Que George me tomara del brazo apenas sonara el timbre y me arrastrara con él, no me parece extraño. Estoy segura que quiere que le cuente con lujo y detalle la razón de que yo esté aquí. Caminamos rápidamente hacia lo que supongo son las canchas de fútbol del instituto, lo hacemos sin parar. De hecho he tropezado con algunas personas.

—Más lento, George—digo cuando me he tropezado nuevamente con una chica.

—Lo siento.

Damos vuelta en una esquina y efectivamente al frente de mis ojos se encuentra la cancha de fútbol, George me guía hasta las gradas para sentamos en los primeros asientos.

—Ahora si me puedes contar—murmura con impaciencia.

—Eres un chismoso, ¿lo sabes?

—¡No soy chismoso!—exclama ofendido—. Tan solo soy un poco curioso.

—Ya me he dado cuenta.

—Bonita, deja de darle tantas vueltas y dime por qué estás aquí.

—¿No me quieres aquí?—Trato de darle largas al asunto.

—Cristine—insiste él ignorando mi pregunta.

Suspiro para después guardar silencio, cierro con fuerza mis ojos flexionando mis rodillas para que mis mulos queden apoyados en mi pecho.

—Hace dos años conocí a un chico que... no era la mejor persona del mundo, pero estaba cegada. Demasiado. Empecé a juntarme con él y sus amigos porque me gustaba. Con el tiempo empecé a enamorarme de él, estoy segura que Scott lo sabía, por esa razón empezó a jugar conmigo.

»Me ponía retos para ganarme un premio—hago una pausa y luego continúo—, lo que más deseaba eran sus besos, así que hacía hasta lo imposible por obtenerlos. Empezó solo con fumar un cigarrillo o tomarme tres botellas de cerveza, después... simplemente se intensificaron los retos.

—¿De qué manera?—susurra George.

—Él quería saber cuánta cocaína podía consumir en una hora. Quería saber de lo que era capaz. Llegué al extremo de inyectarme heroína. Estaba mal. Mamá lloraba todas las noches, papá solo lanzaba más carga emocional hacia mí haciéndome sentir mal, los chicos... ellos hacían lo posible para alejarme de Scott, pero yo estaba totalmente ciega. No quería ver que estaba echando mi vida por la borda.

»Dejé de estudiar, solo consumía drogas, me emborrachaba, vivía de fiesta en fiesta, hasta que lo vi divirtiéndose con otras dos chicas en un baño público de un bar de mala muerte.

—Cris...

—Me sentí demasiado estúpida, George. Me entregué a él y así me pagó—Unas lágrimas traicioneras se deslizan por mis mejillas, rápidamente me las limpio con las mangas de mi suéter—. Caí aún más en el pozo, no paraba de consumir cocaína, no dejaba que nadie me ayudara. Hasta que Tyler me ayudó a salir.

»Ocho meses y tres días. Esa fue la cantidad de tiempo que estuve en rehabilitación en un instituto en Carolina del Norte. Cuando volví ya había perdido mi último año, tenía que volver a empezar. Entré al mismo instituto en el que estaba antes. Lo malo es que Scott estaba ahí también, él empezó a correr rumores de mí...

En ese momento mi voz se rompe, George inmediatamente me abraza, acaricia mi espalda susurrando que todo estará bien. En tan solo pensar que esos momentos tan solo sucedieron hace pocos meses.

—Si no quieres seguir...

—Debo hacerlo—trago saliva para luego soltar un suspiro—. Todos en el instituto empezaron a insultarme, a acosarme. No me dejaban en paz. Unos chicos trataron de abusar de mí... mientras estaba en el baño tratando de alejarme de todos. Fue horrible, George.

»Solo duré un mes en ese lugar hasta que le dije a mis padres que no podía más. Mamá lo entendió y me inscribió aquí, papá por el contrario solo dijo que me lo merecía por ser tan estúpida—concluyo.

—Maldito bastardo—masculla George.

—Lo único bueno del asunto es que pude dejarlo, ya son un año y cuatro meses limpia.

—Eso es bueno—dice en voz queda.

—Entiendo que ya no será lo mismo entre nosotros...

—Y no será lo mismo, Cristine—Mas lágrimas se acumulan en mis ojos deseando liberarse, un sollozo involuntario es soltado.

Deseaba que George lo entendiera. Realmente lo deseaba, pero veo que eso no sucedió.

Ok, ok, ok, leí por ahí que alguien está de cumpleaños así que los chicos me han suplicado que les de un espacio para hablar:

Connor: ¡Feliz cumpleaños, Sofia! Que pases un espectacular...

Tristan: ¿Alguien se ha dado cuenta que su nombre suena como el de Sophie?

Connor: Tris Tris, estoy hablando.

Tristan: Es que extraño mucho a Sophie.

Connor: Yo también, pero estamos deseándole feliz cumpleaños a una Intocable.

*Louis, George y Bart entran en la sala*

Louis: Hola, chicos. ¿Ya felicitaron a Sofia? 

Connor: Tristan no me ha dejado terminar *Se aclara la garganta* Y como decía: ¡Feliz cumpleaños, Sofia! Gracias por leernos, te deseamos lo mejor en tu día.

George: Te mando un beso virtual, espero que llegue pronto *Guiña un ojo*

Bart: Oh Sofia, Sofia, tu haces feliz nuestros días... ¡Eh! ¡Rimó! ¡Feliz cumpleaños, mi amor!

Louis: A Amy no le gustará se comentario.

Bart: Amy sabe compartir.

Tristan: Feliz cumpleaños Sofia que no es mi Sophia.

Todos: ¡Te queremos!

Ahora si me toca a mi xD ¡Feliz cumpleaños Sofia! Eres signo piscis, eres de los míos xD Disfruta un montón tu día, lo siento porque el capítulo sea algo triste y no alegre :/

Este capítulo es... profundo.

PREGUNTAAAAAAAAAAAAAA: ¿Se esperaban todo esto? ¿Ya felices porque aclararon sus dudas? ¿Quieren matar a Scott? ¿Creen que Scott aparezca en el libro? ¿Qué opinan de la reacción de George?

Empezaré a estudiar desde ahorita ya que mañana tengo otro examen de química. Así que los comentarios los responderé más tarde.

Por cierto, Blake Revis le dio like a una foto que monté en intocablexcollege vía instagram, me emocioné demasiado porque la descripción nombraba a Connor xD

Bueno, saludillos y nos leemos mañana.

P.D. Muchos me han estado escribiendo por mi ig y siempre me dicen que les sorprende que les responda xD ¡Escríbanme las veces que quieran, casi siempre estoy disponible y si no lo estoy siempre respondo los mensajes un poco más tarde y me quedo hablando con los demás. ¡Vamos! No soy una celebridad, solo soy una chica de casi 18 años que le gusta escribir :)

Ahora si, adiós.