Volumen 3: Héroe de la fe Acto 7
Al ser calificado como un genio Alex empezaría a ser visitado por cardenales y obispos de un sinnúmero de templos repartidos por todas partes del país del sol, una situación similar a lo ocurrido dentro del libro del héroe de la fe.
Aquellos hombres lo único que querían era a alguien fuerte y prominente que los represente, y se convierta en un símbolo de poder entre los otros templos, por lo que estos no escatimarían en métodos para conseguir su objetivo.
Dentro de la historia original, el humilde protagonista no caería ante las tentaciones de los representantes, no obstante, Alex no poseía dicha humildad.
Aunque deshacerse de Alex influiría enormemente para completar la misión principal, también podría revelar la existencia del fármaco y si se descubría que este estaba hecho de veneno de escorpión Rurrú, la cabeza de Iván rodaría.
El joven Milfiore tuvo que ejercer un esfuerzo titánico para evitar que Alex abandonase la academia y cayese ante la tentación, siendo que en muchos casos Iván tuvo que ahuyentar a los representantes, y la personalidad arrogante del joven Pendragon no ayudaba.
El primer mes fue difícil, pero el siguiente sería aún peor; las tácticas cada vez más agresivas de los templos, debilitaban poco a poco la estrecha relación que el joven Milfiore había erigido con Pendragon.
No obstante, ya sea para bien o para mal, el día esperado estaba próximo a llegar...
Dia 27, del doceavo mes del calendario del león...
Dentro de algunos días se cumpliría el tercer mes del joven Milfiore dentro de la academia, al tiempo que el año del león estaba próximo a terminar.
Durante el trascurso de esos días, Iván pudo ver algunas similitudes con su mundo, por ejemplo, la existencia de festividades con temas religiosos presentes durante la última semana del año.
Durante ese tiempo las clases en la academia se suspendieron y muchos de los aprendices se fueron a casa, no obstante, muchos otros en lugar de eso, optaron por quedarse en la academia, ya sea porque viven demasiado lejos, o como en el caso del joven Milfiore no tienen otro lugar a donde ir.
No obstante, cualquiera sea el caso Iván sabe que una semana tras la reanudación de las clases, será cuando ocurra aquel fatídico incidente.
Durante ese tiempo el joven Milfiore no pudo evitar sentirse ansioso, pues durante esos días no podría mantener al joven Pendragon bajo vigilancia; por nada del mundo podría permitir que un templo lo acogiese, al menos no antes de la llegada de Lion a la academia.
—Te veo algo ansioso, joven... —Aclama una voz conocida que saca al joven Milfiore de sus pensamientos.
—Maestro Merlín no percibí en momento en que llegó...
—Se nota, tu mente está muy agitada y el aura que liberas esta erosionado el suelo que estas pisando —señala el anciano.
—Hace tiempo que no hablamos, ¿ha habido algún problema con la operación?
—En lo absoluto, todo ha ido sobre ruedas —Clama el anciano con una mirada sombría —no obstante, lo que hacemos es...
—¿Estas dudando?
—No es eso, simplemente es que ha sido demasiado fácil, tanto que no puedo creerlo.
—Ha sido fácil únicamente porque nos estamos preparando con antelación para enfrentar a aun enemigo que no nos supera en inteligencia, si todo sigue igual para cuando la invasión empiece, no debería ser diferente a una cacería a gran escala. —Expone el joven —"O por lo menos al principio, los demonios de la primera oleada poseen un intelecto bajo, compensado con su número y fuerzas abrumadoras, la segunda oleada en cambio será un tema totalmente distinto, pero preferiría no tener que cruzar ese puente, pues en mi posición actual incluso con la ayuda del decano, carezco de lo necesario para evitar las demás oleadas, es por eso que mi principal objetivo debe ser dejar este condenado mundo lo antes posible."
—Ya veo, joven, ¿tiene planes para este fin de año?
—¿Me estas proponiendo algo?
—¿Conoces la ciudad de Ruranthel?
—Si, la conozco...
La ciudad de Ruranthel, probablemente la ciudad más importante del país del sol incluso más que la capital real, pues es en esa ciudad donde habitan los legendarios elfos de sol.
—Se nota que no eres de este mundo, nadie sería tan indiferente con una invitación a Ruranthel...
—No estará tratando de usar la oportunidad para presentarme con los elfos ¿o sí?
—Me descubriste..., siendo francos con el poder de los elfos sé que seremos capaces de asegurar esta batalla con un número menor de bajas.
—Yo no confiaría en eso, ¿Cuándo ha visto a los elfos intervenir cuando sus propios intereses no están de por medio? — reclama el joven.
—Joven, solo lo dejare pasar esta vez, pero absténgase de insultar a la raza bendecida por la diosa.
Ante esas palabras el joven no pudo evitar desviar la mirada y quedarse en silencio...
Dentro de la historia del héroe de la fe los elfos fueron una de las razas menos proactivas durante la invasión demoniaca; estos se negaron a ayudar a los humanos aun cuando docenas de miles morían diariamente.
Al final estos sufrieron el destino más miserable, cuando la situación ya se les había ido de las manos.
Ciertamente el joven Milfiore considero un sinfín de métodos para convencer a los Elfos de ayudar, pero mientras más leía la historia de los países del sol y la luna más supo que esto no pasaría.
Ya sea hambruna, guerra o una plaga los elfos nunca han intervenido en los problemas de los humanos, y los humanos simplemente lo aceptan con una sonrisa.
Iván nunca podría colaborar con seres tan engreídos e ingratos que olvidan que todos los lujos que tienen vienen del sudor y sangre de los humanos que los veneran, en ese sentido, entiende las acciones de "Esa persona" durante el trascurso de la historia.
—Lamento mi ofensa, no obstante, no puedo entregar ciegamente mi confianza a los elfos, no juzgo a aquellos que tienen fe en la raza bendecida por la diosa, pero yo prefiero tenerla en lo que puedo tomar con mis manos...
—Dicho de esa forma creo que entiendo tu forma de pensar, aun así me gustaría presentarte a ellos, me has demostrado que eres bastante inteligente, con los medios correctos a tu disposición podría llegar bastante lejos, un talento como el tuyo es mejor nutrirlo desde el principio.
—Me halaga, pero igualmente... —En ese momento el joven dejo de hablar.
Las palabras del anciano sin querer le habían hecho ver al joven una realidad que no quería ver, "¿Qué pasa si no hay camino de regreso al imperio?", ya han pasado 3 meses desde la desaparición del joven, por lo que el resto de los Milfiore ya debieron darlo por muerto.
Las acciones de Iván hasta la fecha solo habían sido motivadas por su meta la cual es abandonar el mundo del héroe de la fe, antes de que la invasión demoniaca empiece, si no había un camino de regreso, puede que establecer una buena relación con los Elfos lo ayude a cimentarse en este mundo.
Un plan de respaldo...
—...Creo, que no hará daño solo dar un vistazo.
—Es una excelente decisión muchacho, hare los preparativos y partiremos esta misma noche.
Tras esas palabras el anciano se retira al tiempo que una sensación punzante empieza a azotar al joven, un deseo incontrolable de regresar a su hogar, pero saber que no es posible por cientos de motivos fuera de su control.
—Que sensación tan desagradable...
Varias horas después...
A la hora acordada con el decano el joven Milfiore se presentó en la azotea del edificio principal de la academia, lugar donde el maestro Merlín lo espera...
—Llegaste a la hora acordada — señala el anciano quien en sus manos sostiene una piedra de invocación —entonces, es el momento idóneo para partir, "Manifiéstate Griffiths"
Al espetar esas palabras un intenso brillo blanco se hace presente, al tiempo que entre el joven y el anciano se manifiesta una guerrera de armadura dorada como el sol, quien monta sobre un grifo de plumaje plateado como la luna.
Ante la presencia de esta invocación el joven no pudo evitar sentirse mareado, pues aquella existencia era un espíritu de alto rango.
Dentro de este mundo los espíritus podían dividirse en 8 clases, espíritus audibles, visibles, tangibles, menores, medios, mayores, monarcas y soberanos. El espíritu ante los ojos del joven bien podría estar en el nivel de monarca.
—Se que es impactante ver a un espíritu monarca por primera vez, pero te costumbras después de un par de veces, sé que no es lo óptimo, pero ella nos ayudara a llegar a Ruranthel.
—Ya veo, señala el joven... — Al tiempo que se genera un incómodo silencio — ¿Pasa algo?
—No es eso..., es que estaba esperando que dijeras algo...—Señala ocasionado una risa irónica en el joven.
—No estarías esperando que dijese algo como "Pero ¿cómo vamos a viajar sobre este grifo si no hay espacio para los tres?" y luego usted diría "Nunca dije que nos subiríamos en ella, ella nos va a abrir el camino". Eso es lo que pensaba ¿Verdad?
—A veces se me olvida que eres un profeta, siempre que hago esto la gente queda alucinada.
—Puedo imaginarlo... —espeta el joven —"Al fin y al cabo el Lion si quedo con la boca abierta"
Tras esas palabras el anciano se lamenta un segundo y tras exhalar ligeramente recupera la compostura.
—Bien, Griffiths abre el portal...
Ante esas palabras el espíritu invocado extiende sus manos hacia el frente, al tiempo que una grieta en el espacio se hace visible en poco tiempo y tras esta, se muestra el interior de un palacio dorado.
—Avancemos de una vez — reclama el anciano quien aún estaba resentido de que Iván arruinase su presentación.
Tras esas palabras el joven procede a avanzar, no sin antes desviar la mirada hacia el espíritu invocado, el cual para los ojos del joven Milfiore no expedía un aura distinta a la de los espíritus que había visto en su propio mundo.
Iván cruza el portal creado por Griffith al tiempo que este le devuelve la mirada, observando además un par de siluetas azules que lo rodean.
Tras cruzar el portal del espíritu este se cierra rápidamente tras el joven, para que posteriormente este sea rodeado de una docena de lanzas doradas además de espíritus armados; un escenario que Iván esperaba.
—caballeros bajen sus armas —Clama el decano Merlín...
—Maestro Merlín, los seres sagrados lo invitaron a usted por la estrecha relación que han mantenido durante años, los desconocidos no están permitidos.
—Yo responderé por él.
—Lo siento, pero...
—Dejen que pase — Clama una voz que hace que los guardias se arrodillen rápidamente.
Entre los pasillos del palacio un hombre hace acto de presencia, de cabellos rubios y ojos verde esmeralda, quien además posee un par de orejas largas a los costados de su cabeza.
El joven Milfiore de manera consciente se arrodilla en el suelo y baja la cabeza, pues la existencia ante el poseía la autoridad suficiente para exterminarlo con un simple gesto.
—Feral —espeta el anciano presentando al elfo.
—Ha pasado mucho tiempo mi viejo amigo. Te has vuelto mucho más viejo que la última vez.
—Y tu estas borracho, no quiero que te tropieces y te caigas — Señala el anciano.
—Como siempre muy atento —espeta el elfo con una ligera risa — y dime, ¿Quién es el pigmeo?
—Es un joven que quería presentarles, puedes verlo como mi protegido...
—Ya veo entonces ¿planeas adoptarlo como a Arthur?
—Se podría decir algo así...
—Bueno si ese es el caso entonces, niño levanta la cabeza y preséntate —Aclama el Elfo e Iván Obedece.
—Saludo al cuerpo bendecido por nuestra diosa y madre —Clama el joven haciendo una reverencia —Me llamo Iván Milfiore.
Gracias a su tiempo en este mundo el joven ya sabia como ver y como dirigirse a los elfos, por lo que supo exactamente que decir y que hacer en su presencia.
—¿Milfiore? Nunca había escuchado ese apellido — señala el elfo.
—Es solo un plebeyo, así que no es muy reconocido — Espeta el maestro.
—¿Un plebeyo?, con esa postura, ese léxico y esa presentación, ¿no me estarás engañando?, este chico claramente es un noble... —Aclama Feral quien sorprende al joven por ser el primero en darse cuenta.
—Él está muy bien educado, tiene un talento bruto que puede forjarse para el bien de nuestra nación...
—Ya veo..., Niño, ¿bebes? — pregunta el elfo.
—Legalmente cumplo la edad...
—¿Entonces que hacemos perdiendo el tiempo?, vamos, los demás nos están esperando.
Tras esas palabras el joven Milfiore levanta la cabeza y se adentra dentro de aquel imponente palacio; en este punto el joven solamente se dispuso a seguir la corriente, inconsciente del evento que se desarrollaría esa misma noche.
Cientos de plantas más debajo de donde se encontraba el joven, a los pies del palacio de los elfos se puede vislumbrar un carruaje lleno de detalles dorados y de este, dos caballeros hacen acto de presencia, escoltando con ellos a una joven cubierta en un velo negro.
En un parpadeo los guardias del palacio rodean el carruaje y a sus pasajeros.
—Identifíquense, quienes son...
Ante esas palabras uno de los caballeros trato de desenvainar su espada, pero la joven del velo se lo impide, para posteriormente manifestar una tenue luz entre sus manos, la cual pone en trance a los guardias.
Estos poco a poco empiezan a sentirse adormilados, pero cuando recuperan la compostura, estos se percatan que la joven los caballeros y el carruaje habían desaparecido.
Próxima etapa...
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