🌸 12 🌸
La tarde estaba por terminar, Jimin fue en busca de Tae quien estaba todo despeinado, lleno de hojas secas por todos lados, tierra. Estaba hecho un desastre, muestra clara que había disfrutado bastante de su día con los ciervos en la naturaleza.
-TaeTae – Jimin lo llamó en voz calmada, al parecer los ciervos habían hecho un fuerte y nadie podía entrar. Tae estaba en el medio. -Debemos irnos – Tae al escucharlo giró su rostro velozmente y corrió a sus brazos
Los cuatro estaban reunidos al fin, con Tae por delante a quien no dejaban de seguirle los ciervos.
Yoongi y Jimin no paraban de sacarle fotos a la Ninfa y los ciervos, se veían muy graciosos. Pero desde atrás un enojado vampiro los seguía, siendo ignorado por todos.
Finalmente llegaron al auto, todos volviendo a sus lugares de antes. Tae estaba notoriamente triste por dejar a sus amiguitos los ciervos, mostrando un tono celeste en su cabello, muestra clara de sus sentimientos. Atrás un cansado y enojado vampiro se recostaba para dormir aunque sea un poco, estaba agotado física y emocionalmente.
Durante todo el viaje de retorno, Yoongi y Jimin no dejaron de hablar, en especial para mantener distraído al Kitsune y no sé duerma en el camino. Ya que los otros dos acompañe estaban en los brazos de Morfeo.
Al final quedaron que al día siguiente volverían a salir, aunque esta vez cuando oscurezca porque Yoongi no había visto a su amigo disfrutar usando la escusa de que el sol lo dejaba agotado.
Así al llegar al Ryokan, ambos se despidieron con sus respectivos amigos dormidos en sus espaldas.
Yoongi llevó al vampiro dormido en su espalda hasta su habitación, como pudo lo acostó en la cama intentando no tirarlo en el proceso.
Se dirigió al minibar, sacó una cerveza helada y se relajó con esta en el pequeño sofá que había frente al televisor. Pensando en todo lo que había ocurrido ese día, feliz por haber compartido más momentos con el Kitsune, pero también estaba feliz por su amigo. Hace mucho tiempo que no lo veía tan interesado en algo y mucho menos en alguien.
Definitivamente iba a ayudarlo a aclarar esa mente y dejar que sea un idiota, al menos un poquito.
Por otro lado Jimin estaba acostando a Tae en el futón, arropándolo. Deteniéndose a admirar la tranquilidad que emanaba el verlo dormir tan placenteramente. Prometiéndose proteger a toda costa esa tranquilidad.
Salió de la habitación de Tae, dirigiéndose a la laguna para tomar su baño lunar, de paso aclarar su mente, quería saber qué era lo que le pasaba con el Elfo, si sólo era gusto por molestarlo y coquetear, o era algo más allá que eso.
En ese momento de relajación, vino a su mente la imagen del vampiro acechando con la mirada a su Ninfa, afectando su humor de inmediato. “Ni se te ocurra poner tus gélidas manos encima” pensó con furia “Mañana voy a rayar bien la cancha para ese amargado” miraba a la Luna como signo de estar sellando una promesa.
Era casi ya media noche y el vampiro despertó sediento, levantándose a servirse un paquete de sangre de la nevera.
Al llegar mini bar vio a Yoongi dormido en el pequeño sofá. Con una copa de sangre en su mano, se dirigió hasta Yoongi, zarandeándolo de los hombros para que despertara.
-Yoongi ve a dormir a tu habitación- pedía amablemente.
-Jin … sabía que cuando querías podías ser amable- respondía luchando con el sueño, haciendo rodar los ojos de Jin con ese comentario.
-Quiero hablar contigo, por eso estaba esperando a que despertaras – añadía estirando las manos para desperezarse.
-Muy bien – se servía otra copa de sangre – ¿de qué quieres hablarme?
– preguntaba tomando asiento en un pequeño cojín que había en el piso.
-Hablemos de lo que te traes con la preciosa Ninfa – decía ya al fin despierto, levantándose por otra cerveza para acompañar a su amigo.
- Sigues con eso, ya te dije que es curiosidad solamente – respondía restándole importancia bebiendo de su copa.
-Por eso quería hablarte, se nota que no eres consiente de tus sentimientos, no te culpo, tu pasado te orilló a que los eliminaras, pero últimamente te he visto peor que hace unos siglos, estaba realmente preocupado por ti, nunca tenías sentimientos pero ahora te veía más gruñón, con más ira – Yoongi explicaba mirándolo a los ojos.
-Lo sé, ni yo entiendo cómo pasó, simplemente ahora siento más odio por todo y más por esos estúpidos humanos – respondía gruñendo al recordarlos.
-Yo tampoco es que los adore, son estúpidos, pero tampoco es bueno llenarse de odio Jinnie – aconsejaba lo mejor que podía – dicen que de ahí se forma una oscuridad que puede consumirte.
-Lo sé – decía triste y asustado pues últimamente sus sueños eran muy horribles al principio no los entendió pero ahora que Yoongi lo mencionó, estaba casi seguro que quien le hablaba en sus sueños, era la oscuridad de su ser.
-Pero, Jinnie, hoy, hoy te vi tan diferente. En cuanto lo viste al llegar tus ojos brillaban, nunca antes había pasado, no desde lo de Rebecca – Yoongi había bajado del sofá para sentarse en el piso y estar frente a frente con Jin quien ahora lo miraba entre desconcertado y dolido por remover esos sentimientos que él creyó ya desvanecidos.
-Tus ojos lo veían como la veías a ella Jinnie – continúo al no recibir respuesta alguna – sólo te pido que no lo dejes pasar, ordena esos sentimientos, no te asustes, puede ser que la luz que necesita tu alma, la madre luna te la esté entregando ahora – tocaba la mano de Jin que había empezado a temblar y una gruesa lágrima brotaba de esos ojos rojos como la sangre.
Yoongi tomaba la copa de las manos temblorosas de Jin y la colocaba sobre la pequeña mesa a su izquierda para acercarse y abrazarlo, se sentía culpable por haber removido esos horribles recuerdos, pero no podía dejar que su amigo sea consumido por la oscuridad, más aún cuando acaba de encontrar una luz, y se encargaría de que esta vez funcione todo bien para su amigo, se lo debía.
Después de haber llorado en el hombro de su amigo, lo dejó para que descansara y él salió a dar un paseo por los alrededores.
Su corazón dolía, su alma entera dolía. ¿Cómo puede ser que a pesar de que hayan pasado siglos, al parecer no había superado la muerte de su amada Rebecca?
-¿Por qué me dejaste solo? – preguntaba mirando hacia la luna – Ahora más que nunca te necesito, siento cómo la oscuridad me consume – caía al suelo de rodillas haciendo que muchas semillas de Dientes de León se esparzan alrededor, con las manos cubriendo su rostro comenzó a llorar, dejando todo su dolor en ese lugar siendo la luna y el bosque que lo rodeaba testigos del gran sufrimiento por el que pasaba ese desdichado ser y como la oscuridad se hacía más grande dentro de él.
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Holas hoy les traje dos capítulos 😏
Y mis besitos? 😏🥰
Las amito 😘💜
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