Varias horas después...

Las noticias de la ciudad volaron con velocidad, alarmando a los ciudadanos de la que hasta no hace mucho era una tierra tranquila para vivir, mientras el temor de que los barbaros Drakonskin siguen en la ciudad los llenan de temor y paranoia.

Dentro de la que hasta no hace mucho era una residencia familiar los barbaros sobrevivientes del ataque se reagrupan, haciendo un esfuerzo por definir su próximo curso de acción.

—¿Acaso somos los únicos que quedan? —pregunta uno de los barbaros —Según los rumores que corren por las calles el resto de nuestros hermanos deberían seguir con vida, pero ya han pasado demasiadas horas y no hemos sabido nada de ellos.

—No podemos esperar más, en este punto debemos considerar la posibilidad de que quizás, aquellos rumores sean para hacernos salir...

—¿Entonces me estas diciendo que crees que los demás están muertos?

—Es lo único que puedo pensar ahora...

—Entonces digo que regresemos a la tribu y reorganicemos un nuevo ataque, el templo no puede quedar impune después de esto —reclama uno de los barbaros —Rokar, ¿Qué opinas tu?

Conforme los Drakonskin continúan su discusión, Rokar no puede evitar rememorar aquello que vio, la extraña pared de luz blanca que lo detuvo, los gritos de sus camaradas tras el velo, aquello solo le hiso sentirse insignificante.

En su interior el Bárbaro quería vengarse con todas sus fuerzas, pero la idea de enfrentar a un enemigo desconocido lo abruma.

—Rokar... ¡Rokar! — Clama uno de los barbaros —¿Qué debemos hacer?

Tras esas palabras el hombre tranquiliza su respiración, y responde acorde a las circunstancias.

—Al caer la noche todos regresaremos a la tribu, si llegamos a organizar otro ataque o no, es algo que definiremos después.

—Pero...

—Eso es todo.

Con esas palabras el Bárbaro sale de la habitación, sin sus escamas rojas este se podía evidenciar como un hombre de cabellos negros y ojos rascados con múltiples tatuajes rojos alrededor del cuerpo.

Este sabía bien que no faltaba mucho para el anochecer, por lo que dentro de muy poco deberían movilizarse, aun y así, el miedo que sintió ante aquel velo desconocido persiste.

Tras despejar su mente, y centrar su mirada en una ventana, el Drakonskin logra visualizar una silueta en los techos a la distancia la cual poseía todas las características de un Drakonskin, aun así, en lugar de acercárseles, este se aleja.

Al ver esta escena Rokar no pudo evitar seguirlo en su forma humana, este sabía que si uno de sus hermanos había logrado sobrevivir podría explicarle lo ocurrido tras el velo de luz, así podrían construir una estrategia y el bárbaro podría perder su miedo a esa fuerza desconocida.

—"Hermano, espera" — Clama en la lengua de los gitanos.

—"¿Hermano...?" — clama el dueño de aquella silueta —"¿Quién es tu hermano...?"

Cuando la mirada del bárbaro se reajusto, este pudo vislumbrar al joven Milfiore quien en su espalda carga un costal.

—"¿Eres un gitano?, no importa, ahora que me has visto no vivirás para contarlo" —Exclama el bárbaro.

—"Ya veo, en ese caso dejare lo que vine a traer" —Espeta lanzando el costal al Bárbaro.

Al abrirlo, el Drakonskin queda horrorizado, viendo en su interior las cabezas apiladas de sus camaradas como si fuesen carne desechada.

—"Es curioso, cuando separé las cabezas de sus cuerpos pensé que no iban a caber, pero luego estas se encogieron, por un minuto había olvidado que ustedes los pieles de dragón, en esencia también son humanos"

—"Maldito, estas muerto..." — Reclama el bárbaro.

—"No me hagas reír..." — espeta el joven Milfiore caminando hasta una de las cornisas de los techos —"Si quieres matarme, deberás de encontrarme primero".

Tras esas palabras el joven Milfiore procede a saltar del techo, no obstante, en cuanto Rokar intenta perseguirlo, este desaparece, aun así, este ya había memorizado su rostro, y por sus hermanos muertos juraría matarlo de la peor forma imaginable.

—Supongo que eso salió bien —espeta el joven Milfiore no muy lejos de la escena quien hasta ahora había estado usando la habilidad el manto de depravación.

Con esa última acción todos los actores ya se estaban encaminando a sus respectivos escenarios...

**

[Enhorabuena: has completado la misión "Bendición de Aziria" ...]

**

—Vaya, me preguntaba cuando aparecería... —espeta el joven antes de que una segunda ventana de luz roja emerja sobre la primera.

**

[Aviso: debido a la conducta y a las acciones del anfitrión las recompensas serán retenidas a partir de ahora...]

**

—"La verdad no estoy sorprendido, a cambio de la vida de 8 estudiantes plebeyos masacre a 10 estudiantes nobles y como si no fuese suficiente lo hice usando un tesoro nacional, no se me ocurre mayor blasfemia que esa..."

**

[Aviso: La "Diosa del trigo, el oro y el sol" se ríe de ti y dice que te lo mereces...]

[Aviso: La "Diosa del trigo, el oro y el sol" dice que si regresas al templo y suplicas de rodillas liberara las recompensas...]

**

—Ya veo, ¿así que fuiste tu? —Clama el joven —supongo que tiene sentido, he pecado demasiado, el poder de la espada de la fe nublo mi mente, aun así, se que si soy capaz de ejercerlo correctamente, podre salvar este mundo, no debo volver a la diosa en mi enemiga, ella es mi más grande aliada...

**

[Aviso: La "Diosa del trigo, el oro y el sol" siente alivio de que finalmente lo hayas comprendido...]

**

—¿Realmente lo creíste? — espeta el joven —Lo lamento, pero se exactamente lo que significa llevar el manto del héroe de la fe, aunque el poder sea tentador la verdad no vale la pena, sobreviviré con mis propios medios...

**

[Aviso: La "Diosa del trigo, el oro y el sol" esta roja de la rabia...]

[Aviso: La "Diosa del trigo, el oro y el sol" jura que te hará pagar caro por tus palabras...]

**

Tras ese último mensaje la diosa no volvió a decir nada, solo dejando una amenaza que Iván no estaba dispuesto a tomar a la ligera...

El joven Milfiore procede a retirarse, no obstante, antes de poder dar dos pasos, una puerta de luz aparece ante sus ojos seguido de una mano que lo arrastra a través de esta.

—Oye, ¿a qué se debe esta brusquedad...?

—Silencio... —Clama el decano Merlín quien le dirige una mirada sombría —No cumpliste con tu palabra muchacho, tomaste un riesgo innecesario y debido a eso las vidas de 10 estudiantes se perdieron...

Tras esas palabras 5 destellos de luz se hacen presentes ante el joven, seguido de las imponentes apariciones de 5 espíritus de alto rango, Merlín había tomado precauciones por lo que los trucos de la ultima vez no le servirían de nada.

—Tu mismo pusiste las condiciones de lo que pasaría si fallabas, ¿te rendirás sin oponer resistencia? O, ¿me obligaras a usar la fuerza?

Con esas palabras una expresión sombría se dibuja en el rostro del joven, quien entendía con total claridad la seriedad de su situación actual...

2 semanas después...

En una región remota del país del sol un carruaje escoltado por caballeros armados recorre un denso bosque; en su interior se podían apreciar a múltiples personas restringidas por cadenas y camisas de fuerza, y entre ellas las miradas de todos se centraban en la joven Lilia Pendragon.

Prestigio, contactos, poder social o económico, simplemente basto una palabra de la santa para que la enjuiciaran de la peor manera...

Frente a su familia y miembros de la alta aristocracia su cuerpo fue expuesto y se le proporcionaron 200 azotes, 100 por haber tratado de negociar con los terroristas y los otros 100 por dar por sentado las vidas de jóvenes protegidos por la academia Lumiere.

Solo con sus acciones durante el atentado la joven Pendragon había desestimado el poder del templo y su posición como noble, pero además de eso a los oídos de la santa llegarían testimonios de gente que fue manipulada o extorsionada por Lilia.

Algunos de ellos verídicos y otros maquinados por los nobles vasallos de la familia Pendragon que se beneficiarían con la destitución de Lilia, incluso así la joven mantuvo su dignidad y no sucumbió a falsas acusaciones.

Así eventualmente se le dieron dos opciones; ser desconocida por su familia y pasar una sentencia de 20 años de prisión, o ser ejecutada aun conservando su título.

—Oye —Clama uno de los reos —Tienes bonita cara, ¿Qué fue lo que hiciste?

Por un segundo Lilia desvía la mirada en su dirección, pero no le responde, posteriormente esta vuelve a ignorarlo.

—Dudo que seas prostituta, o quizás si, pero claramente eras alguien cercana a los nobles, ¿no? —espeta el prisionero quien no recibe reacción ni respuesta —¿Perra me estas escuchando?, ¿Te crees superior o algo así?, Todos vamos al mismo lugar así que no finjas ser tan especial, eres igual a todos nosotros.

—¿Igual a ustedes? No me hagas reír... —Espeta la joven —Yo elegí estar aquí.

Tras espetar esas palabras los reos dentro de aquel carruaje empiezan a reír de forma descontrolada, pero Lilia no bajo la cabeza, no les daría ese lujo.

—Guarden silencio, bastardos... —Clama uno de los caballeros en el exterior.

—Están haciendo mas ruido de lo habitual —Señala otro de los caballeros.

—Es entendible, son un montón de hombres encerrados con una jovencita, en el peor de los casos si uno rompe sus cadenas podría acabar profanándola antes de que lleguemos a nuestro destino.

—¿No deberíamos meter a alguien que los vigile y evitar un escenario tan vergonzoso como ese...?

—Deja que hagan lo que quieran siempre que lo hagan en silencio, al fin y al cabo, los estamos llevando a su ejecución —Responde el caballero —Nuestro único trabajo es evitar que escapen, lo demás no es nuestro problema.

Tal y como aquel guardia lo dijo, Al final Lilia eligió renunciar a su vida en lugar de su apellido; aun pese a tener el cuerpo totalmente marcado y arruinado, la sola idea de vivir como la vergüenza de la familia Pendragon sería un motivo más que justificado para suicidarse.

Al menos de esta forma podía conservar su cara incluso tras la muerte...

Tras varias horas de viaje los reos finalmente llegaron a su destino, un acantilado lleno de una niebla espesa, lugar en el cual un grupo de Verdugos y clérigos habían preparado 6 pilares de roca y 6 cuerdas conectadas a estos.

uno a uno los prisioneros empezaron a bajar siendo obligados a posarse en el borde del acantilado, con una soga al cuello y un saco sobre sus cabezas, mientras los clérigos proceden a iniciar el rito.

El proceso sería bastante simple, una vez los clérigos terminen la elegia, los guardias los patearían uno a uno hacia el vacío, lugar donde la soga alrededor de sus cuellos rompería sus columnas, proporcionándoles una muerte rápida.

Con las últimas palabras del clérigo, este cierra su libro y da la señal a sus compatriotas de retirarse, al tiempo que los verdugos empujan a los reos por el acantilado.

Algunos gritaron y uno de ellos ensucio sus pantalones, pero Lilia, quien no deseaba ser tocada por nadie, opto por saltar ella misma antes de ser empujada.

Conforme esta cae al vacío empieza a rememorar su vida, una vida llena de lujos, pero al mismo tiempo miserable, siendo constantemente opacada por un temerario y heroico hermano mayor, y un genio innato como su hermana menor.

Cosas que para Lilia costaban trabajo, para ellos dos eran sumamente fáciles, siendo su único consuelo el saber que era superior a su hermano gemelo, pero dicho consuelo empezó a desaparecer al momento de entrar a la academia.

Incluso ahora en su corazón no había miedo, sino una increíble cantidad de odio, no solamente a sus hermanos, sino también para si misma, por dejarse influenciar por ellos.

—Los 3 pueden irse al infierno...

Tras esas palabras la cuerda alrededor de su cuello se tensa y de forma instantánea, todos sus pensamientos quedan en silencio...

En la parte superior del acantilado uno a uno los verdugos empiezan a recuperar los cuerpos de los reos ejecutados, notando que al momento de recuperar la cuerda de Lilia esta se había roto por la tensión.

—Oh no, paso otra vez...

—Yo no voy a recoger otro cuerpo desperdigado al fondo del acantilado, es la 9na vez este año, la última vez me ataco un lobo... —Reclama uno de los verdugos.

—Ya está anocheciendo, en estas condiciones será imposible recuperarlo...

Tras esas palabras los verdugos proceden a meter todos los cuerpos en el carruaje, dejando el cuerpo de la joven Pendragon en el fondo del abismo, donde muy seguramente los lobos se encargarían de él.

Y así una vez más el ciclo seguiría adelante, el mundo empezaría a avanzar nuevamente, las alianzas que se construyeron se construirían nuevamente y las enemistades que nacieron nacerían nuevamente, pero el mundo ya no era el mismo.

Así como una historia narrada, incluso si es el mismo narrador y la misma historia, la forma en la que es contada nunca será igual 2 veces, el punto de divergencia de esta historia está próximo a llegar, es...

¿Quién está ahí?

¿Puedes verme?, ¿puedes... oírme?

No, solo debió haber sido mi imaginación...

No importa...

Continuemos.

Próxima etapa...