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Volumen 5: Aguas agitadas Acto 1

Conforme avanzan el aroma a sangre se vuelve mas intenso al punto en que Iván empieza a percibirlo, lo cual le pone en alerta, así mismo Wilhelm nota la reacción del joven, la cual permanece tranquilo incluso tras saber que se trata de una trampa.

No obstante, al llegar a la aldea de los barbaros la expresión de Iván palidece e inclusive el propio Wilhelm no puede evitar ser inundado por la rabia.

La aldea entera había sido aniquilada, mientras los cuerpos de innumerables hombres, mujeres y ancianos empezaron a atraer moscas, y el rojo de su sangre cubre la montaña.

—¿Qué... que demonios paso aquí? — reclama Iván quien nota como en algunos de los cuerpos se podían notar marcas de disparos, evidencia de que dicha atrocidad había sido orquestada con armas de fuego.

Iván no pudo evitar desviar la mirada mientras instintivamente tapa su boca intentando evitar las náuseas; Tras el paso de unos segundos el joven se recompone y analiza la situación.

—Que extraño, ¿no veo cuerpos de niños en ningún lado? — Señala Iván.

—Este lugar fue barrido por los inquisidores sagrados —Señala Wilhelm —El hedor del poder divino residual me está dando migrañas, además este siempre ha sido su método, secuestran niños gitanos, mendigos o hijos de traidores, les lavan el cerebro y los adoctrinan hasta convertirlos en las cuchillas silenciosas de los elfos.

—Creí que los inquisidores sagrados eran Héroes consagrados — pregunta Iván.

—Los héroes consagrados de las casas nobles solo son para exhibir, al final ellos hacen lo que hacen por dinero y fama; pero los inquisidores sagrados fueron despojados de su individualidad y contaminados con poder divino al punto que olvidan sus propios nombres —Expone Wilhelm —Por el estado de los cuerpos esto ocurrió hace pocos días, para este punto ya es demasiado tarde para ellos.

—Entonces no hay mas opción, es una pena lo que paso aquí, pero, debemos continuar con el plan original —Clama el joven Milfiore disparando una véngala hacia el cielo, el cual poco a poco empezó a oscurecerse.

Al mismo tiempo desde la distancia un par de ojos rojos como la sangre observan la luz elevarse a través del cielo nublado, y con una sonrisa entre labios da la orden de avanzar.

Paralelamente...

No muy lejos de la caravana caminando en la dirección contraria a la de la aldea de los barbaros, se logra visualizar a Karma quien actualmente hacia lo posible para tomar cuanta distancia pudiese del campo de batalla.

—¿Vas a algún lado? —Clama Erse vistiendo un abrigo de piel de Drakonskin.

—Se cómo se ve esto, pero solo diré que no traicione a tu joven amo, simplemente no dije información que me pondría en peligro — Exclama la joven Sócrates —Eres una Elfa sabrás que lo que digo es verdad.

—¿Información que te pondría en peligro?, pues como yo lo veo ahora mismo estas en serios problemas —Clama la joven tronándose los nudillos.

—Ustedes no tienen idea de quien es la persona con la que se enfrentan, da igual lo fuertes que sean o los aliados poderosos que consigan, Zergil siempre encuentra la manera de derribar a quien le estorba —Espeta Karma —Y yo no soy fuerte como ustedes, si no venían el sabría que yo les advertí, después de eso la muerte sería el menor de mis problemas.

—Entonces, planeabas volver arrastrándote con esa persona ¿no es así? — pregunta Erse.

—¿Crees que estoy loca?, ya no soy una santa, si vuelvo arrastrándome él va a aplastarme como a un gusano, voy a huir lo más lejos que pueda, con algo de suerte los dos bandos se aniquilaran entre sí y se olvidaran de mi existencia, y si fuese tu haría lo mismo —Reclama antes de que Erse la detenga.

—¿Realmente crees que te dejare Ir? —Señala Erse sujetándola del brazo.

Tras esa acción Karma extrae de un inventario un cuchillo con el que intenta ahuyentar a la joven, pero sin dificultad esta logra atrapar su muñeca y obligarla a soltar su arma.

—Ríndete..., sabes que no puedes escapar de mi —Señala Erse.

—Y esa es exactamente la razón por la que tengo tanto miedo, ¿Crees que eres especial por ser algo fuerte?, hay monstruos peores que tú en este mundo y él es uno de ellos —Reclama la joven.

En ese momento y antes de que cualquiera de las dos pudiese decir o hacer algo, un poderoso terremoto resquebraja el suelo a su alrededor, mientras tenues gotas de lluvia empiezan a caer sobre ellas.

—¿En que momento el cielo oscureció asi? —Pregunta Karma con una mirada Aterrada la cual es precedida por el pánico.

En un rápido movimiento Karma extrae un arma de fuego de su inventario y dispara a la muñeca de la joven ocasionando que esta la suelte, posteriormente Karma hace uso de su habilidad para ocultar su presencia, no obstante, esta no funcionaría con Erse quien ya le había encontrado.

En ese momento un segundo temblor se hace presente y ambas jóvenes caen al suelo, oportunidad que Erse toma para atrapar el tobillo de Karma.

—Tu prioridad no debería ser seguirme en estos momentos —Reclama Karma —Si no regresas ahora mismo todos los de la caravana morirán irremediablemente...

—¿De que estas hablando?

—Antes de que me secuestraran, Zergil solicito extraer algo de la armería del templo de géminis, un arma de destrucción capaz de borrar ciudades enteras —Clama la joven Y Erse identifica que sus palabras son verdad —Si no regresas ahora no solo tu joven amo, todos los aquí presentes perecerán, incluyendo... a la preciada llave maestra de tu joven amo.

Tras esas palabras la duda empezó a inundar a la joven quien sabía bien cuales eran las ordenes de su joven amo, no obstante, esta sabía lo que debía hacer.

Por lo que y tras liberar un grito de rabia, suelta el tobillo de Karma quien rápidamente huye de la escena, mientras Erse corre en la dirección contraria al epicentro del huracán que estaba naciendo.

Así mismo alrededor de la caravana la tierra empieza a resquebrajarse, mientras que un grueso muro de viento impide el escape de aquellos hombres, quienes rápidamente levantan una formación de combate resguardando a uno de los carruajes.

Así mismo una sombra oculta en el viento, con un gesto manifiesta una oleada de relámpagos en su dirección, no obstante, en el ultimo segundo un muro de piedra se yergue frenando su paso.

—¿Están todos bien? —Pregunta Igor quien rápidamente manifiesta estacas de piedra en el muro de roca, y tras partirlo en 3 secciones, ordena a su espíritu consagrado lanzarlos hacia la tormenta, no obstante, estos son destruidos antes de poder alcanzar su objetivo.

Siguiendo su acción tras él, los agentes de la organización disparan sus armas contra su objetivo, pero antes de siquiera rozarle estas son desviadas de su curso por el huracán.

—Maldita sea, ni los ataques de espíritus ni las balas son capaces de traspasar ese manto de viento —Clama Igor con una respiración pesada.

—Señor debe descansar está agotado —Espeta uno de los hombres junto a él.

—Estoy bien, ni siquiera he usado mucho mi habilidad —Señala antes de caer de rodillas —"¿Porque me falta tanto el aire?, ¡¿acaso?!, ese maldito planea asfixiarnos aquí adentro..."

Tal y como este lo supuso, a su lado los agentes de Falena empezaron a sucumbir ante la falta de oxígeno, y del mismo modo, dentro del carruaje la respiración se había dificultado.

Mientras una nueva oleada de relámpagos empieza a formarse, Igor puede ver como habían sido totalmente acorralados, desde el principio su intención había sido separarlos de Iván y atacarlos cuando no tuviesen un guía.

Una estrategia cruel, pero no una para la que no se hubiesen preparado; En ese instante, varias gotas de sangre empiezan a manchar el rostro del atacante, mientras nota como una de sus orejas había sido cortada.

Ocultos en el viento, moviéndose a una velocidad imperceptible y de un grosor indetectable, un gran número de cables hacen acto de presencia, realizando múltiples cortes en el cuerpo del atacante.

No muy lejos de su posición el caporal Douman había extendido 10 hilos de tendón de Drakonskin en el límite del huracán, que impulsados por la fuerza y velocidad de la misma tormenta causan daños significativos en su oponente.

Para evitar el daño continuo que recibía, este se ve en la necesidad de reducir la fuerza del viento para detener el ataque, no obstante, con esta acción esta ignora como sobre su cabeza, William arremete con su escudo, lanzándola al suelo, lugar donde Igor la entierra y sella la salida.

En consecuencia, la fuerza del viento se reduce y los presentes son capaces de respirar nuevamente, no obstante, antes de poder cantar victoria un poderoso rugido se deja oír, paralizando a los presentes, en particular a Han, William e Igor quienes ya habían escuchado ese sonido antes.

—Esto tiene que ser una broma de mal gusto —Reclama Han.

Así mismo, la tierra bajo sus pies empieza a volverse cálida, para posteriormente liberar geiseres de agua caliente, con la suficiente temperatura para disolver las botas de algunos de los presentes.

—No pierdan el tiempo, usen esta oportunidad para crear distancia entre ustedes y el enemigo —Exclama el caporal Douman, quien con sus hilos empieza a lanzar a sus subordinados por encima de los techos de los carruajes.

—No... Nadie se irá —Reclama una imponente voz.

Bajo el suelo en frente de ellos un poderoso geiser hace acto de presencia y por encima de este se logra visualizar a una mujer de cabellos blancos y marcas rojas bajo el rostro, quien en sus manos empuña una cimitarra dorada con una cuchilla de acero azul.

—¿Es una Drakonskin? — pregunta Igor.

—Lo mejor será no quedarnos a averiguarlo —Clama William quien toma las riendas de los caballos.

—Nadie se ira... —Exclama Zaherí.

Con un simple gesto la mujer hace emerger un geiser debajo de William, ocasionando que el carruaje caiga de lado, y todos los hombres puestos en el techo caigan en las hirvientes aguas que los asesinan tras un intenso dolor.

—Nadie se ira...

—Maldita sea, la puerta esta del otro lado... —Reclama Han ayudando a William a no caer en las aguas.

En ese momento, bajo los pies de los hombres, el agua hirviente empieza a bajar su temperatura al grado de llegar a congelarse.

—Caporal Douman, caporal Canterbury, quítense de en medio —Exclama una voz del interior del vehículo.

Tras escuchar esas palabras ambos cabecillas de cartel saltan a la superficie congelada, mientras que el costado del carruaje es destruido y al cielo una maza de hielo con cadena empieza a elevarse.

Al ver ese ataque Zaherí rápidamente arremete en contra del vehículo, no obstante, en el último segundo la cabeza de la maza, cambia su trayectoria ascendente y vuela en la dirección de la mujer, aplastándola.

Encima del costado del carruaje volcado se logra visualizar a una joven mujer de cabello y ojos blancos, quien entre sus manos sostiene un espíritu armado con la forma de una maza con cadena.

—Sarah Mystletainn, maldita sea, si podías hacer eso, ¿Por qué no saliste antes? —Reclama Han.

—Por el mismo motivo por el que no han podido vencerla por su cuenta, ella es demasiado fuerte para enfrentarla, incluso si la atacamos juntos perderemos —Expone la joven.

—En este estado el carruaje no puede seguir y ya hemos tenido bajas considerables —Señala Igor —"Los carruajes de los mineros y suministros siguen intactos, pero están demasiado lejos, y aunque usase a Maze para crear un camino, dada la integridad del terreno este se derrumbaría después de que solo una persona pase, eso solo si esa mujer no lo destruye primero."

—Basta con que solo uno escape —Señala Sarah mientras ve como Zaherí se recompone —No me importa morir aquí, pero alguien debe sacar la llave de aquí.

—Niña, me gustan tus agallas, si me llego la hora entonces no me importa morir peleando —Exclama William —Ustedes dos, váyanse...

—¿Acaso se han vuelto locos?, morirán si hacen esto —Reclama el caporal Cromwell.

—Estoy en deuda con ese hombre Igor, morir por sus planes no sería suficiente pago —Espeta William.

—Yo también tengo una deuda con Iván Milfiore que no puedo saldar, y aunque no apruebo sus métodos, también estoy dispuesta a morir para saldarla —Secunda Sarah.

—Nadie... se ira... —Exclama Zaherí arremetiendo en contra del carruaje antes de ser frenada por la joven y el anciano.

Las expresiones y las posturas de Sarah y William eran firmes e inmutables, estos estaban dispuestos a morir solo para que uno de ellos se salve, un sentimiento que solo genera dolor en el pecho de Igor, quien en un rápido movimiento manifiesta un puente de piedra entre su posición y el carruaje de suministros.

—Han debes...

Antes de poder decir algo, el caporal Douman salta sobre la cabeza de Igor cargando algo grande cubierto en una manta entre sus brazos y sin decir una palabra se aleja de la batalla.

—El... solo se fue... —Clama Igor quien inundado en ira manifiesta a un imponente Golem de roca con el que empieza a empujar a la mujer Drakonskin hacia atrás —¡Yo también tenía un discurso, ¿saben...?!

Ante la abrumadora fuerza del Golem de roca la mujer es empujada hacia atrás, no obstante, en sus ojos solo se enfocaba una cosa, el objeto que cargaba Han entre sus brazos.

—Na...Nadie se ira...

Afianzando su agarre la mujer blande la cimitarra, logrando cortar el cuerpo del Golem de roca y a si mismo logra reducir el carruaje volcado a miseros escombros.

En un intento de frenar su avance Sarah lanza su Maza, la cual incrementa su tamaño mientras más lejos la extiende sin perder su velocidad...

Puesto a que ese sería un ataque devastador Zaherí lo evade, no obstante, como la última vez el ataque vuelve a cambiar su trayectoria, golpeando a la mujer por la espalda.

Una vez más Zaherí había caído al suelo, mientras la joven repliega su arma para terminar todo con el siguiente ataque, lamentablemente, antes de poder conectar su último golpe, una poderosa ráfaga de viento se hace presente, empujando la cabeza de la Maza de regreso a Sarah.

La joven intento tomar distancia, lamentablemente, junto a ella, oculta en el viento Zaherí le ataca, no obstante, esta solo logra enterrar la cimitarra en su antebrazo y en el instante en que la mujer intenta sacar su arma, el área alrededor de la herida se congela.

—¡Ahora...! —Exclama la joven.

Aprovechando la oportunidad estacas de roca se entierran en la espalda de la mujer, pero no a la profundidad suficiente para hacerle un daño considerable.

Afortunadamente a su espalda, William arremete con su escudo, incrustando todavía mas las espadas, logrando que una la atraviese de ambos lados, al mismo tiempo que no muy lejos de ahí Han había logrado llegar al carruaje de suministros el cual empieza a alejarse.

—Na...die... se Ira...

Con una expresión carente de vida la mujer afirma sus manos sobre su espada liberando una poderosa descarga electica que incapacita a todos los presentes, para posteriormente recubrir su brazo de escamar rojas y tomar a Sarah de la cabeza.

Con un poderoso lanzamiento, la mujer arroja a la joven contra el carruaje, destrozándolo en su totalidad, generando así graves heridas tanto en Sarah como en Han quien había usado su cuerpo para proteger lo que le habían encomendado.

En medio de los escombros del carruaje Sarah logra ponerse en pie a muy duras penas, no fue sino gracias al abrigo de escamas que pudo sobrevivir el impacto, no obstante, su suerte había terminado mientras ve como la Barbara se le aproxima.

—Nadie se ira... —Clama la mujer levantando su espada, mientras la joven en puertas de su final solo cierra los ojos.

—"¡Shien...!" —Exclama una voz que hace reaccionar a los presentes.

En medio de Sarah y Zaherí una niña pequeña se hace presente, de cabellos negros y ojos rojos, quien intenta evitar la muerte de Sarah.

—"Suaga ama Etsu..." —Clama la pequeña en la lengua de los gitanos —Madre por favor no los mates, por favor...

Con esas palabras lagrimas empiezan a inundar los ojos de la niña, no obstante, en los ojos de su madre no hubo reacción alguna ante su aparición ni a sus palabras.

—Nadie se ira... —Clama la mujer abalanzando su espada en contra de su propia hija.

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