- Emma - escucho una voz lejana - Emma - siento caricias en mis labios, nariz, frente y en mis mejillas - Despierta ¿Quién crees que está aquí? - inmediatamente abro mis ojos para encontrarme a la enfermera y a Cleo sonriéndome con un carrito en sus manos.

- Alguien está ansioso por verte - la enfermera carga a mi bebé quien ahora está envuelto en una manta azul más obscura, me estiro, tallo mis ojos y me colocó bien para recibirlo, esta despierto, sus ojos nuevamente se mueven de un lado a otro.

- Hola mi amor - sonreí como loca.

Amaba sus ojos, no eran exactamente mis ojos pero me traían buenos recuerdos. Su cabello era negro, sus ojos eran grandes y llenos de vida. Mi bebé hacía muecas y soltaba quejidos, estiraba sus piernitas y sus pies los mantenía encogidos. La enfermera me enseñó a darle de comer, en esa parte Noah dio la excusa de darnos intimidad e irse por una soda de paso. Mi bebé estaba programado para comer porque nada más colocarlo comenzó a succionar. Después de unos minutos me soltó y comenzó a cerrar sus ojos, lo recargue en mi pecho, colocando su cabecita en mi hombro y comencé a darle palmadas en su espalda, mi bebé sacó tres gases y se quedó profundamente dormido. La enfermera se fue diciendo que vendría por el en unas horas para hacerle un chequeo. Mientras tanto Cleo no podía parar de mirarlo.

- Dios, es tan lindo - sonrió mientras se lo pasaba para que lo cargara.

Sonreí al ver como Noah entraba con dos sodas en la mano, por supuesto la segunda soda era para Cleo, ya que estoy internada en el hospital y me tienen en observación no puedo tomar tanta azúcar y menos sal.

- ¿Cómo te sientes? - preguntó para después sentarse a mi lado.

- Ahora me siento bien - le sonreí al ver a Cleo con William en brazos se acercó curioso y lo miró durante un buen rato, mi bebé seguía dormido, Cleo se levantó diciendo que en media hora tenía clase extra, si, en sábado, no sé si creerle pero la dejo ir. Así tengo unas horas a solas con William. Mi bebé sigue recostado en mi pecho con su chupón, le quite la sábana ya que había notado que estaba sudando y quedaba a la vista el mameluco amarillo que me regaló Cynthia, lo había mandado por correo, sus piernas las estiraba y las encogía cuando acariciaba sus pies y sus manos las mantenía echas puño. Me quedé contemplando a mi bebé, fue bueno saber que no estaría sola después de todo.

- Te ves preciosa - soltó Noah llamando mi atención.

Le sonreí y él me tomo de la mano, demostrándome su apoyo. En fin, Noah pasó la tarde conmigo cuando se llevaron a William, me contó cosas de la universidad y me explico algunos temas que no había entendido. Mis ojos se me cerraban mientras yo miraba la televisión que era lo único me que podía entretener o al menos llamar mi atención.

- Duérmete - Noah me sonríe desde el sillón - Si William viene yo te despertaré para que lo veas - me convence.

- Bien - me hice a un lado en la camilla y di palmadas al gran espacio que quedaba a mi lado, Noah comprendiendo se acercó y se acostó a mi lado, después ambos nos acomodamos y acaricio mi cabello hasta quedarme dormida.
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Hoy me daban de alta, estaba más que emocionada por ir por fin a casa. Me estaba vistiendo cuando Noah entra a la habitación.

- El coche ya está listo y te tengo un regalo ... - sonríe orgulloso.

- ¿Qué es? - pregunte abrochando el último botón de mi camiseta.

Coloca una silla de coche negra sobre la cama con un moño azul, llevaba una sábana de aviones y un adorno colgaba, de esos que hacían sonidos.

- Es precioso, no tenías porque - le sonreí agradecida.

- De echo no es mía, era de mi hermana Molly - sonrío - Mi madre quería regalarla ya que no la necesitamos - explico sonriéndome.

- Gracias - sonreí, hasta que te la enfermera llegó.

- Lamento interrumpir - la enfermera sonríe y lleva a William en sus brazos - Pero este pequeño está muy inquieto por irse a casa - ríe acercándose a mi - No lo hemos cambiado de ropa ni el pañal quería que lo hicieras tú, mejor - sonríe dándomelo en los brazos.

Mi bebé suelta un quejido al cambiar de brazos, nos mira a Noah y a mi alternadamente. La enfermera se despide y se va. Mientras yo acuesto a William en la cama y comienzo a quitarle su muda de ropa que uso el día de ayer, escojo la ropa interior blanca, una pequeña sudadera, unas calcetas abrigadas, ya que no ha parado de nevar, le colocó un pantalón térmico y encima su mameluco azul y su gorrito, mi bebé no para de mover sus piernas y sus brazos mientras lo visto, alzó a mi bebé para acostarlo sobre la manta peludita que le regaló Cleo, lo ponemos en la silla y colocamos una cobija extra sobre él y encima de la silla, para que no le entre el aire frío. Noah sonríe al ver sus pies saliéndose de la cobija y le ayuda a colocarlos donde debe. Me colocó mi chaqueta y salimos del hospital, frío golpeó nuestro rostro, Cleo nos esperaba en el coche sonríe. Me subo primero al coche y Noah me ayuda a abrochar al bebé, después se sube al asiento delantero al lado de Cleo, encienden la calefacción y cuando está lo suficientemente tibio quito la cobija que esta sobre la silla, mi bebé se quedo dormido solo en el trayecto, sonreí encantada, definitivamente es lo mejor que me a pasado. Y definitivamente no me arrepiento de absolutamente nada. Fue un descuidado y un accidente hermoso. Al llegar a casa me sorprende ver a Cynthia ahí, cuando bajamos me abrazo felicitándome y viendo al nuevo integrante de nuestra familia. Mi bebé se despertaba a cada rato llorando, parecía notar el cambio de ambiente, cuando lo cargaba dejaba de llorar, para después mirar a su alrededor curioso y mimado claramente.

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¡¿LOS SORPRENDÍ?! 😂😂😂Subo hoy capítulo para no tener que subir el sábado porque sigo en Miami y debo decir que es totalmente hermosa y muy calurosa 😓pero es lo mejor! 🏝Felices vacaciones!

#TeamLover🖤

Saludos ✌🏻👀

Ashley 🖤