La culpa sigue.
Si bien el Inframundo nunca fue un lugar agradable...¡Ahora era el verdadero infierno!
Hades parecía animal enjaulado, la verdad es que casi todos los espectros temían acercarse a él, si no fuera por obligación, Pandora, los tres jueces y los dioses gemelos lo evitarían, el dios se había vuelto un desgraciado con todo lujo de la palabra. Incluso la misma Perséfone había regresado a la superficie ya que tuvieron una fuerte discusión y el dios del Inframundo estuvo a punto de atravesarla con su espada, si no fuera por la intervención de los dioses gemelos en este momento no habría diosa de la primavera.
Todos sabían el motivo, pero nadie se atrevía a decirlo.
Desde la partida del Dios de los mares Hades había cambiado.
¡Estúpido! ¡Mocoso imbécil! Debería agradecerme de rodillas que le devolví a sus patéticos guerreros...¡Imbécil!
El gran Hades caminaba de un lado a otro, cerca de la orilla del río Estigia, a su lado cerbero, con la cabeza escondida entre las patas, temeroso de salir, Caronte ni siquiera estaba en su puesto, habían huido a refugiarse con Lunes, es más ningún alma se había aparecido por ahí desde que el Dios llegó.
¡Estúpido Poseidon!
Furioso lanzo una ráfaga de cosmos al río, esperando que está atravesará las aguas y llegará hasta el santuario de su hermano.
¡¿Porque demonios seguía tan molesto con su persona?!
Se supone que ya había saldado la cuenta al regresarle a esos patéticos guerreros, con eso Poseidon tendría que estar agradecido....¡Pero ni las gracias le dió! No ha mandado alguna nota o alguien para agradecer...¡Tenía que hacerlo! Después de todo eso no estaba en el trato y...
Mordió sus labios molesto aguantando la rabia, cerro sus ojos con fuerza e intento alejar esa imagen que le atormenta día a día.
Esos ojos tan azules como el mar... cubiertos de lágrimas y dolor, dolor que él causó.
No puede más y suelta aquellas palabras que ha querido decir desde el primer golpe que dió.
...per... perdón... hermano.
Un susurro que solo fue escuchado por el Dios...y un enorme can, que levantó sus tres cabezas al oír esa palabra salir de los labios de su señor.
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