-¡¡Kim Seokjin, qué demonios crees que haces!!

Ambos volteamos con rapidez hacia atrás

-Carajo, Ken

Mi novio se encuentra caminando a gran velocidad hacia nosotros, ¿cómo demonios pasó? ¿cómo supo que estaba aquí?.  Namjoon me pone detrás de él al ver como Jaehwan se encuentra a solo unos pasos de nosotros, por su expresión está totalmente fúrico.

-K-ken yo...¡NAMJOON!- un golpe en la cara de mi amigo provoco que cayera al suelo cubriendo su labio

-¿¡Enserio Seokjin, con este inútil!? 

-P-pero Ken, n-no hicimos nada ma...

-Y no me iba a esperar a que lo hicieran- me toma fuertemente del brazo y comienza a jalarme

-Ken d-déjame me lastimas- me quejo tratando de zafarme de su agarre pero me es imposible, es más fuerte - ¡Naam! -estiro mi brazo para que Namjoon me tome, es inútil

Nam se levanto del suelo y corrió para detener a Jaehwan, pero es un intento en vano, mi novio me subió al auto y salió disparado hacia la carretera. De nuevo sucede...otra vez no.

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120km/hr...no sé que da mas miedo, si la velocidad o la furia de Jaehwan en este momento.

-¡Ya no me grites Ken, ya basta!- grito desesperado y con lágrimas en los ojos

-¡¿Y entonces que quieres que haga eh?!, yo de idiota creyéndote que estabas en tu casa, y resulta que estás con ese negro

-No debo de pedirte permiso para salir con mis amigos

-¿Amigos?, ¡¿Amigos?!, ahora resulta que todos son tus amigos ¿no?, ¿qué sigue, que tus "amigos" te la metan y yo quede como un pendejo?

-Cállate Jaehwan, me estás ofendiendo- me limpio mis lágrimas -Eres un idiota -esto último lo susurro, ya no quiero seguir peleando

Entramos a la villa, ya es noche, ya quiero darle fin a este día. El auto se estaciona frente a mi casa. Mi tonto novio se baja del auto primero y literal corrió para abrirme la puerta y sacarme con rudeza.

-Suéltame, no me trates así -me zafo del apretón en mi brazo

-Escúchame Seokjin...- me dedico a ver el suelo, no quiero mirarlo, pero sus manos toman mis mejillas y forzan a que suba la mirada para que lo observe -Te dije Escúchame Seokjin

-Suéltame

-Cállate y escucha, no quiero volver a hacer una escenita como esta, tú eres mi novio y punto, y sabes muy bien que odio a los que no son como nosotros y más aún al marginado de tu "amigo"...fui amable con él, a la próxima no creo que sea así

-No me amenaces Jaehwan, no tengo miedo -dije con voz segura, pero la verdad es que por dentro estoy temblando

-Ya dije, así que tú sabrás si vuelves a hacer algo estúpido -aprieta más mis cachetes, sacándome un jadeo de dolor, pero el castaño lo aprovecha y me da un asqueroso beso -Te veo mañana mi amor

Suelta mis mejillas sin delicadeza y sube de nuevo al auto haciendo chirriar las llantas en el pavimento. Observo como se aleja, quedándome parado afuera de mi casa como un idiota. Me quedo pensativo por un momento, ¿cómo demonios supo dónde estaba? ¿quién le habrá dicho?. Miles de preguntas se formulan en mi mente, pero ninguna puedo responder. Es en este instante donde recuerdo las palabras de Leo antes de salir de Ulsan, ¿a esto se refería con tener cuidado?, no lo creo, ¿o sí?

Me giro para poder caminar hacia la entrada, ya quiero que sea otro día, pero curiosamente algo llama mi atención...la cortina de mi cuarto está abierta y una pequeña mirada se asoma a través de ella. Subo mi rostro para poder ver de quien se trata, pero la cortina se corre, cerrándose de nuevo.

Esperen, ahora que lo analizo no fue una coincidencia que Jaehwan me haya encontrado...alguien le dijo.

Y yo sé quien fue...

-¡¡JENNIFER!!

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Narrador

Antes de la tragedia...

Kim Jennie se encontraba peinando su lacio y hermoso cabello, aquellas extensiones rosas que suplicó, lloró y pataleó para que sus padres le dieran permiso de ponérselas, hasta que al fin lo consiguió, porque sí chicos y chicas, Kim Jennie obtenía de un modo u otro lo que quería, no importaba como, pero lo obtenía.

Terminó el alaciado de su cabello, lo arregló con mucho cuidado, se acercó a su espejo y se dio una maquillada rápida, no tenía una cita, ni nada por el estilo, pero era obvio que nadie podía ver a Jennie sin lucir su parte más hermosa....aunque su parte más hermosa es solo su cuerpo, porque su alma estaba totalmente sucia.

-Ahora vengo mamá- escuchó la voz de su hermano en la sala de estar. Salió corriendo de su habitación y se asomó al barandal, viendo como Jin salía de su casa, sepa Dios a donde.

"¿A dónde va?" -pensó la chica

No dudo más tiempo, entró corriendo a su habitación, tomó su teléfono y su bolso y salió detrás de su hermano. ¿Qué era lo que planeaba Jin?, no lo sabía pero pronto iba a saberlo.

Siguió por detrás al chico en todo momento, cruzaron la villa, afortunadamente el guardia estaba distraído y no saludo a ninguno de los dos. El castaño caminó hacia una tienda, compró unas papas fritas...

"Ew, que asco, esas cosas son pura grasa"- pensó a lo lejos la castaña viendo como su hermano comía gustoso sus frituras.

Continuó con su espionaje, observó como Jin metía seguido las manos a su suéter, algo escondía. Su siguiente parada fue una tienda de regalos, pero no duró mucho su visita ahí.

¿Qué carajos buscaba Seokjin?

Se quedó quieto en la parada del bus, era obvio que iría al centro de la ciudad.

-Carajo ¿ahora qué haré?

No supo si fue coincidencia o causas del destino que una bocina pitó muy cerca de ella. Volteó a su izquierda y nada más que su mejor amiga Jisoo estaba en su flamante coche amarillo. 

-¡Hey, Jennie!, ¿qué haces sola?

-Shhh, callate Soo, no hagas ruido, necesito que me hagas un favor

La pelinegra del auto frunció sus cejas, -Claro, dime

-Necesito saber que planea mi hermano, ¿lo ves? -señalo hacia adelante- Va al centro de Seúl y no debo dejar que me vea, ¿me podrás ayudar?

-Ohh, si, si, claro adelante, sube

Jennie no perdió el tiempo y subió al asiento del copiloto. Esperaron unos minutos y vieron al chico abordar el bus correspondiente. Jisoo arrancó el silencioso automóvil y comenzó a seguir al transporte. No quería preguntar el motivo del espionaje de su amiga, mejor se lo diría después.

Pasaron 24 minutos de camino, el bus se estacionó en la parada frente a una cafetería, la cabellera típica de Seokjin se asomó y ambas chicas vieron como bajó del transporte. Jisoo estacionó su auto y bajaron, quedándose en las banquitas de afuera del establecimiento. Jin cruzó la calle, avanzó unos pasos más adentrándose en una joyería, en la famosísima joyería Minek.

-Amm...¿y qué es lo que buscamos Jennie?- dijo confundida la pelinegra

-Sólo quiero saber que planea mi hermano, desde hace dos días está raro, bueno no raro, sino que se la pasa dando vueltas en casa y siempre me pregunta por mamá, y ya me tiene harta, así  que quiero ver que es lo que planea

-¿Y por qué mejor no le preguntas?

-Él no es de los que me cuentan todo, no confía en mí, y no lo culpo, sabe que si es algo que me pueda hacer ver mal a mí, yo seré la primera en decirle a mis padres...o peor aún a su novio

-¿Hablas de Jaehwan?

-Sip, ese mismo

-Ahhh...Jaehwan es todo un adóniz, no es que tu hermano no esté guapo, pero Lee Jaehwan, es una obra griega en persona- dijo sonriente la chica...como toda chica de 16 años, estaba en la edad de la locura de las hormonas

-Aghh, callate Soo, suenas ridícula

-Es que es verdad...vamos, hasta tú aceptas que Ken es guapísimo

-Bueno sí, pero ahorita no estamos en el colegio para ver a Ken a escondidas, estamos en una misión de espionaje

-Está bien, está bien, me callo- Jisoo hizo un ademán de cierre, dando a entender que ya no abriría más la boca

Se quedaron sentadas, esperando algún movimiento, 35 minutos y nada. De nuevo esa pregunta en la mente de la castaña, ¿que carajos planeaba Jin?

Jisoo se encontraba bastante aburrida, no pasaba el nivel 63 de Candy Crush. Tronó su bomba de chicle, unos manotazos en la mesa hizo que apagara su celular y prestara atención.

-Mira, mira, mira, al fin Seokjin salió de la joyería y no va solo, va con...imposible

-¿Qué, qué?, dime- dijo confundida la pelinegra

Jennie no contestó, buscó apresurada su teléfono en su bolso mientras observaba como ingresaban a una heladería a un lado del establecimiento. Fue directo a sus contactos, marcó un número, esperando 3 pitidos antes de que descolgaran la bocina del otro lado.

-Jennie, ¿cómo estás pequeña?

-Oppa, es algo urgente con mi hermano

-¿Con Jin...qué sucede?- se escuchó preocupado el chico

-No creerás que hace estos momentos- dijo con sonrisa maliciosa la castaña mientras veía atenta los movimientos de los chicos

-¿Por qué lo dices Jennie?

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-¿Qué pasaría si te digo que es muy probable esté acompañado del negro pobretón?

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 :3...gracias por leerlo y si les gusta regalen una estrellita <3. 

Cuídense  😘😘😘 nos vemos la siguiente actualización.