Volumen 1: Funciones del sistema Acto 1
La magia rara, un poder exclusivo de la familia Milfiore, y cuyo nombre reside en la enorme impredecibilidad de esta.
La magia rara no cumple las reglas de las runas, estrellas, tótems o el poder mágico en general, Simplemente es un poder que existe ignorando todas las reglas existentes, y los Milfiore son los únicos portadores conocidos de tal poder.
A lo largo de la historia del imperio estos siempre han ejercido tan enorme poder en beneficio de los humanos; y la humanidad ni un solo día ha dudado en que esto cambie.
Aun así también existen aquellos con envidia de tan abrumador poder, quienes han estado dispuestos a traicionar al imperio y a la humanidad misma en busca de aunque sea un poco de ese poder.
Pero ninguno de ellos lo ha conseguido, o al menos no todavía...
Año imperial 1102, 5 noches atrás...
Muy al sur del ducado de Willburg es posible encontrar un sinnúmero de otros ducados y ciudades, muchas de ellas conectadas al tren rúnico, por lo que, si alguna persona o grupo de personas tuviese urgencia por escapar del ducado, tendría muchas opciones para ocultarse...
La ciudad de Frey es un destino turístico muy conocido en el ducado de Valac, cientos de posadas de lujo, tiendas, restaurantes y teatros, pero, y en uno de los puntos más oscuros una reunión se llevaba a cabo.
Dentro de un edificio abarrotado en el centro de la ajetreada ciudad, un grupo de personas encapuchadas de negro llevaban a cabo una reunión...
—Al final y tras todos nuestros esfuerzos la misión fue un éxito —expone una encapuchada —Con la ayuda de unos bandidos perpetuamos múltiples ataques a los nobles dentro del ducado de Willburg, gracias a eso pudimos adentrarnos fácilmente en la casa de las flores mientras las autoridades seguían a los señuelos, después no nos tomó mucho tiempo para que Lord Barien ingresase por la puerta sellada, lamentablemente muchos de los nuestros perecieron en el lugar.
—Descuida... —aclama uno de los encapuchados a quien todo el mundo dirige sus respetos —Tratándose de la familia Milfiore esta posibilidad siempre ha estado presente. Ya es un milagro que tu fueses capaz de regresar Dizzy.
—¿¡Entonces desde un principio se trataba de una misión suicida!? — reclama la joven —¡Si van a mandar a nuestros compañeros a morir!, ¿en qué nos diferenciamos del imperio?
—Todos tus compañeros eran conscientes de lo que podría pasar, pero ninguno de ellos huyó —Expone rompiendo la voluntad de la joven —No lo entiendes porque no estuviste ahí, pero nadie te culpa por huir, gracias a eso obtuvimos la confirmación del fruto de nuestros esfuerzos.
—Pero yo...
—¡Disculpen...!
En esos momentos la puerta que conecta el edificio con la calle principal se abre, dándole a acceso a una persona que rápidamente cierra las puertas tras de ella con mucha suavidad, inconsciente que sus cabellos se habían atascado en el umbral.
—Este es... —Aclama justo antes de dar un paso errado y caer abruptamente al suelo arrancando una parte de sus cabellos con la puerta.
Los desertores estaban confundidos ante esta escena, una mujer de aspecto joven, largos cabellos blancos y maltratados con un broche de mariposa y ojos azules, usando un traje negro de copa adaptado para su figura.
—¿... es este el 474 de Cavestreet? —pregunta la mujer separando el rostro del suelo, mientras su nariz sangra.
Ante su presencia los encapuchados de negro rápidamente desenvainan sus armas apuntándolas contra ella, quien no hiso un gesto en respuesta, por el contrario, mantenía siempre una mirada confundida.
—¿...Dije algo malo? —pregunta despistada ante la reacción.
—¿Señorita tengo el presentimiento de que este es el lugar correcto? — espeta la voz de un Hombre.
Al levantarse, a un lado de la mujer dos individuos se hacen presentes de la nada; un hombre de cabellos negros y piel oscura, usando un traje negro parado a su derecha, y una mujer de cabellos negros y piel clara, usando un traje blanco a su izquierda.
—No lo sé Bel, tal vez solo son un grupo de gente armada oculta en la oscuridad, diferente —Señala la mujer de pelo blanco ante la situación.
—¿Acaso eso fue sarcasmo? —pregunta la mujer de cabello negro.
—Tratándose de nuestra ama nunca podemos estar seguros Luci—responde el hombre con una leve risa.
—Ya basta, saben que no me gusta que se burlen de mi así...
Ante esa conversación los encapuchados quedaron inertes por un momento, pues estos desde su perspectiva solo podían ver a esa mujer hablando completamente sola.
—Entonces deberíamos preguntar... —exclama Luci.
—No tengo ninguna objeción a eso... —secunda Bel.
—Está bien —Responde la mujer — ¿Disculpen acaso ustedes son...
Antes de poder terminar su oración una fuerza invisible la empuja hacia atrás golpeándola con fuerza contra la pared, al tiempo que uno a uno los encapuchados enterraban sus espadas en su torso.
Tras un minuto la calma regresó a la habitación, pues estos se habían asegurado de deshacerse de la intrusa, o por lo menos eso es lo que creían.
Pese a estar rodeada de atacantes quienes no dejaban de ejercer presión sobre sus armas, ninguno fue capaz de rozar la piel de la mujer.
—¡La ropa que está usando es un arcano! —exclama uno de los atacantes.
—Ya sabía que una dama no usaría un atuendo tan feo sin un motivo así —Señala otro de los atacantes.
—Oye ¿qué tiene de malo mi atuendo? —reclama la mujer.
—Un momento, algo aquí no se siente bien —espeta otro de los encapuchados.
—¿Qué están esperando?, ¡si es un arcano solamente ataquen las áreas sin ropa! — Exclama el encapuchado de mayor autoridad.
Ante esa orden, un encapuchado con ballesta se hace presente y apunta directamente a uno de los ojos de la mujer, pero en el momento de impactar la flecha, esta se rompe como si golpease una pared de acero.
—Señorita, creo que acaban de atacarla en el ojo —Señala Bel en un tono cordial.
—Ooh... Ah, mi ojo... —Aclama exhibiendo una reacción absurdamente falsa.
En ese momento uno de los encapuchados retrocede, pues este finalmente había reconocido a la persona a quien tenían en frente.
—La Muñeca de matanza ... — espeta el hombre aterrorizado.
—¿Qué dijiste? —exclama el encapuchado de mayor autoridad.
—Cabello blanco, ojos azules y siempre usa ropa de hombre, ella es la "Muñeca de Matanza" de la Fortaleza Arsene, Frieda Milfiore...
Ante esa revelación todo el mundo palideció y los atacantes rápidamente dieron un paso atrás, pues ahora entendían al terrible monstruo a quien tenían en frente, pero ya era demasiado tarde.
—Ese es mi nombre... —espeta la mujer — entonces este si es el 474 de Cavestreet..., Entonces ustedes son los sinvergüenzas que asaltaron la casa de las flores y atacaron a mi pequeño sobrino. ¡Como se atreven a lastimar a un niño de 7 años!
—Mi señora, su sobrino tenía 7 años la última vez que lo vio —Espeta Bel corrigiéndola —Actualmente tiene 15 años.
—Ooh... Como se atreven a atacar a un jovencito de 15 años sinvergüenzas —Reitera de su comentario anterior.
—¿Qué clase de demonio se olvida de la edad de su sobrino? —Señala Luci con un tono burlesco.
—¿Es que es muy difícil...?
Al tiempo que Frieda sostenía una conversación con sus acompañantes, los encapuchados aprovecharon la oportunidad para tomar distancia, preparándose para un nuevo ataque.
En un momento aquella fuerza invisible se hizo presente nuevamente sujetando los brazos y piernas de la mujer, inmovilizándola en el aire.
—No hay nada que temer camaradas —Exclama el encapuchado de mayor rango —En este edificio se encuentran más de 100 caballeros entrenados y 12 magos con más de 4 estrellas, si vino ella sola entonces tendremos una oportunidad.
Con esas palabras la moral de los hombres aumentó, al mismo tiempo que 4 magos se preparaban para lanzar un poderoso encantamiento ha Frieda.
—Ese hombre es bueno para hacer que la gente camine hacia sus muertes, tiene mis respetos —señala Luci — ahora me pregunto qué es lo que nuestra temible Ama hará al respecto.
Del encantamiento grupal una poderosa bola de plasma se hace presente, con la fuerza suficiente para arrasar una sección de la ciudad, pero esto no genero reacción alguna en Frieda, que con una mirada sombría espeta...
—Inventario...
El ataque de los encapuchados impacta exitosamente, pero contrario a lo que esperaban tanto el techo como las paredes seguían en su lugar, y en el centro de todo, esa mujer seguía en una pieza.
—Ustedes invadieron mi casa... —Espeta Frieda mientras el humo del impacto se disipa —Espero que no importe si invado la suya.
En las dos manos de la mujer dos armas de fuego se hicieron presentes, una de color blanco y otra de color negro.
—Mi señora... — espeta la voz de Bel proveniente del arma de color negro —hay civiles transitando afuera, si dispara sus armas aquí alertara a las autoridades.
—Tienes razón...
Ante esa situación Frieda apunta su arma al centro del suelo de la habitación y dispara, pero en lugar de dejar un agujero en el suelo, un círculo de invocación se manifiesta, junto a una ventana de luz azul ante la mujer.
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[Aviso: el anfitrión está usando la habilidad "Invocación demoniaca"]
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Ante esa notificación del sistema, del círculo de invocación se abre una grieta en el espacio, de la cual emerge una pequeña criatura viscosa de color gris.
Inmediatamente la criatura abre sus fauces y de esta empieza a brotar una burbuja de aire que consume la habitación los pisos superiores y así hasta cubrir a todo el edificio.
Los encapuchados trataron de hablar, pero fueron incapaces de liberar algún sonido, pero ese sería el menor de sus problemas, antes de ser capaces de reaccionar la cabeza de dos de los caballeros volaron en pedazos.
Frieda había iniciado su ataque, disparando con extrema precisión sus armas las cuales tampoco generaban sonido.
Con cada disparo una muerte se confirmaba, y en el absoluto silencio los encapuchados eran incapaces de coordinarse, no muy diferentes a animales en un matadero.
El encapuchado de mayor rango observaba la situación conforme retrocedía, desesperadamente este trata de formular un contrataque, pero todo era en vano.
En un momento este noto algo particular, el cómo con un solo disparo Frieda elimino a dos de los atacantes a pesar de que no estaban en fila, dándose cuenta de que los proyectiles de su arma hacían curvas y movimientos erráticos.
Antes de que uno de los encapuchados fuese ejecutado el superior dibujo rápidamente un círculo de runas, frenando la bala en el aire, y es ahí donde son capaces de ver a lo que se enfrentaban.
Una criatura viva con el tamaño y forma de un proyectil, de la cual se exhibían una boca y un ojo inhumano.
De inmediato el superior se dio cuenta de que aquella criatura pese a su tamaño y aspecto era un ser vivo, y al serlo cambiaba totalmente la situación a su favor.
Rápidamente la matanza se detiene al mismo tiempo que los proyectiles que Frieda había disparado; esta era la magia del superior que le permitía manipular a los seres vivos, poder con el que este fue capaz de inmovilizar a la mujer en dos ocasiones.
Incapaz de disparar su arma, los encapuchados aprovecharon la oportunidad para obligarla a pelear cuerpo a cuerpo, pero nuevamente esto sería un grave error.
Haciendo uso únicamente del cañón de sus armas como porras Frieda consigue aplastar los cráneos y huesos de sus enemigos con facilidad; evidenciando que tenía más dominio en una pelea de corto alcance.
El superior al ver el desarrollo de la pelea trato de escapar, pero ya era demasiado tarde, pues ahora Frieda lo tenía en la mira.
De un solo salto la mujer arrasa con los encapuchados, destrozando todo metal, carne o hueso que se cruzase en su camino hasta embestir al superior quien por la fuerza de la inercia atraviesa una pared.
Frieda lo sigue, mientras este fútilmente trata de arrastrarse lejos de ella, espetando colérico palabras que ella no llegaba a escuchar a causa del demonio del silencio.
Con una mirada confundida la joven inmediatamente cancela la invocación del ente, devolviendo el sonido al edificio.
—¿Maldita perra, como te atreves tienes idea alguna de lo que estás haciendo...?, no tienes idea de para quien trabajamos y antes de que se den cuenta ustedes y el emperador serán... —reclama el hombre justo antes de que Frieda le dispare una bala ordinaria, matándolo en el acto.
—Mi señora me parece que hubiese sido mejor escuchar lo que tenía que decir hasta el final —Espeta Bel.
—Sabes bien que si tuviésemos que recolectar información no hubiesen llamado a nuestra ama, ella es puro músculo, pero nada de cerebro —Exclama Luci desde el arma blanca.
—Bel...pensar se me da fatal —señala Frieda —prefiero dejarle esas cosas a mi hermano.
—Mi señora, recuerde lo que siempre le digo... —Exclama Bell —"Conocer nuestras falencias..."
—"...Es tan solo el primer paso para superarlas" —Concluye Frieda a su comentario.
—Aun así es extraño, este hombre usaba magia biológica y además de 9 estrellas —Expone Bel —Es imposible que un bandido la posea, por lo que está más que claro que era un aristócrata. Deberíamos llevarnos el cuerpo por si acaso, algo no se siente bien en esto.
—Creo que eso será difícil por ahora —Señala Luci.
Por encima de la cabeza de Frieda un abismo con escaleras se logra visualizar, y en él, medio centenar de encapuchados se hacen presentes, apuntando sus rifles en contra de la mujer.
—Es tan tierno cuando piensan que pueden ganar — Aclama Luci con una voz más demoniaca —así la carne tiene mejor sabor.
—¿Carne...? —señala Frieda con una mirada pensativa —¿Por qué siento que estoy olvidándome de algo?
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