El tiempo de vida se marca en un pequeño reloj, el cual deja de sonar marcando que es el final, el final de una vida que ya no tiene por que estar y sin más yo realizó mi trabajó, dando avisó a esa alma "Que es la hora de descansar"

Eh visto ir a personas en diferentes circunstancias, algunas almas aceptan con facilidad lo que esta pasando y desaparecen delante de mi simplemente haciendo una reverencia, otras se niegan rotundamente y soy yo el que se las tiene que llevar a la fuerza, pero de algo estoy seguro, todos dejan lagrimas cuando se van...

Estoy en un hospital, esperando por tres almas que muy pronto se irán, ya que sus relojes estan a punto de parar, sus relojes llevan sus nombres:

*Aiko San...

*Suzuko San...

*Takato San...

Los tres relojes que debian de parar.

De la nada entraron enfermeros y enfermeras las cuales entraron al hospital corriendo con tres camillas, eran las personas a las que estaba buscando, llevaron a las personas directo a emergencias, empeze a caminar donde se encontraba una enfermera que tenia unos papeles en las manos y estaba hablando con un doctor...

- Saijo Aiko 34 años, Suzuko 56 años y Saijo Takato de 17 años, sufrieron un accidente automovilístico, todos presentan heridas graves... decia la enfermera alarmada.

Senti como un reloj vibró, asiendo que yo lo sacara del bolsillo de mi pantalón, "Aiko San" su hora había llegado, le faltaba poco tiempo, me dirigi a emergencias.

En una de las salas de operaciones, se encontraba el cuerpo de Aiko San, estaban realizando una cirugía, yo estaba a la par de este y vi su reloj, faltaban tres minutos, a lo cual pose mi mano en el pecho de esta y la levante lentamente, expulsando su alma de su cuerpo, el alma de Aiko San estaba sorprendida y no dejaba de ver aterrorizada su cuerpo al cual realizaban una cirugía, me vio a mi y me dijo...

-Dime que no es verdad, tu no puedes ser la muerte, eres un joven de 24 años que sufrio algun accidente también, dime que eso eres... yo solo la vi con lastima a lo cual volvi a ver su reloj y dije...

-Llego la hora, cincuenta segundos.... Aiko San solo cerro sus ojos, conteniendo sus ganas de llorar para después decir con delicadeza.

-Mi hijo, el se pondra bien después de que yo me valla, mi Takato... dijo poniendo sus manos en su pecho y asi mismo dibujando una sonrisa dulce en su rostro para luego verme y notar que de sus ojos caían lágrimas, simplemente me dijo... Gracias, por no ser violento... su alma se desvaneció haciendo que el monitor cardíaco dejara de sonar.

-Es tarde, la perdíamos... dijo uno de los doctores... pobre chico, despertara sin madre.... dijo otro, haciendo que por primera vez me sintiera culpable, no pude evitar ir en busca del cuerpo del chico.

Después de buscar, logre encontrarlo, me quede asombrado al ver que el joven estaba en coma y por alguna razón su reloj tenia más tiempo del que tenia anteriormente.
Entre a la habitación donde este se encontraba y me quede anonanado al verlo, un bello joven pelo negro, piel blanca como la nieve, su piel parecía porcelana fina, era simplemente hermoso, nunca antes habia visto a un humano tan bello, estaba conectado a unas maquinas y tenia la mascarilla de oxigeno puesta, sentia una calidez en mi que nunca antes habia sentido, sentia que tenia que cuidar al joven, pose mi mano en su pecho y la levante delicadamente mas que de costumbre, me sorprendi al ver que el alma del joven no estaba, ¿Como era eso posible?
Me asuste ya que no sabia donde se encontraba, pero el susto duro poco ya que cuando voltie a ver, el alma del joven estaba parado en la puerta, me estaba viendo fijamente, vestia completamente de blanco, una camisa blanca, pantalón blanco y tenis blancos...

- ¿Quien eres tu?... me dijo serio el peli negro, a lo que yo me quede fascinado con su hermosa voz, me intente acercar a él, pero el se hacia para atras cada vez que yo me acercaba... ¿Quien eres tú?....volvió a preguntar el joven, a lo que yo no tuve valor de responderle, ya que temia que si le decia quien era el se asustara y no me quisiera cerca... Ya veo, te habia imaginado de forma diferente, jamas pensé que fueras tan atractivo... yo me quede asombrado ante las palabras del joven.

-¿Tu sabes quien soy?... le pregunté con asombro.

-Claro, eres la muerte ¿No?... yo me quede sorprendido a lo que solo pude asentir con la cabeza, el me miraba de pies a cabeza... eres alto, castaño, piel con un tono como bronceada, tienes ojos verdes y pareces ¿Un ángel?... me decia mientras ponía una expresión de que no se lo podia creer... Siempre te imagine como un esqueleto con capucha negra... yo no pude evitar reir ante lo recien dicho el solo sonrió... ¿Ya es mi hora?... me pregunto borrando su sonrisa...

-Aun, no, aun te queda tiempo... le dije tranquilizandolo, el empezo a caminar y se coloco del otro lado de la cama, mirandose detenidamente...

-Enserio tengo los cachetes tan grandes... yo me empeze a reir ante su comentario a lo cual el hizo lo mismo, ambos páramos de reir y la habitación quedo en silencio y simplemente dijo... Mi madre, ya se fue ¿No es asi?... yo me senti apenado y culpable, solo pude asentir con la cabeza, estaba a punto de explicarle todo pero sus palabras no me lo permitieron... Aparte de muerte ¿Tienes algun otro nombre?

-Eh? Si, puedes llamarme Junta... dije algo confundido, mientras que el posaba sus ojos zafiros en mi, intento decir Junta pero se le salió un gallito y en su lugar dijo Chunta, simplemente se sonrojo y puso su mano en su boca... Eh? Takato San, es Junta no es Chun...fui ferozmente interrumpido

-Ya lo se, solo es un apodo ok, yo jamas me confundo... me grito a lo cual agacho la cabeza, yo me quede nuevamente anonado simplemente este chico provocaba que me sintiera asi, le sonrei...

-Me encanta, es la primera vez que me ponen un apodo tan lindo... El joven se sonrojo aún más mientras me miraba fijamente, sus ojos estaban brillando, los seres humanos son creaciones muy interesante.

Pasaron tres semanas y el joven peli negro seguia en coma, varias personas entraban a ver al joven, en estos estaba incluso su abuela que se recuperaba lentamente al menos eso pensaban ya que poco a poco el tiempo de esta se estaba agotando, aunque los demas no lo notarán.
Por primera vez en toda mi existencia, estaba teniendo una relación con un ser humano, sentia que mientras más hablaba con el alma de el hermoso joven, más me cautivaba, llegando al punto de desear quedarme con el.

El joven hablaba conmigo como si de una persona normal se tratara, se reia conmigo y me trataba como un amigo, aunque el no lo supiera habia logrado enamorar a la muerte.
Me hacía preguntas curiosas y a mi me encantana responderlas, pero cuando me pregunto quien había sido antes de convertirme en la muerte no sabia que decirle.

-Siempre eh sido el responsable de llevarme el alma de las personas, a pesar de que mi apariencia sea humana jamas eh sido uno... el me miraba sorprendido para después ponerse de pie y entrar a la habitación donde su cuerpo aun dormido se encontraba, yo lo segui y me puse a la par de el.

- Dicen que el estado de coma solo es un sueño del que tu decides regresar o no, ¿Que tan verdadero es eso?.... Fijo su vista en mi esperando una respuesta...

-Es dependiendo del tiempo que esta tenga, muchas personas ya no despiertan a pesar de tener tiempo de más, ya que ellas lo deciden asi... el dio un pequeño suspiró y se sento en el banco que estaba a la par de la cama y solo se miraba.

Senti como uno de los relojes que traia en el bolsillo de mi pantalón empezo a vibrar, sali de la habitación dejando solo a Takato-San, cuando saque este decia "Suzuko San" ya era su hora, me dirigí a su habitación y alli estaba ella, estaba dormida, repose mi mano en su pecho y antes de levantarla pense ¿Que pasara, cuando Takato San se entere? ¿Como lo tomara? ¿Me odiara? Es mi trabajo ¿No? El le tendria que entender, levante mi mano lentamente y expulse el alma de Suzuko San de su cuerpo...

-¿Que está pasando?... me pregunto el alma viendo su cuerpo, mientras que este estaba perdiendo el pulso alarmando a los doctores... ¿Acaso ya es hora?

-Ya deberia de irse, pronto su reloj dejara de sonar, "Treinta segundos"... le dije a lo que ella solo volvio su vista a su cuerpo que estaba a punto de perecer, después alzo la vista a la ventana del cuarto y un hombre se encontraba viendola, el hombre aparentaba tener unos 60 años, se miraba preocupado y de sus ojos caian lagrimas, ella al verlo solo empezo a llorar y sonreia.

- ¿Fue una buena vida?... le pregunté con seriedad, mientras que ella con una sonrisa y lágrimas respondió...

-La mejor... Después de eso su alma desapareció en frente de mis ojos haciendo que el monitor cardíaco dejara de sonar y haciendo que los doctores dejaran de intentar volverla a la vida, mientras que el hombre fuera de la habitación lloraba desconsolado...

Volví a donde se encontraba el alma de Takato, se habia causado un gran problema ya que dos jóvenes entraron a la habitación de Takato sin autorización, sus nombres al parecer eran Ayagi y Usaka, estos jovenes estaban siendo arrastrados a la salida del cuarto mientras que el alma de Takato solo gritaba que los dejaran, pero era inútil, de pronto todo se calmo cuando el abuelo de Takato entro a la habitación.

-Se ah ido...dijo desconsolado, Ayagi y Usaka se soltaron del agarre de los enfermeros y abrazaron al abuelo de Takato, Takato me vio a mi con miedo y yo simplemente agache la mirada, después salio corriendo directo a la habitación donde antes se encontraba su difunta abuela, yo sali detras de el intentando alcanzarlo.

Llegamos a ese lugar y el se alteró al ver la cama de Suzuko vacía y aún más cuándo escucho decir a los doctores..."Pobre chico, sera mejor que no despierte, si lo hace despertara solo con un familiar".... el alma de Takato se empezo a alterar y senti como su reloj se movia, lo saque de mi bolsillo y vi como las manecillas de este giraban sin control, era la primera vez que pasaba algo asi, el alma de Takato respiraba agitadamente y callo de rodillas dando un grito desgarrador y poniendo sus manos en su cabeza, al hacer esto las manecillas se detuvieron y empezaron a funcionar con normalidad.
El peli negro lloraba desconcertando en el suelo, era la primera vez que me arrepentia por arrebatar un alma, era la primera vez que me dolia ver a alguien llorar, no sabia que hacer, poco a poco me fui acercando a el para tratar de consolarlo y cuando iba a abrazarlo, el realizó un movimiento brusco haciendo que me alejara de el...

-¿Por que lo haces? ¿Que más quieres? Ya te di todo y no te eh reclamado nada, de primero fue un hermano que jamás logre conocer, después te llevaste a mi padre, también te llevaste a mi madre y ahora a mi abuela, ¿Por que me arrebatas a los que amo? ¿Que te eh hecho?.... me reclamaba entre lágrimas, me intente acercar nuevamente pero fue en vano ya que me alejo... Largate, no quiero que me toques, simplemente quiero que te vallas y me dejes sólo... sentia como algo en mi dolía al escuchar esas palabras, me sentía destrozado, estaba sintiendo emociones que jamás había sentido, el alma del joven se levanto y empezó a caminar de vuelta a su habitación, dandome la espalda.

La noche de ese dia habia llegado, entre a la habitación donde se encontraba el cuerpo dormido del hermoso peli negro, cuando entré, lo primero que vi aparte del cuerpo fue el alma de este que estaba sentado en el piso y tenia su espalda reposada en la pared, yo decidi guardar distancia y no decir ni una sola palabra.

-Perdona...me dijo el peli negro viendo su cuerpo y casi en un susurro... No debi gritarte asi...simplemente camine hacía el y me sente a la par suya... Es tu trabajo, ¿No? No se que es lo que voy hacer.

- ¿Por que dices eso?... le pregunté a lo cual el fijo su vista en mí

-Si decido abrir mis ojos, voy a despertar sin mamá, sin mi abuela y de seguro la prensa va a estar encima de mi, mi reputación puede ser dañada por esto.

-Quedate conmigo... le respondí a lo que el me vio y sonrió.

-Si me quedo contigo ¿No me soltaras?

-Jamás te soltaria.... después de decirle esas palabras, reposo su cabeza en mi hombro, de la nada el abuelo de Takato entró y se sentó a la par de la cama y tomo la mano de Takato.

-Mi niño, quiero que sepas que, tu madre ya no está y tampoco suzuko, ¿Tu también me dejaras?... El alma de Takato quedo perpleja ante lo dicho y se puso de pie y miraba como el anciano acariciaba su mano conteniendo sus lágrimas... Quedate, no me abandones tu también

-No puedo hacerlo, ya no tengo nada por que quedarme... dijo el joven en un pequeño susurró yo me puse de pie y me coloque a la par de el.

-Pero si decides dejarnos, quiero que sepas que esta bien, apoyare tu decisión sin importar que eso me pese... decia el anciano entre lágrimas... aun recuerdo la primera vez que actuaste, eras tan solo un pequeño de ocho años, Suzuko sabia que llegarías a ser grande, ella tenia toda la razón, ahora eres un gran actor y estoy orgulloso, tu padre también lo estaria, si decides dejarnos, quiero que sepas que apoyare tu decisión pequeño y solo espero que cuando llegue mi tiempo, me estes esperando... después de eso el anciano se puso de pie.

-Abuelo... dijo Takato entre lágrimas y como si un susurro hubiera sido, el hombre levanto su vista y vio donde Takato y yo estábamos, solo sonrió para después salir de la habitación.

-¿Me vio?... dijo Takato con una gran sonrisa...Si me quedo contigo, mi abuelo se quedara sólo y no podre cumplir mi sueño de ser actor, te pido que me sueltes y dejes que me quede... me dijo Takato a lo cual yo desconcertado le respondí....

-Si te suelto ya no podras recordar nada de lo que paso tu alma mientras estabas en coma, por lo tanto me olvidaras... la expresión del joven era una desconcertado, pero decidido me dijo.

-Por favor, sueltame, dejame regresar

-Si te suelto ¿Me amaras? O ¿Me recordarás?... le dije para sentir como empezaban a caer lágrimas de mis ojos, era la primera vez que lloraba, el se asombró y me dijo...

-Jamás olvidaría a mi muerte disfrazado de ángel guardian, la muerte que logro enamorarme, chunta "te amo"... después de eso se lanzo a mis brazos y me abrazó con fuerza, yo lo pegué a mi rompiendo en llanto, para luego juntar sus labios con los mios, dandonos un beso dulce y profundo que jamás olvidaré...

-No puede ser... dijo Usaka quien se asomaba a ver como estaba Takato, este abrio sus ojos y su rostro reflejaba miedo... Despertó, Takato despertó... dijo con alegria a lo que le quito la mascarilla de oxigeno de la boca, Takato se sentó confundido.

-¿Donde estoy?... dijo el peli negro

Mientras que yo lo observaba, dandome cuenta que el precio que tenia que pagar por darle más tiempo era que tendria que esperar a que este se acabará para volver a estar a la par de el y estaba dispuesto a cuidarlo sin importar que... ❤