Volumen 4: Ser amado Acto 1
—¿Qué es esto?, ¿Qué clase de poder es capaz de algo así? — reclama el joven héroe.
—Te lo pediré amablemente, ya que no quiero hacerme tu enemigo ni mucho menos de la santa de leo, "Envaina tus armas y siéntate" —Exclama y sin pensarlo, Gerald obedece.
La mente de Gerald empezó a llenarse de suposiciones, a sus ojos era más que claro que el joven Milfiore no estaba haciendo uso de ningún espíritu, ni tampoco parecía estar liberando una cantidad considerable de aura.
Además, no muchas personas serían capaces de mantenerse tan tranquilos tras ser apuñalados en el hombro, todo eso solo lo llevaba a una conclusión.
—Eres, un héroe consagrado ¿no es así? — pregunta Gerald.
—Si, podrías verlo así...
—Pero ¿Por qué estas al mando de un grupo de criminales?, ¿acaso te volviste loco? — reclama el joven.
—Eso es algo que no puedo contarte, lo que sí puedo decirte es que por ciertos intereses que competen a toda la nación, no puedo permitir que mates a madame Knight.
—Si también eres un héroe, sabrás que las palabras de nuestras santas son todo, así que espero que no sientas rencor si te asesino...
—¿Asesinarme?, ¿tu...?
Tras espetar esas palabras el joven Milfiore activa la habilidad de manto de depravación, manifestando una imponente y aterradora aura que abruma a Gerald, una sensación similar a la que Iván sintió cuando Merlín ataco a Oran.
—Escucha, tengo una coartada y aunque me gustaría pelearme contigo un rato, ¿Por qué no mejor te propongo un trato? —Clama el joven Milfiore.
—¿Un trato? —Pregunta Gerald evidenciando una sonrisa forzada —"No puedo subestimar a este tipo, por el momento le seguiré la corriente".
—Pero primero, vayamos a un lugar más discreto...
Tras esas palabras el joven Milfiore se pone en pie y sin necesidad de decir nada, Gerald lo sigue, evidenciando que en estos momentos estaba actuando con cautela frente al joven.
Dentro de la obra del héroe de la fe Gerald Agravaine, pese a estar dispuesto a morir si es en nombre de la iglesia o la santa de leo, no es tan imprudente para pelear innecesariamente en especial si no tiene certeza de ganar.
El truco del joven Milfiore había funcionado, no obstante, solo de momento puesto a que, si la farsa era descubierta, no habría fuerza en esta ciudad capaz de frenarlo.
—Oye, ¿adónde vamos? — pregunta el joven Agravaine
—A Un lugar bastante agradable...
—¿Agradable...?
Tras escuchar esas palabras y caminar durante unos minutos ambos jóvenes llegan a un lugar bastante particular, una taberna con burdel en la que el joven Milfiore es tratado con las comodidades del dueño del establecimiento.
—Que pasa, ¿te vez algo tenso? — pregunta el joven Milfiore.
—Tu, no me importa como planees tentarme, pero no funcionara... —Exclama Gerald con el rostro ligeramente ruborizado.
—No sientas pena, eres un héroe consagrado por la santa de leo ¿no?, su nombre no proclama el celibato, si estás dispuesto a pagar serás tratado como cualquier cliente.
—Maldito, ¿a que estas jugando?
—Juegos, extorciones, engaños, no necesito nada de eso, sé que todo será inútil contra un héroe del templo de Leo —Señala el joven —Soy una persona que prefiere dejar en claro su mensaje, y lo que quiero de usted señor Agravaine, es su silencio...
—¿Mi silencio?
—Quiero que vuelva a la ciudad de Battista y le diga a la santa de leo que no encontró nada en bastos, obviamente también deseo que guarde en confidencialidad mi identidad —Solicita el joven.
—Me pides traicionar a la santa, ¿sabes que con esas palabras me das el derecho de matarte verdad?
—¿Realmente quieres hacerlo en este lugar? —Espeta Iván, señalando a todas las acompañantes dentro del burdel
—No me importa, esas rameras eligieron la vida del pecado, morir a manos de un héroe consagrado es un lujo que no merecen.
—Realmente eres un ciego, míralas bien...
—¿Que?
—Dije que mires a las susodichas rameras que acabas de señalar...
Al espetar esas palabras el joven Agravaine desvía la mirada un segundo, notando así los rostros de aquellas acompañantes, rostros que el conocía puesto a que eran infiltradas que la iglesia había metido dentro de los gremios del tigre azul y el gusano de seda.
—¿Qué es esto?, ¿qué hacen ustedes aquí? — pregunta el joven con un rostro lleno de confusión.
—Podría decirse que yo soy la causa... digamos que esta es mi "Virtud"
Al escuchar esas palabras el rostro de Gerald palideció, dentro de la historia del héroe de la fe, las virtudes eran dones que las santas dotaban en sus héroes más destacables a cambio de un sacrificio, Fuerza, sabiduría o manipulación; mientras mayor fuese la virtud mayor sería el sacrificio.
—La virtud que poseo es la de revelar la verdadera naturaleza de las personas, así como sus deseos más oscuros —Clama el joven —Si ellas se convirtieron en esto, es muy probable que sea porque muy en el fondo es lo que querían...
Las palabras de Iván eran una mentira descarada, no obstante, para los oídos del joven Agravaine estas sonaron plausibles pues en el pasado ya había oído hablar de una virtud similar a esa.
—No puedo creer que exista una virtud como esa —Espeta Gerald.
—El mundo es más grande de lo que crees...
Con esas palabras el joven Milfiore da una señal a las acompañantes del burdel ocasionando que dos de ellas se sentasen a los lados de Gerald, quien sin querer las rodea con sus brazos.
—¿Se siente más cómodo ahora? —Pregunta el joven Milfiore —No es necesario que me conteste, solo sellemos el trato y lo dejare irse tranquilamente.
—¿Crees que esto será suficiente para romper mi devoción?, no importa lo que hagas, no importa lo que digas, ni lo que me muestres... —Reclama, no obstante, en su rostro ya podían evidenciarse vestigios de lujuria.
Dentro de la obra original cuando Lion y Gerald se encuentran por primera vez, el segundo ya frecuentaba lugares de mala muerte como tabernas y prostíbulos, por lo que el joven sabia que no faltaba mucho para que finalmente cediese, aun así, todavía le quedaba un as bajo la manga.
—Secre Galahad —Al escuchar esas palabras la expresión de Gerald cambia algo que dibuja una sonrisa en el joven.
Según la historia de Secre, durante su infancia paso mucho tiempo junto a Gerald, al punto de llamarse los mejores amigos, no obstante, por ciertas razones personales la joven se vio en la necesidad de alejarse de Gerald, un hecho que el no tomo bien.
En la obra original, Gerald en algún punto se presentaría con una propuesta de compromiso a la familia Galahad, quienes obligarían a Secre a casase con él.
Posteriormente y con la ayuda de los protagonistas ella podría evitar el compromiso, lamentablemente Gerald cegado por la rabia y la lujuria trataría de desposar a Secre por la fuerza, ahí seria cuando Lion aparecería y le cortaría uno de los brazos arruinándolo totalmente.
—"El destino final de Gerald seria desconocido, pero tras perder un brazo y tratar de propasarse con una noble, no sería raro que perdiese su derecho a ser un héroe" —Medita el joven Milfiore.
Sin decir ninguna palabra el joven Milfiore extiende una mano a Gerald, quien, con una expresión totalmente carente de duda, la estrecha con fuerza.
Al ver esta escena las que alguna vez fueron espías de la iglesia no pudieron evitar bajar la mirada, ellas sabían que las palabras del joven Milfiore eran mentira y que su intensión real era la de aprovecharse del joven Agravaine.
Aun así, ninguna dijo nada, pues todas ellas estaban ya dominadas por el miedo...
En el instante en que el joven Milfiore tomo el control del gusano de seda, casi y como si tuviese un informante este reunió a todos los espías que la iglesia había infiltrado; Y justo después iniciaría la pesadilla.
Durante varias semanas, estos serían encerrados en la oscuridad al tiempo que, haciendo uso de sus habilidades, así como de los medicamentos suministrados por el sistema el joven Milfiore destrozaría sus mentes y las reconstruiría según lo requiriese.
Algunos se volvieron esclavos, otras fueron sometidas a la prostitución, y muy pocos incapaces de soportar la vergüenza se suicidaron; lamentablemente no mucho después Iván se encargaría de arrebatarles esa salida también.
No solamente no podían escapar de su destino, sino que tampoco pudieron evitar que otros sufrieran el mismo, incapaces de saber porque simplemente no los mata.
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[Set del Monarca del delirio (2/8)]
[Taza de sincronía (21.1%)]
[Taza de asimilación (49.0%)]
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[Efectos del set]
["Búsqueda de puntos débiles +147.0%", "Vigor +245.0%", "puntos de estadísticas al infligir dolor +2", "puntos de estadísticas al infligir placer +2", "Una probabilidad del 80% de robar un "secreto" cuando estados anormales hacen efecto"]
**
Aunque terminar con la vida de los espías hubiese sido la solución más rápida y razonable, el joven Milfiore encontró una mejor utilidad para ellos.
Por un lado, gracias a los efectos del set del monarca del delirio, el joven Milfiore obtuvo un sinfín de secretos de la iglesia, muchos de ellos secretos que no aparecían entre las páginas del héroe de la fe y que posteriormente convertiría en puntos de juicio.
Y como si el beneficio no fuese suficiente solo con eso, el dolor, así como la vergüenza de ser esclavos de sus instintos más bajos no solo permitió al joven obtener una cantidad considerable de puntos de estadísticas.
Todo sin la necesidad de ponerle un dedo encima a nadie, por lo que la taza de sincronía no subió tanto.
—"No existe nada como un crimen sin víctimas, pero si inevitablemente habrá víctimas, entonces lo más respetuoso por hacer es sacar el mayor beneficio de ellas."
Días después Gerald regresaría a la ciudad de Battista, no obstante, este procedería a informar a la santa todo lo que había visto, dibujando en ella una expresión de total asombro.
—¿Qué... que acabas de decir?
—Como lo dije, nuestros espías siguen vivos, pero parece ser que fueron sometidos a una especie de transé o lavado de cerebro, parece ser que el nuevo líder del gusano de seda no está interesado en interrogarlos o usarlos como mano de obra militar, los tiene como esclavos y prostitutas, en mi opinión su intención es burlarse de la iglesia con sus acciones.
—¡¿Como demonios permitiste esto?! —Reclama Solomon dándole una bofetada —eres una deshonra...
—El nuevo líder del gremio, no es alguien con quien yo solo pudiese lidiar, y como si no fuese suficiente tiene armas y soldados capaces a su disposición, y si los rumores son ciertos y posee un espíritu de rango soberano, entonces tome la decisión correcta al huir.
—Maldito...
—Espera Solomon.... —Clama la santa —Ignorando la innegable afrenta en contra de nuestra iglesia, ¿encontraste indicios de si el líder del gremio protege a Margaret Knight.
Tras escuchar esas palabras Gerald no puede evitar bajar la cabeza con vergüenza.
—Me temo que no, los rumores dicen que tras tomar el control del gusano de seda el nuevo líder expulso a la anterior, por lo que nadie tiene idea de donde pueda estar...
Al escuchar estas palabras una evidente colera se nota en los ojos de la joven quien rápidamente se tranquiliza.
—Si ese es el caso entonces es mejor dejar aquí este asunto, si no conocen el paradero de Margaret entonces no hay necesidad de hacerlos nuestros enemigos —Exclama la santa.
—Pero su santidad, si lo dejamos más tiempo, ¿Cómo no sabemos que se volverá una amenaza?
—La iglesia no posee enemigos, si realmente es listo sabrá que no tendrá oportunidad si se enfrenta a nosotros, además, la santa de tauro está interesada en las armas de fuego que se producen en esa región, meterse en el camino de esa mujer no sería inteligente en estos momentos. Buen trabajo Gerald, pueden retirarse.
—Si su santidad... —Claman al unisonó.
Conforme estos se retiran una expresión pálida se dibuja en el rostro de Gerald quien no puede creer haberle mentido a la santa, aun si le dijo la verdad sobre todo lo demás, aquella mentira carcomería su fe, y ya era demasiado tarde para cambiar de opinión.
Todo salió tal y como el joven Milfiore lo había planeado...
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