Dick Grayson siempre estuvo fascinado por la ciudad. Cuando el circo recorría los principales centros metropolitanos, Dick se esforzaba por conocer todo lo que podía de los alrededores. El había nacido en un pequeño pueblo de Massachusetts, donde no había mucha gente y el hecho de que tantas personas estuvieran en un solo lugar le fascinaba. Entonces, cuando invitaron al Haley Circus a instalarse en Gotham City, Dick quedo muy decepcionado cuando descubrió que no recibía la misma vibra de esta ciudad.

Se sentía... mal. Dondequiera que iba, sentía como si hubiera un manto de miseria. Le recordaba a "La Sombra sobre Innsmouth" solo que sin la gente pez de Cthulhu. Tal vez Gotham no era nada de eso, pero definitivamente no se sentía bien. Tampoco ignoraba la reputación de la ciudad.

Por supuesto, en los últimos años, eso había cambiado un poco. Ahora era mejor conocida como la base de operaciones del infame vigilante Batman. Dick nunca tuvo una opinión firme sobre él. Estaba demasiado ocupado practicando su rutina de trapecio con sus padres: "Los Grayson Voladores", que eran la atracción principal del circo. Era todo lo que había conocido.

Dick recordaba que su padre parecía melancólico cuando el joven Grayson expresó interés en formar parte del acto. Sospechaba que su padre se sentía culpable por no poder darle a su hijo la oportunidad de una vida mejor, o algo por el estilo.

Pero Richard Grayson, aun a su corta edad, sabía que el circo era donde él pertenecía. No podía imaginar una vida mejor que actuar para multitudes con sus padres a su lado. También había adquirido varias habilidades interesantes a lo largo de los años en el circo. Además de hacer malabarismos y lanzar cuchillos, había recibido una educación en varios tipos diferentes de peleas de artistas marciales que ocasionalmente se unían al circo para un acto. Era particularmente bueno usando un bastón bo de bambú. Dick Grayson era muchas cosas, pero aburrido no era una de ellas.

Andaba merodeando por Morrison Park mientras se instalaban los remolques del circo, contemplando las estructuras de la ciudad que se veían a lo lejos. Pensó que debería acostumbrarse, después de todo, iban a estar ahí un mes. Aparentemente, era el 150 aniversario de la fundación de Gotham, y el Circo de Haley había sido "invitado" por Bruce Wayne, quien estaba financiando todo el evento. Dick no sabía por qué Wayne decidió invitar a un circo tan pequeño y desconocido.

Así que se sorprendió mucho cuando el propio Bruce Wayne apareció ese mismo día.

-Sr. Wayne, es un placer conocerlo – saludó el Sr. Haley a Bruce, con una sonrisa en su rostro –

Wayne respondió de la misma manera, aunque con una sonrisa menos halagadora, pensaba Dick. Una convincente, sin duda, pero él siempre sabía cuándo la gente no era completamente honesta. Mientras Dick estaba con sus padres, a punto de saludar a Bruce Wayne, la sensación de que el benefactor estaba haciendo una fachada, escondiendo algo, se intensifico en el chico.

-Ah, los Grayson Voladores – dijo Bruce, saludando a los padres de Dick – Espero ver su programa.

-Le aseguro que no lo decepcionará, señor Wayne – dijo el padre de Dick mientras le estrechaba la mano –

Su madre, Mary Grayson, le dio a su hijo una reconfortante palmada en la espalda y lo condujo suavemente hacia Bruce Wayne. Mary no era una persona social en absoluto y siempre se alejaba de las reuniones, pero quería que su hijo fuera diferente a ella.

-Uh... Dick Grayson, señor – Dick y Bruce se estrecharon las manos. Bruce Wayne tenía la mano pesada –

-Es bueno conocerte.... ¿Cuántos años tienes? – pregunto Bruce –

-Acabo de cumplir 16 años, señor – respondió Dick –

-Impresionante. Y por favor, deja de llamarme "señor". Te aseguro que no soy digno del título – Bruce echo a reír amistosamente –

En algún momento durante la declaración del Sr. Wayne, el mayor de los Grayson y el Sr. Haley habían desaparecido, dejando a Dick con el director de Wayne Industries. Entonces Wayne sugirió que dieran un paseo por los jardines. Demasiado intimidado para decir que no, Dick lo siguió.

-Entonces... ¿has estado haciendo esto toda tu vida? – Bruce se mostraba curioso –

-Sí, claro – contesto Dick con toda seguridad – Comencé a aprender acrobacias cuando tenía 4 años. Tenía 10 cuando dije que quería ser parte del acto.

-No suelo conocer gente que voluntariamente haga lo que hicieron sus padres – comento Bruce. Dick se encogió de hombros en respuesta – Es sorprendente lo que haces.

-Sentí que debía hacerlo. Siempre fue algo natural para mí. Todo el mundo siempre me dice que nací atleta – le contesto Dick, a lo que Bruce rio entre dientes –

-¿No tienes algún interés por ir a la escuela? – Bruce estaba serio. De nuevo, Dick se encogió de hombros –

-Mi mamá me enseña matemáticas e historia. Además creo que leo un poco más de lo que cabría esperar de un niño que nació en el circo...

Caminaron durante mucho tiempo después de eso, Dick actuando como un pseudo guía turístico para las diferentes atracciones. Dick se sorprendió de que se llevaran bastante bien a medida que avanzaban, hablando de la vida de Dick en el circo, antes de pasar a la ciudad y Bruce diciéndole las curiosidades que había visto cuando era joven y las partes de la ciudad a las que Dick podría ir con sus padres. Finalmente, Dick decidió preguntarle por qué había invitado al Haley Bros. Circus.

-Para serte completamente honesto, fue para fastidiar a todos en mi comité de planificación. Ellos recomendaron todos esos circos enormes y elegantes. Quería algo anticuado. Decidí que tu circo se ajustaba a ese criterio. Además de que podría ser bueno para ustedes, ya que se les daría una publicidad increíble.

Sorprendido por la respuesta, Dick no dijo nada. Lo cual estuvo bien, porque el hombre de los cuchillos, Tom, se acercó y le dio una palmada en el hombro, sin sentirse intimidado por el hecho de que estaba hablando con Bruce Wayne.

-Oye, Robin, vuelve, tus padres te están buscando – dijo Tom –

-Está bien, diles que estaré allí en un minuto – Después de que Tom se alejó, Bruce le lanzó una mirada inquisitiva a Dick –

-¿Robin? – pregunto Bruce –

-El apodo de mi mamá es "Dove" y el de mi papá es "Hawk". Mi mamá me puso "Robin", como el pajarillo. Ella dice que es por que yo vuelo – Dick sonrió – A mí no me importa mucho.

-Es bueno saber que tus padres te acompañan – dijo Bruce, con cierta tristeza en sus palabras. Dick puso los ojos en blanco. Wayne miró su reloj – De todos modos, tengo una junta de accionistas... para dormirse ¿no crees? – Bruce volvió a estrechar la mano de Dick – Espero verte la semana que viene, buena suerte muchacho – Dick asintió –

-Encantado de hablar contigo, Bruce.

Fueron por caminos separados, por lo que ambos asumieron que sería la última vez que hablarían.

Nunca supieron que el destino tenía planeado que sus destinos se entrelazaran por bastante tiempo.