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Capitulo 2: Dote

Tres días después de la cosecha de los restos de tripas de Gorf, mientras el anciano Ker se encarga de abrir la escotilla que los llevará a la superficie Gube no puede evitar sentirse ansioso, ha estado bajo tierra tres días enteros puesto que la noche en UV duraba un total de 72 horas. No es necesario decir que un humano normal no duraría más de unos segundos en la superficie de UV durante la noche, las bajas temperaturas los volverían picos de hielo en tres segundos.

El anciano Ker sostuvo un arma con el que el hielo se derretía en unos segundos, similar a los rayos ultra gama en los antiguos microondas pero ésta vez reacondicionados para combatir el denso hielo. El anciano es experto y logra con facilidad despejar el camino hacia la escotilla que los llevaría a la superficie. Unos minutos después Gube observó el extenso blanco que cubría en todas partes, su estómago gruñó al recordar que no había comido por más de un día. Detrás de él Mio sonrió abatido para posteriormente situar una de sus manos en el hombro de Gube y así hacerle recordar:

- Anda, tenemos que ser rápidos o otros se nos adelantarán. Es una fortuna que tengamos tu nariz para rastrear los restos, con ésta ventaja. Kilet y los demás estarán diez pasos lejos por detrás.

Gube asintió para de inmediato acomodar sus cosas, un cuchillo fue escondido en su bota, así como también cubetas colgaron de su cintura. Detrás Mio con pasos firmes tiró a cuestas de un gran trineo. Gube miró hacia atrás con una sensación de perdida, esperaba diferenciarse como Alfa así tal vez podría ayudar más.

Ambos siguieron caminando por más de hora y media, cuando finalmente Gube pudo localizar algo detuvo a Mio con una señal de manos. Olfateo en el aire para después fruncir el seño, ésto...

- A trescientos metros... Huelo los restos de un Zerg y parece ser de gran tamaño

Al escuchar ésto Mio también frunció las cejas. Los Zerg son bichos Intergalácticos de gran proporción, si bien poseían gran masa de carne, lo cierto es que estos también se encontraban cubiertos de garras y púas letales, además, eso no era lo más aterrador. Descubrieron que ésta raza posee rasgos genéticos de las cucarachas, es decir, no morirían tan fácilmente. Incluso para un mecha de cuarta categoría le resultaría difícil de eliminar a un Zerg así. Mio pensó y recordó aquella vez cuando un grupo descubrió el cadáver de estas cosas y justo al momento de empezar a diseccionar de repente éste volvió a la vida, como resultado hubo una masacre de humanos en el lugar.

Cómo sea, Mio dió un largo suspiro y volteó tirando de Gube. No estaba dispuesto a sacrificarlos por unos bocados de carne amarga, además aún les quedaba muchas zonas por recorrer, podrían conseguir más comida más adelante.

- Vaya vaya es el siempre reservado Mio ¿ Dime qué es lo que encontraste? ¿Es grande?

Mio giró y miró con sorpresa al recién llegado

- Kilet...

Kilet es un joven Alfa de su misma edad, cabellos negros y encrespados. Es la promesa del patriarca del clan de ojos rojos. Es un tanto engreído pero Mío reconoce que es un gran tipo. Ambos estrecharon brazos y se saludaron. Como siempre Kilet venía acompañado de un gran grupo de Alfas, Mio no fue ceremonioso y con diversión saludo a todos. Todos eran de su misma edad y pasaron penurias juntos, apesar de que Mio y los suyos no pertenecen a su clan, Kilet siempre les hecho una mano cada vez que podían, por ejemplo cuando una vez no lograron conseguir nada para comer, Kilet les cedió una gran parte de higado de Cometa para que su familia no muriera de hambre.

Gube fue un poco más reservado, no solía ser muy sociable, además que cuando se encontraba con Kilet no podía evitar sentirse un poco incómodo. Como en éste momento, cuando estrechan sus brazos Gube no puede evitar mirar a los ojos del otro con valentía fingida, la diferencia de tamaños es notable y ésto parece emocionar a Kilet quien sonríe con suficiencia.

- Es un Zerg, uno grande

Mio señala y hace que Kilet desvíe su atención, cuando escucha ésto Kilet voltea a mirar hacia los suyos, él comenta

-Esto es difícil, hemos recorrido la zona Sur y este, no encontramos nada en siete kilómetros, en éste momento me temo que sin ustedes tampoco hubiéramos encontrado algo.

Kilet regresa su atención a Gube que desciende bajar la cabeza rápidamente, éste Kilet es astuto debería estar pensando en cómo es que ellos logran encontrar presas en tan escaso tiempo.

- En...- Kilet regresó su atención a Mio - -Somos más de once de Alfas aquí, doce y trece contigo y Gube, también traemos con nosotros un caño dispersor de particulas E 4 deberíamos poder intentarlo

Mío mira preocupado hacia Gube, no puede declinar directamente o de lo contrario Kilet sospecharía de que ambos tenían una manera de encontrar carne más rápido que el resto. Si ésto se supiera, incluso siendo amigos Kilet se llevaría de inmediato a Gube. En UV la ventaja sobre los recursos era un asunto de suma importancia.

- ¿ Qué piensas?

Pregunta Mío a Gube, Gube no lo piensa mucho

- Estoy de acuerdo.


Es así como un grupo se dirige a una montaña cercana, Gube señala hacia ella y dice

- Lo ví ahí

Kilet mira hacia la dirección señalada e indaga confundido

- ¿Detrás de esa montaña?

- No- la voz de Gube es profunda - esa montaña es el Zerg

Entonces el grupo de once hombres miró hacia arriba anonadado. ¿No es posible que hubiera bichos Zerg tan gigantescos como una montaña o si ?

Kilet sopesó sus pros y contras, han caminado mucho pero aún así la mayoría aún conservaba gran parte de sus fuerzas, además, su tío Ilok quien actualmente se encontraba en su grupo era un Alfa A+ superior, su capacidad de subyugación debería ser capaz de dominar a ésta bestia dado el caso de que aún siguiera convida. Decidido Kilet giró y empezó a dar coordenadas, siendo Mio y el mismo los encargados de aventurarse cerca del vientre en dónde se supone debería yacer gran parte de las nutritivas entrañas del monstruo. Otros fueron enviados cerca de las extremidades inferiores y superiores. Finalmente fue Gube el encargado de vigilar la gigantesca cabeza desde lejos.

Esta vez utilizaron lanzallamas para derretir la gran capa de hielo que envolvía el cadáver, media hora después Gube siquiera parpadeó mientras veía la cabeza de ese monstruo, hasta ese entonces por fortuna no hubo respuesta alguna

- ¡ Lo tengo! ¡Tengo el hígado!

Mio salta emocionado y Gube no puede evitar mirarlo de reojo, es en éste descuido que sucede lo peor, Kilet quien intenta extraer el corazón recibe una inmensa sacudida. Gube no logra reaccionar a tiempo cuando el cadáver del Zerg logra situarse en pie empezando a blandir sus feroces garras como lunático. Gube cae en la nieve asombrado logrando evitar por poco y con dificultad las feroces aspas. Otros no fueron muy afortunados, las aspas los partieron por la mitad y a algunos le cortaron la cabeza y extremidades, entre ellos el guerrero Alfa A+ que siquiera tuvo tiempo de reaccionar. De un momento a otro toda la silenciosa inquietud fue sustituida por los gritos de horror. Gube miró a la bestia que nuevamente corría y avanzaba hacia él, Gube no lo entiende, es claro que el Zerg no ha abierto los ojos ¿Cómo es qué?

- ¡Gube! Ya está muerto, son los reflejos de su sistema nervioso ¡ Ten cuidado!

Es Mío quien grita, Gube no sabe en qué momento tanto Mío como Kilet descendieron del vientre del monstruo, solo puede ver a ambos correr a la par que el Zerg intentando darle alcance, Gube corrió y corrió intentando proteger su vida.

Kilet tensó los dientes mientras corría y sostenía un tuvo entre sus manos, éste tuvo se convirtió en una lanza con dobles aspas. Los pasos de Gube son entorpecidos por la nieve cada vez más profunda, el Zerg golpea y golpea,su naturaleza es destructiva por lo que una vez muerto su sistema nervioso solo realizará las acciones de matar, Gube logra esquivar una, dos veces, sin embargo, justo cuando se disponía a esquivar una vez mas el Zerg actuó más veloz, quizás porque fuera su ultimo movimiento, fue mucho mas veloz que las veces anteriores

Fue imposible para Gube esquivar, solo pudo mirar completamente en blanco la cuadaña que se dirigía hacia el con la intención de cortar su cabeza

Pero entonces algo corta en el aire y alguien se atraviesa en su camino, es Kilet quien corta la letal aspa y evita que corte a Gube

Gube mira la espalda del Alfa aún sin poder respirar, el Zerg finalmente se había detenido por completo, ésta vez ya nunca más volvería a levantarse

- ¡Gube! ¿ Estás bien?

Mio corre a revisarlo, Kilet solo atina jadear y mirarlo de reojo, siempre portando una sonrisa triunfante, sus ojos rojos brillan de emoción cuando regresan al inmóvil Zerg. Por supuesto, no es mucho lo que ha hecho pero al menos ha logrado hacer algo.


Horas más tarde ambos de despiden de Kilet, ésta vez las perdidas fueron de seis vidas, no hay lamentaciones. En el planeta UV la vida es así, un instante vives y al otro mueres, de hecho, es la primera vez que alguien se atreve a salvar a una persona. Gube no puede evitar mirar por última vez a Kilet que aún lo mira.


Es medio día cuando regresan junto al anciano Ker, un enorme hígado Zerg yace en el trineo mientras es arrastrado por Mío, quien por alguna razón permanece más callado de lo normal

- Oye ¿ Qué tienes?

Gube no duda en preguntar, puede percatarse cuando algo anda mal con el, Mio guarda silencio por unos instantes, luego mira al frente, su expresión es seria cuando dice:

- Kilet, creo que el piensa que te convertirás en un Omega

- ¿Omega?- Gube se sorprende al escuchar ésto, tal es su sorpresa que detiene sus pasos de inmediato - ¿Porqué pensaría el algo así ?

Mío también detiene sus pasos, suelta el trineo y se acomoda los guantes mientras relata

- Noté su mirada en tí y no, no es sol todoo tú percepción. Le gustas

Gube sonríe incrédulo

- Oye ¿ El Zerg también te golpeó?¿ Estás bien ? ¿ Cómo puedes pensar que le podría gustar a algún Alfa? Además ¿ Porqué dudas de que seré un Alfa ? ¿ Tan poca fé me tienes?

Mío lo mira con detenimiento, hay preocupación en sus ojos y Gube no lo puede entender

- Estas tonto ¡tú eres el que será un Omega!

Gube avanza dando zancadas, Mío se apresura a darle alcance mientras tira del trineo

- ¿ Porqué eres tan necio? Además ¿ Cuando has visto a Kilet siendo tan servicial con alguien? ¡ Hasta un hígado de Zerg nos entregó como dote!

Gube lo miró con ojos asesinos, furioso gruñó

- Sigue parloteando y te meteré esa dote en el culo.












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