Volumen 4: Ojo por ojo, diente por diente, mal por mal Acto único
Día 1ro, 13vo mes del calendario de Virgo...
El año de libra estaba próximo a llegar, dentro de la obra original cada año del zodiaco tiene una cantidad de años distinta, siendo que el año de Virgo posee 14 meses en total, no obstante, no era motivo para bajar la guardia.
A partir de los próximos 2 meses es cuando transcurren los eventos más importantes, Lion siendo elegido por la espada de la fe, el levantamiento de los demonios, así como la trágica muerte del mentor de Lion a manos de Wilhelm.
No obstante, en este día el joven Milfiore no había pensado en nada de eso...
Dentro de la academia Lumiere, un gran número de profesores y estudiantes se estaban reuniendo en las gradas de un estadio, esperando ser testigos de un combate, y mezclados entre ellos se encuentra el joven Milfiore.
En la obra original, justo antes de las vacaciones de año nuevo, Rosemary Pendragon ofende gravemente a Secre Galahad a causa de un malentendido, quien en represalia solicita un duelo en contra de Rosemary, algo que ella no puede evitar aceptar.
Así, el silencio inunda la arena mientras por un extremo Rosemary hace acto de presencia, por el otro aparece Secre, cargando una espada en su cintura.
—Esa idiota no tiene oportunidad alguna, tan solo el año anterior 100 personas retaron a Secre y ninguna pudo durar más de un minuto — espeta uno de los alumnos en las gradas.
—Rosemary ni siquiera trae una espada, probablemente vino a suplicar —Clama otro.
—"Por supuesto que no, idiotas" — Medita el joven Milfiore —"En la obra original el arma de Rosemary fue robada por un grupo de infelices, por lo que, movida solo por su orgullo, ella elije enfrentar a secre desarmada, de cualquier forma, eso no importara..."
Al tiempo que el joven Milfiore meditaba sobre la situación, las dos aprendices, logran ponerse una frente a la otra...
—¿Por qué no traes un arma? — pregunta Secre.
—No la necesito para cerrarte la boca —Responde Rosemary ocasionando una ligera risa en Secre —¿Qué es tan gracioso?
—Hace un año, hubiese disfrutado con locura poder darle una paliza a un Pendragon, en verdad los odiaba, pero en esta semana, medite bastante, la ejecución de Lilia, así como el cambio de Alex a una mejor persona, seguro pasaste por mucho y por eso te daré una oportunidad, ríndete, y no llevare esto más lejos.
Muy en el fondo la joven deseaba aceptar su ofrecimiento, no obstante, para ella rendirse sin pelear seria mancillar el nombre de la familia Pendragon, algo que ella no podía permitir.
—¿Rendirme?, ¿Estas bromeando? —Exclama la joven al tiempo que Secre nota el temblor de sus manos.
—Esta bien, si ese es el caso entonces yo tampoco desenfundare mi espada —Clama Secre, no obstante, incluso así las posibilidades de Rosemary no habían incrementado en lo absoluto.
Conforme el instructor a cargo de supervisar el duelo se preparaba para dar la señal de inicio, el joven Milfiore procedió a revisar los alrededores; al fin y al cabo, en la obra original, la duración del combate no se extendió a más de 15 segundos.
—¡Empiecen! — exclama en instructor a cargo.
—Manifiéstate "Target" — Exclama Rosemary, al tiempo que tras ella un espíritu de luz con la apariencia de una medusa se hace presente.
A lo largo del cuerpo del espíritu docenas de globos oculares se hacen presentes, liberando ráfagas de luz dirigidas, todas ellas apuntando a la joven Galahad.
—"Todavía no ha invocado a su espíritu consagrado, a este paso tengo una oportunidad" —Clama Rosemary internamente, antes de que una enorme sombra empiece a cubrirla.
En el tiempo de un parpadeo un murciélago gigante con alas de navajas había cortado el cuerpo de la medusa, para posteriormente desplazarse a máxima velocidad a la espalda de Secre.
Tras el paso del espíritu una explosión sónica estalla con la fuerza suficiente para lanzar a la joven Pendragon en dirección a una pared.
—Ya va siendo hora de que aparezca... —Espeta Iván.
Fracciones de segundos antes de que Rosemary golpease la pared, el se hace presente, frenando el impacto con su cuerpo.
Al verlo, las miradas de los aprendices, así como la de los profesores palidecen, mientras que el joven forma una sonrisa, viendo por primera vez en acción, al verdadero protagonista de esta historia.
—Te dije que no vinieras..., Lion —Espeta la joven Pendragon golpeando su pecho.
—Perdona... —espeta Lion —No pude encontrar tu arma, así que por lo menos no quería estorbarte, sé que estos asuntos de familias nobles no me conciernen, pero no me puedo quedar quieto mientras alguien que aprecio se hace daño.
Al escuchar esas palabras la joven se sonroja levemente, posteriormente Lion se pone en pie y camina en la dirección de Secre...
—El duelo termino, tu ganaste... — Exclama Lion.
—Te equivocas, las normas indican que el duelo no terminara hasta que se rinda o consuma su aura, y como su espíritu consagrado todavía no ha desaparecido, entonces significa que el duelo continúa... — Expone Secre —Si se rinde, debe decirlo ella misma, en cuanto lo haga le ordenare dejar la academia.
—¡Que!, no puedes hacer eso, ¿o sí? —pregunta Lion.
—Así son las leyes de los duelos entre nobles Lion, el ganador puede exigir al perdedor lo que desee —Clama Rosemary.
—No... —espeta el joven —Si ese es el caso entonces déjame pelear en su lugar...
—¿Te que estás hablando?
—Una vez vi un duelo como estos en mi región, eso se llama delgadicion...
—¿No será delegación? — reclama dejando al descubierto la falta de cultura — aunque sea cierto, no será válida a menos que Secre lo permite y si no lo permite entonces solo habrás interferido en un duelo entre nobles, y tu que eres un plebeyo, pueden encarcelarte por esto.
—Lo permitiré —Espeta Secre —A decir verdad, no tenía expectativas en ti, pero enfrentar al segundo genio que la academia ha visto en 100 años, es un reto más llamativo.
Rosemary no quería permitir esto, él sabía que, aunque Lion fuese fuerte entre los estudiantes de primer año, no seria lo mismo con una estudiante de segundo año.
—Entonces está decidido —Clama el joven Hourglass desenvainando de su cintura su espada —escuche que eres más diestra en el uso de espíritus armados, yo apenas me estoy instruyendo en ese tipo de invocación, espero puedas enseñarme superiora.
Desde la perspectiva de cualquiera las posibilidades de Lion serian pocas e insignificantes, y en un mundo regido por la lógica eso seria cierto, no obstante Lion es un ser ajeno a toda lógica, alguien que está respaldado por la trama y el guion de la historia.
Un niño del destino...
—Manifiéstate Blaze —Exclama el joven al tiempo que su espada empieza a llenarse de un intenso brillo carmesí y las alas de una mariposa roja decoran su ornamenta.
—Qué nivel tan pobre... — espeta secre —Manifiéstate Soren.
Con esas palabras una poderosa ráfaga de viento empieza a rodear a la joven al tiempo que el filo de su espada empieza a cambiar y un par de alas de acero se manifiestan en su espalda.
—Dicen que los espíritus de viento son débiles ante los de fuego, pero tú, no eres más que una vela en mi tormenta.
El poder y el aura que impuso secre sobre la arena abrumo a los presentes quienes sabían que el destino del novato solo sería la absoluta y humillante derrota, solo una persona estaba segura de que no sería así.
—Empiecen... —Espeta el supervisor del duelo.
Con el duelo iniciado la joven en fracciones de segundo salta a un lado de Lion efectuando un corte en su brazo, posteriormente esta efectuó un segundo y tercer corte, ella deseaba derrotarlo lentamente, no obstante Lion mentalmente se estaba preparando.
En su mente el joven estaba seguro de que la joven eventualmente tendría que detenerse para conservar energía, pues nadie puede correr indefinidamente.
Por lo que en el instante en que la joven se preparó para lanzar su siguiente golpe Lion logra bloquearla con su espada, algo que la deja a ella y a todos los espectadores sin palabras, no obstante, la fuerza del impacto fue tal que la espada de Lion se cayó a pedazos.
Aquello no era parte de la obra original y por el contrario había sido consecuencia de la intervención del joven Milfiore, pues la espada que actualmente empuñaba secre fue forjada por Mordejái como un regalo a la familia Galahad.
—Veamos como sales de esta, héroe... —Murmura el joven Milfiore.
—Ya perdiste tu espada, ríndete de una vez — Aclama Secre.
—No, tu misma lo dijiste, el duelo sigue mientras todavía tengamos nuestras auras y mi espíritu todavía arda —Exclama Lion.
—Ya veo, entonces muéstrame lo que tienes...
Tras esas palabras la joven Galahad empieza nuevamente su ataque, en esta ocasión ella no desperdicio ninguna oportunidad para cortarlo, al tiempo que el uniforme de Lion poco a poco se tiñe de rojo.
No obstante, Lion todavía seguía calmo, observando las llamas de su espada, cambiar de dirección con cada movimiento de la joven, hasta que finalmente el silencio cayo...
A lo largo de la arena cada profesor y aprendiz había abierto los ojos con asombro, ni siquiera el joven Milfiore pudo evitar impresionarse también, Lion había atrapado el filo de la espada con la mano.
—Te has vuelto loco suéltame —Reclama Secre.
—No lo hare — Clama el joven levantando su espada —Perdón, pero terminare con esto ahora mismo.
Con un rápido movimiento Lion baja su arma, no obstante, en el último segundo frena su ataque y solamente le da un ligero golpe en la frente a la joven, con la suficiente fuerza para derribarla al suelo.
Así, el viento desaparece al igual que la invocación de Secre, dejando al joven confundido.
—El duelo ha terminado —Aclama el supervisor.
—¿Qué paso?, solamente le di un golpecito — pregunta Lion.
—Incluso tus golpecitos son como martillazos, maldito Drakonskin —Le reclama Rosemary.
—Porque me regañas otra vez...
Conforme la escena se desarrollaba en la arena el joven Milfiore solo es capaz de centrar sus ojos en el joven Hourglass, aquello que temía resulto ser cierto, por lo que el momento de retirarse había llegado.
—No puedo creer que perdí... —Espeta Secre desde el suelo.
—Perdón, enserio no era mi intención lastimarte tanto —Clama Lion con un gesto de sumo arrepentimiento.
—No importa, perdí y eso no va a cambiar —Clama la joven poniéndose de rodillas — Entonces, dime Rosemary, ¿Qué es lo que quieres?
Hasta hace unos instantes Rosemary nunca hubiese imaginado esta escena, aun y ahora se seguía pellizcando el muslo para asegurarse de que no fuese un sueño, aun así, sabía cuál era la decisión más sensata.
—Fue Lion quien te derroto, él es quien tiene el derecho de decidir tu destino — responde la joven.
—Ya veo, entonces sir Lion, ¿Cuál es su exigencia?
—¿Exigencia?, yo no quiero nada de eso... —Clama el joven extendiendo su mano —Me basta con no volver a pelear entre nosotros y ser todos amigos.
—Enserio, ¿vas a desperdiciar esta oportunidad así?
—Ya veo, espero no se arrepienta de su decisión sir Lion...
—Por favor, solo dime Lion...
—Está bien, Lion... — Exclama tomando la mano del joven.
Con esa escena culminaría el 6to capítulo de la obra original, y se añadiría a la joven Galahad como uno de los posibles intereses románticos del protagonista, no obstante, la historia ya estaba tan cambiada, que las acciones más insignificantes ya habían desatado un efecto mariposa.
Paralelamente en una región alejada en las montañas...
Tras viajar durante varios meses en un estado cuasi mortuorio Rokar finalmente había regresado a la aldea, en su mente este no podía imaginar el cómo podía mostrarle la cara a la esposa de Basara, lamentablemente, aquella seria la menor de sus preocupaciones.
Al llegar a los límites de la tribu este fue recibido por las lanzas de sus hermanos cuyos cuerpos parecían estar llenos de cicatrices de batalla que antes no estaban ahí.
—¿Qué les ha pasado? — pregunta Rokar.
—Rokar, tu estas vivo, entonces el jefe Basara...
—Perdón...
Con esas palabras las miradas de los barbaros se oscurecieron, no obstante, estos sabían que su deber en estos momentos era la de escoltarlo con la actual jefa de la tribu.
Conforme el hombre ingreso a la aldea este solo pudo ver con horror lo que había pasado, las casas se habían quemado, al igual que los cultivos, por lo que el hambre de los suyos era notable.
—¿Alguien nos atacó? — pregunta el bárbaro.
—La jefa te lo contara todo...
Con esas palabras Rokar sigue subiendo hasta finalmente llegar a la caverna del líder de la tribu, lugar donde, Zaherí yace sentada en el trono emitiendo un aura similar a la de Basara.
—Rokar — Exclama con un tono exaltado, corriendo hacia él, notando rápidamente que estaba solo —Entonces, lo que más temía paso.
—Za... Líder de la tribu, ¿Qué paso aquí? — pregunta el bárbaro.
—Todo, fue muy rápido...— expone la mujer — la misma noche en que se fueron, humanos con armas que escupen fuego y cajas que explotan nos atacaron, quemaron nuestra aldea y destruyeron el paso del único rio que llega hasta aquí, tratamos de oponernos, pero en el momento en que llegamos, la mujer que los dirigía dijo que ya tenían lo que vinieron a buscar, y tan rápido como llegaron se fueron.
—¿Y que vinieron a buscar?
—Ellos...
—¡jefa de la aldea...! —Exclama la voz de uno de los Drakonskin —Hay intrusos en el límite.
—¿Intrusos?, Suenen las alarmas...
—jefa, estos intrusos están desarmados, y desean hablar con el jefe de la aldea, uno de ellos es un elfo...
Al escuchar esas palabras la mujer no puede creerlo, por lo que sin nada que pensar esta se dispone a verlo por sí misma.
Al llegar al límite de la aldea esta logra visualizar a tres personas encapuchadas, no obstante, el del centro sin tiempo que perder exhibe su rostro, evidenciándose como un elfo de cabellos rubios ojos rojos y lágrimas negras tatuadas en las mejillas.
—¿Qué trae a un elfo a un punto tan remoto en las montañas? — pregunta Zaherí.
—Parece que su gente no se encuentra en las mejores condiciones — espeta el elfo ocasionando que los barbaros les apunten con sus armas y en respuesta los acompañantes del elfo se pongan como escudos delante de él.
—Bajen sus armas —Clama Zaherí —No se lo que quiera el país del sol con nosotros, pero nosotros ya hemos tenido suficiente de ustedes los foráneos, cortésmente les pido que se vayan, la próxima vez, no bajaran sus armas.
—No puedo empatizar con su dolor, pero entiendo su postura, aun así, no nos eche sin primero escucharnos — Clama el elfo.
Con un ligero movimiento el elfo extrae un arma de fuego de entre sus pertenencias, la cual Zaherí no tarda en reconocer, recordando así a una joven mujer de cabellos grises y ojos dorados quien las empuñaba mientras arrastra consigo a una joven Drakonskin con una ornamenta de plumas azules.
—Me parece que usted y yo, tenemos enemigos en común —Clama el elfo dejando caer el arma al suelo.
—Si... así parece —Espeta Zaherí, mientras en sus manos sujeta, la misma ornamenta que rememoraba.
Toda acción tiene consecuencia y por cada crimen hay un castigo, ojo por ojo, diente por diente, mal por mal...
Próxima etapa...
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«Con esto damos por concluida la temporada dos del presagio de las flores Sobra decir que todavía nos queda mucho mucho mucho mas contenido que compartir nuevas tierras que narrar, nuevas skills, mas incógnitas, pero sobretodo algunas respuestas, y especialmente nuevos enemigos que no se comparan con lo visto hasta ahora...»
«Pero bueno, me detengo aquí para preguntar por sus observaciones, comentarios, ¿que creen que va a pasar ahora en adelante?»
«Sin mas que decir me despido y los dejo pasar a la próxima etapa...»
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