Volumen 3: Fuera de cuadro Acto 6
La situación se había invertido, ahora era el joven Milfiore quien se escondía entre las tarimas del teatro cargando el cuerpo de la santa consigo.
—¿pero que es esto? — reclama el elfo —Hay marcas de zapatos en mis asientos, ¿y quién fue el bárbaro que corto un pedazo de mi fino telón de seda de gusano lunar?, parece que se ha portado muy mal su santidad, pero no se preocupe, podemos llegar a un acuerdo que me compensé apropiadamente por estos daños.
Por la intensidad de su voz, el joven Milfiore supo que Zergil se encontraba tan solo a unos metros de ellos, su habilidad de "manto de depravación" solamente funciona cuando la persona afectada escucha, aunque sea una palabra del lanzador.
Pero sin la máscara polimórfica Iván no podía camuflar su voz, por lo que será descubierto en cuanto habrá la boca, y como si no fuese suficiente, Vanya ya se había percatado de la presencia del elfo, por lo que con todas sus fuerzas intenta hacer ruido.
—"Esto es malo, mis opciones se acaban, a este paso..., creo que no me quedara otra opción más que matarlo" —Medita internamente al tiempo que desenvaina la espada de Gregory.
—Su santidad, los dos ya somos muy grandes para juegos como estos, si no aparece me sentiré muy mal —Espeta a tan solo un escalón de la posición de los jóvenes.
Zergil da el ultimo paso y observa la hilera de tarimas, notando que, a diferencia de las anteriores en esta se encontraba la funda de una espada, sin rastro alguno de la presencia de los jóvenes.
Varios pisos por debajo, en el bosque de Oran, una puerta de luz se había abierto, expulsando al joven Milfiore y a la santa a los pies del decano Merlín, quien mantiene un rostro reacio a las acciones del joven.
—No necesitaba de su ayuda — espeta el joven poniéndose nuevamente de pie.
—Yo lo vi todo... ¿Qué pretendías hacer con esa espada? —señala el decano con una expresión hostil.
—No lo sé, ¿Qué cree usted que iba a hacer? — responde con un tono desafiante.
Ante esas palabras una imponente presión se hizo presente sobre el joven, abrumándolo al igual que a la joven quien no entendía nada de lo que estaba ocurriendo desde su posición.
—He dejado pasar tus acciones una y otra vez hasta ahora, pero abiertamente trataste de atacar a un Elfo, ¿exactamente qué es lo que pretendías con eso?
—Vaya, me estaba preguntando que es en lo que has estado centrando tu mirada durante todo este tiempo, desde el principio sabía que la santa se había infiltrado en el palacio, ¿no es así?
—¡No cambies el tema muchacho! — reclama el anciano — esta vez has cruzado la línea...
—Por supuesto que si —Aclama Iván con una leve risa —Aunque tratase de explicarte el motivo tras mis acciones te harías de los oídos sordos, no puedes lidiar con la realidad aun cuando puedes verlo todo a tu alrededor.
—Cállate...
**
[Aviso, has desecho la habilidad "Amo de las restricciones" ...]
**
—Posee los ojos omniscientes, pudo ver con claridad lo que iba a hacer Zergil —Señala el joven —¿planeaba solo quedarse quieto y dejarlo seguir adelante?
—Esa no es una decisión que me corresponda objetar...
—¿Y si hubiese sido Arthur, o alguno de sus nietos? — reclama el joven.
—No metas a mi familia en esto...
—No lo ha negado. —espeta el joven —No puede lidiar con un conflicto entre su fe y la realidad; cuando lo contacte lo hice porque lo tenia en muy alta estima, pero ahora veo que me adelante, el hombre que buscaba hubiese defendido a todos por igual y no hubiese priorizado ciegamente a los elfos.
—Los elfos son los seres elegidos por la diosa, si ellos perecen entonces salvar este mundo no tiene sentido; puede que te parezca absurdo, pero es el mundo en el que creo, y si debo solo quedarme y ver como un elfo asesino a una santa entonces está bien...
—El señor Zergil... ¿iba a asesinarme...?
Ante los ojos del anciano la santa se había liberado de sus restricciones, siendo así capaz de escuchar claramente sus palabras.
—No... eso debe ser mentira, debe ser otro engaño... —Espeta la joven en tono de negación.
—Lo hiciste a propósito, ¿no es así? — Reclama el anciano.
A pesar de todos los contratiempos la situación una vez mas se había inclinado a favor del joven Milfiore, ya sea para salvar este país o sobrevivir a la invasión demoniaca necesitaba la ayuda de Merlín, pero no podía obtener dicha ayuda sin antes romper su fe en los elfos.
En la historia original, Vanya habría escapado de su templo con 2 de sus caballeros de confianza, con la finalidad de exponer las oscuras prácticas de los grandes cardenales, juntos realizarían un viaje a lo largo del país del sol culminando en las puertas del templo de los elfos.
Gregory y Rory Percival pelearían y morirían a causa de sus heridas para que la santa pudiese reunirse con el elfo Zergil, pero el final de dicha travesía no sería el esperado.
De no haber intervenido, el elfo habría desposado a la santa, la enamoraría lentamente y la engatusaría con sus ideales, ideales los cuales comparte con los grandes cardenales a quienes ella en un principio trataba de exponer.
Al final, esta moriría de forma lamentable como un peón desechado, y los sacrificios de sus camaradas no habrían valido nada.
Un final extremadamente desagradable, aunque para la historia solo sirvió como un prólogo de algo mas grande.
Entre los funcionarios de la iglesia hay aquellos quienes ya conocen acerca de la invasión demoniaca e imaginan que, si rinden tributo a los demonios, obtendrán un poder equiparable al de los elfos, siendo esa la razón por la que el joven Milfiore no quería interferir.
Con el poco poder que dispone por el momento, no podría encarar a los grandes cardenales y aunque intentase explicarle a Merlín sobre los adoradores demoniacos, este no lo creería.
—"Mientras mas lo pienso creo que establecer contacto con Merlín fue un error" —Se reclama internamente.
—¡¿Que está pasando aquí?! — Exclama Oran llegando al lugar —¿Y quién es ella?
Ante la presencia de la Elfa la santa rápidamente se arrodilla, al igual que el anciano que instintivamente baja su cabeza, aunque ya se le había indicado que no era necesario.
—Para resumir la historia, ella es la santa de libra y vino para tratar de salvar a la gente de su ciudad... — Clama el joven.
—¿Salvarlos?, ¿de qué...? — pregunta la elfa.
—De los practicantes del Carnis Corpureum...
—El libro de la voracidad... entonces ya está empezando —señala Oran.
—Fue antes de lo que estimaba, pero parece que así es...
A diferencia de Merlín quien se ha mantenido firme a su fe incluso tras escuchar acerca de la invasión demoniaca, Oran se desmorono tras escuchar el porvenir de los próximos años, por lo que Iván pudo darse el lujo de contar con detalle las causas externas e internas que llevaran a este país a la ruina.
Al final del día el miedo y paranoia extrema, son sinónimos de cooperación devota, siempre que mantenga a la elfa en un estado donde no pueda dar un paso en falso, podrá disponer de ella como mejor le convenga
Por lo que en estos momentos es mucho más conveniente hacer uso de Oran, por lo menos hasta romper el duro caparazón que obstruye el buen juicio del decano.
—¿Qué es el Carnis Corpureum? — pregunta Vanya levantando levemente su rostro del suelo.
—Para decirlo de algún modo es un diario de experimentos hechos por la iglesia hace cientos de años —Clama Iván.
—No es ni remotamente cercano a eso —Espeta Merlín.
El Carnis Corpureum o libro de la voracidad, es uno de 6 libros que fueron prohibidos por la iglesia...
En ellos se describían métodos inhumanos y viscerales para robar aura y el poder divino de la naturaleza, así como de los seres vivos, invocar espíritus extraños de alto rango, o acabar con la vida de cientos de invocadores, sin mover un dedo.
Pese ha haber sido experimentos autorizados por la iglesia, serian ellos mismos quienes les pondrían fin, al darse cuenta de las fuerzas oscuras con las que estaban interactuando.
Lamentablemente, no todo el mundo estaría de acuerdo con esta decisión...
—No pensé que volvería escuchar ese nombre, si el conocimiento de los libros prohibidos volvió a circular, es necesario tomar acciones de inmediato... —Exclama el anciano —Muchacho, ¿Quién o quiénes son los que están practicando este profano arte?
—¿Qué paso?, ¿acaso ya no estas enojado conmigo? — señala el joven con una leve risa.
—Esto no es cosa de risa...
—Lo se..., pregúntale a ella —Responde Iván señalando a la santa.
Así y con el paso de unos minutos la joven santa, empezó a narrar todo lo que esta había visto y experimentado a lo largo de su viaje, la conspiración de los grandes cardenales, así como la presencia del libro maldito en el templo de libra.
Dentro de la historia del héroe de la fe, dicha información no llego a los oídos del decano hasta que ya fue demasiado tarde, no obstante, el maestro Merlín de la obra original, era alguien que priorizaba las vidas de las personas antes que cualquier cosa.
Cuando la joven termino de narrar su historia el decano solo guardo silencio, Iván no tenia idea alguna de como reaccionaria el anciano, de tenerla le hubiese revelado esta información hace mucho tiempo.
—No puedo creerlo... —clama el anciano —Me niego a creerlo, los cardenales que nombraste, muchos de ellos fueron aprobados por mi...
Ante la expectante mirada del joven lagrimas empiezan a brotar de los ojos de Merlín, quien no podía contener su profunda pena...
—Como pude ser tan ciego, como pude... dañar a nuestra nación de esta forma...
—Maestro Merlín esto no fue su culpa — Clama Vanya tratando de tranquilizarlo.
—Ella tiene razón, alguien como usted de haber notado la maldad en los corazones de esos hombres nunca los hubiese dejado llegar a ser cardenales —Señala Iván —lamentablemente no considero su debilidad, esos hombres no iniciaron siendo malos, alguien los corrompió.
Ante esas palabras tanto el decano como la santa palidecieron, por un lado, Vanya no podía imaginar qué clase de persona podría influir tanto en los grandes cardenales, y aunque merlín se hacia la misma pregunta, solo deseaba acabar con el responsable.
—Dime, ¿Quién lo hizo? —Clama el anciano con un rostro cegado por la rabia.
—¿Crees poder lidiar con la respuesta? —Espeta el joven —Aunque bueno, creo que ya debiste haberte dado una idea de quien lo hizo.
—¿Qué?
—Fueron los elfos... —Clama Oran quien aún y ahora mantiene una expresión llena de vergüenza —Fuimos nosotros los que distribuimos los libros prohibidos... en serio lo lamento... tanto...
Al escuchar esas palabras, la mirada del anciano se puso en blanco, al tiempo que empieza a titubear.
—No quería que te enterases de esta forma, originalmente quería mostrarte lentamente la corrupción dentro de la iglesia antes de... —Ante esas palabras la mirada de Iván palidece al ver como el anciano había perdido totalmente la razón a causa de su rabia.
Merlín poco a poco empieza a caminar hacia la elfa, quien tras ver su expresión solo se pudo resignar y bajar la mirada.
—Viejo... ¿Qué vas a...?
Antes de que cualquiera pudiese reaccionar Merlín concentro una gran cantidad de aura en su puño, con el cual arremete en contra de la elfa lanzándola varios metros hacia atrás.
—Pero ¿qué te pasa...?
Iván trato de interceder, pero al ver la mirada del anciano, no pudo evitar sentirse indefenso, como una víbora ante una imponente águila...
Inconscientemente el joven cae de rodillas, al tiempo que el anciano camina en la dirección de Oran; Iván no podía permitir que Merlín la mate todavía, pero por mucho que lo intentase no podía pensar en una estrategia infalible que lo detenga.
Rápidamente el joven Milfiore abofetea su mejilla y recupera la compostura, sabía que el miedo no le permitía pensar bien por lo que, tras recuperar el sentido, en su mente surgió una estrategia arriesgada.
Lamentablemente, en estos momentos no tenía más alternativa...
—¡Vania! —Exclama el joven a la santa quien apenas podía digerir lo que estaba pasando —Necesito que me ayudes, si no hacemos nada la va a matar...
—Yo..., pero...
—Si quieres volver a ver a sir Rory y a Sir Gregory, mas te vale escucharme... en este momento soy el único que puede salvarlos...
Al escuchar esas palabras la santa sacude su cabeza y recupera la compostura asintiendo a la solicitud del joven.
—"Grayman si estas viendo, mas te vale rezar porque esto funcione" —Exclama internamente al tiempo que extrae una piedra de invocación del inventario —Manifiéstate "Imago" ...
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