Epílogo
POV. Jin
8 años después...
Já, que ironía.
Cuando éramos niños, yo fui el que se alejó, pero puede decirse que me fui para después volver.
¿Y tú?
Ahora te tocó a ti irte, pero creo que te tomaste enserio eso de irse y no regresar.
No sabes cómo te odio. Te odio por haberme dejado cuando siempre me prometiste estar conmigo, te odio por no confesarme tus intenciones, te odio mucho...
Pero así como te odio te sigo amando tonto.
Antes me encantaba verme en el espejo, ahora no puedo ver mi reflejo ni un minuto porque el hermoso brillo de tus ojos me tortura. Fuiste un enorme tonto al haberte arriesgado de esa manera, pero cada que una crisis de miedo quiere comenzar, me relajo a mi mismo, pensando en que al menos me dejaste algo para siempre recordarte.
Eres un tramposo, me dejaste más cosas de las que yo te dejé a ti. Me dejaste tus besos, tus sonrisas, el collar que en nuestro aniversario me regalaste, tus preciosos ojos café claro... ahora entiendo porque alguna vez te dije que amaba tus ojos...¿Recuerdas ese día?, espero que sí.
Me duele saber que no estás aquí, porque si tú estuvieras conmigo, impedirías que los demás me tratarán como un lunático.
¿A qué me refiero?...todos se han empeñado en decirme que aquel día de la operación te quedaste en la plancha, que falleciste. Pero siempre les digo que hay algo en mi que me dice que no es cierto, que sigues con vida, pero no me escuchan y eso me duele. Quizás lo hacen para que yo me resigne a tu partida y no te busque, pero lo que no notan es que jamás me voy a resignar, ¿Por qué?...es sencilla la respuesta: Tu no lo harías
Te has perdido de muchas cosas aquí en Seúl. Seré breve...
Terminé la universidad, por fin cumplo mi sueño de ser Licenciado en Artes, aún no tengo proyectos grandes, pero los que he hecho me han bastado para sentirme satisfecho. Ahora mismo me encuentro trabajando en una casa con chicos con alguna discapacidad, haciendo música y enseñándoles a tocar instrumentos.
Tu hermano se graduó hace 2 años de la Universidad, ahora tiene su propia veterinaria como tanto soñó, deberías de ver su cara cuando le llegan animales a su clínica. Mi relación con él mejoró, no somos grandes amigos, pero ha ido a visitarme a casa o igual lo visito en la suya.
Tu madre está cada vez más viejita, sin ofender, pero aún así siempre sonríe, no sé si sea algo sincero o simplemente lo hace para no hacerme sentir mal. Aún así nos hubiera gustado ver tu reacción ante el nuevo lugar donde habitan ella y Tae.
Tienes un hermano excelente, cumplió el sueño que tanto quisiste desde niño, ahora viven en una casa de dos pisos, con fachada blanca y tejas rojas, con un jardín precioso lleno de árboles y rosas.
Si te llegaste a preguntar por mi familia, bueno...mis padres siguen viviendo en la villa, mi madre le donó su empresa a mi hermana. Deberías de ver el cambio radical que tuvieron, mi padre donó parte de sus ganancias para mejorar el parque donde siempre veníamos de niños y también ese dinero se fue a centros de apoyo para la gente que más lo necesita. Mi hermana sigue siendo un poco caprichosa y berrinchuda, está comprometida con un chico que fue compañero de su escuela, ¿Y adivina qué?...pronto seré tío.
El maldito de Jaehwan está en la cárcel, le dieron bastantes años por intento de homicidio. Mi hermana días después de la entrega de tu carta, confesó que quien le había ayudado a su mentira del collar fue Hyejin. Buscaron a la chica por días, hasta que al fin dieron con ella, no la metieron a la cárcel pero si a una clínica de rehabilitación psiquiátrica. No supe muy bien el reporte de la policía, fueron las únicas noticias que nos dieron.
Mi sonrisa que tenía hace unos segundos se borró nuevamente al recordar todo esto. No me gusta pasar por esta sensación dolorosa, he ido al psicólogo pero no ayuda de mucho. Cada año es lo mismo, ese maldito día...ese 20 de octubre quizás fue nuestro viernes 13.
El 20 de octubre de hace 16 años, nos alejamos.
El 20 de octubre de hace 8 años, te alejaste de mí.
Azoto mi cabeza en el árbol donde estoy recargado, limpiando con rudeza las lágrimas de mis mejillas. Abrazo mis piernas con fuerza y recargo mi mentón en mis rodillas, viendo a lo lejos esos piecitos correr a toda velocidad.
El día que llegaron a mi vida, me hicieron llorar de alegría y devoción. Esa pequeña niña de 4 años y ese chiquillo de 5. Nuestros hijos, Hayun y Jongsu.
Cumplí la promesa.
Todos los días me piden venir aquí, a nuestro parque. Ahora ya no sólo están el columpio, la resbaladilla y el sube y baja; también se añadieron más juegos como una rueda, unos aros, arreglaron el pasto y ya no es simple terracería.
Hayun es una hermosa pequeña, creo que incluso se parece en algunas cosas a mí, es un poquito berrinchuda, siempre sonríe y cuando algo le molesta o su hermano le hace bromas, se enoja. Deberías de ver lo tierna que luce cuando arruga su naricita. No es por nada pero es la consentida de su tío Tae. Ya le he dicho que no la llene de juguetes, pero no me hace caso.
Nuestro pequeño Jongsu es un niño tan dulce que te enternecerías al primer instante. Ama a los animales igual que Tae, y así como le hace travesuras a su hermana, la proteje de todo. No cabe duda que de más grande será un hermano bastante celoso. Este chiquillo es el amor de Jennie, lo carga, lo consiente y lo llena de peluches de Ryan...tiene el mismo gusto por ese personaje al igual que tú Nam.
Ambos son muy nobles de corazón, y es por ellos, por estos angelitos que me permitió la vida que trato de ser fuerte, de luchar por ellos.
-¡¡Papii!! -la voz de Jongsu acercándose me saca de mis pensamientos. Me limpió con rapidez las lágrimas y me pongo de rodillas para recibirlo con un efusivo abrazo
-¿Qué pasó corazón?
-Hay que ir con el tío TaeTae, me prometió dejarme ver a los gatitos
Sonrió mientras le quitó unos mechoncitos de cabello de su frente.
-Mi vida pero el tío TaeTae tiene mucho trabajo
-Él me prometió que los podía ver hoy -hizo un pucherito - ¿O podemos ir con la tía Jen?
-Ay mi niño, si el tío Tae está ocupado, la tía Jennie estará peor -río
-Rayos
-Mmm, ¿Qué te parece ir un rato con la abuela?, tiene días que no la visitamos
-Sí, si, si -comenzó a dar brinquitos en su lugar -Quiero de su tarta de manzana con leche de chocolate, y hay que jugar con los hijos de Yeontan
-De acuerdo cariño, vamos -me pongo de pie y sacudo mis pantalones -Jongsu ¿Y tu hermana?
-Jugabamos juntos pero después corrió muuuy lejos
-¿Cómo que corrió lejos? -dije preocupado
-Sip, es que ayudó a una señora a recoger sus frutas que se cayeron y yo vine contigo
-¡¿Pero...por qué la...?!, nunca dejes a tu hermana Jongsu -salimos caminando a la dirección donde me indicó mi hijo. Afortunadamente estaba platicando con un chico que estaba sentado en el pasto.
Corrimos hasta donde ella y la tomé de su manita.
-¡Hayun, no te vuelvas a alejar de esa forma!...¿Entendiste? -dije al borde de la desesperación
-Pedón papi, es que estaba paticando con mi amigo -dijo con voz inocente mi pequeña. La tomé de su manita y la acerqué junto a mí
-Una disculpa joven -hablé - Si mi nena le molestó, le pido perdón.
Pude ver como en joven con cabeza gacha llegó a sonreír.
-No te preocupes, no cabe duda que es una princesa -dijo con voz grave aquella persona
Incliné mi cabeza confundido. El joven alzó poco a poco su cabeza, dejando ver su rostro.
El cabello negro.
Color de piel canela.
Esa cicatriz en la mejilla.
Unas gafas color negro cubriendo sus ojos.
-Cumpliste tu promesa mi amor...
.
.
.
.
Imposible...
-¿Namjoon?
El amor es algo complejo. Muchos dicen que es lo mejor que te puede pasar en la vida, otros piensan que es una cosa extraña que es mejor evitar, pero cada persona es un mundo distinto. ¿En cuál te encuentras tú?
Estos chicos nos trataron de enseñar una lección: "Las clases sociales no deberían ser obstáculo para el amor". ¿Qué importa si eres rico o pobre y te enamoras de alguien de distinta clase? ¿Qué importa si eres blanco o moreno y te enamoras de alguien de distinto color?...mientras esa persona y tú se quieran y se respeten, lo demás no debe de importar.
Seokjin siempre valoró las cosas que su novio le daba. Jamás se quejó de que a Nam no le alcanzara para un excelente regalo, nunca le interesó el ser rico. Estaba consciente que todo ese dinero no se lo iba a poder llevar a la tumba, entonces ¿por qué vivir con el ego al máximo humillando personas?, no valía la pena.
Namjoon como nos pudimos dar cuenta, siempre luchó para dar lo necesario a su familia, convirtiéndose a tan corta edad en "El hombre de la casa", nunca se avergonzó de ser pobre, incluso le daba orgullo que a pesar de sus orígenes, podía lograr la mayoría de cosas que se proponía.
Bien dicen que "el amor no tiene precio", pero nos demostraron que muchas veces debes de luchar contra los obstáculos, debes de poner tu felicidad en juego para que aquella persona pueda tener la suya...ese es "El precio del amor"
Gracias
++Danijimin13++
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