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Volumen 1: Contrato Acto 1

Durante los años en que la gran oscuridad vago por la tierra, hubo muchos guerreros que la encararon, algunos demasiado prometedores, considerados genios entre los genios.

Al final todos y cada uno de ellos fueron asesinados y consumidos por la oscuridad, pero hubo otros casos, casos raros donde la oscuridad reconocía el talento de los mortales y se les ofrecía una alternativa a la asimilación.

Aceptar voluntariamente la oscuridad en sus cuerpos, siendo capaces de conservar su libre albedrío e incrementar su fuerza más allá de lo que nunca hubiesen imaginado.

Muchos de ellos se negaron y fueron totalmente exterminados, otros aceptaron por temor, pero murieron tras no haber renunciado a su humanidad por completo.

No obstante, también hubo otros casos, 6 casos muy raros de individuos quienes ya habían perdido su fe y amor por la humanidad, y aceptaron con dicha a la oscuridad, volviéndose sus heraldos, jueces y verdugos.

Estos individuos fueron llamados reyes demonio según las leyendas de antaño, causando tanto o más daño que la oscuridad misma, y fue así hasta el día en que encararon al héroe.

Año imperial 1102, 20 de diciembre...

Las primeras señales del invierno empezaron a notarse dentro del ducado de Willburg, al tiempo que un gran frio inundaba la mansión.

Desde aquella noche las funciones de la casa habían empezado a fallar, la iluminación se cortaba en intervalos y los mecanismos de los pasillos ocasionalmente se atascaban.

Iván no sabía si esto era un efecto del invierno o de la intervención de Lord Barien.

El joven se vio en la necesidad de irrumpir dentro de las habitaciones de sus tíos en búsqueda de abrigo, puesto a que aún no sabía dónde es que se almacena la leña para las chimeneas de la mansión.

Mientras el joven debatía su curso de acción el sonido de las puertas de la propiedad se hizo escuchar con fuerza, Iván sabía que solo había una persona capaz de ello.

En la entrada de la mansión la duquesa de Willburg se hizo presente, esperando a que las puertas le fuesen abiertas, y así tras unos minutos estas fueron desbloqueadas.

—Es un gusto verla de nuevo duquesa —Espeta cortésmente el joven Milfiore vistiendo sus ropas de morada.

—Aquí dentro hace más frio que afuera —señala la duquesa —¿seguro que estas bien?

—Estoy perfectamente...

El sentido de pertenencia de Aristócrata de Iván le impedía mostrar debilidad ante otros nobles, incluso aunque sintiese un frio incomparable en estos momentos.

—Lo entiendo, de cualquier manera, vine aquí para verificar la barrera —espeta la mujer.

—Por supuesto...

Con esas palabras el joven procedió a guiar a la duquesa dentro de la propiedad.

—Este lugar está mucho más oscuro en comparación a la última vez que vine —señala la mujer.

—Ha habido problemas en el flujo de gas de las lámparas, ya he mandado una carta a la ciudad de Skullblade donde está el ingeniero que puede repararlo —responde el joven.

—Al menos todo está limpio, esa sirvienta tuya no ha perdido el tiempo a pesar de las circunstancias —expone la mujer ocasionando que Iván frene en seco —¿paso algo?

—No es nada, solo creí haber visto algo —espeta con una mirada tranquila.

La duquesa no volvió a hablar, incluso si se tratase de un Milfiore, una experiencia como esa no sería fácil de digerir en tan poco tiempo, hasta cierto punto la mujer compadecía al joven, mas no podía expresarlo, puesto a que lo que hizo en cualquier otro lugar no tendría perdón.

Sin más preámbulos los dos nobles ingresaron a la habitación, donde el suelo aún seguía manchado de sangre y una barrera de runas había sido levantada para evitar que cualquiera cruce por el umbral de la puerta roja.

La expresión de Iván era estoica ante la sangre, una imagen que solo revolvía el estómago de la mujer.

—Parece que la barrera está en perfectas condiciones, no hay señales de forcejeó por ninguno de los dos lados, después de una semana esta más que claro que Barien y sus hombres no están ahí —señala la mujer ocasionando una leve risa en el joven — ¿dije algo gracioso?

—Perdón no fue mi intención —espeta retomando su compostura — solamente me cuesta creer que tan solo ha pasado una semana, se ha sentido como mucho más tiempo.

Iván desvía una sombría mirada a la barrera que rodeaba la puerta, al igual que a la sangre que manchaba el suelo, solo siendo capaz de recordar su lamentable actuación de aquel día.

No obstante, lo que ocurrió después sería algo que lo cambiaria todo...

Una semana atrás...

Un nuevo día había llegado a la casa de las flores, pero era bien sabido por todos que no sería para nada tranquilo.

Caballeros desertores del imperio se habían infiltrado dentro del ducado y dentro de la propiedad de los Milfiore, todos ellos presuntamente muertos a los ojos del público.

Olivier solo pudo formularse docenas si no es que cientos de preguntas en su cabeza, mientras veía los cuerpos despedazados de los desertores sin un sobreviviente a la vista.

La duquesa había llamado a todos los oficiales e investigadores a la escena para poder recuperar cualquier pista sobre las metas de los asaltantes, pero cada vestigio de información solo generaba más preguntas que respuestas.

—Ya hemos verificado los cuerpos su excelencia, todos ellos eran miembros del pelotón del conde Barien —Exclama uno de los oficiales en la escena.

—No me digas lo que ya se... lo que quiero saber es el ¿Cómo es posible? —reclama la mujer —todas estas personas ya habían muerto hace 5 años.

—Fuimos minuciosos su excelencia, no hubo señales de runas ni cirugías, mucho menos algún tipo de poder mágico desconocido, estas personas son el pelotón de Barien —Expone el oficial a la alterada Duquesa.

—Ahora me cree, duquesa Willburg...

A las espaldas de la duquesa Iván se hace presente, este ya había cambiado toda su ropa con el fin de no ponerse en vergüenza con un atuendo manchado de sangre.

—Estas personas no eran imitadores, ni mucho menos fueron reanimados con alquimia, ellos eran tan reales como su sangre roja en el suelo —Señala con una mirada tranquila.

—Aun si me lo dices me es difícil de creer —Expone la mujer —Los muertos no vuelven a la vida, así como así, y si así fuese, Lord Barien nunca tuvo ningún problema hacia la casa Milfiore. No me es fácil entender esta situación, y luego está el hecho de que sobreviviste; nunca conocí a Barien, pero sé que sus hombres no eran débiles, no puedo creer que tu solo te hayas hecho cargo.

Olivier sabía que Iván estaba escondiendo algo y no se equivocaba, el joven Milfiore había declarado que el solo y por su cuenta se había hecho cargo de los desertores que acompañaban a Barien.

La criada era una esclava y mucho más que eso una dríada, si la duquesa se llegase a enterar de lo que en realidad pasó, la ejecutarían sin contemplar nada más, Iván no podía permitirse eso.

—No puedo negar la fuerza de esos hombres —Expone el joven —sus movimientos eran firmes y coordinados, evidenciando tanto disciplina como experiencia; no obstante, estas personas estaban desesperadas, una persona desesperada es más fácil de alterar, provocarla y llevarla a cometer errores, y dichos errores se pueden explotar, solo hice lo que cualquier otra persona en mi posición haría.

—No pensé que llegaría el día en que escucharía tales palabras de un mocoso de 15 años —espeta la mujer —Ya no tengo dudas de que eres hijo de esta familia. Aunque aún hay una cosa que me llama la atención, ¿Dónde está tu sirvienta?

Ante esa pregunta el rostro del joven palideció levemente, este no había preparado una explicación para la ausencia de la sirvienta; el lapso de tiempo más largo en el que se puede responder naturalmente una pregunta es de dos segundos, pero para el 1er segundo ya había formulado una respuesta.

—Afortunadamente la habitación de la sirvienta se encuentra al otro extremo de la propiedad, ya sea para bien o para mal estuvo totalmente dormida cuando ocurrió el ataque y personalmente no la puedo culpar por eso, si la hubiesen tomado como rehén la situación se hubiese complicado —exclama el joven —Actualmente se encuentra limpiando mis prendas en el jardín lateral.

Tras terminar de dar su explicación el joven observa a la duquesa directamente, por el momento la mentira que dijo era plausible, pero si esta solicitaba viajar a los jardines de la mansión habría problemas.

—Está bien, solo quería saber si alguno necesitaba una revisión médica — señala la mujer —Dijiste que te apuñalaron con una daga con veneno, ¿seguro que no deseas ver a un doctor?

—Yo mismo fui capaz de neutralizar el veneno anoche, aunque de no ser el caso al ser un somnífero no amenazaba mi vida —Responde.

—Si tú lo dices, igualmente te recomiendo que te alejes —espeta la duquesa —Barien podría regresar por esa puerta si es que no ha salido por otro lado, suponiendo que sea él, no podemos subestimar el poder de un mago militar de 3 estrellas.

—Entendido...

Eso fue lo que dijo Iván en el exterior, pero en el fondo no pensaba igual...

La magia de runas tiene dos principios básicos, el primero es el carácter de la runa, con dicho carácter es posible determinar el objetivo y potencia del círculo.

El ejemplo más simple de estos es que una runa de fuego puede encender una mecha, pero un círculo de 20 runas de fuego puede incendiar una choza; las runas también pueden combinarse entre sí con el objetivo de crear cosas nuevas, Relámpagos, hielo, manipulación de la gravedad o del tiempo.

Lo que nos lleva al segundo principio, las estrellas, una suerte de pincel imaginario con el cual un mago es capaz de formular las runas que requiera, a mayor cantidad de estrellas es posible acelerar la formación de un círculo de runas, así como el desbloquear nuevas funciones de este.

Las familias nobles del imperio guardan con recelo sus escrituras de runas, así como sus procesos de entrenamiento para incrementar el número de estrellas.

Por lo que el poder de Barien por su linaje estaba estancado en 3 estrellas, incluso la duquesa quien nació como la hija de un humilde barón solo podía llegar a 2 estrellas.

Pero el Barien de aquel momento había sido capaz de formular círculos de runas en cuestión de segundos, incluso lejos de su cuerpo, ese nivel se aproximaba al de un mago de 4 a 5 estrellas.

Mientras meditaba al respecto, Olivier junto a un grupo de magos militares se hicieron presentes, dibujando juntos una barrera gigante de alrededor de 16 círculos de runas, con la resistencia suficiente como para frenar a un mago de 5 estrellas.

Iván no podía sentirse seguro con un sello tan cuestionable, pero dado el linaje de los magos en la habitación, no era probable que creasen algo más poderoso que eso, reclamarles solo lo haría ver paranoico.

Con eso el joven solo pudo liberar un suspiro y acatar las instrucciones de la duquesa de no acercarse nuevamente a la habitación, hasta la conclusión de la investigación.

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