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Últimas cartas| Capítulo seis.

—¿Si te alejaste, quiere decir que ahí acabo todo —preguntaron. En eso él responde —No, luego que me aleje volvimos, volví o ella volvió a mi vida para seguir la historia.

—Si te lastimó ¿Por qué volviste o aceptaste su regreso? Preguntaron en eso él solo responde Porque nos unía algo fuerte, o me unía algo a ella.

—¿Qué los unían o qué te unía a ella? —preguntan.

El toma aire, se levanta coge un vaso con agua, toma lentamente mientras se vuelve al mismo lugar para continuar. —Después que nuestro cuento perfecto se acabará volviéndose un final trágico para nuestros corazones —tomaba su tiempo para pensar mientras todos estaban atentos desde él que estaba más cerca hasta aquel de fondo.
»El tiempo nos separará y nos alejará cada vez más con su dolorosa realidad, después de que nuestros cuerpos estuvieron juntos y nuestras almas desnudas en largas noches de diálogo, momentos más delante de aquel tiempo, acto seguido que el café se enfriara como nuestro amor y que al tomarlo no se sentiría lo mismo, que al volver algo había cambiado, se había enfriado algo, cual yo quise calentar pero ya era tarde, ya había pasado su momento.

»Después de todo los que nos dimos había algo que nos unía y me unirá a ella para siempre, él primer gran amor no se olvida como la primera vez que dejamos caer todo lo que nos cubría, no con cualquiera se de deja caer las inseguridades, los miedos, la desconfianza, no con cualquiera te desnudas de todo menos de ropa.

»Saben, nos unía un cariño único que teníamos, nos unían los besos que nos faltaron darnos, nos unían las noches que nos desvelamos, nos unían los recuerdos que creamos con felicidad, nos unían el amor con el odio de no estar juntos, al menos nos unía mi odio de no poder estar con ella, nos unía esa relación sexual que nos falto hacer, porque nunca la hicimos, pero la imaginamos mil veces, nos unían nuestros cuerpo y las partes que jamás bese, nos unían los gemidos que no te escuche hacer, nos unía el placer faltante que no tuvimos en eso mira a todos, calmando su tonto anhelo —Así nos unía la falta que me nos causábamos o me causaba — termino de decir.

Así seguía recordando todo hasta que choca en el otro recuerdo más, haciendo recordar aquel día.

—Esa vez estábamos ella y yo, perdidos en el tiempo del olvidos llenos de recuerdos felices y uno hiriente "nuestra historia inexperta que había acabado". No sé cómo deje que eso sucediera, aunado otra vez estábamos ahí uno junto del otro, apreciando nuestro silencio, ese silencio que decía miles de palabras, ese cuyo silencio que nos decía que debíamos hacer lo que nuestros corazones pedían decía José Andrés mientras estaba en su hamaca, cansado de dar clase, solo quería recordarla para estar en paz consigo mismo o poner tranquilo a su corazón con otro hiriente pero feliz recuerdo.

»La vida puede terminar en un segundo pero nosotros decidimos en un segundo nuestra vida, era morir en nuestras manos mientras con los ojos nos hacíamos polvo, cenizas de un tal vez, así fue como su tiempo y el mío se volvió uno otra vez.

»Nunca pensamos que doliera tanto nuestro adiós que decidimos buscarnos otra vez para lastimarnos aún más, queríamos apuñalarnos sin querer, queríamos destruirnos lentamente, volvimos como nos fuimos lentamente, con calma, era como si agarrábamos lo que soltamos despacio.

»Volvimos a recoger cada pedazo que rompimos, hasta que nuestras manos se juntaron con la última pieza, yo te mire como aquella primera vez que me enamoré de ti, mientras tú solo sonreirás sin mostrar lo que decías sentir, volvimos a ser ese escrito que escribíamos juntos, esa historia que había acabado pero aún así queríamos continuarla —hizo una pausa larga. Luego José Andrés añadió su frase final. —Volvimos y eso fue nuestra perdición.

—¿Qué más? —solo se escuchó en ese silencio incómodo.

Volvimos a hablar, a comunicarnos, los días pasaban pero ella ya tenía alguien que brillaban sus ojos, alguien mejor que yo, un Chicho igual o más mayor que yo, no lo sabía exactamente pero estuvo ahí en todo momento con ella, ya habían pasado muchos meses, es más ya habían pasado años desde que nos conocíamos, cumplió catorce, luego quince, él estuvo ahí, en su fiesta, bailo con ella, la vio reír, la vio de blanco en su día mientras yo estaba Dios sabe dónde, llegue y otro ocupaba el lugar que nunca quise perder —decía mientras todos quedan sorprendidos.

—Un remplazo —dijo alguien.

—Si eso —dijo José Andrés mientras comenzaba a versear otra vez. —Me sentí tan mal cuando llegó a su vida otra vez, me había perdido momentos inolvidables de ella, llegue y ya otro ocupaba mi lugar, otro estaba en su corazón y cautivaba sus ojos chinos que tanto amaba.

»Es feo sentir que cuando uno vuelve a ver a esa persona que ama, ese sentimiento nunca haya cambia a pesar de todo, o si cambio la amaba más, mi amor no había cambiado más que para amarla con más intensidad, pero el de ella ya había elegido a quien amar, ya se sentía una señorita muy madura para amar.

—Cuando me enteré se derrumbó mi mundo en un segundo, mientras ella me contabas como era feliz con él, yo solo ardía en celos, fingía alegrarme mientras solo quería abrazarla y decirte que todavía la amaba como la primera vez.

—¿Por qué no lo hiciste? —dijo David, mientras José Andrés sonreía. —No lo hice porque ella era feliz, ella estaba muy bien, su corazón palpitaba a mil por hora, preferí sonreír mientras lloraba por dentro al no tenerla, la vi como estaba cautivada por él de pies a cabeza —hablaba José Andrés.

»Aun así mientras ella era feliz la seguía amando, a pesar que ella no, le seguía la corriente o me dejaba llevar solo para estar cerca suyo, estuve ahí en cada minuto y me di cuenta como todavía tenia el poder de usarme como deseará, vi como soñaba con él ese futuro que yo quería con ella y ese presente que no teníamos ya que solo era un cuento del pasado.

»Era como intentar sacarla de mi corazón destruyéndome el alma con su felicidad, el problema era que habían noches donde ella y yo nos desnudábamos por completo y olvidábamos el mundo a nuestro alrededor recordando lo que fuimos, desnudábamos nuestra mente, volviendo a intentar ser aquella pareja que no pudo continuar, pero está vez una pareja sin formalidades.

»Aun así me sentía mal, seguía siendo ese reemplazo cuando él no estaba, o eso sentía cuando me dejaba en el momento que llegaba el a darle amor, aún así seguí ahí esperando un momento de su tiempo para darle mi amor disfrazada de amistad y morir con su indiferencia.

»Solo quería hacerla ver que todavía la amaba y quería encender lo que ya alguien había prendido y así fui reemplazado por alguien que la amaba y ella amaba aún más como nunca, o eso creíamos —decía

—¿Por qué dijo creíamos? —pregunta la novia de David.

—Por que sin saber algo pasaba —susurra mirándola, ella solo que más confundida— desde cuando volví pasó el tiempo, otra vez arrasó conmigo la hora que pasaban rápidamente —volvió a hablar.

»Paso un año más desde ese momento que ella y yo nos conocimos y sincronizamos nuestro ser, paso el tiempo tan rápido que pareciera que fuese ayer cuando nos enamoramos, como si fue hace una hora cuando ella clavó el corazón en su muro del tal vez.

»Como fue posible que el tiempo nos consumiera lentamente avivando lo que sentíamos, siempre fui quien quiso quemarse con sus fuertes llamas pero después de un año más era otro quien bailaba en ese calor que causaba tu presencia. Ella nos amabas a ambos sin saber que lentamente yo planeaba mi suicidó en letras o su asesinato con hojas.

»Fue un año más de vida que seguimos juntos jugando a amarnos locamente, fuimos ese incendio provocado por el deseo de ver el mundo arder mientras solo nos quemábamos nosotros, un año más junto a ella, fue como si el delito de estar con ella fuese invisible al cuidarme con su complicidad.

»Me gustaba cómo yo tenía su cuerpo mientras otro tenia cautivados esos ojitos como aquel loco corazón, quería que ese año hubiéramos sido solo ambos, no una división de su mundo perfecto y sus climas diversos, una división entre él y yo.

»Así paso un año más de ella sin mi y yo con ella, solo nos separaba millones de horas, otra realidad con otro tiempo, para poder celebrar un año más juntos, pero fue al contrario solo celebramos un tal vez y gracias por estar ahí un día más.

Terminó de decir, pero era innecesario contar eso, aquel día pasó al otro día, la novia de David volvió a preguntar —¿Por qué dijo creíamos? —en eso antes que llegarán todos los demás, solo a ella y David le entrega una carta, una hoja con un escrito, la hoja estaba amarilla, se notaba la antigüedad.

—Lean su contenido mientras yo hago algo —solo dijo, en él entra a su habitación, quedándose ellos a leerla.
En un simple escrito que decía:

«En ese momento fue cuando miraba cada día pasar,
rápidamente los meses parecían segundos llegando al minuto que se detendría todo.
un día volviste, volviste destrozada por algo que nunca entendí y entenderé.

Quería brindarte mis brazos para que llorarás y contarás todo,
pero decidí hacerte feliz cada noche..
preferí hacerte sonreír y olvidar lo inolvidable que estaba en tu corazón.

De pronto dejaste de mencionarlo,
dejaste de alabarlo
es más era un pecado solo nombrarlo.

Nunca estuve en tu cuerpo y en tus pensamientos
pero aún así sentía lo que calladas y querías gritar.

Odie, me odie tanto que eso pasara,
verte triste fue cómo si el mundo llorará,
o mi mundo llorará.

Nunca supe cómo tu cuento perfecto desapareció cómo el nuestro
pero me sentí tan aliviado que se acabará,
aún así también me sentí tan culpable que te lastimara en mi guardia.

Me volví el destiempo
esa persona que estaba en tu momento poco adecuado,
perdí tu confianza o tu dejaste de confiar en mi
por razones desconocidas hasta el fin de mis días.

Te alejaste emocionalmente una vez más...

Solo debiste abrazarte y dejar que todo eso salga de tu corazón acumulado
pero no tuviste esa confianza otra vez...

Me sentí tan alejado y cerca tuyo...
Me sentí ese maldito destiempo en el momento inadecuado de tu vid».

Cuando terminaron de leer no entendieron nada, o tal vez si pero seguía quedando la pregunta, qué pasó.

José Andrés solo dejó pasar el tiempo, todos llegaron a sus clases y cuando ya estaban todos en la hora de otra vez hablar de ella. —¿Por qué dijo creíamos? —pregunto David.

—Porque luego ella termino con él, nunca supe la razón, nunca quise preguntar, nunca quise meterme en su romance, sólo supe que acabo mal, que su cuento se acabó, ella necesitaba apoyo cual nunca me lo pidió, me mantuve al margen y solo la distraje con nuestra extraña relación de amistad y noviazgo —respondió mientras los susurros no dejaban de escucharse.

—¿Amigovios? —solo preguntan muchos al mismo tiempo.

—¡Si! Amigovios —dijo el sonriendo con una sonrisa tan pura, no parecía falsa porque no lo era, era raro pero estaba sonriendo al escuchar tal palabra. Luego comenzó a hablar otra vez mientras su sonrisa desaparecía. —Éramos esos que no podían ser amigos porque ambos tenían ese sentimiento oculto cómo visible a la vez, cuyo sentimiento no era amistad, nos dábamos amor sin ser nada como al principio de nuestra historia.

—Cada caricia nos hacía estar loco uno por el otro, pero no podíamos estar juntos como yo quería, como yo deseaba, por qué era esa persona que sería su amigo para todas las personas que nos conocieran mientras en secreto nos comíamos lentamente llenándonos de placer mental, éxtasis de nuestras neuronas al estar juntos.

»No era su amigo menos su pareja, estaba en el medio de ambos sin ser ninguno, nos amábamos pero no queríamos lastimarnos, amábamos la forma que nos queríamos y ambos ganábamos, ella recibía amor sin límite camuflado en un título que no quería, yo ganaba al darle todo.

»Pero yo ignoraba algo, ignoraba que en la sombra estaba alguien que alguien tenía un pedazo más grande de su corazón, ignoraba que otro la besaba, otro la tocaba, otro la hacia sonreír, mientras yo solo esperaba cada noche y fingía que solo éramos amigos de día.

»Me volví ese Amigovio que creo ella misma con mi complicidad para poder tener ambos amor, me convertí en su amigo fiel como un perro y su novio de momentos cortos hasta que llegará quien tenía la legalidad de su cuerpo, aunque yo no sabía nada en aquel entonces, pero éramos amigovios, esa tontería que aceptamos ser para poder ser felices por poco tiempo sin sentir culpa, esa culpa de hacerla pecar.

Terminó de hablar, mientras todos observaban cómo el sacaba una caja llena de notas, hojas escritas con algo.

—¡Aquí está! Aquí tienen todas las cartas que le hice, tienen todos los escrito que me inspiraron, ahí está mi pequeño cuaderno que usaba para escribir notas o lo que sentía, debí quemarlas, pero no lo hice, léanla todas cuando acabe el día las quemaremos —solo dijo mientras todos comenzaron a leer lo que ahí había excepción de David.

—Yo quiero escuchar todo se tu boca —dijo mientras se sienta cerca de él.

—Yo igual, así que cuenta todo —dijo una muchacha mientras todos la miran.

—Ella y yo nos amamos con todo el alma, al menos yo lo hice, mil veces me pregunte ¿Qué pasó? ¿Cuál fue la causa que nos alejamos? Esa causa fui yo, yo me distancie cuando rompió mi corazón otra vez —dijo mientras comienza a llenar un basurero de aluminio con periódicos y alcohol.

»Ella pillo alguien que la amaba, ahí entendí que no vale nada amar a una persona, ella siempre iba buscar y pillar a quien darle amor, que yo no soy alguien que merecía su amor.

»Ya habían pasado cuatro años, con su primer novio soporte verla feliz, después fuimos Amigovios, algo tonto que no debió suceder, solo me daban alas mientras ella ya estaba volando, mientras decía que me amaba ella en secreto ya tenía otro amor , alguien que la escucho, escucho como lloraba por el anterior amor que tuvo.

»Cuando yo me enteré, solo me derrumbe, me aleje al extremo de ella, pero no importaba en algún momento me la encontraría, cual lo hice, la encontré, hablamos, pero yo tengo un carácter muy fuerte, un corazón lastimado puede lastimarlo más que el acero.

»le dije muchas cosas, la lastime con las palabras que salieron de mi boca, le dije cosa de mi oscuro corazón que ella había oscurecido, dije palabras que jamás hubiera querido decir, me sentí tan mal que hasta a mí me dolió.

»Comencé a volverme adicto a un trago amargo, a una bebida que me mataba más por dentro que curar lo de afuera, las personas que me conocían nunca esperaban eso de mí, yo estaba en contra de cualquier bebida pero termine bebiendo mis penas.

»Odiaba recordar que éramos, por qué éramos algo que jamás podré describir con exactitud, pero hoy solo quedan malditos recuerdos que me ahogan en mi pensamiento, pasaron muchos meses, la encontré, había acabado con su relación, con segundo amor, yo no contaba así que solo eran dos, hace años nos juramos irnos a España, ella estaba lista para marcharse, solo debíamos esperar un año para partir.

»Pero me enteré de algo otra vez hiriente, ya era la tercera vez, la vencida para mí, deje aquel viaje a España a medias, me quedé con las maletas hechas como una vida juntos sin terminar, habían veces que no entendía de como una mujer que dominaba idiomas, era muy inteligente podía hablar conmigo, no creía cómo ella pudo gustar de mi ser acabado, la deje ir, no quería ir a sufrir con ella a lo lejos, preferí esperar que ella volviera por mi cual nunca lo hizo termino de decir mientras comenzaba a quemar sus cartas, una por una.

—¿Por qué no te fuiste con ella? —preguntaron— ¿Qué sucedió? ¿Qué pasó? ¿Cuál fue esa tercera decepción? —todos hicieron miles de preguntas mientras el observa cómo se quemaban sus escritos.

—Entendí que nunca sería mía, fue ahí el problema de mi droga, el efecto que me lastima mientras pienso que me hace un bien tener esa esperanza, deje esa droga con ella la esperanza, no era yo, no era ella, era el destino, la vida, el mundo estaba en mi contra, le gustaba reírse en mi cara sin piedad, me di cuenta que nunca sería esa persona que esté en su corazón, porque nunca estaba cuando ella me necesitaba o si estaba pero ella nunca me buscó.

—Entendí que muchos querían estar con ella, era y debe ser una mujer encantadora, muchos desearían o deseaban estar con ella, yo solo era uno más del montón, un cero a la izquierda mientras otros eran números enteros, entendí que de una u otra forma ella encontraría con quién ser feliz, por qué muchos estaban dando más que yo, ellos daban todo mientras yo solo no sabía que más entregar.

»En la distancia mi pensamiento reformo lo que pensaba, mientras yo estaba ahí lejos, observando como todos se matan por el lugar, yo solo había admitido que mi lugar era lejos de ella, yo quería pelear por ella, cómo no pelear por el tesoro más valioso del mundo en carne y huesos, si el cielo le dio la divina perfección o fue el infierno que puso esa bella destrucción en mi vida —solo decía mientras lagrimeaba —esa tercera decepción fue notar que cuando esperábamos que ese año para irnos, otro galán apareció en su vida, ella estaba lista para ser feliz con él, mientras yo ya ni estaba en sus opciones de romance, ya solo era uno más que deseaba tener una vida a su lado.     Terminó de decir, todos ya habían callado sus dudas, las cartas las habían leído o lo que pudieron, todos quedaron que ahí moriría ese tema, jamás sería mencionado, sería destruido como él destruía las últimas cartas que la recordaban.



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