Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌸 8 🌸


Un nuevo día comenzaba, habían pasado toda la semana en aprender más acerca del otro, en conocerse, en ir construyendo su amistad. Ambos se sentían felices de que el destino los haya juntado. Sus personalidades encajaban realmente bien.

Ahora Tae le había pedido que quería conocer más del mundo exterior. Por ende Jimin planificó una pequeña ruta turística para mostrarle un poco de Kyoto, el precioso lugar donde vivía.

Después de desayunar, se dirigieron al templo más famoso “Fushimi inari” deleitándose con el bello paisaje. Tae parecía como niño en dulcería, pues correteaba de un lado a otro dando pequeños saltos.


A dónde fuera que vayan llamaban la atención, Jimin había esperado esta reacción de la gente pues la belleza de la Ninfa era realmente asombrosa. Aunque le había dado un Yukata para ocultar mayor parte de su cuerpo, se dio cuenta que no servía de mucho, es más hasta parecía que ayudaba a resaltar sus rasgos.

Al principio Tae se sentía demasiado incómodo con esas telas envolviendo su cuerpo, pues él estaba acostumbrado a caminar casi sin nada puesto más que un trozo de seda que cubría la mitad de su pecho atado a un extremo de su hombro seguido por un cinturón de flores cayendo la fina tela por el resto de su cuerpo llegando hasta la mitad de sus muy bien formados muslos. Pero Jimin le había dicho que no podía salir al exterior en su “forma tan natural” pues ahora se tenían ciertos códigos que cumplir con la sociedad en especial la humana. Así aceptando al fin y al cabo vestir esa incomoda prenda.

Según iban abarcando más lugares, la curiosidad de la Ninfa y las preguntas en su cabeza crecían aún más, estaba ansioso por aprender sobre estás criaturas “humanas” y este estilo de vida tan diferente al suyo.

Antes de volver a casa del Kitsune, pasaron por unas tiendas de ropa para comprar lo esencial que necesitaría Tae, pues Jimin no iba a prestarle su ropa por siempre, además que lo notaba incómodo con lo que le dio. Por lo tanto le dejó escoger lo que él quisiera probar, claro que explicando el uso de estas y cuáles eran los artículos primordiales.


Por otra parte Jin había estado bastante ocupado esa semana, a pesar de que se supone debería estar de vacaciones. Yoongi estaba cada día más enojado, no sólo porque su amigo había lanzado por la borda todos sus planes de diversión con ese tonto trato que debía cerrar. Sino porque en toda esa semana no había vuelto a ver al precioso Kitsune que lo tenía maravillado.

Sintiendo necesidad de distraer sus pensamientos, dejando a su amigo dormir. Salió hacia la ciudad, para dar un paseo, ir de compras, pero sobre todo disfrutar de esa ciudad que él sentía más que mágica. Quizás era el poder de la existencia de tantos templos, o la conservación que tenían de sus edificaciones tradicionales. Que contrastaban a la perfección con las edificaciones modernas.

Al volver al Ryokan vio a lo lejos al Kitsune bajar de un precioso auto deportivo con una persona bastante llamativa y un montón de bolsas, cajas etc. Al parecer él no fue el único que fue de compras. Se apresuró a estacionar para llegar corriendo al alcance de ellos.

-¿Puedo ayudarles? – preguntaba con un tono amable.

-Señor Min – respondía sorprendido el Kitsune – qué sorpresa, creí que disfrutaba de sus vacaciones.

- Eso hago, también fui de compras acabo de volver y vi que tenían más equipaje del que podrían cargar – confesaba algo apenado rascando un lado de su cabeza.

-Oh es muy amable de su parte, gracias – le alcanzaba la mayoría de las enormes bolsas casi obstruyendo en totalidad su vista.

Tae los veía divertido, aunque al principio le había asustado la aparición repentina del extraño. Pero enseguida sintió su aura, dándose cuenta que no existía algún tipo de malicia en sus actos. Pues ese día se había cansado de sentir esas auras que él llamaba “contaminadas”. Había escuchado que el mundo humano estaba repleto de estas pero vivirlo en carne propia era totalmente distinto.

-Me adelantaré- hablaba Tae sacando a los otros dos de sus pensamientos – me siento muy cansado – se frotaba un ojo

-Ve a dormir un poco nosotros llevaremos las cosas – respondía Jimin acariciando su cabello, Yoongi al ver la escena no pudo evitar sentir celos.

“También quisiera que me trate así” -pensaba – “pero qué demonios estoy pensando!?” – se daba golpes mentales

Tae se fue rápidamente hacia su habitación, aún no había anochecido, pero el cansancio de su cuerpo y alma eran devastadores, cayendo en los brazos de Morfeo al instante.

Jimin y Yoongi llevaron todas las compras al interior de la casa del Kitsune, colocándolas en la gran sala principal el cual era por su puesto muy tradicional y elegante a la vez.

-Qué bello lugar – expresaba Yoongi anonadado por la vista.

-Es mi humilde hogar – decía coquetamente.

-“No le veo lo humilde”- pensaba haciendo un gesto de incredulidad.

-Quieres un poco de té? – preguntaba el Kitsune mientras se dirigía a la concina ganando un asentimiento en silencio como respuesta – Toma asiento enseguida vuelvo, relájate no muerdo … por ahora – decía lo último de forma traviesa, lo que hizo erizar todo el cuerpo del Elfo.

Luego de unos minutos Jimin regresó con una charola que tenía la tetera y dos tazas para el té. Yoongi no podía creer que todo lo que hacía el Kitsune se veía tan elegante, hasta un simple acto de servir té.

Pasaron el resto de la tarde conversando, conociéndose más. Sin darse cuenta el pequeño malentendido de esa noche en el lago ahora les parecía hasta gracioso. Yoongi por su puesto seguía pidiendo disculpas, aunque la verdad él no estaba arrepentido.

<Visual>
Interior de la casa, la sala y la vajilla de té




Jin despertaba a eso más de la media noche, ya cambiado y luego de haberse dado un baño refrescante, se dirigía al refrigerador para sacar otro paquete de sangre. Revisando el lugar se dio cuenta que Yoongi no estaba por ningún lado. Sintiéndose culpable por no poder compartir con él como lo había prometido salió al jardín.

Hace días no había podido visitar ese hermoso jardín debido a su apretada agenda con los socios. Afortunadamente era sábado y lo habían dejado en paz por el momento. Con mil dudas en su cabeza de si lo que hacía estaba bien, de si su vida tenía algún propósito. Tanta eternidad ¿para qué le servía si se sentía vacío por dentro?.

Perdido en sus pensamientos siguió caminando sin darse cuenta que ya había dejado el terreno del Ryokan, caminando a través de un denso bosque de Momiji llegó a un campo abierto que para él pareció más hermoso con la luz de la luna reflejada en cada hoja de las plantas del lugar, el campo estaba repleto de distintas flores, pequeñas, medianas, grandes.

Hipnotizado por su paisaje no se dio cuenta que el dolor que llevaba hace poco en el pecho, las dudas que tenía y toda esa pesadez en su alma se habían evaporado. En ese instante un ráfaga de semillas de dientes de león se elevaron alrededor, las semillas parecían danzar al compás de alguna música que el aún no lograba escuchar.

Sintiéndose lleno de felicidad levantó los brazos, aspirando lo más que podía de ese aroma que llegó a él, sintiendo esa calidez en su pecho ignorando por completo la sonrisa en su rostro, la cual hace siglos no había tenido.

<Visual>
Escena que traté de describir


Se puso a bailar junto a las semillas de “Dientes de león” que parecían envolverlo, se dejó guiar por éstas y al fin pudo escuchar la melodía, esa a la cual todas las plantas parecían danzar.

Nunca antes había escuchado una voz tan hermosa, le brindaba tanta paz, sentía que llegaba a lo más profundo de su ser. Todo este tiempo había mantenido los ojos cerrados para disfrutar más esa hermosa voz, hasta que decidió abrirlos al fin.

A una distancia no tan lejana vio al dueño de esa melodiosa voz, quedando embelesado al instante. Pues nunca había visto a un ser más hermoso, la luz de Luna llena que caía sobre él lo hacía ver casi etéreo, sus finos movimientos al compás de su melodía resaltaban cada rasgo de su ser.

Su pelo brillaba en un plateado casi idéntico al de la luna, la delgada tela que cubría su cuerpo marcaba ondas suaves debido a sus movimientos tan finos dejando a la vista mitad de su torso y las largas y contorneadas piernas que se elevaban de ves en cuando para dar largos saltos alrededor de algo que Jin no podía ver.

No tenía idea de qué criatura se trataba, aunque eso poco le importó, dejándose llevar por el hermoso espectáculo. Se fue acercando cada vez más hasta que la Ninfa dejó de bailar porque había notado su presencia quedándose inmóvil uno frente al otro.

<Tema que cantó Tae>

  🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸

Holas volví con otro capítulo 😏 (creo que esta vez me emocioné 🙈 disculpen si está muy largo 😅)

Espero hayan sentido la magia del momento que quise transmitir 🥺🤧

Nos vemos en una siguiente actualización 😘

L@s amito 😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro