Muchas preguntas| Capítulo cinco
Los días pasaron con gran velocidad, el tiempo era algo tan complicado, cada día su casa está llena de estudiantes, muchos muchachos de todas las edades escolares, comenzó a ser reconocido por la zona, ganaba mucho dinero, todos querían ir a escucharlo, no exactamente por sus clases si no por aquel recuerdo que hacía versos en su boca cuando hablaba.
Sus alumnos le preguntaron cientos de cosas sobre aquella historia que hacían brillar sus ojos, él respondía todo mientras los que estaban tomaban nota.
—¿Qué fueron ustedes exactamente? —Pregunto una muchacha uno de esos días que ya había pasado mientras todos tomaban atención a tal pregunta. Él solo toma aire mientras comenzaba a hablar.
—Fuimos esa casualidad que queríamos que durará para siempre, esa hermosa coincidencia que quería que fuera eterno —mirando a todos, solo se sienta en una silla para estar más cómodo— fuimos una pareja de enamorados que se entregaban cada vez que sus cuerpo lo pedían, entregábamos todo, no me refiero a estar en contacto con las pieles sino con la mentalidad sincronizada.
»Fuimos esa pareja que no pensaba solo con la cabeza, pensábamos con el corazón, éramos dos corazones que hacíamos mover nuestras lenguas, que hacían que nos comuniquemos más que perfecto, éramos solo acción, como un incendio que comenzó y solo iba parar cuando uno de los dos usará la razón al cien porciento
—¿Qué fuiste tú para ella? —otra pregunta lo interrumpe, pero a él no le importaba, tenía el don de cambiar rápido su habla a otras preguntas.
—¡Vaya qué pregunta! —aclama pensando —es pregunta es difícil pero imposible, no sé qué fui de ella, porque ella es la única que lo sabe.
—¡Vamos responde! —susurra David. En eso él solo piensa rápido diciendo —Supongo que fui su primera ilusión, mientras yo quería que ella fuera la última.
—¿Qué fue para ti? — pregunto otra persona desde el fondo.
—Les digo algo, ella y yo nos volvimos pareja de enamorados tan rápido que cuando me dejó o cuando me aleje de ella pensando que me dejaba no hubo tiempo para detener la velocidad de su olvido hacia mí —decía sintiendo un pulso en su pecho.
»Así que terminando la primera pregunta, fuimos y seremos esa pareja que se desnudo antes de sacarse la ropa, eran prendas imaginarias que caían de nuestro cuerpo desvistiendo nuestras almas haciendo que sintamos placer de solo mirarnos.
»llegando a la conclusión de que ella fue mía por un breve tiempo, fue aquella muchachita de ojos chinos, fue como un beso que duró poco pero se sintió como si nuestras bocas estuvieran juntas diez años.
»Ella y yo fuimos una pareja que nunca debió estar juntos para no compartir recuerdos, serenos esa pareja que si estuvieron juntos pero no fue como querían.
»Ella fue mía, y yo suyo, nos hicimos lo que quisimos y nos dimos todo lo que pudimos, fuimos pareja y ahora somos ese quiero volver contigo pero no puedo no podemos. Ella fue para mí lo que para ustedes es esa cosa o persona que le causa esa sonrisa antes de dormir, fue para mí aquella alegría de recibir algo, o esa sensación de paz al dar todo, ella fue lo que todos buscan, una razón para vivir.
—Hay algo que no entiendo, si se amaban tanto por qué no están juntos —fueron algunas palabras que alguien dijo en esos días que pasaron.
—Ella se enamoró, ella solo siguió su corazón, hermoso corazón, ella quiso ser feliz —decía José Andrés recordando como ella comenzó a cambiar, a hacer preguntas al aire, para ver cómo reaccionaba él, ella comenzó a ocultarle cosas para no lastimarlo, ella solo comenzó a ocultar que amaba a alguien más que él.
—Les voy a contar un fragmento de esa historia —dijo, con esa sonrisa falsa que intentaba aparentar dureza como fuerza que no tenía. —Ella y yo éramos pareja, estábamos enamorados, pero era un amor tan infantil que duró poco por que ella no estaba lista, terminamos de la mejor manera.
»Ahí cometí un error muy común, la amaba tanto que me comencé a alejar de ella, me aleje tanto que quería olvidar algo que hasta hoy no puedo, me aleje de sus brazos cálidos me daba cada mañana, cada noche cuando nos sentábamos a hablar, me aleje de su presencia para no poder ver sus labios, me aleje de esos besos cortos que comenzaron a hacerme falta cada día, de los largos también me distancie. Me aleje de su mirada cautivadora, de su sonrisa, me comencé a alejar de aquellas cosas que me la recordaba mientras mi cerebro gritaba cuanto la extrañaba, cuanto la extraño, quería gritarle eso pero otra parte de mi me callaba diciéndome "ya se acabó".
»Me aleje de sus promesas, las veía como palabras vacías, palabras llenas de aire y saliba sin importancia o significado para ella, me aleje de mis promesas rompiendo aquéllas palabras para poder olvidarla, pero mientras más me alejaba, a cada instante que daba un paso más lejos de ella me chocaba con un recuerdo profundo salido de mi corazón.
»Quise alejarme pero su perfume natural estaba en mi ropa, intente pero no sé puede alejar de algo que está en tu pecho, que a donde vaya estará conmigo, hasta dormir me recordaba a ella, la cómoda almohada, los sueños donde su voz hablaba al fondo, me aleje de ella como si fuera un mandato de los dioses, como si fuera orden divida de los ángeles.
»Luego de ese "No podemos estar juntos más" comencé a destruir cada sueño que tenía con ella, me aleje de ella, ese fue mi peor error, me aleje en presencia de ella mientras no podía sacarla del lugar que se había metido en mi mente.
Termino de decir, muchas preguntas habían nacido ahí, cuáles fueron preguntadas.
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