Mi hermano conduce con lentitud camino a casa.  Va tan lento que tengo ganas de gritarle que acelere. No es normal en él esa forma de conducir.

Antes de llegar a casa me hice a la idea de que pronto tendré que hacer la maleta para irme. No dije nada en todo el camino y Carlos tampoco intentó mantener una conversación sin embargo cuando aparca en el garaje y apaga el motor me mira serio.

- He hablado con padre

- no quiero sa...

- No irás a ningún sitio. Le prometí cuidarte. No fue fácil convencerle pero lo hice

No contesto. Le miro sin expresión. No me siento eufórico pero si más tranquilo. No creo que una clínica vaya a arreglar algo.

- No sé si sea la mejor solución pero debes prometer no hacer tonterías. Nada de rondas. O drogas. Ni pastillas

- Está bien... Te lo prometo

Se acerca y me abraza. Este gesto significaba mucho para mí.

Él se preocupa por mí. No estoy complemente solo.

***

Por primera vez en días logro descansar ocho horas seguidas. Me levanto con energía pero con una sensación de inquietud extraña. Como si hubiese olvidado algo importante. Pienso en la fecha, en la universidad, pero nada viene a mi mente.

Un mensaje de Allan aparece en mi pantalla. Me acaba de recordar la invitación al culto. Recuerdo que tras hablar con él y con Sam en la plaza dije que iba a ir a la iglesia con ellos y me sienta mal decirles que no.

Después de todo ha ocurrido otro milagro, mi padre no volverá a deshacerse de mí, no mientras Carlos esté.

ꟷ Oye Carlos. ¿Te apetece ir al a iglesia de Kalila?

***

Estoy particularmente nervioso. Tal vez porque voy a conocer a gente nueva o porque no sé qué esperar de ellos. Tengo una idea mental de los cristianos por las actitudes de Lexy y Sharon pero nunca había entrado a un lugar de éstos.

Camino incómodo mientras Allan me habla con tranquilidad, mi hermano ha decidido no venir en señal de que esta en contra de la decisión de su novia.

El tono de la voz de Allan me hace sentir seguro. Algunas personas me saludan con simpatía. No me esperaba eso teniendo en cuenta que no me conocen de nada. Dadas las circunstancias con los de mi universidad me parece un gesto muy bonito. Todos son muy amables.

El castaño me dirige hasta las sillas de en medio. Me siento y observo el interior. Me siento extraño. Es un sitio muy bonito pero no sé cómo actuar.

Me doy la vuelta y veo a Liz sentada en la última fila. Me estremece verla así. Su pelo oscuro cubre parte de su rostro que mira hacia el suelo, sus brazos están cruzados. Su ropa es oscura pero lo que más me asombra es que a pesar de la distancia que nos separa puedo percibir que algo en ella no está bien. Parece una muerta viviente. A kilómetros puede notarse que no desea estar aquí.

Pero quedo estático cuando visualizo a Leonor. Nuestras miradas se cruzan. La sorpresa no desaparece de su rostro pero así con los labios entreabiertos y esa expresión de perplejidad se ve aún más hermosa de lo que ya es de por sí, sin embargo su belleza ya no me impacta como en un principio. En mi corazón existe verdadero odio por ella. Un sentimiento podrido que no puedo arrancar.

Miro hacia otro lado, ha venido con una chica asiática que se sienta con ella. No recuerdo haberla visto antes.

Comienza lo que llaman culto y todos cantan poniéndose en pie. Les imito y leo la letra en la pantalla aunque no canto. Nunca se me dio bien.

Después de orar, leer la Biblia y recoger lo que llaman ofrenda comienza el sermón.

Esperaba que predicase un señor de mediana edad con bigote como solía ver en canales de televisión pero en su lugar se coloca en el pulpito una chica muy joven de cabello rizado y tez morena, comienza a hablar con autoridad. Su voz es suave y apacible y en su rostro se puede ver algo especial. Como ese "no se qué" que tienen la reina y la enfermera de ayer.

- Dios los bendiga hermanos, que bueno poder saludarlos. Quiero invitarlos a que abran sus biblias en Efesios 4:32, que dice así "Por el contrario, sean buenos y compasivos los unos con los otros, y perdónense, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo."

Hoy hablaremos sobre el perdón, cuando hablamos de perdonar creo que podemos dividir está palabra en dos, para comprender un poco más su significado. "Per" se refiere a la acción de perder y "donar" la acción de dar. Podemos ver que ambas son acciones, por lo tanto el perdón más que un sentimiento o una emoción se refiere a una acción y esta forma parte de una decisión nuestra.

La biblia nos dice en Miqueas 7:18 "¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar." Dios siempre ha buscado que nosotros estemos cerca de él y sabe que en nuestra humanidad pecamos, sin embargo, él en su inmenso amor nos enseña la grandeza del perdón, pues cuando nosotros estábamos muertos en delitos y pecados Jesús se acercó, nos amó y perdonó. Dios toma la decisión de "perder" pasando por alto nuestros pecados y nos da amor. Y él quiere que nosotros hagamos lo mismo con nuestro prójimo, porque todos nos equivocamos, algunos con intención nos hacen daño y otros tal vez sin darse cuenta. Cuando no perdonamos nos hacemos mucho daño a nosotros y no permitimos que Dios nos perdone, porque estamos llenos de ira, rencor y amargura hacia el otro, aun cuando él nos manda a amarlos sin importar si son buenos o malos.

Por eso hoy quiero invitarlos a que escuchemos este consejo de Dios para nuestras vidas, que hoy tomemos la decisión de perdonar a esas personas que nos han hecho mal, no pensemos en si el otro lo merece o no, hagámoslo por amor a Dios y a nosotros mismos, pues así gozaremos de la libertad, paz y amor que nos trae el perdonar

Comienza a orar. Varias personas de distintas edades pasan para orar arrodillados. No hay ninguna imagen o figura a la que adorar sin embargo se postran. Y entonces entiendo lo que me decía Sharon. Me llevé la mano a la cadena de oro con una cruz pareciéndome inútil a pesar de su valor sentimental. Dios está en todo lugar.

No se necesita una figura para adorarle.

Solo necesito disponerme para hablar con él.

Arrepentirme.

No paso al altar porque me da bastante vergüenza pero cierro los ojos  y comienzo a orar. A hablar con Dios.

ꟷBueno... estoy aquí para pedirte perdón ꟷ la voz se me quiebra y lágrimas corren como había pasado varias veces cuando leía ese libro antiguo ꟷ he hecho tantas cosas mal. He fingido tanto delante de todos, que he perdido mi verdadera identidad. Perdóname por haber tratado mal a tantas personas...no sé si puedas perdonarme todo lo malo que he hecho pero si es así por favor hazlo y hazme diferente ꟷsuplico. Recuerdo al amor de mi vida. A la chica que odio y amo a partes iguales. ꟷpor favor Dios... salva también a Leonor, ella te necesita. Es tan hermosa pero a la vez tan obstinada... yo la perdono, perdono todo lo que ocurrió pero cámbianos para ti. Haznos mejores.

Escucho una voz de fondo cantar una canción que jamás se me olvidará. Dice así.

ꟷ Y Dios tomó los pedazos de mi roto corazón

e hizo un vaso nuevo y redimió mi alma otra vez

El culto termina y me seco las lágrimas. Agradezco que nadie me esté mirando. Allan saluda a varias personas y aprovecho para acercarme a Leonor que se encoje al verme. Recuerdo como la traté ayer y me avergüenzo. No sé si es buena idea acercarme a ella pero, si quiero el perdón de Dios debo pedir perdón a Leonor.

ꟷ No esperaba verte ꟷmurmura

ꟷ Yo tampoco. Yo...

Intento hablar pero me he quedado sin palabras al verla. Cierro los ojos y organizo mis sentimientos. Lo que hice estuvo muy mal, nadie se merece ese desprecio.

─ Siento muchísimo como te traté ayer. Sé que apenas han pasado unas horas pero hoy he aceptado a Jesús en mi corazón y en unos minutos he pasado de estar angustiado a sentir paz. El odio, la culpa y la tristeza que sentía - admito - no me dejaban continuar. Perdóname Leonor...no sé qué hacer o decir para que me perdones. Estoy arrepentido de verdad

- Te conozco y estás siendo sincero - agacha su mirada reflexionando - Tal vez yo deba serlo contigo

- Solo si quieres - ya no deseo forzarla. Es cierto que la he perdonado pero no necesito que me cuente lo que no le nace. Si vuelvo a mostrar interés por ella ahora que mi interior intenta sanar puede ser peor.

- Sí, sí quiero - se sienta en una silla y la imito.

- cuando quieras

- Antes de nuestro reencuentro quedé embarazada.

Aquella declaración me sorprende tanto que mis ojos se diriguen automáticamente a su tripa, aparentemente plana.

- Tenía dieciséis años... Iba a ir a la universidad. Ya me habían aceptado en el ocean's wave y todo estaba planeado para ello. El embarazo era no deseado y fue con una persona que yo no quería. En fin... Mis padres se enteraron.

La observo con detenimiento totalmente inmerso en lo que me cuenta. Apenas tiene diecisiete años pero su expresión es fría, como el de una cuarentona cansada de vivir.

- cuando se dieron cuenta me pidieron que lo tuviese. Que ellos me apoyarían y que no le faltaría nada. Me intentaron convencer de ello y de que quizás la universidad podría esperar unos meses. Ya sabes que mis padres son muy conservadores. No aceptaban otra cosa. Pero yo no quería tenerlo. Y a escondidas aborté. Ellos se dieron cuenta

- pero ¿No necesitabas su consentimiento?

- En aquella clínica no... El caso es que ellos como era normal lo supieron. Pensé que se disgustarían y nada más pero mi padre dijo que no me apoyaría en nada. Que lo que había hecho era inaceptable.

ꟷ Leonor - murmuro al ver sus ojos acuosos.

- Hoy por primera vez me he sentido mal por mis actos. He sentido que lo que hacía no estaba bien...que tendría unos meses de nacido y...- lágrimas salen y las limpia con rapidez. - que tal vez mi padre tenía razón...

- todos cometemos errores...

— Me echaron de casa—continúa —. Me quedé sola. Sin familia, sin dinero y con un futuro incierto por delante con apenas el acceso a la universidad. Por ese entonces tenía ahorros así que fui gastándolos poco a poco y con cuidado. Pero con los meses se iban acabando. Pensé en hablar con mi padre. Pedirle que me perdonase pero, se arruinó. Entonces decidí hablar con An porque sabía que ella vendía droga. Comencé haciendo pequeños trabajos para ella

—Ese era tu trabajo

— Sí. Pero no ganaba suficiente para vivir, ella dijo que no sería fácil entrar a los indomables pero yo necesitaba más dinero. Dije que haría lo que me pidiesen. Ella contestó que antes de la prueba de la pandilla ella me haría una.

ꟷ salir conmigo

—Exacto. El día que nos reencontramos bailé contigo sin saber que eras tú. Tu físico, tu voz...tú habías cambiado. Cuando me di cuenta de quién eras te detesté. Destrozaste mi vida. Me desahogue con ella y le conté todo sobre ti. An era mi amiga.

—ya veo. Y pensó que jugar con los sentimientos de los demás era valido

—Lo hizo porque creyó que no sería capaz. Que te odiaba demasiado. Pero lo hice. Al principio intenté ser toda una actriz y fingir que te perdonaba pero con el tiempo recordé lo feliz que fui contigo y lo mucho que te amaba y el sentimiento salió a flote. Me volví a enamorar.

La miro con el corazón en un puño, no puedo mirarla y no sentir nada. Es superior a mí. Sus ojos llorosos, su pelo despeinado,  sus mejillas encendidas, ese arañazo que debido al tiempo iba desapareciendo de su barbilla, la mejilla de un tono verde por el moratón de la paliza. Todo el odio que alguna vez sentí escondía en realidad un profundo anhelo porque me amase.

—cariño...— susurro y ella sonríe. Luego me mira a los ojos y continúa.

—Cuando me enamoré de nuevo ella me pidió que terminase contigo. Pero no  fui capaz. Simplemente no podía hacerlo así que deje de hablarte por un tiempo. Mentí y le  dije que habíamos terminado. Después del EXAMEN debía superar el reto de la pandilla para acceder. Como descubriste el día de las rondas, era una paliza dada por todos los miembros. Lo superé. Tras eso...fui a las rondas. Debía vender parte de la mercancía a los asistentes. No esperaba verte

— ¿Qué sucedió el día de la fiesta de Shirley? Me llamaste

— Me sentía fatal. Muy mal. Era cierto que te amaba...que te amo

Mi corazón salta y trago saliva pero finjo calma aunque observo sus labios. Deseo besarla.

— Estaba  bastante afectada por lo nuestro...el día de las rondas no supe cómo afrontar mis sentimientos... yo solo sabía que necesitaba dinero pero cuando vi a todos divertirse, beber y bailar  me sentí tan rota... Te necesitaba tanto... Comencé a beber como una loca. An me había advertido de que no debía pero me daba igual. Ella también hizo lo mismo y le salió caro...Me sentí fatal. Mezclé drogas con alcohol y todo fue horrible. Te llamé. Te llamé incansables veces pero no respondías. Entonces en un ataque de locura corrí hasta tu casa. En la puerta había una ambulancia y me preocupé.Me tambaleaba. Un enfermero me agarró antes de desplomarme en el suelo. Si no hubiese sido por eso seguramente estaría muerta. La sobredosis me hubiese llevado al coma etílico y...el resto ya lo sabes

- Carlos no me dijo que fuimos en la misma ambulancia

- No hacía falta...

- ¿Seguirás con los indomables?

—Me han expulsado. Kek tiene una estricta regla. Quién vende no consume. Si lo hace se va. An dice que debo agradecer que no haya tomado represalias por mi conducta. Suele ser mucho más duro

Mi corazón palpita fuerte al oír su respuesta. Siento eso como una señal divina.

—Cariño, me arrepiento de haber destrozado tu corazón y haberme equivocado tanto en la vida pero ahora conozco a Jesús y quiero que las cosas sean distintas entre nosotros. Quiero volver a intentarlo  pero esta vez siendo cristianos...no te quiero obligar a nada pero sé que todo irá mejor si estamos con Dios

Me mira y en sus ojos observo una tristeza infinita. Que me destroza sin que haya pronunciado una sola palabra.

— No puedo. Simplemente no puedo. Yo...me gusta todo esto ─responde señalando el templo ꟷ pero no sé si quiero empezar. Tú tienes demasiadas ganas. No quiero ser un problema con la religión que aceptas creer.

—Está bien

Pero en realidad no lo sentía así. Me duele su respuesta.

Tal vez esta sea la mejor decisión.

Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

Efesios 4:32

***

Bellezas. Un capitulo más y epílogo😊.