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-¡Ya casi son las nueve! - gritó mi madre desde el primer piso.

-¡Ya voy! – respondí de igual manera, mire el reloj que había en mi cuarto, marcaba las 8:20 am, mi madre siendo mi madre, estoy seguro que si por ella fuera ya estaría en el aeropuerto desde la noche anterior, tomé mi maleta y baje las escaleras.

- ¿Solo llevaras eso? ¿Cuántos abrigos metiste? ¿Llevas suficiente dinero por si tienes que comprar más ropa? ¿Ya viste el reporte del clima? ¿Por qué no llevas una bufanda?

- Mamá- dejé la maleta en el piso y puse mis manos en sus hombros  – solo serán tres días, con uno o dos abrigos basta, llevó mi tarjeta, ya tengo edad suficiente para viajar solo, todo estará bien, además no voy solo.

- Está bien, está bien, hablando de no ir solo, cariño cuídate, si pasa algo entre ustedes que sea con cuidado, ya sabes, aunque ustedes no corren riesgo de embarazo no es lo mismo con las infecciones- en cuanto capte lo que mi madre estaba diciendo mis mejillas comenzaron a arder.

-¡Mamá! – di un paso atrás, haciendo una pequeña distancia entre nosotros.

-Mi cielo, son jóvenes, ya pase por esa edad y bueno, solo quiero que sepas que lo que sea aquí estoy para ti.

- Gracias mamá- el calor en mis mejillas aumentaba, el ambiente se volvió algo incómodo, hasta que mi celular sonó, había llegado un mensaje – es Nam dice que está afuera.

- Vamos, vamos- mi madre fue a paso rápido hacia la puerta, en cuanto la abrió vimos a Nam bajando del auto, caminando hacia nosotros.

- Buenos días jefa Kim – Nam saludo a mi madre.

- Fuera del trabajo puedes llamarme suegra – mi madre dejó una suave caricia en el hombro de Nam, el cual tenía un hermosa sonrisa dibujada en sus labios – bueno, me despido, les deseo un buen viaje, cualquier cosa saben que pueden llamarme, a la hora que sea y Jin – mi mamá se acercó a mi – recuerda lo que te dije – esto último lo dijo casi en un susurro, yo solo asentí con la cabeza, mis mejillas regresaron otra vez al estado de hace unos momentos, mi madre se despidió y nosotros entramos al auto, Nam arranco enseguida.

- ¿Por qué estás rojo?

- Por nada, creo que es por el frío -Nam me miro por unos segundos

-Bueno, en ese caso compraremos alguna crema para aliviar eso.

- No, no es necesario – mi mente no me ayudaba, hace un tiempo que Nam y yo no teníamos momentos íntimos, la carga de trabajo de ambos mantenía algo (muy) ocupados nuestros tiempos, ya extrañaba esa cercanía con él y mi hermoso cerebro me traía recuerdos.

-¿Qué pasa? – pregunto nuevamente Nam – si te sientes mal dime y muevo las fechas de la exposición.

-¡No! – mi cabeza seguía sin ayudar y es que Nam se veía tan sexy mientras manejaba – es solo que, bueno, mi madre me dijo algo y pues… ya sabes, me dijo que nos cuidaramos -mire hacia la ventana, me daba pena verlo, algo estúpido si recuerdo todo lo que ya he hecho con él.

- Ummm, con que eso, tu tranquilo cada año dono sangre así que sé que estoy limpio, pero si quieres podemos ir al doctor y hacernos….

- ¡mejor voy a poner música! – tomé torpemente mi teléfono mientras Nam remplazaba en silencio del auto con su risa.

💙

Llegamos al aeropuerto, por lo que Jin me había contado ya había viajado en otras ocasiones en avión pero solo una vez a Canadá, y que en realidad no hizo nada interesante por ser un viaje escolar, así que no tuve que darle explicaciones de todo lo que teníamos que hacer, al terminar de registrar el equipaje dimos un pequeño paseo por el aeropuerto, después nos sentamos en unos bancas y Jin busco en su teléfono lugares que podíamos ir a visitar cerca del lugar donde estaríamos.

-El primer día será la exposición, así que tendremos dos días para nosotros solos, mándame un mensaje con los lugares que quieres visitar para que planee bien nuestro día, así aprovecharemos bien el día – el tiempo se paso rápido, después de subir al avión Jin se quedó dormido enseguida, quizá no había estado durmiendo bien, además últimamente lo he notado diferente, después hablaríamos al respecto.

-Jin, llegamos – después de un poco mas de medio día de vuelo, me sorprendió que durante el trayecto Jin durmió plácidamente.

-umm, cinco minutos -intenté no reírme, en cuanto Jin abrió un poco los ojos y se dio cuenta de donde estábamos abrió los ojos como platos.

- ¿ya llegamos?

- Sí- comencé a tomar nuestras cosas, en sí solo era mi mochila y un bolso de mano.

-Ay, Dios – Jin se fue despertando, me daba ternura verlo todo adormilado.

Ya de camino al hotel Jin miraba por todos lados, sin dudas los dos días para nosotros solos no serían suficientes, así que lo traería después.

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El taxi paro frente a una casa, la cual en sí era pequeña pero contaba con un gran patio.

-Llegamos – anuncio Nam mientras bajaba del taxi, abrió mi puerta y después tomó en manos nuestras pequeñas maletas, caminamos hacia la puerta, Nam saco unas llaves y entramos.

- Wow, que bonita – la casa era muy sencilla, aunque espaciosa.

*Foto de referencia*

- Espero te guste – cualquier cosa que necesites no dudes en decirme, bueno tomaré un baño para aclimatarme- Nam dejo un beso en mis labios y después camino hacia el baño.

Comencé a acomodar mis cosas, me sentía un poco adormilado, en parte por el cambio de horario, así que tomaría un baño después.

 -¡Jin! – escuche a Nam desde el baño

- si

- Podrías pasarme una toalla, olvide meterlas al baño, están en la cama.

- Voy – me apure a ir por las toalla, después toqué la puerta del baño.

-Pasa, no tiene seguro – entre al baño mirando al inicio al piso, aunque me fue difícil no alzar la mirada, al hacerlo me encontré con una buena vista, la regadera tenía unas puertas de cristal, el cual no era totalmente transparente, estaba ligeramente borroso, añadiendo a esto el vapor teníamos como resultado la hermosa silueta de Nam, el calor se hizo presente en mi cuerpo y no era por el vapor del baño, mi entre pierna lo confirmaba, Nam abrió un poco la puerta de cristal, asomando su rostro y parte de su pecho.

- Gracias cielo – le di la toalla en su manos y me di media vuelta - ¿Jin? – me quedé  hecho piedra,  una parte de mi quería salir corriendo pero mis piernas no respondían -umm ya entiendo - escuche como Nam salió de la regadera, cuando me di cuenta estaba detrás de mi, sus manos se colocaron primero en mi pecho, después bajaron hasta mi abdomen y por último unas se ellas acaricio mi ingle.

-¿Pero que tenemos aquí? – Nam acaricio suavemente con una de sus manos mi notoria erección – Creo que esto es mi culpa así que tendré que arreglarlo.