrisa llena de seguridad.
Luz irradiaba de la misma.
El cuerpo de la amazona se posó detrás suyo, envolviendo su cuelo con ambos brazos mientras reía como siempre lo hacía.
(Imaginen que lo abraza desde atrás, no hay imágenes así)
Vió a cada una de ellas y tomó aire.
-Agradezco desde el fondo de mi corazón el cruzarme con Aiz...-Agregó.
-De no ser así, no hubiese conocido a Tiona...-
-También me alegro por su rechazo... o mejor dicho, por el dolor que me causó...-Continuó.
-Porque si eso no pasaba... no me habría topado con Freya en la fiesta de Apolo...-
A su mente regresaban todos esos momentos en específico.
La oscuridad que los rodeaba adoptó los diferentes escenarios que relataba el peliblanco.
-Y sin esa cita a la que Freya me invitó en Babel después del juego de guerra... nunca me habría cruzado con Helun...-
De fondo, la imagen de ambos hablando en el elevador se proyectó.
-Fue doloroso...-
-Creí que mi vida se acabaría...-
-Tanto dolor... tanta impotencia... tanta tristeza... en mi cuerpo...-
-Mi corazón se nubló... me cuestioné mi propia vida...-
-Incluso traté mal a Tiona en la fiesta de Apolo... supuse que ella se acercó a mi por el mismo motivo que Aiz... por dentro... mi pecho dolió al verla triste...-
-Por eso me sentí tan feliz cuando borró esas ideas de mi mente y la discordia en mi corazón...-
-Sin darme cuenta, poco a poco, me enamoré de ella y mis días grises... mis pesadillas... desaparecieron...-
-Luego comprendí mi amor por Freya... cada visita... cada pequeño gesto que ella me demostraba me encantaba... comencé a amar todo de ella...-
-Su lado dominante...-
-Su lado juguetón...-
-Incluso su lado infantil...-
El otro Bell se transparentaba sin que el original se diese cuenta por estar sumergido en sus pensamientos, palabras y emociones.
-Y por último llegó Helun...-
-Una chica poco sincera con sus sentimientos...-
-Al principio creí que me odiaba-
Ante esto, soltó una risita.
-Pero entre más convivía con ella, me percaté de que me abría su corazón a pasos agigantados...-
-Se me imposibilitó imaginar mi día sin verla...-
-Su sonrisa que sacaba a relucir en escasas ocasiones...-
-Me llenaba de felicidad saber que yo era el responsable de hacerla sonreír-
-Tanto que incluso mi corazón le concedió un espacio dentro de él-
El peliblanco cerró sus ojos y miró enfrente con determinación.
-Yo...-
-Yo...-
-Yo...-
-Con esas tres hermosas mujeres...-
Lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
-Soy más feliz de lo que he sido en toda mi vida...-Concluyó, iluminando todo como si de un foco encendido en una habitación oscura se tratase.
Su pecho recibió cierta calidez.
Su mente despejó cualquier duda.
-Yo... Yo las amo... y si tuviese que pasar por el mismísimo infierno para estar con ellas, lo haría sin pensármelo... atravesaría ese dolor y sufrimiento si las tres me esperaran al final de la travesía...-
El casi invisible joven frunció el ceño.
No obstante... este se relajó rápidamente.
-Con que así son las cosas...-
-Demonios, yo que creí que debía torturarte con mayor intensidad para que te dieras cuenta de ello...-Bell Alter negó con la cabeza.
-¿Cómo?-El conejo no entendió la declaración.
-No es lo nuestro fingir ser villanos-La presión alrededor de ambos se disipó rápidamente.
-Es un gusto saber que por fin tu corazón y mente están en sintonía...-
-Ya no hay ataduras...-
-Al fin y al cabo... ¿El primer amor es el más importante?-
Preguntó de forma irónica con una risa burlona.
-No... el amor más importante es el último... ya que significa que no habrá nadie más en tu corazón que esa persona...-Respondió Bell.
-¡Hey! En nuestro caso son 3 personas. No creí que al final haríamos realidad el deseo del abuelo-Opinó el contrario.
-S-Sí, yo tampoco, aunque ni Freya, Tiona o Helun han aceptado la idea del Harem-Contestó el verdadero conejo.
-En caso de que no acepten ¿Qué harás?-Le preguntaron.
-No lo sé... pero algo tengo claro... no me rendiré hasta hacerlas felices-Levantó el puño con determinación.
-Veo que ya no hago falta aquí... yo... la duda... el miedo... me retiro...-Extendió su mano.
Bell acercó la suya y se dieron un apretón.
-Bueno suerte... La necesitarás para la noche de bodas...-Dejó como último mensaje.
-¿Eh...? ¡¿QUÉ TONTERÍAS DICES?! O sería qué tonterías digo... ¡CÓMO SEA!-Bell se ruborizó por completo al entender lo anterior.
-¡Adiós!-Desapareció.
*fum...*
En el mundo real.
Sus ojos se abrieron poco a poco...
No sentía los brazos...
No sentía las piernas...
Y su cabeza lo estaba matando...
Percibía un ventilador arriba suyo aunque el aire que este daba era escaso.
De reojo notó un vendaje en su cabeza.
-¿Dónde estoy ahora...?-Se intentó mover pero algo le impidió hacerlo.
Sus extremidades no respondían.
Bajó la cabeza para ver qué sucedía y...
Tres chicas estaban con él.
Helun dormía en una silla a su costado derecho mientras abrazaba el brazo de aquel lugar.
Freya se hallaba en la misma posición pero del lado contrario.
Y por último, Tiona, dormía con la cabeza recostada en sus piernas mientras las abrazaba.
-¿Eh...?-
Sus tres amadas dormían junto con él.
-E-Esto debe ser un sueño también... ¿Dónde estoy estás yo maligno?-Volteó a todas partes sin encontrar a nadie en la habitación más que a Tiona, Freya y Helun.
Por su constante revoloteo, las tres lanzaron un quejido.
Lentamente se despertaron, frotando sus ojos y bostezando.
Cuando sus ojos se enfocaron, vieron finalmente consciente a su amado.
-B-Bell...-Freya fue la primera en nombrarlo.
-Argonauta-Kun...-Tiona la segunda, con la voz entrecortada.
-Bell...-Por último Helun, con lágrimas saliendo.
-E-Estoy de vuelta...-Respondió con nerviosismo al ser el centro de atención.
-Bell...-
-Argonauta-Kun...-
-Bell...-
Repitieron en el mismo orden.
-Soy yo...-Contestó.
El trío se puso de pie y al unísono tomaron aire.
-¡BELL/ARGONAUTA-KUN/BELL-Gritaron con un mar de lágrimas al mismo tiempo que se lanzaban a abrazarlo.
*¡Pum!*
Cada una tomó su porción de conejo.
El pecho de Bell se humedecía por el llanto de las mujeres.
La cama crujía al soportar el peso de cuatro cuerpos.
-¡E-ESPEREN! ¡DUELE! ¡AÚN ESTOY HERIDO!-Intentó avisarles sin éxito.
-¡Por fin despiertas! ¡Por fin...!-Freya, sin contener su alegría, dijo aquello.
-¡No nos hagas pasar estos sustos de nuevo!-Se quejó Tiona con sus ojos cerrados y apretándolo con mayor fuerza.
-¡Eres un tonto! ¡Un tonto!-Helun le reclamó e insultó pero esa era su forma de dar a entender que se preocupó por él.
El llanto no cesaba.
Bell, con ambos brazos, a pesar de que el derecho tenía una especie de arnés que le impedía ciertos movimientos, las envolvió en ellos con delicadeza y cariño.
-Lo lamento... en serio lo lamento...-Les dijo desde el fondo de su corazón.
Las preocupó.
Las asustó.
El terror que sintieron no podía comprenderlo.
No obstante... le dolía verlas así.
-Como dije al principio... estoy de vuelta... Freya... Tiona... Helun...-
Pasaron casi 2 horas en dicha posición antes de que se separaran y el ambiente se apaciguara.
En la actualidad.
Las mujeres en la sala se tranquilizaron.
Cada una tomó asiento donde les correspondía.
Derecha, izquierda, enfrente. Los 3 costados del peliblanco estaban cubiertos por cada una de las figuras.
Una mirada ansiosa y llena de curiosidad, así como de dudas, fue dirigida a Bell desde los 3 ángulos.
Él permanecía en silencio, con la cabeza agachada, pensando en cómo iniciar esta conversación que llevaba tanto tiempo posponiendo.
Ahora no podría evitarla.
No había escapatoria.
Tampoco es como si quisiese huir. De hecho, esa era la oportunidad perfecta para sacar a relucir sus más puros sentires.
-Amm... s-sé lo que ronda por sus cabezas...-Habló con dificultad.
Un paso en falso y una guerra campal se desataría en la habitación.
-Estoy seguro de que fui escuchado antes de caer desmayado. Por lo que no puedo fingir que nada pasó-Agregó, tragando saliva.
-Sí. Te escuchamos fuerte y claro-Respondieron al unísono. Era impresionante pero atemorizante.
La forma en la que expresaron su respuesta provocó que un escalofrío recorriese la espalda del chico.
Ante las imponentes mujeres rodeándolo, él se sentía como un ratón acorralado por tres gatos.
Respiró hondo y prosiguió.
-Pues es la verdad... yo... yo las amo...-
Las chicas pegaron un ligero brinco en su asiento.
-Pero... yo creí que...-Tiona habló, con su mano en el pecho.
-Todo insulto que desees decirme, dímelo. Incluso yo sé que es una locura lo que estoy confesando. Sin embargo... no miento-La interrumpió mientras la veía directamente.
-¿Cómo llegaste a esa conclusión?-Preguntó Helun, quien era la que lucía menos enojada.
-Quisiera saberlo con exactitud pero mentiría si dijera cómo llegué a dicha resolución-Comentó, rascando su nuca y riendo nerviosamente.
-Si de algo estoy seguro es que mi amor por ustedes es verdadero. Lo podría jurar ante cada Dios en Orario-
Ellas cerraron los ojos y suspiraron.
-¿Y qué planeas? ¿Quieres que estemos las tres contigo en una relación?-Preguntó Freya.
-Mentiría si dijera que ese no era mi objetivo tras desarrollar este sentimiento-No dudó en su contestación.
Volteó a la ventana.
Los rayos del sol penetraban en el cuarto, impactaban en la blanca piel de su rostro, causando una sensación de calidez.
-Todavía deseo que eso sea posible-Complementó.
-¿Y si no aceptamos? ¿Pensaste igual en eso?-Tiona fue la que mencionó dicha posibilidad.
-Claro que pensé en eso-
-¿Entonces...?-Se inclinaron unos cuantos centímetros adelante.
-Si no puedo estar con las tres. No merezco a ninguna-Declaró con cierta tristeza.
-Porque al elegir entre ustedes las demás serían rechazadas ¿Cómo ser feliz si lastimo las hiero?-
La sala quedó en silencio.
Bell apretó las sábanas y frunció el ceño.
-Perdón por ser un cobarde. Pero esa es mi decisión-Pequeñas lágrimas bajaban por sus rojas mejillas.
Él no quería que sufrieran.
Sabía que la posibilidad de que aceptaran era diminuta.
Aún así... no podía vivir mintiéndoles.
No...
Ese no es Bell Cranel...
El Bell Cranel que todos conocen...
Del que las presentes se enamoraron...
Es una persona pura...
Con buenas intenciones...
Y...
Sincera...
Ellas intentaban hablar pero las palabras simplemente no salían de sus bocas.
¿Falta de organización en sus mentes?.
¿Miedo de decir algo indebido?.
Muchos factores influían.
Sus ánimos decayeron.
Una amazona parlanchina sin nada que decir. Raro si me lo preguntan.
Una diosa con una máscara imperturbable que se rompía segundo a segundo. Un espectáculo que pocos han presenciado.
Una humana de limitadas expresiones, la cual podía ser leída con verla fijamente.
Ninguna lucía como normalmente se comportaban.
Claro ¿Quién puede culparlas? el momento, ambiente y otros factores no contribuían a ello.
Gracias a la nula respuesta del trío, Bell rompió el hielo.
-Antes de que me den una respuesta, quiero que me acompañen a un lugar ¿Sería posible?-Les preguntó, destapándose y sentándose a un costado de la cama.
-¿Acompañarte...? ¿A qué...?-Dudaron.
-Lo verán cuando lleguemos-Contestó.
-Será difícil que salgas ¿Sabes? Airmid es aterradora cuando de la salud de sus pacientes se trata jeje-Tiona se rascó la nuca y rió.
-Estoy de acuerdo. Esa mujer prácticamente nos echó a patadas de tu habitación al traerte. No le importó quien era-Declaró Freya, recordando como la sacó sin interesarle un ápice que ella fuese la diosa Freya, quien poseía a la familia más fuerte de todo Orario.
-A mi prácticamente me despegó de ti...-Helun confesó con incomodidad.
-Wow...-Fue lo único que Bell pudo decir.
-Yo me encargo de ello-Una voz provino desde la puerta.
-¿Welf?-Efectivamente, se trataba del herrero pelirrojo. Su mejor amigo.
Él se acercó a donde su compañero yacía sentado.
-La distraeré. Encárgate del resto-Le dio un golpe en el hombro.
-Welf...-Lo nombró con ilusión.
-¡Hey! Para eso somos los mejores amigos ¿No es así? Nos apoyamos-Expresó.
-¡Tienes razón! !Muchas gracias!-Se puso de pie lo más rápido que pudo y les explicó a las tres su plan.
Ellas saldrían primero, una a una. Mientras tanto, Bell escaparía por la ventana de la sede.
Welf se acostaría en la cama y se taparía completamente para no levantar sospechas.
Obviamente Airmid se percataría de que era el herrero, no obstante, cuando eso suceda, será demasiado tarde.
Y así... el plan fue puesto en marcha.
Sobra decir que salió perfectamente, aunque hubo un soldado caído...
-¿Y bien? ¿Por qué aprobaste esta estupidez?-Airmid tenía amarrado a Welf.
-¡Es por mi amigo!-Gritó.
-Hummm... pues serás operado por tu amigo-Le respondió.
-¿Operado? P-Pero yo no tengo nada...-El color de su piel palideció.
-Ya preparamos los materiales. Sería un desperdicio no usarlos-Declaró la médico.
"Bell... espero que le pongas "Welf" a uno de tus hijos en mi honor. No saldré vivo de esta. Pudieron ser los miembros de la familia Freya, Lilicuajo, Hestia-Sama e incluso la familia Loki, pero al final, seré asesinado por alguien que ni siquiera tuvo algo que ver en el embrollo de romance en el que te metiste..." Pensó mientras aceptaba su destino.
Seguido de eso, el sonido de un serrucho resonó en la sede de la familia Dian Cecht.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-El gritó aterrorizó a quienes esperaban su turno de ser tratados por distintas dolencias.
En la mansión de la chimenea.
Algunos golpes eran dados en las grandes puertas de la mansión, esperando a que cierta hermosa renard abriese como ya era costumbre.
-¿Por qué querías que viniésemos a tu hogar? No lo entiendo-Preguntó Tiona.
-¿Y qué tiene que ver con nosotras?-Freya agregó otra interrogante.
-Lo sabrán en un momento-Respondió sin esclarecer las dudas de sus acompañantes.
La puerta se abrió, rechinando.
-¿Bell-Sama? ¿Freya-Sama? ¿Tiona-Sama? ¿Helun-Sama? ¿No se supone que deben estar en el hospital?-La renard ladeó la cabeza con confusión.
"¿Helun y Freya-Sama? ¿Cómo las conoce?" Bell abrió los ojos en demasía.
-¿C-Cómo...?-Iba a decir su duda pero no le fue posible.
-¡Hola Haruhime! ¿Ocupada como siempre?-La saludó Tiona con su forma tan animada de ser.
-No tanto. Tanto Hestia-Sama como Mikoto y Lili salieron desde temprano a ver a Wiene. Yo me quedé a preparar la comida-Contestó Haruhime.
-Tienes que enseñarme a cocinar-Dijo Freya con una sonrisa amigable.
-También a mi-Helun concordó con su diosa.
La peliplateada y la renard hablaban plácidamente sin ninguna restricción.
Bell se sentía fuera de sintonía.
"¿En qué momento se hicieron tan amigas?" No salía de su impresión.
-¡Uh! ¡Cierto! Argonauta-Kun quería mostrarnos algo, luego conversamos Haruhime. Compré cuentos de héroes en la librería. Leámoslos juntas-La amazona frenó en seco la conversación para no desviarse del objetivo principal de su visita.
-No les quito su tiempo. Adelante-Ella les cedió el paso y se dirigió a la cocina.
Bell agitó su cabeza. No tenía sentido pensar en demasía lo que presenció.
-Muéstranos lo que decías-Dijeron al unísono.
-Vamos-Respondió.
Caminaron por los largos pasillos.
Al fondo a la izquierda, justo enfrente del baño, en una puerta con un conejo tallado en el diseño de la madera, se detuvieron.
Bell sujetó la perilla y la giró.
-Pasen-Les indicó.
Al entrar vieron una cama de tamaño considerable.
Un ropero lleno de chaquetas. Todas iguales.
Algunos muebles.
Armaduras.
Armas.
-¿Tu habitación...? Acaso...-Freya se sonrojó.
-No me digas que...-Humo emergió desde la cabeza de la amazona.
-Pero...-Helun tapó su rostro con ambas manos.
Nota del autor: Las convencerá de formar el Harem a cogidas, que listo que sos, Bell.
Sí, las tres se imaginaron lo mismo.
Sin embargo... ¡NO SE TRATABA DE ESO! ¡COCHINAS!.
Él se aproximó a un cajón pegado a su cama.
Dentro de él, sacó algo y lo ocultó en su espalda.
Al hacerlo, se posó enfrente de las chicas.
Tomó aire, llenando totalmente sus pulmones.
-Existe una leyenda entre los aventureros...-Comenzó.
-Dice que... sí en la zona del gran árbol, encuentras un trébol rosa de cuatro hojas y se lo regalas a tu amada. Sus destinos serán entrelazados por la eternidad. Sin importar que fallezcan y renazcan, se volverán a encontrar-Prosiguió.
Días antes. (Para más detalles el capítulo 22, durante la cita en Rivira).
-Así que quieres saber de aquel rumor. No esperaba que tú estuvieses interesado en algo como eso-Mord rascó su mejilla.
Él y Bell hablaban en Rivira, específicamente en un bar.
-Sí... de hecho... necesito tres de ellos...-El peliblanco desvió la mirada.
-¿Tres...? No me digas que por fin le hiciste caso a Hermes-Sama-Mord sonreía.
-Jejeje...-El chico se rió.
-¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡ES VERDAD! ¡CLARO QUE TE AYUDARÉ A TENER UN HAREM PEQUEÑO NOVATO!-El aventurero lo abrazó y le revolvió el cabello.
-¿En serio...?-Bell no podía creerlo.
-¡POR SUPUESTO! Somos amigos después de todo-Contestó.
-¡CHICOS! ¡PREPAREN TODO! ¡PASAREMOS UN LARGO TIEMPO EN LA ZONA DEL GRAN ÁRBOL¡-Avisó a sus compañeros.
-¡Muchas gracias señor Mord!-Respondió Bell con las energías renovadas.
Aún si era una simple leyenda.
La haría realidad.
Aún si era algo infantil.
Se esforzaría para conseguirlos.
De regreso a la actualidad.
-Es por eso que... yo deseo regalarles esto...-Sacó de su espalda exactamente tres tréboles rosas de cuatro hojas.
(Imaginen que son tres).
-Tréboles rosas de cuatro hojas...-Susurraron con incredulidad.
-Posiblemente me tomen de loco-
-Incluso admito que este tipo de promesas las realizaría un niño pequeño-
-También es altamente probable que la leyenda sea falsa-
Las dulces palabras del peliblanco conmovía al trío, quienes permanecían sin habla, tapando sus bocas con las manos.
-Pero les prometo... con todo mi corazón... que las amaré por igual...-
-Día tras día me esforzaré para que se sientan como las mujeres más afortunadas y queridas del mundo...-
-El día en que sientan que no es así...-
-Son libres de dejarme...-
-Es por eso que les imploro que...-
-¡Por favor entréguenme su vida!-
Que propuesta tan descarada...
Segundos...
Minutos...
Pasaban y pasaban sin que Bell recibiese respuesta alguna.
Hasta que...
-Fufufufu-Freya rió.
-Jeje... Argonauta-Kun...-Tiona también.
-Fufufu-Helun igual.
-¿Are...? ¿De qué se ríen?-Él no comprendió dicha actitud.
-Bell ¿Sabes cuánto tiempo estuviste en esa cama?-Le preguntó la diosa.
-¿Eh? ¿Cuánto tiempo...? No... No lo sé-Contestó.
-Fueron 5 días-Confesó Helun.
-Estuve dormido 5 días...-El peliblanco se sorprendió por ello.
-Sí. Y en ese tiempo... ¿Crees que no hablamos sobre esto?-Dijo Tiona.
-Entonces ustedes...-Sus ojos rojos brillaron.
-Sí. Después de muchos gritos, por poco un juego de guerra y pasar días juntas, en los cuales discutimos sobre qué hacer ante esta situación, llegamos a la conclusión de que... nosotras...-Freya tomó su trébol.
-Aceptamos...-Dijo Tiona, tomando el suyo.
-Estar contigo...-Finalizó Helun, agarrando el último.
Él estaba apunto de decir algo pero lo interrumpieron.
-Espero...-Dijo Freya, aferrándose a su brazo derecho.
-Que nos hagas...-Continuó al peliplateada tomando el brazo izquierdo.
-¡Felices!-Concluyó Tiona abrazándolo por delante, contrario a su sueño, ya que en esa ocasión fue por detrás.
(Imaginen a Syr como Helun y a Tiona frente a él).
Mua
Mua
Mua
Freya y Helun besaron las mejillas del conejo mientras que Tiona los labios del chico.
-¡¿?!-Bell se sonrojó enormemente mientras sus labios eran sellados y sus cachetes percibían la sensación de los suaves labios de la diosa y la humana entrando en contacto con ellas.
Sangre comenzó a brotar de su nariz tan pronto finalizó el beso triple.
Sonrió inconscientemente.
Ellas se posaron frente a él y le sonrieron al mismo tiempo que mostraban sus tréboles.
-¡TE AMO, BELL!-Dijeron con alegría desbordante.
"Debo estar en el paraíso..." Fue su opinión al ver a las bellezas delante suyo.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Aunque... los interrumpieron.
*Toc* *Toc* *Toc*
La puerta del cuarto del peliblanco fue golpeada.
-¿Eh?-Bell abrió la puerta.
-¡Así que aquí estás pequeño Bell!-Hermes habló.
-¿Hermes-Sama?-La imprevista visita.
-¿Qué haces aquí...? Agradece que no mandé a Ottar para que te desmembrara vivo...-Unos ojos vacíos acompañaron la amenaza de Freya.
-No te preocupes. Yo me encargo-Tiona, a la cual se le contó el plan del Dios, tronó sus nudillos.
Curiosamente una de las cosas en las que estuvieron de acuerdo fue que, en el momento que se toparan con ese imbécil, quien desapareció al finalizar la batalla entre Bell y asterius, lo castigarían de una forma inhumana.
-¡IHHHHHHHHH! ¡E-ESPEREN!-Hermes cayó de espaldas.
-Te ayudaré, Tiona-Helun se acercó con el puño cerrado.
-¡HAY ALGUIEN QUE QUIERE VER A BELL!-Gritó el dios mientras lloraba. Si no les importaba sería su fin.
-Esperen-Bell las detuvo, interponiéndose entre ellas y el pelinaranja
-¿Quién quiere verme, Hermes-Sama?-Preguntó el conejo, ofreciéndole la mano para levantarlo.
-Bell...-Lo nombraron desde la entrada de la mansión.
El chico volteó con su corazón latiendo a mil por hora.
Esa voz...
Era imposible no reconocerla...
-A-Abuelo...-
La figura de un hombre pasado de años con barba y cabello blanco se encontró cara a cara con Bell.
-Haz crecido mucho... Bell-Comentó la visita inesperada.
(Banda, por favor ignoren a Bell, solo fíjense en ZeusGOD)
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.
En fin, déjenme sus opiniones.
¿Cómo estuvo el capítulo ? ¿Sí les gustó?
Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.
Todos al final del capítulo:
_________________________________________________
¡Si gustan leer una novela original escrita por mi, pueden leer la que recién acabo de publicar!
"Objetivo frustrado por un amor inesperado"
Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.
Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.
https://www.wattpad.com/story/295436264?utm_source=ios&utm_medium=link&utm_content=share_writing&wp_page=create_story_details&wp_uname=Aetd556&wp_originator=Updq6%2FIi6BWjWjl9fWmdgFplAGHQxmBh9KtLNUzCXq8Z1hhr2ZdP3Q0Mc6DsZaDAgH2X2xNZeBY6nbXJbf8D2cMC4S4qhJJgbh4mVRLtfVTiVXNZCVonFivgF0HRk7Om
_________________________________________________
Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...
_________________________________________________
Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
_________________________________________________
Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
_________________________________________________
La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
_________________________________________________
La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
_________________________________________________
Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
_________________________________________________
Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
_________________________________________________
¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
_________________________________________________
Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
_________________________________________________
Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro