Sólo me tienes a mí

Era demasiado tarde.

El cuerpo al que le fue arrebatada la vida hace unos instantes yacía en el fango.

Entonces me di cuenta de que era mejor salir de allí. Debía irme antes de ser visto por Jimin y para poder escapar. Si no hago ruido puedo vivir. Debo vivir, no puedo morir...

Di pasos trastabillados para alejarme de la horrible escena. Quería dejar atrás a aquel extraño ser disfrazado de mi querido Jimin.

Con la distracción, o más bien por el terror que nublaba mis neuronas, accidentalmente pisé una rama. El estruendo de la ruptura de la madera me hizo dar un respingo y a Jimin ponerse alerta. Automáticamente su mirada voló por todas partes buscando el origen de tal sonido hasta que sus ojos de halcón se posaron en mí. Nos miramos por un instante. Fue solo un segundo y finalmente me desmayé.

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Despierto nuevamente como las veces anteriores con el cuerpo cubierto de sudor y las manos ardiendo. Un dolor fortísimo en la cabeza casi me dejó aturdido. Estaba mareado y como siempre sin idea de nada. Ayer al parecer me dormí esperando a que Jimin saliera. No lo seguí, que tonto. Me había quedado sin la oportunidad de saber lo que tramaba.

Me levanto de la cama con pereza y me dirijo a la sala esperando encontrar a mi escurridizo hermano pero no está. Pego gritos porque me pesa recorrer todo el apartamento y no escucho respuesta. Desganado pongo la televisión mientras tomo una taza de café para espabilarme. Como de costumbre, sintonizo el canal de noticias y para variar hay otro reporte de una mujer estrangulada. Según la televisión fue encontrada hoy por la mañana a las afueras Seúl, como las anteriores. Ya me estoy cansando de lo mismo. ¿Por qué no acaban de agarrar a ese desgraciado y le dan lo que se merece?

Arg, otro dolor de cabeza.

Decido darme un baño para refrescarme. Por suerte el fuego en mis manos no se apaga ni con la ducha más fría. Solo se detiene cuando termino de tocar el piano. Más allá de eso, puedo hacer cualquier cosa.

El cuerpo me duele y me cuesta quitarme el suéter empapado en sudor. Al retirarme toda la ropa me doy cuenta de que tengo extraños arañazos en los brazos. Me los examino con detenimiento y con inútil esfuerzo trato de rebuscar en mi mente el origen de ellos. Como esperaba no hay resultado. No recuerdo nada.

Ahora tienes que guardar este secreto por mí, querido hermanito.

Un recuerdo caprichoso lucha por volver a mi mente. Quiero retenerlo pero me es inútil. Vuelve de nuevo y esta vez trato de mantenerlo unos segundos conmigo. El sonido de un grito, la luz de las estrellas, un rio y un hombre. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué secreto debo guardar, hermano?

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Estoy en el teatro a la espera de que inicie el concierto. Realmente no tengo ganas de tocar, estoy muy cansado. Pero sé que por más fatigado que me sienta las manos harán todo el trabajo. Además, debo hacerlo. Por mi hermano también.

Otra vez, había arrasado con éxito y solo me restaba descansar por ahora. Solo quiero descansar. Por los últimos minutos en que estuve en el teatro, recibiendo las felicitaciones de todos me di cuenta de que incluso estoy cansado de la música. Lo cual por un momento me espantó, pero sentía una necesidad imperante de alejarme de todo, incluso del piano.

Ya en el auto con Jimin a mi lado radiante de felicidad decido plantearle mi decisión.

- Jimin...quiero parar -digo con dificultad.

- ¿Parar qué? -pregunta extrañado.

- Quisiera parar un momento de tocar el piano. Tengo una espiral horrible en mi cabeza. No sé qué me pasa. Quiero descansar por un tiempo. Además, quiero ver a nuestros padres. Hace meses que no sé de ellos. Los extraño.

- Yoongi, ya te he dicho que no tienes que preocuparte por tonterías. Solo debes centrarte en tocar el piano, ¿ok? Juraste que lo harías por los dos. Yo estoy contigo y tú eres el único que puede cumplir nuestro sueño -contesta.

- ¿Qué sueño? -replico.

- Debes convertirte en el mejor pianista del mundo. ¿No te has dado cuenta? Para eso naciste. Desde pequeños lo noté y ahora puedes hacerlo. Yo... te estoy ayudando.

- ¿No entiendes, Jimin, que lo necesito? Me siento agotado. Puede que hasta empiece a odiar al piano. Me asfixio y no sé qué hacer. Además, quiero ver a nuestros padres -repetí con decisión.

- No puedes ir a verlos -zanja un poco irritado.

- Si lo que te preocupan son los conciertos puedo pedirles que vengan y asi nos reunimos todos como familia -digo esperanzado.

- Ellos no van a venir -me contesta con decisión.

- ¿Por qué? ¿Has hablado con ellos? -pregunto extrañado.

- Se ve que no te acuerdas de nada... Olvídalo. Debes concentrarte en la música y nada más. Yo estoy aquí contigo y eso es suficiente -se acerca mi lentamente.

- Pero...-intervengo confuso.

- ¡Es suficiente! -insiste mi hermano.- Yo soy lo único que tienes- me susurra en el oído.

***
Aquí va otro capítulo.
Lamento la tardanza pero es que nuestro querido whatpad a veces se hace el difícil. En fin... Como siempre espero tu voto y quisiera que siguieras la historia de cerca. Se avecina chisme 7w7.

Los Amo💜