¡¡¡Emperador!!!

Krishna alcanzó a sujetar a su señor antes de que esté tocará el piso.

Poseidon temblaba en los brazos de su marina mientras sus ojos estaban tan abiertos como huevos y él más pálido que el papel.

¡Esto era imposible!

*****

El templo submarino rápidamente comenzó a reconstruirse, gracias al esfuerzo físico de sus generales, pues por alguna razón Él se sentía cansado.

¿Acaso el habitar tanto tiempo el mundo humano lo dañaba?

Podría ser.

Desde que recuerda solo despierta para luchar y regresa a dormir, nunca pasa más de medio año en la tierra, al menos no conciente del todo, la mayor parte de su cosmos siempre está dormido, de esta manera no mal gasta sus fuerzas.

Pero ahora, desde hace días, se siente...cansado. Como si hubiera peleado más de una batalla, por años. Su cosmos no logra explotar al cien, de lo contrario ya habría reconstruido su templo en un santiamén, pero por más que lo intenta no puede, este no reacciona...y no es todo, parece que enfermo.

Aquí tiene mi señor, tostadas francesas, jugo, un café negro y pan recién horneado.

Los ojos azules de Poseidon miraron con asco la comida, la cual se supone era su favorita.

Que el Emperador prácticamente se paró corriendo al baño a vomitar como cualquier simple mortal.

Esto preocupó a los demás Marinas. Sorrento les había ocultado la visita al Inframundo a petición de su señor, sabía que algo malo había pasado, pero el emperador no le dijo y él no quiso molestar, más ya estaba preocupado.

Fue un comentario absurdo del zoológico con patas (Io) lo que le hizo dudar.

Parece mujer embarazada.

¡Eso no podía ser!
¿Verdad?

Intento por medio de indirectas, pero... Por algo no era el dios de la sabiduría, hasta que se lo dijo de frente, esto molesto al emperador, el nunca había sido un pasivo y jamás....¡Oh, mierda!

De manera discreta y oculta se realizó un tes...ahora sufría el resultado.

Mientras unos espantados Marinas miraban con terror la prueba.

¿Porque no podían ser normales?