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Volumen 3: Héroe de la fe Acto 4

Tras esas palabras Iván Acerca la navaja nuevamente a su rostro, ocasionado que la doncella cierre los ojos; del mismo modo Alex y Note no pueden evitar desviar la mirada, cuando lo único que el joven Milfiore había hecho era cortarle algo de su cabello.

Con una expresión tranquila este no ceso su acción y empezó a cortar grandes secciones de cabello ante la confundida mirada de ambos jóvenes.

—¿Acaso esto es una broma? — reclama Alex —Eres un gitano, creí que al menos le cortarías una oreja o algo.

—Ese podría ser el plan B, pero de momento creo que esto será suficiente.

—¿Eso que sig...?

Antes de poder terminar su oración Alex nota como aquella doncella se encontraba llorando descontroladamente, mientras fútilmente trata de sacar la corbata de su garganta y gritar.

—Acaso esto es Brujería — Pregunta Alex

—Sabes que el 82% de las doncellas de las residencias nobles o de oficinas de funcionarios públicos, solo lo hacen para buscar marido; se visten bien y actúan de manera culta para llamar la atención, y en cuanto consiguen mantenerse de un hombre simplemente renuncian —Expone el joven — me pregunto quien querrá casarse con una doncella con la cabeza rapada, probablemente pasaran 4 o 5 años antes de que su cabello regrese a la normalidad, para entonces ya será demasiado vieja para estos niños.

—Eso es...

Alex se había quedado sin palabras, las acciones del joven eran reprochables, pero de algún modo útiles para él, «Si tan solo fuese más como el, Lilia no lo hubiese engañado», Pensó.

—Bueno, con esto ya hemos cortado el hemisferio derecho de su cabeza, probablemente pueda cubrirlo con el resto de su cabello, pero si lo pierde todo entonces será imposible —Señala Iván —Puedo continuar, a menos que tenga algo que decir...

Tras esas palabras el joven Milfiore retira la mordaza de la doncella y está envuelta en llanto y pánico, confiesa toda la verdad.

—¡Es verdad nosotros lo hicimos todo! — Exclama envuelta en pánico —¡Cambiamos el libro del maestro Alex, también habíamos pretendido drogarlo para hacerlo fallar en las pruebas de control de aura de la próxima semana, todas fueron ordenes de la señorita Lilia!

—Entonces es verdad — reclama Alex.

—Espera, dijiste "Nosotros", ¿Cuántos son exactamente?

—Somos todos, todos los sirvientes que hemos trabajado para el maestro Alex, todos seguimos ordenes de la señorita Lilia...

Al escuchar esas palabras Alex no puede evitar colapsar en un sillón, Aunque este sabe que con tal de ganarle su hermana podría hacer lo que sea, no imaginaria que ella ya hubiese alcanzado tales extremos, si pudo lograr todo esto por su cuenta, claramente era superior a él.

—Es imposible que Lilia hiciese todo esto por su cuenta —Señala el joven Milfiore — probablemente la ha estado ayudando alguien de arriba.

—¿Alguien de arriba? — Señala Note

—Si... seguramente eso ha sido... — Exclama antes de dirigirse a la doncella con violencia —Dime... quien es el bastardo que ayuda a mi hermana.

—¡No lo sé! — responde la doncella.

—Miente, gitano dame la navaja le sacare los ojos yo mismo...

—Creo que quizás debas calmarte — espeta Iván —Si alguien en realidad ayuda a tu hermana, ¿porque una doncella lo sabría?

Tras esas palabras Alex suelta la cabeza de la doncella y se aleja...

—De momento necesitamos formular un mejor plan — susurra Iván a su oído —Aunque primero creo que deberíamos encargarnos de ella.

—Ya nos dijo lo que sabe, ¿la liberamos? — pregunta Alex

—Esa nunca fue una opción, si lo que dijo es verdad y todos los sirvientes a tu cargo responden a Lilia no podemos dejarla ir, al menos no en una pieza...

—Ya veo, has lo que consideres prudente.

"De pronto este perro rabioso se volvió Manzo" — medita internamente — como usted lo ordene.

Tras esas palabras el joven Milfiore con una sonrisa tranquila se dirige hacia la doncella, con la navaja en sus manos.

—Gracias por todo lo que hiciste, enserio...

—¿Me dejara ir?

—Claro, pero, como que es necesario dar el ejemplo con alguien, así que...

Antes de terminar esa oración el joven Milfiore mete nuevamente la corbata hasta el fondo de su garganta y procede a rapar el resto de sus cabellos, ante la perturbada mirada de Alex y Note quienes por un segundo temen por su seguridad y la de su cabello.

Varias horas después...

La noche había caído dentro de la residencia de los nobles, y con ella el silencio, pues por la hora ya todos los aprendices se encontraban reposando para el nuevo inicio de semana.

Aun así, dentro de una de las residencias más grandes, la joven Pendragon todavía se encontraba despierta, y frente a ella se vislumbra a los sirvientes de su hermano, todos arrodillados en su presencia.

—Entonces, ¿me esas diciendo que mi hermano te hizo esto?

Ante la joven quien por la hora ya se encontraba vistiendo sus pijamas, se encontraba la joven doncella quien había sido despojada de sus cabellos, con lágrimas en los ojos junto a una expresión de terror.

—Exactamente ¿qué fue lo que paso...?

La joven trato de responder, pero nuevamente fue inundada por el miedo, al tiempo que la imagen del joven Milfiore se dibuja en su mente...

—"Escucha bien lo que diré pues solo lo diré una vez, si Lilia pregunta por lo que paso, no debes decirle que yo estuve aquí, ni tampoco que fui yo quien te hizo esto" —Aclama ocasionando que ella asienta —"Tu mirada no me convence, ¿sabes?, el cabello volverá a crecer así que puede que todavía tengas una oportunidad de conseguir un marido, no será igual si te saco tus lindos dientecitos uno a uno". "Si Lilia pregunta que fue lo que paso, dile esto..."

—El maestro Alex me hizo esto... —responde la doncella con una mirada aterrada.

Antes de dejarla ir, el joven Milfiore lleno su mente de mentiras y paranoia, desde su perspectiva aquella doncella supuso que entre los sirvientes uno era un doble informante, y si por error no decía lo que debía, aquel joven gitano volvería a abordarla.

Así y tal como Iván se lo instruyo, la criada empezó a relatar una historia lo suficientemente sádica y plausible como para que los sirvientes presentes no pudieran evitar horrorizarse antes sus palabras...

Por su lado Lilia empezó a meditar las acciones de su hermano, supuso que este estaba dominado por la rabia al punto de no pensar racionalmente, una actitud que Alex ya había adoptado en el pasado, algo que le dibujo una sonrisa a la joven.

—Lamento mucho lo que te paso, pero mirando el lado positivo, lograron completar su misión y trajeron el libro modificado sin que mi hermano lo descubriese, todos recibirán una buena comisión por esto, en especial tu —Espeta observando a la joven doncella.

—Señorita Lilia por favor, déjeme renunciar, no quiero la comisión, no quiero volver a acercarme a ese monstruo —Espeta dando a Lilia entender que hablaba de Alex, Cuando en realidad esta hablaba de Iván.

—Ese monstruo del que hablas es mi hermano... Te permito tomar distancia de él, pero no tienes derecho a renunciar —espeta la joven con una mirada sombría —"Si mi hermano realmente ataco a esta doncella, es algo que puedo usar a mi favor."

—Entendido... —responde con una expresión lúgubre.

—Ya es muy tarde, retírense a sus habitaciones y continuaremos la discusión en la mañana.

—¡Entendido! —exclaman al unísono.

Tras esas palabras todos los presentes salvo Lilia se retiran de la habitación, para posteriormente dejarla sola, en una posición donde no puede evitar jactarse del éxito de sus planes.

Al mismo tiempo que los sirvientes siguen su trayecto de regreso a sus aposentos, en la planta baja de la residencia, de un momento a otro uno de ellos se detienen a medio camino.

—Leo, ¿te encuentras bien? — pregunta uno de los sirvientes.

—Claro, es solo que creo que olvide algo afuera de la residencia, yo los alcanzare luego.

—Está bien...

Tras esas palabras el sirviente sigue su camino, al tiempo que aquella doncella inundada en paranoia no puede evitar centrar su mirada en este mientras se aleja, notando como por unos segundos este voltea a verla, con una mirada macabra y un dedo entre sus labios indicándole guardar silencio.

Al día siguiente ninguno de los dos sirvientes se presentaría a trabajar, por un lado, Leo, seria encontrado en los arbustos a las afueras de la residencia en presunto estado de embriagues, mientras que aquella doncella no se presentaría porque la noche anterior fue incapaz de cerrar lo ojos.

Del mismo modo los rumores relacionados al incidente de la doncella no tardarían en distribuirse, dando a entender a todos los estudiantes de la academia que Alex Pendragon era una persona a quien no convenia provocar, exactamente lo que Lilia quería.

Y así el tiempo siguió su curso...

Dia 1ro, del décimo mes del calendario del león, dos semanas después...

Un nuevo día había llegado a la academia Lumiere, mientras que todos los alumnos se preparan para ir a sus respectivas clases.

Ya sea los de la residencia de los plebeyos quienes deben compartir un mismo baño y aglomerarse como animales en el comedor para reclamar un huevo cocido y una pieza de pan viejo.

O en la residencia noble, donde los aprendices reciben un trato digno de la realeza, con comida fresca de su total elección. Es ahí donde el joven Milfiore se encuentra, degustando un desayuno ligero de huevos fritos, tocino y ensalada.

—"En la historia original del héroe de la fe, Lion el protagonista nunca pudo pertenecer a la residencia noble, por lo que tuvo que aguantar sus estudios en la residencia plebeya, en lo personal no me hubiese molestado seguir sus pasos, pero no puedo negar que el trato de esta residencia es increíblemente superior." —Expone internamente mientras vuelve a tomar un bocado de su desayuno, lo que le ruboriza ligeramente —"a este paso voy a acabar volviéndome un mimado..."

—¡¡Iván!! —Exclama Alex entrando por la puerta —¡¿En qué demonios estabas pensando?!

—Buenos días para usted también señor — responde el joven con un ligero desdén.

—No me vengas con "Buenos días señor", ¿Qué fue lo que hiciste?

—Con todo respeto necesito que sea más específico... —Señala con una expresión tranquila —¿se refiere a cuando castigue a los bastardos que trataban de robarle una piedra de invocación?, ¿O al profesor a quien chantajee para que le permitiese repetir el examen donde se equivocó en una pregunta?, ¿o es alguna cosa más...?

Para entender lo que está pasando, es necesario remontarse algunas semanas atrás...

Iván sabía que en este mundo donde carecía del poder, dinero y contactos de la familia Milfiore, necesitaría encontrara a gente poderosa que le sirvan como puntos de apoyo dentro de la academia.

Tras desvelar las intenciones de Lilia, el joven Milfiore le propuso una oferta a Alex que no pudo rechazar.

—Señor Pendragon, ¿podría preguntar sobre los tres matones a quien mando antes contra mí?

—Esos idiotas, escuche que a uno lo arrestaron, otro murió y el tercero, bueno, realmente no me importa, ¿Qué pasa con ellos?

—Escuche de que usted tenía un acuerdo con ellos, los ayudaría a ascender a la residencia noble a cambio de deshacerse de mí, ¿no es así?

—Así es, ¿acaso te sientes resentido hacia mí? —Pegunta Alex con una expresión amenazante.

—Un poco, pero asumo que no se trataba de un rencor personal así que lo deje pasar; la verdad es que por su curso de acción puedo imaginar que planeaba convertir a esos 3 en sus matones personales —Señala el joven, desvelando los planes de Alex —Creo que ya he demostrado tener aptitud para el trabajo.

—¿Tú crees que simplemente puedes trabajar para mí?, sueñas en grande gitano, eso no me agrada. Te agradezco por ayudarme con lo de mi hermana, te prometo que si te escondes en una zanja donde no te vea, no volveré a molestarte.

—¿De verdad cree que las cosas se detendrán ahí? —señala el joven —No voy a negar su inteligencia, no obstante, si me permite ser brutalmente honesto, es demasiado impulsivo y emocional, por lo que puede ser fácilmente manipulado.

—¿Acaso quieres morir?

—Su hermana lo intentara de nuevo, y lo sabe, no lo ve porque vive en una fantasía donde cree que podrá impedirlo, pero la realidad es que no es así, puede ser más listo que Lilia, pero ella posee más astucia y malicia que usted, por lo que si se lo permite ella lo volverá su marioneta; incluso puede que ya lo esté haciendo.

—Oye, dije que no te haría daño, pero ahora creo que romperé esa promesa...

Tras escuchar esas palabras el joven Milfiore solo libera un suspiro y baja la mirada.

—Tuve altas expectativas en usted, creí que dejaría su orgullo a un lado y me dejaría servirle —espeta Iván caminando hacia la puerta —si cruzo esta puerta, las cosas se quedaran así, y si me ataca después de eso, lo considerare mi enemigo, si cree que puede lidiar conmigo y con Lilia a la vez, entonces lo invito a atacarme cuando quiera.

Al escuchar esas palabras el joven Pendragon no pudo evitar ver su situación, por un lado, las palabras del joven Milfiore eran correctas y por el otro, la idea de volver a ese lunático en su enemigo, le generaba escalofríos, aunque su orgullo no le permita admitirlo.

—Espera... —Aclama Alex dibujando una leve sonrisa en el joven.

Tras ese día iniciaría un acuerdo entre ambos, a cambio de protección y estatus el joven Milfiore se volvería el matón personal de Alex, siempre encargándose de sus problemas sin alertar a los profesores ni a los aprendices.

Con el tiempo los rumores acerca del rey fantasma de la academia empezarían a circular, como un alto noble quien manipula información comprometedora de los aprendices y docentes, un genio de la manipulación, así como un noble de gran prestigio y poder económico.

Siendo Alex la única persona que entra dentro de esa descripción, aunque no había pruebas de ello.

De regreso en el presente...

—¿Qué se supone que es eso del rey fantasma?, ¿acaso quieres que nos descubran? — reclama Alex.

—En lo absoluto, deseo precisamente todo lo contrario —responde el joven Milfiore —Todos en la academia creen que usted es el temible rey fantasma, todos salvo tres personas, usted, yo y su hermana.

—¿Qué tiene que ver Lilia con todo esto?

—Pues ella sabe que usted no posee la capacidad de mover información a esta escala, por lo que la idea de una nueva potencia en la escuela, seguramente la llevara a retrasar todos sus planes, algo que realmente nos conviene a ambos —Expone el joven —"Y con el inicio de las clases de invocación, necesitaremos ganar todo el tiempo que podamos"

—Todavía no estoy convencido, pero creo que entiendo...

—Por supuesto que sí, y al final lo peor que podría pasar es que se desvele la identidad del rey fantasma, y yo sea expulsado.

—Está bien, supongo que lo dejare pasar esta vez, por cierto, ¿Por qué estas sudado? — Señala el joven.

—¿Esto?, suelo hacer ejercicio antes durante y después del desayuno.

—¿Durante?

Tras esas palabras el joven Pendragon desvía la mirada debajo de la mesa, notando como Iván se encontraba sentado en el aire.

Tras llegar a este mundo el joven Milfiore se vio bastante impedido por el cuerpo delgado y golpeado de Aivián Dustholder, haciéndole incapaz de hacer uso de sus estadísticas al cien por ciento, por lo que, desde su llegada ha estado entrenando de manera discreta.

—¿Alguna otra pregunta?

—No, lo dejare así por ahora...

—En ese caso lo vere en la primera clase del día, espero que haya sido capaz de completar el ensayo.

—Por supuesto que sí, ¿Quién crees que soy?

Tras esas palabras Alex se retira con una expresión de rabia, al tiempo que internamente el joven Milfiore analiza su siguiente curso de acción...

—"De momento las cosas están tranquilas, Lilia ha actuado según la obra original y he obtenido información importante de este mundo gracias al decano, dentro de una semana se cumplirá un mes desde que llegue a este mundo, aun así, puede que deba esperar mucho más para liberarte" —Medita observando el espacio de Erse dentro de su inventario.

Tras liberar un ligero suspiro el joven cierra su inventario, termina su desayuno y se prepara para el nuevo día que está por venir.

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