Maratón 1/3
¿Alguna vez les ha pasado que a pesar de amar y extrañar a una persona te das cuenta del brillo que desprende otra?

¿No?

¿Nunca?

Pues a Yoongi si, justamente ahora, mientras miraba a Jin comer, se veía tan adorable con sus mejillas llenas de comida moviendo sus manos exageradamente, mientras habla de algo que Yoongi no sabe que es, porque esta más entretenido admirando como su mayor a adquirido mayor belleza y sus facciones se han endurecido con el tiempo.

Confusión, es lo que ahora siente, quizás la soledad y el hecho de extrañar a su amor le está jugando una mala pasada, pues solo puede pensar en pasar su lengua por los pomposos labios de su mayor. Quizás el que Jimin lo haya dejado era parte del destino para lograr ver a Jin.

— ¿Por qué haces esto? —preguntó el pelinegro dejando de lado su comida.

El mayor lo miró un poco confundido, no entendía a qué se refería con su pregunta.

— Exactamente ¿a qué te refieres?

— A esto, al que me hayas ayudado ayer, el que hayas cocinado para mi hoy, el que estés aquí. ¿Por qué, Jin?

— Wow, había olvidado lo directo que eras.

— No comiences con juegos y contéstame.

— Porque eres mi amigo, qué más puede ser, Yoongi.

— ¿Eso es todo? —lo miró con el ceño fruncido, a decir verdad, él esperaba otra respuesta, pero ¿en qué jodidos estaba pensando?, Jin se lo dejó claro tiempo atrás que lo suyo era meramente sexual, ¿por que cambiaría algo ahora?

Pero lo más importante, ¿por qué esperaba más de él?

— No sé que respuesta esperabas, pero es así, no pienses que me acerque a ti ayer por lo de la propuesta, eso es aparte, solo que pienso que es una mierda estar con el corazón partido y estar solo, no tener a nadie para hablar y llorar. Así que a partir de ahora llora conmigo, Yoongi.

Claro que Jin sabía lo que se sentía estar solo, él lo vivió en carne propia.

Fue una verdadera mierda, el llorar por las noches en la soledad de su sala, dormir en su fría cama cuando necesitaba el calor de otros brazos, el tragarse sus palabras y sentirlas anudarse en su garganta peleando entre ellas por salir.

Porque a pesar de que Namjoon es su mejor amigo, él no iba a entender el amor que sentía por su hermano, si no entendió el amor que Jimin y Yoongi destilaban, ¿porque entendería el de él?.

— O sea, ¿no te interesa más que trabaje contigo? —estaba un poco confundido, desde antes que Jimin lo abandonara él insistía por medio de Namjoon que trabajara con él, era un poco raro que ahora no le interesara una relación laboral.

— Por supuesto que me interesa, date cuenta de lo exitoso y famoso que te volverías, joder, tienes un talento inigualable para tocar el piano y componer, pero tambien soy tu amigo, ya lo dije. Y ahora que tocas el tema no está demás insistir un poco más.

— Jin, mi respuesta es la misma, no dejaré de tocar en el bar, lo haré hasta que me muera de viejo.— se recargo Yoongi en el respaldo de la silla mirando a Jin sin poder descifrar lo que tramaba, lo conocía bastante bien y pudo ver que al castaño algo le molestaba.

— ¿Por qué?— preguntó simplemente Jin, aunque no lo supiera a ciencia cierta lo presentía, él se lo dijo a Namjoon y este no quiso escucharlo y ahora el futuro prometedor que tanto buscaba el pelinegro se estaba alejando lentamente de él, y al pálido parecía no importarle.

Se preguntaba si sería lo mismo si Namjoon y él no hubieran interferido.

Estaba claro que Jimin era demasiado importante para el pálido, pero si el rubio hubiera hablado con Yoongi, este probablemente habría aceptado participar en el concierto. Los dos habrían podido asistir y hubieran cumplido sus sueños. Los cuales estaban estancados para uno de ellos por el egoísmo de Namjoon y él.

Pero ahora necesitaba escucharlo de él. Necesitaba que esas palabras salieran de Yoongi para decidirse a hacer lo correcto.

— ¿Cómo?— devolvió la pregunta sin entender realmente a qué se refería su amigo.

— ¿Por qué no avanzas?, ¿Por qué no sigues luchando por tus sueños?. Carajo Yoongi!, debes retomar tu camino y mirar hacía delante.

La mirada que tenía Yoongi en el mayor se nubló por las lágrimas que querían salir, desvío su mirada, trato de tragar el nudo que comenzaba a formarse en su garganta. Claro que para los espectadores era fácil preguntar el motivo de su estancamiento, pero los que estaban encima del escenario podían entender sin juzgarlo.

Solo había una respuesta para esas preguntas, Jimin, siempre era y será él.

— Sé que debes estar cansado de escuchar lo mismo muchas veces, pero de verdad aún tienes un futuro prometedor por delante, tú mismo lo dijiste cuando llegaste a mi casa. Dijiste que nadie te impediría ir por lo que tanto sueñas y si llegabas a encontrar una piedra en el camino, que no importaba cuanto lo quisieras o apreciaras, tú ibas a deshacerte de esa persona sin pensarlo. ¿Entonces por qué ahora no lo haces?

Yoongi solo se quedó mirando su plato sintiendo como las mejillas se le humedecian por las lágrimas que comenzaban a caer, quería replicar a  lo que decía el castaño, pero sus palabras no eran capaz de salir, solo las sentía atoradas en su garganta quemándole. Él sabía que todos tenían razón, pero nadie parecia entenderlo y eso le estaba hartando, cuántas veces tenía que repetir que con sus pensamientos era suficiente, que no necesitaba que vinieran y le dijeran cuan idiota se estaba comportando.

— Yo... lo siento, Yoongi, pero eso hacemos los amigos, sé que te duele y créeme que de verdad lo entiendo, pero también debes entender que lo que sientes debes expresarlo, no todos son capaces de entender o siquiera comprender lo que te está pasando. Solo por favor piensa un poco en ti, en unos días es el concierto, tu lugar sigue libre, pero debes confirmarme a más tardar mañana por la mañana para alcanzar hacer los preparativos, si decides acudir estaríamos viajando mañana por la tarde a Italia así que piénsalo.

El mayor tomo su plato y se levantó para ponerlo en el fregadero, le dio una leve caricia al menor en la cabeza y salió de su casa, esperaba que con lo dicho anteriormente el pelinegro pudiera recapacitar y aceptar, pero si no, él aún tenía una carta bajo la manga.

Yoongi toda la mañana y parte de la tarde se la pasó pensando en las palabras de Seokjin, no sabía cómo sentirse, si bien sabía que era una oportunidad de oro acudir a aquel concierto, él no se sentía listo para volver a pisar un escenario de esa magnitud. No con la tristeza y melancolía saliendole por los poros.

Quizá él debía ir, pero ¿qué pasaba si Jimin decidía regresar cuando él no estuviera en el bar? Eso sería trágico para su débil corazón.

En unas horas abriría el bar, así que decidió ir a tomar una ducha para alistarse.

Entró en la ficha y suspiró cuando sintió el agua caliente caer sobre su cuerpo, así se quedó unos minutos disfrutando del agua caliente. Lavó su cabello con suavidad y lo enjuago sin prisas para quitar la espuma. Abrió los ojos y suspiro cuando un recuerdo de Jimin le golpeó la cabeza, esa ducha era cómplice de cientos de veces en las que ellos se demostraban amor, cerró de nuevo los ojos e imaginó a Jimin frente a él desnudo, imaginó como el rubio se acercaba a él para besarlo mientras ambos disfrutaban del agua caliente caer sobre ellos.

Tomó el jabón y comenzó a acariciar su cuerpo con el mismo para enjabonarlo, al mismo tiempo imaginaba que Jimin era quien lo tocaba de manera delicada pero excitante, como él solía hacerlo, llegó su miembro y se sorprende un poco de sentir que ya lo tenía erecto, sin preámbulo soltó el jabón y comenzó a acariciar su miembro ejerciendo un poco de fuerza, lo acarició de arriba hacia abajo, lentamente, en ocasiones rapido y de nuevo lento, debes en cuando presionando con su pulgar el glande, sus gemidos se mezclaban con el sonido del agua cayendo.

Él podía ver a Jimin encorvado con las manos recargadas en la pared de la regadera, con su culo arriba recibiendo gustoso al miembro de Yoongi, podía escuchar sus gemidos que lo excitaban siempre de sobremanera, podía sentir la piel caliente del rubio y sobre todo lo asfixiante, caliente y húmeda que era su entrada.

Era tanto el placer que recibía de él mismo que con su mano libre se recargo en la pared, sintió el cosquilleo en su vientre que anunciaba su orgasmo y solo bastó que aumentará la velocidad de sus movimientos para que su semen saliera disparado en medio de un gruñido de satisfacción, sus piernas temblaron y al igual que su labio, mientras que su semen se escurría por la pared hacia el suelo y se perdía en el agua, las lágrimas que rodaban por sus mejillas también lo hacían.

Todo era tan jodido.

Holis bolitas de arroz como pudieron leer al Comienzo del cap. Hare un pequeño maraton de 3 capítulos, es poco lo se, pero lo hago para compensar el tiempo que las he tenido abandonadas.

Asi que disfrutenlo.💜💜💜