Final
**Preparen pañuelos y sus ojos...capítulo largo**
Una persona alguna vez dijo: "Siempre después de la tormenta, vendrá el arcoiris"...pero muchas veces parece que la tormenta se convierte en un diluvio. Caída tras caída debemos de sufrir, y aún así es de admirar nuestra gran entereza por volver a levantarse después. Así nos arrojen piedras, tierra, nos escupan; obtenemos fuerza y estamos nuevamente de pie...aunque...todos tenemos un límite ¿no?.
Primer golpe en la pared.
Conforme te hundes, es muy seguro que te haces la misma pregunta día tras día "¿Qué hice mal?". Todos lloramos, gritamos, rompemos cosas...y es válido, pero las situaciones se ponen negras, más de lo que queremos, y entramos en ese vacío sin fondo del cual no conseguimos la salida.
Segundo golpe en la pared.
Te sientes como algo que en realidad la vida no quiso que existiera. Te sientes desgraciado o desgraciada, y al mismo tiempo en que tocas fondo, tienes dos opciones: llenarte con el coraje necesario para seguir adelante y poder salir a la superficie; o simplemente quedarte hundido en ese hoyo.
Tercer golpe en la pared.
No se podría decir que es lo que el destino les tenía preparado...esa palabra...
"Destino"
Nunca hicieron algo malo, ambos siempre se esforzaron por lograr sus objetivos y sus sueños.
Seokjin nunca se aprovechó del dinero que tenía para aumentar su ego, en realidad desde que tiene uso de razón, nunca le importó el ser denominado en una clase social alta. Él simplemente era Kim Seokjin y ya. No le interesaba en lo más mínimo si hubiera estudiado en una escuela de paga o en una escuela pública. No le interesaba si compraba ropa Chanel o Gucci, o si tenía que ir a un simple establecimiento de paso.
La ambición no era parte de su ser.
Ahora...si hablamos de Kim Namjoon...bueno, ¿qué se puede decir de este chico?. Supo que a pesar de tener 8 años cuando su padre los abandonó, tenía que ayudar en lo que más pudiera a su familia...aprender a madurar cuando a esa edad lo único que quieres es jugar. A él jamás le interesó si tenía una gran casa de tres pisos con alberca incluida o si vivía en una casita pequeña de madera con lámina. Él aunque fue a escuelas públicas y tristemente no pudo cumplir sus sueños de ser un gran productor musical, nunca sentiría rencor hacia su hermano menor, es más, prefería mil veces que Tae cumpliera su meta de ser universitario antes que él mismo. Nunca robó a pesar de los días en que a su madre no le alcanzaba para comer. Nunca hizo fraudes cuando vendía el cartón y metal de niño, y menos aún cuando trabajó en la joyería.
La ambición tampoco era parte de su ser
Décimo golpe en la pared.
Entonces...si ellos nunca hicieron nada malo, ¿por qué la vida los trataba así?, ¿por qué el destino se empeñaba en darles una cosa pero quitarles dos?. Esa era una de las preguntas de las tantas que se habían hecho a lo largo de su vida desde que se conocieron... ¿Por qué?
Quizás los que no querían que estuvieran juntos, terminarían obteniendo la victoria.
Quizás sólo eran pruebas que debían de terminar.
Quizás realmente ellos no estaban destinados a pasar una vida juntos...
No lo sabemos...y tampoco ellos.
Trigésimo golpe en la pared
Sus nudillos sangraban, la piel se estaba descarnando, la pared blanca de aquella habitación vacía se estaba manchando cada vez de tonos rojizos. No le interesaba el dolor, no le interesaba maltratar sus manos. Solamente quería descargar toda la frustración que desde años nunca había podido sacar.
...La vez que su padre lo golpeó y llegó a cortarle el rostro con una botella
...La ocasión que le arrojaron el suéter en la cara cuando tenía 12 años
...Ese horrible momento cuando vio a su primer amor irse lejos a Ulsan
...El día que lo vio después de tanto tiempo y se enteró que tenía novio
...Esa vez que sufrió la humillación por parte de su ex-jefa de la joyería
...Cuando se enteró que suspendieron a su hermano de la preparatoria
...Aquel terrible día cuando lo culparon de algo que jamás robó
...Ese maldito momento en que Jaehwan ocasionó que su amor quedara ciego
Hakyeon tocaba desesperado la puerta desde hace 20 minutos, gritaba ayuda para poder abrir, al mismo tiempo en que le rogaba a Namjoon que ya se detuviera.
Se acercó corriendo un chico pelinegro. El dúo estaba asustado por lo que fuera a hacer el moreno. Primero escucharon sus lamentos y prefirieron dejarlo solo para que se desahogara, pero no contaban con sonidos de cosas rompiéndose, no contaban que esos gritos de tristeza se habían vuelto aullidos de furia.
A Hakyeon no le importaba si quedaba destrozada esa habitación, simplemente quería que su amigo estuviera bien. Llegó a toda velocidad un tercer muchacho con cabello rubio, agitando las llaves donde anteriormente le habían dicho dónde encontrarlas. El dueño de la casa se las quitó y con manos temblorosas trató de abrir lo más rápido posible esa puerta.
-¡Rápido! -dijo desesperado Min Yoongi
-¡Eso trato! -replicó el chico
Por fin pudo quitar el seguro, el trío entró a empujones al cuarto, viendo como esa pared ya estaba teñida de rojo y aún así el muchacho no dejaba de golpearla.
Hakyeon y Yoongi se acercaron por detrás y abrazaron con todas sus fuerzas al chico, quien al sentirlos quiso quitarlos a empujones y manotazos.
-¡DÉJENME, LA PUTA MADRE, SUÉLTENME!..-se agitó- ¡SUÉLTENME O LES VA A IR PEOR A USTEDES!
Esta vez intervino el chico rubio, corriendo el riesgo de sufrir una patada, abrazó con todo su cuerpo las piernas de Namjoon. Los tres muchachos apretaron con fuerza el cuerpo rabioso de aquel moreno, tratando de que se calmara...jamás lo habían visto hecho una bestia.
-Nam...Nam querido, por favor tranquilízate- suplicó Hakyeon
-Kim Namjoon, ya respira...mírate, estás fuera de sí -intervino Yoongi
-Por favor lindo, Jinnie nunca querría verte así -volvió a suplicar
El mencionado poco a poco dejó de esforzarse, logrando que los chicos lo sentaran de poco en poco en el piso. Esas lágrimas de furia, fueron reemplazadas por unas de dolor puro, fueron reemplazadas por una tristeza lastimera.
-¿P-por qué?..-dijo llorando -Yo nunca he hecho nada malo, el amor de mi vida nunca ha hecho nada malo...¿por qué siempre tenemos que estar en un diluvio después de la tormenta? -sollozó
-Kim Namjoon...-habló por primera vez el rubio -No sabemos como te sientes, pero créenos que lo comprendemos, aunque tienes que estar consciente que así todo el mundo esté en su contra, nos tienen a nosotros para apoyarlos en seguir adelante
Tomó entre sus manos el rostro del moreno y limpió las lágrimas que resbalaban de sus mejillas.
-Mi niño no puede estar ciego...no puede -se lamentó en voz baja
Pasaron 10 minutos más, los 4 chicos se mantuvieron en el piso hasta que el pelinegro se sintió más tranquilo. Se sentaron en la sala de estar, Namjoon se hallaba haciendo muecas de dolor mientras Hakyeon se dedicaba a limpiar las heridas recientes. Jimin estaba preparando té y café, y Yoongi estaba sentado mirando la televisión pero sin poner atención realmente.
-Ay, Kim Namjoon, estas cosas te van a dejar marca -frunció la boca el chico al momento que botaba el tercer algodón con sangre
-Sanarán que es lo importante
-Gracias al cielo Jinnie no está aquí, ya me imagino sus gritos -sonrió
-¡Aquí están las bebidas! -llegó Jimin con una charola con cuatro tazas en ella. La dejó en la mesita de enmedio y las repartió -Té para Hakyeon y para mí, y café para Namjoon y Yoon
-Gracias chico lindo -agradeció Hakyeon
-Gracias joven Jimin
-Aish, no es para tanto -tomó la taza entre sus manos y se sentó a un lado de su novio
Hakyeon cubrió las heridas del mayor y botó el material de curación a la basura. Tomó su té y se sentó en el sillón de la izquierda junto a Nam.
-Tengo que ver a Jin -musitó el mayor
-Namjoon, ya es tarde, son casi 11 de la noche -habló Kyeoni -Además no has ido a tu trabajo y...
-Pedí permiso de faltar unos días
-Ah, bueno pero los padres de Seokjin no creo que te dejen verlo de nuevo
-Ya me las arreglaré, pero debo de volver
Hakyeon suspiró resignado. Cuando Namjoon estaba molesto y tomaba una decisión, no había poder humano que lo hiciera cambiar de parecer. Sólo le quedó asentir y palmear las espalda del novio de su amigo, lo apoyaría ante todo lo que él decidiera, no le quedaba de otra.
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Eran 9 de la mañana cuando Nam ya se encontraba caminando en los pasillos del hospital. Aprovechó la distracción de la enfermera para poder tomar el ascensor hasta el piso donde se encontraba su novio. Una vez que llegó ahí puedo ver en la sala de espera a la pequeña Jennifer jugando entretenida con su teléfono.
-Hola Jennie -saludó el mayor
La chica miró de reojo y enseguida regresó su vista al móvil, -Ah, hola Namjoon
-¿Qué juegas?
-Candy Crush, no me desconcentres
El mayor se acercó un poco para ver el juego de la adolescente, pero se alejó al ver que había terminado la partida. Jennie bloqueó su teléfono y se acomodó en la banca.
-Ya, ahora sí
-¿Cómo está? -preguntó refiriéndose a Seokjin
-Pues a comparación de ayer está más tranquilo, le cuesta trabajo adaptarse a la sensación de tener ojos abiertos pero no ver nada -suspiró
-¿Y no les han dicho nada?
-Pues ayer que te fuiste comenzaron a preparar los estudios para saber que sucedió con su vista. Hoy a las 6:00 le hicieron una resonancia y un examen de fondo de ojo o no se qué -manoteó -El chiste es que en unos momentos darán los resultados
El mayor asintió, desvió la vista al resto del pasillo, sus ojos querían aguarse, pero ya había llorado lo suficiente, no podía seguir mostrándose débil.
-¿Y ahora quien está con él? -preguntó
-Mis padres
No se dijo nada más en los minutos siguientes. Na había tensión en el ambiente, solo era el silencio que permanecía ahí.
Jennie jugaba ansiosa con sus manos, algo carcomía en su interior y no la dejaba en paz, sabía que era el momento de sacar lo que desde un tiempo para acá la venía torturando. Inhaló y habló:
-Namjoon...
-Mh?, dime
-Yo...b-bueno yo...-resopló -Yo quería pedirte perdón
El chico abrió en demasía sus ojos. No esperaba ese comentario.
-¿Q-qué?..pero
-Espera, no me interrumpas por favor -Nam cerró la boca dejandola hablar -Sé que fui una desgraciada y que no merezco tu perdón por el daño que te hice y que también le hice a mi hermano, sólo pensé en mí y en lo que me convenía.
Agachó su cabeza con pena. El chico quiso tomar la palabra pero le fue imposible.
-Antes de que digas que no fue mi culpa esto que le pasó a Seokjin, quiero decirte que sí fue mi culpa.
-¿Por qué lo dices?
-Es que...-un sollozo escapó de su boca -Nada de esto hubiera pasado si...si yo no hubiera abierto la boca de tu encuentro con Jin que planeaste con Nina cuando éramos niños
-No...no entiendo Jennie -frunció el ceño
-Ese día que te viste a escondidas con mi hermano...yo fui quien les dijo a mis padres de su encuentro. Si no lo hubiera hecho, no se hubieran llevado a Seokjin a Ulsan, no hubiera sido novio del maldito de Jaehwan...no...no hubiera quedado ciego -otro sollozo salió de sus labios -Soy...soy una mierda, perdóname
Namjoon sonrió con lágrimas en sus ojos. Algo le decía que Jennie realmente estaba arrepentida, lo sabía por el modo en que jugaba con sus manos y sorbía de su nariz. Quiso hablar, pero lo único que pudo hacer fue rodear a la chica entre sus brazos. Realmente Jennie había cambiado, no por él ni por ella, había decidido mejorar por su hermano.
Jennie por su parte al sentir los brazos del moreno, sonrió de sobremanera. No era una sonrisa con dobles intenciones, por primera vez en su corta vida sentía lo que era el perdón de un...amigo, y eso la hacía sentir feliz.
-¡Quita tus manos de mi hija!
La menor sintió una mano delgada jalar su brazo, alejándola de Nam.
-¡Mamá! -se quejó -Sólo es un abrazo
-No, ya les he dicho que no me gusta que se junten con...este -miró de arriba hacia abajo al chico haciendo una mirada despectiva
-Señora, ¿cómo se encuentra Jin? -preguntó el chico ignorando lo anterior, su prioridad era su novio
-Eso es algo que no te importa- la señora dio la espalda a Nam
-¿Puedo entrar a verlo?
-¡¿Qué no te ha quedado claro que...
-Pasa Namjoon -interrumpió la menor el reclamo de su madre
El chico no esperó otra palabra más. Asintió y se adentró directo a la habitación de su novio, dejando a dos padres viendo con el ceño fruncido a su hija.
-¿Me puedes decir que está pasando contigo? -habló de nuevo la señora Kim
-Nada, no está pasando nada
-Ultimamente te has estado revelando con nosotros, ¿qué te pasa Jennie? -la mujer coloco sus manos en su cintura exigiendo una explicación
-Ay mamá por Dios -rodó sus ojos- Los tres sabemos perfectamente que mi hermano necesita más a su pareja que a cualquiera de nosotros. Es tonto que le neguemos la entrada.
-Pero hija...-habló por primera vez su padre -Tú no solías ser así de... corazón frágil, siempre has sido más fuerte e inteligente que tú hermano en este sentido
Jennie sonrió con amargura.
-¿Tratar como mierda a la gente es sinónimo de ser fuerte e inteligente?...como se ve que no saben nada
-¿Que dices niña? -se quejo su madre -No tienes derecho a decirnos...
-¿Que no saben nada? -completó la frase. Resopló. -Díganme a qué edad se enteraron que yo me caí de la bicicleta y que el que me curó fue mi hermano. Díganme cuando supieron que muchas de las travesuras que hice Seokjin fue quien se echó la culpa. Les pongo algo sencillo, ¿cuál es el nombre del mejor amigo de mi hermano cuando estuvo en Ulsan?...¡Díganme a qué edad se enteraron que yo estuve embarazada y Jin fue el que me ayudó a abortar!
Ambos padres abrieron sus ojos sorprendidos, querían reclamar pero la sonrisa amarga de su hija se los impedía. La chica volvió a retomar la palabra.
-¿Aún siguen pensando que la fuerte e inteligente soy yo?, si quien ahorita el que está postrado en aquella cama sin ver nada es el mismo que ha sabido salir adelante sin su apoyo -se limpió unas lágrimas de sus ojos -Háganse llamar "papás" por primera vez y apoyen lo que su hijo decida, y si entre ello está ser novio de Kim Namjoon...
La chica no terminó la frase, era más que obvio lo que querría decir. No quiso seguir hablando, prefirió salir de ese lugar e irse a la cafetería, cosa que sus padres no impidieron. No tenían palabras ante lo que les había dicho Jennie, les sorprendió ese cambio tan drástico en su forma de ser, no sabían si debían regañarle por esa noticia de que estuvo embarazada o sentirse mal por 19 años desperdiciados...ante ello no sentían el derecho de nombrarse "papás", no conocían nada de sus hijos, en especial del chico.
Ambos se sentaron en las sillas del pasillo, Jennie llegó 20 minutos después con su café y se sentó igualmente pero a 3 sillas de distancia de su padre. Nadie dijo nada en los 15 minutos posteriores.
Al escuchar unos pasos acercarse, el trío se dió cuenta que era el doctor Han con unos papeles en mano, les saludó cordialmente y les indicó que entrarán nuevamente a la habitación, tenía los resultados de los estudios de Seokjin.
-¿Ya saben por qué no veo?- preguntó el castaño una vez que todos estuvieron dentro
-Así es Jin -habló serio el doctor -La resonancia indicó que tú lesión no es un problema de tu cerebro, lo cual significa que si hay una cura
Todos sonrieron, esa era una excelente noticia...
-Pero la fundoscopia arrojó otra cosa- continuó el doctor, quitando la alegría de los presentes -Tu problema es directamente ocular, la caída provocó que tus córneas se desprendieran de su lugar, y debemos de hacer una queratoplastia
-¿Y eso que significa doctor? -pregunto el señor Connor
-Signfica que Jin necesita un donante de córneas, porque si las suyas no son reemplazadas, quedará ciego permanentemente...
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Aquella noche 5 personas lloraron ante la situación...
Dos padres junto con su hija rogando que por favor fuera una pesadilla.
Un chico internado en el hospital, suplicando que todo esto acabara, pidiendo que aquel desgraciado se pudriera desde donde quiera que se encontrara, pensando en que hubiera sido de él si no lo hubiera conocido.
Un joven llorando mientras apretaba las manos de su madre, escondiendo su cabeza entre sus piernas al momento en que su hermano sobaba sus hombros tratando de consolarlo.
Era una esperanza el que Seokjin pudiera recuperar su vista, pero encontrar una persona que quisiera ser el donante era lo complicado. El doctor dijo que haría todo lo posible para conseguir un donante fallecido pronto, pero las probabilidades aún así se encontraban en juego.
El tiempo seguía avanzando.
Una semana...
Dos semanas...
La desesperación consumía a todos al preguntar cada día si ya había un donante, obteniendo la negativa del hospital. Connor comenzó a investigar por su propia cuenta, pidiendo ayuda a contactos que pudieran dar algún tipo de información útil.
Tres semanas...
Un mes completo...
Cuando le quitaron los vendajes al castaño no veía nada, mas que ligeras sombras y eso mal percibidas. Ahora era imposible distinguir algo, comenzaba a acostumbrarse a ir tentando los lugares, a escuchar solamente las voces y no ver de nueva cuenta los colores que alguna vez el disfrutaba. Extrañaba la escuela, a sus amigos, extrañaba ir con su novio al parque o por un helado...anhelaba con todo su corazón volver a ver su rostro.
Pero era imposible...
Esa noche fue la decisiva para todos los presentes en aquella casa. La señora Kim no estaba de acuerdo con la opinión de su criatura, pero no había marcha atrás, la decisión ya había sido tomada.
Persignó su rostro y le abrazó, era un sentimiento encontrado por parte de los integrantes de esa familia...pero sabían que era lo mejor que podían hacer. Casi dos meses sin noticias de nada ni de nadie...
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Era 12 de octubre cuando los Kim ingresaron al hospital. La madre limpió por última vez sus ojos, Connor sobó sus hombros y Jennie estaba decidida.
-Buenos días, queremos hablar con el doctor Han -saludó la más grande -Es sobre la queratoplastia del paciente Kim Seokjin, ya...ya hemos encontrado donante
La enfermera tecleó unas cosas en el computador, la familia estaba nerviosa. Jennie vio a su alrededor, quería grabarse todos los colores posibles, recordar su forma, su textura, giró el rostro hacia las personas, hubo algo que llamo su atención.
-Mmm...lo siento, pero el doctor Han no esta disponible en este momento -se diculpó la enfermera
-¿Por qué?, en verdad es muy importante, ya no quiero que mi hijo se encuentre en este lugar.
-Es que enserio no puede atenderles señores Kim, se encuentra ocupado
-¡Pues vaya y dígale que queremos verlo! -se desesperó -¡Mi hijo está allá adentro esperando un donante y no sabe cuánto nos costó tomar esta decisión!
-Tranquilícese señora...
-¡No pida tranquilidad, exijo ver al médico!
-Es que enserio no puede atenderle porque se encuentra en una operación
Azotó las manos en el escritorio, -¡Mi hijo es más importante que...
-Precisamente es sobre su hijo
La pelinegra suavizó sus facciones en cuanto escuchó esas palabras.
-¿Q-qué?
-El doctor Han no puede entenderle porque está en proceso de la queratoplastia del joven Kim Seokjin
Los tres Kim deformaron su rostro por la sorpresa. No entendían que pasaba. ¿Cuándo consiguieron un donante? ¿El hospital lo consiguió?, y si fue así...¿por qué no les reportaron la noticia?
-¿Quién?- preguntó ahora Connor -¿Cuanto tiempo tiene que inició la intervención y cuál es el nombre del donante?
-Mmm...según mis registros la intervención comenzó hace 15 minutos y el nombre del donante es...
-Mi hijo
Los tres voltearon, vieron a Min Yoongi junto con su pareja y Hakyeon, el trío hacía compañía a esos rostros que reconocieron al instante.
-Mi hijo Kim Namjoon es el donante...
-Doctor, tengo algo de miedo -susurró el chico, tomando la mano del doctor antes de colocarle la mascarilla para anestesiarlo
-No te preocupes chico, yo me encargaré de que no te pase nada -sobó la frente del moreno -Eres muy valiente al decidir devolverle la vista a tu amigo
-No es sólo mi amigo...- volteó a su derecha, viendo el rostro dormido de su amor. - Daría todo por él.
Unas lágrimas botaron de sus ojos, tenía que aprovechar su última vez para ver ese hermoso rostro, agradeció que un día anterior pudo acariciarlo, pudo besarle, pudo grabar aún más en su mente y corazón aquellas facciones de las cuales se enamoró y siempre seguiría amando.
-¿Lo amas cierto? -preguntó el doctor
-Con toda mi alma -contestó aún viendo a su novio. Sonrió al mismo tiempo en que la última gota salada brotó de sus orbes. Asintió dando señal al doctor que podía dar inicio. -Sólo una cosa más...
-Dime chico
-No le diga quien fue el donador...quiero que se quede con el recuerdo de mí como lo mejor que pudo haber visto en su vida, por favor
-Tranquilo muchacho, no diré nada. -sonrió - Ahora cuenta hasta diez, me encargaré de todo...
-Uno...
Iba caminando por la calle con su uniforme verde y pantalón gris, no se fijó lo distraído que estaba y chocó con un pequeño, provocando que su uniforme se manchara con el helado que iba comiendo.
-Dos...
Seokjin...el momento en que escuchó el nombre del niño perdido supo que sería una gran amigo para él, algo hizo click en su corazón y supo que a partir de ese momento iba a ser alguien importante en su vida.
-Tres...
Sonrió cuando volvió a ver a ese pequeño, no le importó el mal trato de sus padres hacia él,estaría siempre agradecido por ver la hermosa sonrisa que el chiquillo de 11 años le provocó.
-Cuatro...
Las mariposas se acrecentaron al recibir ese pequeño beso en la mejilla por parte de Jin, no sabía que era ese sentimiento, pero estaba claro que no era nada más que amor inocente y puro de niños.
-Cinco...
Dolor. Ese maldito dolor que inundó su alma al verlo partir con aquel otro niño que odiaba. Lo alejaron de él y ni siquiera tuvo culpa de nada. Gritar y llorar hasta que las cuerdas vocales se deshicieron...ese momento se sumó a la lista de peores días en su vida.
-S-seis...
Ser pareja de Jackson fue agradable, pero no podía seguir engañándolo ni seguir engañándose a sí mismo, aquel chico no salía de su mente. Diario lo pensaba, jamás dejaba de recordarlo...comprendió que entonces estaba enamorado.
-Siete...
Esos orbes cafés, su cabello castaño ahora cayendo en su frente, su piel blanca y suave tal como lo recordaba, fue mágico verlo después de tanto tiempo. Su sueño se hizo realidad después de tantas súplicas al cielo. Algo en él revivió, tanto tiempo de espera al fin había valido la pena...pero esos sueños se derrumbaron cuando llegó a su lado ese otro chico por el cuál sentía remordimiento, mencionando la frase que jamás quiso oír "Jin y yo somos novios"
-O-och...ocho
El dolor en su mejilla fue algo que le sorprendió por parte de su amor platónico, supo que no era de confiar la que se hacía llamar su "amiga". Ya basta de sufrimiento, ya no soportaba tener que estar viendo pasar el tiempo sin el castaño a su lado, se armó de valor y al mencionar esa frase supo que era el mejor día de sus vidas...por fin Jin era oficialmente su pareja y nadie iba a lograr separarlos por nada en el mundo.
-Nue...nueve
De nuevo dolor, decepción, traición. Se sintió estúpido por haber confiado en Jennie, pero no iba a crear remordimiento hacia ella, es sólo un chiquilla inmadura, no tenía bien definido el bien y el mal, no tenía culpa. Todo esta situación la agradeció al final, él era inocente y agradeció por saber que su novio siempre confió en él...ese día fue incluso más especial que el día en que se hicieron pareja.
-D-diez...
Sus labios, su rostro, su cuerpo...era perfecto. Lo conoció en todo sentido, se alegró que fue su primera vez de ambos haciendo el amor, una marca permanente para los dos enamorados, supieron desde ese momento que ellos estaban destinados a estar juntos...pero tristemente ese "unidos de por vida" no fue cierto.
Saber que ahora el amor de su vida estaba ciego fue algo horrible de saber. Después de tanto pensar supo que era lo correcto, lloró en la sala de su casa mientras su madre lo persignaba, sabía que ella no estaba de acuerdo con su decisión y mucho menos su hermano, pero por su novio haría lo necesario para que se encuentre bien...incluso aunque la consecuencia fuera perder la vista.
Sonrió por última vez antes de que la anestesia cumpliera su efecto, lo único que iba a extrañar eran los colores que tanto apreciaba ver, la sonrisa cuadrada de su hermano, el pelaje de Yeontan, la sonrisa de su madre...todo de Seokjin.
-Te amo...
Cerró sus ojos.
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Su cabeza dolía. El beep retumbaba en su cabeza y molestaba ese ruido. Tocó su cabeza y sintió de nueva cuenta las vendas en sus ojos, por un momento se sintió desorientado, pero se sintió más tranquilo al recordar que fue su operación, no recordaba con exactitud hace cuanto tiempo fue, lo único que anhelaba era que la intervención fuera un éxito.
-Jinnie querido, al fin despertaste -sonrió cansado su amigo viendo con alegría a la segunda persona que se hallaba junto a ellos
-¿Ha-Hakyeon? -frunció el ceño -¿Qué día es?
-14 de octubre querido, dormiste bastante
-¿Sí?...sólo sentí que fueron horas
-No lindo, ya nos empezabas a preocupar
-¿Mis padres?
-En la cafetería, nos dejaron verte por un rato
-¿Nos?...¿quién más está contigo?
Hakyeon miró con complicidad a la tercera persona. Asintió.
-Hola Seokjinnie, tanto tiempo de no verte
El muchacho se levantó de golpe al escuchar esa voz. Nunca podría olvidar ese tono suave y al mimso tiempo misterioso. Ese chico cuyas "rarezas" lo hacían único.
-¿Leo?
-Sí chico, ¿me extrañaste?
La felicidad era inalcanzable en esos momentos, tenía tantas preguntas en su cabeza pero hizo caso omiso a todas al sentir esos brazos delgados rodeando su cuerpo.
-Te extrañé mucho, Ulsan no es lo mismo sin ti -tocó las mejillas de nuestro chico
-Pero...¿cómo supiste que estoy aquí?..¿cómo..?
-Tantas llamadas a tu teléfono sin contestar hicieron a mis ranas preocuparse y por tanto también me preocupé. Conseguir una cita con Kim Connor es más difícil de lo que pensé -bufó
-Aiñ Leo, es una sorpresa enorme tenerte aquí, ya quiero verte -tocó con su derecha la cabellera de su viejo amigo, haciendo un recorrido hasta sentir sus mejillas y labios -Estás más delgado ¿no?
-Bajé de peso y mi cabello sufrió un cambio...te sorprenderías al verlo de este nuevo color
-Rayos, ya quiero que me quiten estas cosas -señaló los vendajes -Mi Nam se alegraría de conocerte...por cierto, ¿y Nam?
Leo miró con rostro serio a Hakyeon, el cuál sólo guardó silencio, cosa que hizo que la preocupación se instalara en el pecho del castaño.
-Él...él no pudo venir
-¿Por qué?
-En...en su trabajo le dijeron que si no se presentaba tendría problemas, así que asistió -mintió
-Ahh, bueno -suspiró aliviado -Me había asustado, ojalá le vaya muy bien
-Sí querido...igual espero eso -sonrió con tristeza.
El corazón de Hakyeon se estrujaba, quería llorar y decir la verdad pero la mano de Leo sobre su hombro impidió que lo hiciera, carraspeó la garganta guardando esa noticia que le destrozaría el alma a su amigo...
16 de octubre
-Comenzaré a quitar las vendas -anunció el doctor
Tomo las tijeras y cortó una parte de la venda por la parte posterior del cráneo del chico. Comenzó a rodear su cabeza retirando capa tras capa del vendaje. La presión de sus ojos fue disminuyendo, suspiró al sentir sus ojos libres, únicamente con parches cubriéndolos.
-Los retiraré Jin, dime si sientes dolor
Jalo las orillas de las cintas de las curaciones. Se sintió un poco incómodo el chico por el ligero jalón de la piel de sus ojos.
-Listo chico, ábrelos despacio
El castaño comenzó a abrir poco a poco sus orbes. Su corazón se aceleró al poder ver borroso pero capaz de distinguir colores. Sonrió en demasía al desviar su vista al resto del cuarto, logrando identificar las siluetas de sus padres y hermana.
-Puedo ver -anunció -¡¡Puedo ver!!
Su familia se acercó con la alegría al máximo, lo abrazaron y besaron, agradeciendo que la operación haya sido un éxito.
Al fin su vida volvería a la normalidad, se sentía muy contento por haber tenido a su familia celebrando con él. Pero hubiera sido aún más genial si cierta persona lo hubiera ido a visitar, si esa personita que tanto anhelo ver en ese día lo hubiera recibido con un beso y un abrazo como espero...ese 16 de octubre, Namjoon no se presentó.
Un dia...
Dos días...
Tres días...
Cuatro días sin saber nada de él. Se sentía enojado pero la tristeza era aún más grande en su interior. Se sentía por un lado angustiado ¿y si le había pasado algo?, quizás por eso no lo ha visitado, pero también cabía la pregunta ¿y si Nam estaba bien y simplemente se hartó de esperar?.
Agitó su cabeza quitando esa idea de su mente, alejó su plato de comida, el hambre se le había quitado, lo que también le molestaba era que a pesar de que preguntaba a todos dónde estaba su novio, todos le daban la misma respuesta "trabajando" o "no puede venir", ya era algo muy sospechoso que hasta Min Yoongi le dijera eso. Hoy era el día en que sería dado de alta y esperaba verlo para reclamarle el porque tantos días de ausencia.
Se acomodó en su lugar al escuchar la puerta abrirse y ver a sus padres ingresar a la habitación.
-Hola hijo -saludó con voz suave su madre
-Hola -sonrió débilmente -¿Ya me van a dar de alta?
-No mi amor, dentro de unas horas -se acercó a su lado -Hemos venido por otra cosa
-¿Qué cosa?
La señora Kim dió una señal con su mano, Jin dirigió su vista de nuevo a la entrada sorprendiéndose por la persona que entraba por esa puerta.
-Tae...
El chico no contestó, sólo alzó sus cejas en una débil sonrisa.
-Tae -volvió a repetir -Que sorpresa verte aquí, no...no me imaginaba que vendrías
-Pues aunque no lo creas si me preocupas y te pido disculpas por no haber venido antes
-No pasa nada -sonrió
-Seokjin seré breve -habló con la voz dura que caracterizaba al adolescente -He de admitir aquí delante de tus padres que no me agrada tu familia -se dirigió a los adultos - Y que a pesar de que su hija haya dicho la verdad aún así causaron mucho dolor en mi casa, cosa que de mi parte no tiene perdón.
Los señores Kim se incomodaron ante lo dicho por el chico, pero no dijeron nada, callaron dejándolo proseguir.
-En cuanto a ti -se regresó a Jin -También no es de sorprenderse que no me agradas en su totalidad, pero igual admito mi culpa por ser tan cruel contigo, eres muy buena persona y si no podemos ser amigos, al menos te pido que nos llevemos bien como conocidos
Esas palabras conmovieron a nuestro castaño. Sonrió como respuesta y asintió.
-Tae...-volvió a llamarlo -¿Puedo hacerte una pregunta?
-Mjm
-¿Y tu hermano?...¿por qué no ha venido a verme?
El menor resopló. -Justo por eso venía a verte -rascó su nuca -Nunca voy a entender el motivo por el cual mi hermano se enamoró de ti, pero supongo que cada persona le llega de distinta manera el amor...
Seokjin comenzó a preocuparse al ver los ojos del menor de los Kim cristalizarse. Eso no era buena señal.
-A pesar de las veces que lo hiciste sufrir, su cariño por ti fue aún más grande, y...te agradezco por las sonrisas que le sacaste a mi hermano...lo reviviste después de tantos años sin darle sentido a su vida.
-¿A que viene todo esto Taehyung?
-Ten..-el menor le extendió una carta que sacó de su pantalón -Es para ti
Jin tomó la carta y comenzó a leerla.
Para mi amado Kim Seokjin:
Mi amor, antes que nada si estás leyendo esto quiero decirte que me alegra mucho que tu operación haya sido un éxito. Supliqué tantas veces al cielo porque tú te recuperaras y esta carta que tienes en tus manos es signo de que mis esperanzas fueron hechas realidad.
He de confesar que no soy bueno escribiendo cartas, me es más fácil decir las cosas de frente, pero tristemente las situaciones me impiden hacerlo. Te estarás preguntando "¿qué quieres decir?".
El día que te conocí no tenía claro que era lo que sentía. Me hiciste muy feliz cuando aceptaste ser mi amigo y a pesar del evento que ocurrió después de irte a dejar a tu casa cuando te perdiste, quise saber más de ti. Sonará muy grosero pero, agradezco mucho el que te hayas perdido y no llevaras teléfono, creo que si no hubiera pasado eso, nunca nos hubiéramos conocido.
Creo que ambos nos dimos cuenta que a pesar de las circunstancias, hicimos todo lo posible para vernos, para ir como siempre al parque a jugar y comer un helado o un vaso de fruta ¿lo recuerdas?. Siempre recordaré las veces que me enseñaste a jugar videojuegos y que te reías de mí por no saberlos jugar pero igual estará en mi mente tus berrinches cuando te ganaba en juegos de destreza. Todo eso me estaba enamorando, pero a esa edad no lo reconocía porque no sabía con exactitud que era el amor.
Cuando te fuiste a Ulsan, fue el pero día de nuestras vidas. Las noches de insomnio y los lloriqueos fueron algo que me marcaron, y te pido una disculpa en nombre de mi hermano por ser muchas veces tan grosero contigo, pero él era testigo de mis lamentos y el sufrimiento por el que día tras día yo rogaba por el que tú regresaras.
Cuando te volví a ver, yo me sentí muy agradecido, aunque no fue de la manera en que a mí me hubiera gustado, sonreí en mis adentros al saber que ya estabas de regreso, y he de confesar que aunque llegaste con novio, yo iba a dar mi lucha para que tú me pudieras hacer caso. No sabes cuanta felicidad llegó a mi ser cuando aceptaste ser mi pareja, fue ahí en ese momento que supe que todas mis lágrimas habían valido la pena.
Espero que nunca te olvides de la ocasión que estuvimos juntos en cuerpo y alma por primera vez. Tenías razón, no fue sexo, hicimos el amor y me siento muy halagado de que mi primera vez haya sido contigo al igual que tu primera vez haya sido conmigo. Nunca voy a olvidar tus besos, tus caricias, incluso tus pequeños gemidos en mi oído pidiendo más. No quiero sonar como un pervertido, pero eso me motivaba a seguir contigo, a sonreír cada mañana agradeciendo que iba a poder verte.
Siempre has sido el motivo de mi existencia.
El día que me dijeron que tuviste el accidente y que estabas en el hospital, no me importó mi trabajo ni mi familia (aunque suene egoísta), fui corriendo hacia ti. Los días de desvelo y nuevamente súplicas al cielo surgieron efecto cuando tu hermana nos dio esa oportunidad para poder verte. Quiero dejar en claro que a pesar de las cosas terribles que hizo, estimo mucho a Jennie y me alegra mucho el saber que su actitud haya cambiado. Sólo tiene 17 años, no te enojes con ella, trata de entender que también ha tenido una vida difícil, sólo que no supo diferenciar lo que estaba bien a lo que estaba mal.
No quiero hacer más larga esta carta, quizás ahorita aún sigas confundido y no entiendas el motivo de la misma. Trataré de decirlo con mucho tacto y sin lastimarte mi amor.
Vuelvo a repetir, si estás leyendo esta carta quiere decir que la operación fue exitosa. Sé que tienes muchas dudas y te pido disculpas por no ser directo y preciso, igualmente no te enojes con tus amigos ni con tu familia ya que yo mismo les he rogado que no dijeran nada.
Recuerda que "Sólo el sol y la luna serán los únicos testigos de nuestro amor" y espero que mis ojos te ayuden a seguir viendo cuán inmenso es mi amor hacia ti. Siempre fuiste, eres y serás mi único amor Kim Seokjin.
Te amo con toda mi vida. Sé feliz y ten los hijos que más tu anhelas. Nunca dejes de sonreír que es una de las coas que te hace el ser más hermoso del mundo.
Muchas besos hacia donde estés.
Kim Namjoon.
El chico dejó la carta en sus piernas. Tenía un tormenta de sentimientos acechándolo. No sabía si llorar o gritar.
-¿Dón...dónde está Namjoon? -preguntó a Taehyung -¡¿Taehyung dónde está tu hermano?!
-Sólo tienes que saber que siempre te cuidará desde donde está...siempre te amará Jin -musitó con voz entrecortada
Seokjin abrió los ojos de sobremanera. Negó con su cabeza la indirecta del chico, se giró a ver a sus padres e igualmente vio pesar en sus miradas.
-No es cierto...es una maldita broma -tomó su cabellera con desesperación -¡¡No es cierto!!
-Jin, mi amor...
-¡¡Cállense, lo que me digan no es verdad!! -lloró -¡Debe de estar allá afuera, esto es una jodida broma!
Lanzó a lo lejos la hoja de papel y colocó en la orilla de la cama. No le interesó el dolor en sus muñecas, se desconectó de todo los aparatos y la intravenosa, dejando a sus padres y a Tae en el cuarto a pesar de que lo llamaban a gritos. No hizo caso a los rostros de sus amigos en la sala de espera, únicamente fue hacia donde su mente le indicaba.
Bajó por el ascensor, una vez que estuvo en la planta baja corrió hacia la salida. Desorientándose por donde estaba. Corrió a toda velocidad a su derecha, ignorando el dolor en sus pies por la acera caliente.
Llegó a la esquina con la respiración agitada, dejándose caer de rodillas totalmente derrotado. Desgarró su garganta por los gritos de sufrimiento que daba, tomó su cabeza desesperado, gritó una vez más pero su voz se fue cortando hasta quedarse mudo.
Lloró desconsoladamente.
-Nam...mi Namjoon -sorbió por su nariz -Eres un idiota, te odio
Sujetó su cuerpo, tratando de apaciguar el dolor en su cuerpo...el dolor en su corazón.
-No me puedes dejar -susurró -No puedes...¡¡No puedes!!
Azotó su puño en el pavimento. Quiso echar a correr nuevamente cuando escuchó las voces de sus amigos acercándose a él, pero no podía, no tenía fuerzas. Miró hacia delante en un punto lejano, dejando que sus lágrimas salieran a montones.
-Mi Nam...¡¡NAMJOON!!
Esperen por el epílogo❤️
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