⚜Epílogo⚜
—¡Espere un segundo!
—Sí, señor Min. No estamos entendiendo nada. ¿El rey Park se convirtió o no en un monstruo? —cuestionó uno de los niños que escuchaban la historia.
—¡Yo tampoco entiendo! —chilló una niña — ¿Y si todo fue un sueño del rey?
—No sé, díganme ustedes —se burló el mayor, ganándose afiladas miradas, para nada intimidantes.
El pequeño que parecía dirigir el grupo, se cruzó de brazos, mirando molesto al mayor antes de ponerse de pie y salir a correr.
—¡Sus historias no son divertidas! —. El resto de niños rio y corrió detrás de aquel lobito. Ninguno había entendido la historia y tampoco estaban muy interesados en descubrir el final. Y Min estaba bien con eso. Solo eran niños, ya de grandes estarían listos para conocer la historia completa.
Pero entonces se percató de una presencia que no había abandonado su puesto sobre el suave césped. Esos grandes ojos azules continuaban observándolo con curiosidad, inocencia y mucha admiración.
—Pobrecito rey Park, debió sufrir mucho.
—¿Lo crees así, Ciel?
—¡Claro que sí, tío! —chilló y se arrastró más cerca del mayor, para acomodarse en su regazo —. Pero cuéntame qué pasó después. ¿La guerra terminó? ¿Qué pasó con los lobos pardos y con el lobo negro que estaba con ellos? ¿El rey Park volvió a reinar sobre Goguryeo? ¡¿Es ahí cuando papá y mamá le piden a la diosa Luna que me envíe en una lechuza?!
Min sonrió enternecido y acarició los blancos cabellos de su adorada sobrina antes de continuar la historia.
—Pues...
—Jeon está muerto —bufó Namjoon, lanzando un pequeño cobre de bronce sobre la mesa —. Sus hijos nos dejaron el corazón como una nuestra de rendición. Pero, según la nota, no planean ser juzgados. Huyeron con un pequeño grupo de lobos pardos, que estuvieron dispuestos a seguirlos. Tampoco especificaron adónde.
—Quizás, fuera de los límites de los reinos —opinó Jackson, husmeando un poco dentro del cofre, solo... para estar seguros.
—La pregunta aquí es, ¿qué pasará ahora con Goguryeo? La noticia del rey bestia se esparció como la pólvora. Park apenas despertó y cuando el pueblo se entere, más de uno querrá su cabeza. Dudo que su reino lo quiera de regreso como gobernante.
Todos miraron a Taehyung cuando Krystal terminó con su discurso. El rey de Shilla frunció el ceño y dejó su taza de té sobre el plato.
—Lo que pase con Goguryeo no es mi decisión. Además, eso es algo que se debe hablar en presencia de Jimin.
—Esta situación le convendría, rey Kim —habló la anciana de las lobas blancas —. Con el rey Park indispuesto, los tres reinos serían suyos.
—Pero no quiero eso —espetó, sintiéndose ofendido. Jamás, nunca hubiera deseo esto, y no pensaba quedarse con todo. Quizás Seokjin lo hubiera hecho, pero él...
—Mi sobrino ya no tiene derecho a opinar —habló SeoJoon, refiriéndose a Park. Él y sus hombres habían escuchado lo que se decía del rey bestia, y lo único que el pueblo pedía era justicia por los inocentes que cayeron bajo sus garras.
—¡Pero Jimin no lo hizo estando consciente!
—Rey Kim, así las cosas, deben ser. Park debe ser juzgado.
En ese instante, Yoongi ingresó al salón de reuniones del palacio, y el silencio reinó. El lobo negro ya se veía bastante molesto por tener que dejar a su compañero que acababa de despertar, nadie quería ser el elegido para comunicarle la resolución a la que habían llegado.
—Líder Min...
—Quieren juzgarlo ¿no es así? —habló antes de que alguien más lo dijera. Yoongi no era tonto, su lobo podía leer el pesado ambiente y cómo este había cambiado, todavía más, cuando llegó.
—El pueblo... —intentó excusarse SeoJoon, por mal que le pesara.
—Entonces que así sea —declaró el alfa y más de uno lo miró sorprendido.
—¡¿Iba a dejar que lo mataran?!
—Claro que no —rio el mayor, apretando las abultadas mejillas de su sobrina —. ¿En serio creer que tu líder sería capaz de eso?
—Olvidó mi cumpleaños, puedo esperar cualquier cosa —aseguró, dejando boquiabierto al otro. Ni siquiera sabía cómo defenderse ante eso.
—Pues déjame continuar y entenderás por qué las cosas ocurrieron así —sonrió, ganándose de nuevo la atención de su sobrina.
Jungkook se irguió de la incómoda cama de piedra, cuando abrieron la puerta de su celda. No había hablado ni siquiera ante sus hermanos, por lo que le sorprendía tener otro visitante. Sin embargo, sonrió cuando vislumbró de quien se trataba.
—Su alteza, adelante. Disculpe que no tenga té para ofrecerle.
—Como siempre tan cómico —rechistó Kim y avanzó un poco más, tomando asiento donde antes estaba el lobo.
Ambos se miraron unos largos segundos, esperando a que el otro hablara, pero no fue hasta que la puerta volvió a ser cerrada, que Jungkook se sorprendió. Habían dejado al rey solo. Con un lobo. ¿Acaso estaban locos?
—¿Vas a decirme por qué hiciste eso?
—¿Qué cosa?
—Protegerme.
El pelinegro miró hacia una pared, encontrándola más interesante que el rostro del rey. Lo cierto, era que solo se avergonzaba de tener esa mirada sobre él. Pero solo un poquito.
—Fue el plan que elaboramos con mis hermanos —se excusó, apenas susurrando su respuesta.
—Pudiste huir con ellos.
—Los tres reinos necesitan un rey.
—Park SeoJoon pudo encargarse de eso.
—Una persona normal dice gracias en vez de cuestionar a su salvador.
—Gracias. ¿Ahora quiero la verdad?
Jungkook se sonrojó y gritó frustrado, revolviendo sus cabellos bastante crecidos.
—¡Porque a mi lobo le gusta su aroma! ¡¿Contento?! —Taehyung lo miró cohibido y el menor se sonrojó todavía más —. ¡Pero no se emocione! Le agrada como le agradaría un hermano... o un amigo... o mascota...
Kim sonrió de lado mientras el lobo continuaba enfurruñado, balbuceando quien sabe qué por lo bajo. Aquel joven sin duda era todo un personaje, pero no parecía una mala persona. Nadie se salvaba de las duras infancias y solo por eso Taehyung lo comprendía. Seokjin había hecho con él, lo mismo que Jeon con ese pobre chico. Entonces pensó en su dulce esposa y en qué haría ella.
—¿Ahora sí me dirás cuál es tu nombre? ¿O sigues siendo J? —habló Kim, ganándose una vez más toda la atención del lobo negro.
—Soy Jungkook... Min Jungkook —murmuró al final.
—Entonces, Min Jungkook, estoy dispuesto a darte una segunda oportunidad por haber salvado mi vida, pero bajo mis términos —declaró el rey y contempló como poco a poco crecía una adorable sonrisa en el más joven.
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—¿Park Jimin tiene miedo? —se burló Yoongi, cuando vio las manos de su compañero temblar. Aunque toda broma terminó cuando esos ojos aterrados se encontraron con los suyos. El lobo ni siquiera dudó en abrazar a su compañero, disculpándose y diciéndole que todo estaría bien. Él jamás dejaría que algo le pasara e irónicamente Jimin confiaba en su palabra. Más allá de que Yoongi se hubiera culpado mil veces, él no tenía la culpa. Las malas decisiones fueron de Park y los terribles crímenes, de la bestia en la que se convirtió. Nadie más que él debía ser juzgado.
—Nada puede ser peor que convertirme en un chucho oloroso y salvaje. Ni siquiera la muerte —confesó Park, después de que ese abrazo lograra reconfortarlo.
—Ni lo menciones —murmuró Min, tomando el rostro de su pareja para contemplarlo unos segundos —. ¿Confías en mí?
—La última vez que uno de los dos dijo eso, ya sabes cómo acabé —ambos rieron.
—Jamás me dejarás olvidarlo ¿verdad? —Jimin negó y besó castamente los labios del menor.
—Así le estaría quitando lo divertido a la vida.
—Pues eso es algo que me gustaría olvidar —confesó Yoongi y ambos se tensaron cuando escucharon las trompetas, anunciando el inicio del juicio. La plaza frente al palacio de Goguryeo se encontraba repleta de ciudadanos, y en el balcón que Jimin solía usar en las festividades o en las condenas hechas en la plaza, ahora se encontraban su hermano, su tío SeoJoon y Jackson, quien había sido nombrado un nuevo miembro del Concejo.
Ambos, lobo y humano se miraron una vez más antes de unir sus labios bajo la promesa de que todo iría bien y Yoongi golpeó la puerta del transporte, para que los guardias los dejaran salir del carro para criminales.
Y solo bastó que la luz del sol pegara contra el rostro de Park para que la muchedumbre de descontrolara y reclamara justicia.
—Malditos hijos de puta malagradecidos —murmuró el castaño y se quedó de pie en el centro de la plaza, con Yoongi a su lado y los dos guardias detrás.
—Park Jimin, rey de Goguryeo —comenzó a hablar Taehyung, mirando más a la multitud que a su hermano —. Se te acusa de atentar contra la vida de tus guerreros. Del asesinato de Aron Kwak, general de tus fuerzas y de doscientos cuatro soldados más, que te acompañaron en la batalla contra los lobos pardos en Gaya. También se te acusa del asesinato de vidas inocentes, como cazadores y campesinos en las montañas.
Jimin escuchaba cada palabra, odiándose un poco más por todo lo que hizo. Quizás no fue el responsable de esas muertes, de forma consciente, pero nadie podía negar el hecho de que esas vidas cayeron por sus manos.
—También se te acusa y se exige venganza por el asesinato del rey de Baekje, Kim Seokjin —agregó Taehyung y Jimin por primera vez le regresó la mirada.
—Yo... ¿qué...?
Yoongi miró molesto a Taehyung, porque no había sido capaz de decirle a su compañero qué había pasado con Seokjin, y ahora se había enterado de la peor manera.
—¿Algo que decir? —inquirió Seojoon, intentando parecer firme, pero dolido por estar haciéndole eso a su sobrino. Si fuera por él, ya lo habría enviado lejos.
La muchedumbre alrededor de la plaza comenzó a lanzar piedras al rey y los guardias de desplegaron para controlarlos. Yoongi no dudó en resguardar a Park de los proyectiles mientras este solo miraba a su hermano mayor, como pidiéndole que desmintiera lo último que había dicho.
Él... después de tantas peleas familiares... ¿había asesinado a su hermano mayor?
—¡Exijo un juicio por combate! —gritó de repente, el alfa líder, y todo al mundo alrededor de ellos pareció congelarse —. Y yo lucharé por mi amo.
—¡Yoongi, no! Ni creas que te permitiré hacer tal locura. ¡Te lo prohíbo!
El pelinegro solo sonrió ante los reclamos del mayor. No cambiaría de opinión sobre algo que ya estaba decidido. En una circunstancia así, un juicio por combate era lo único que lo alejaría de la horca.
—Antes no podías impedirme que luche por mi amo, y ahora no puedes impedirme que luche por la vida de mi compañero —le susurró el lobo, apretando suavemente sus hombros antes de alejarse y dar un paso al frente. Una vez regresó su vista a la corte del balcón, Taehyung asintió ante su pedido.
—Si eso es lo que deseas, lobo, entonces elegiré a tu contrincante. —los ciudadanos comenzaron a protestar, sabiendo que Yoongi tendría una clara ventaja sobre su oponente. Sin embargo, nadie se esperó a que aquel joven de ojos azules fuera liberado de otro carro de criminales, que hasta el momento, nadie notó.
—Yoongi, no —volvió a suplicar Jimin, al ver a Jungkook caminar hasta detenerse frente a su compañero. Eso tenía que ser una broma. ¡Por qué enfrentarlos a ellos!
—¡¿El tío Jung?! —gritó la niña, cubriendo su boquita con ambas manos para demostrar su asombro. Min rio y asintió —. ¡¿Y quién ganó?!
—¿Quién crees tú?
—¡Tío Jung!
—Oye, mocosa —ambos rieron y al mayor no le quedó más que asentir de nuevo —. Así es. Tío Jungkook, ganó.
—¡Yoongi! —gritó Jimin, dejándose caer junto al lobo cuando este terminó regresando a su forma humana. Las manos no dejaban de temblarle por los nervios y el miedo de perderlo, pero aun así, lo ayudó a sentarse, para que no se ahogara con la sangre que salía de su boca.
Ambos lobos parecieron luchar con todas sus fuerzas y por tal motivo, era sorprendente que Yoongi no estuviera ganando. Después de todo, él era un alfa líder. Desde la marca, su fuerza había aumentado y su resistencia también.
—Ya es suficiente —murmuró cuando el pelinegro buscó levantarse para volver a enfrentar a su hermano. Sus lágrimas estuvieron a nada de desbordarse cuando sus ojos vieron lo lastimado que se encontraba el lobo, pero ni así se atrevió a mostrarse débil —. Ya no quiero que sigas...
—Él está luchando por ti, no deberías entrometerte —espetó Jungkook, luego de regresar a ser un humano también.
—¡Pues me rindo! —gritó Jimin, empujando una vez más hacia abajo a su lobo, cuando Yoongi intentó ponerse de pie —. ¡Me rindo, rey Kim! Goguryeo será suya, tome mi vida si así también lo desea, pero detenga esta pelea...
Kim apretó sus labios cuando estos quisieron tirar en una sonrisa y no tardó en hacerle una seña a los guardias para que volvieran a encerrar a los tres hombres.
Ciel volvió a cubrir su boquita con ambas manos y temió preguntarle a su tío qué había decidido hacer ese rey.
—Tranquila. Todo fue una farsa. Ese rey Kim, el líder y su hermano, habían planeado toda esa actuación para que el reino y el Concejo de ancianos de verdad se lo creyeran. ¿Sabes lo que le ocurre a una persona de poder, que se rinde en un juicio por combate? —la menor negó —. Es exiliado.
—¿Exiliado?
El mayor asintió.
—Así es. El rey Park fue echado de sus tierras, después de que le cediera todo al rey Kim.
—¿Y qué hizo el rey Kim?
—Unificó los tres reinos en uno.
—¿Entonces Goguryeo sí existió, pero ahora nadie lo sabe porque solo conocen Shilla? —preguntó emocionada, enterneciendo a su tío cuando sus encantadores hoyuelos se marcaron en sus mejillas.
—¿De nuevo contándole esas historias a mi hija? —habló un lobo, detrás de ellos, y la pequeña chilló a los pocos segundos, corriendo hacia los brazos de su padre. El mayor, en cambio, se tomó su tiempo en levantarse y sacudir sus prendas, antes de acercarse al otro lobo que acompañaba a Namjoon, para recibirlo con un casto beso.
—¿Terminó tu reunión?
—¿Terminó tu historia? —ambos rieron y miraron a su sobrina que le contaba feliz a su padre, todo lo que su tío Min le había confesado. Sobre todo, de ese reino que nadie hablaba.
—Por cierto, todavía sigue resentida porque olvidaste su cumpleaños —el alfa tiró su cabeza hacia atrás, virando sus ojos.
—Salió igual de resentida que su madre —se burló, aunque no pasó mucho tiempo para que alguien le hiciera tragarse sus palabras, cuando lo atacaron por la espalda.
—Ups, lo siento, líder. Tropecé —se excusó Krystal, también yendo con su familia. Yoongi solo la miró feo, pero no digo más, sabiendo que la loba era capaz de volver a "tropezar", esta vez con su puño directo en su cara. En cambio, el alfa tomó la mano de su compañero y se lo llevó lejos del lago, metiéndose por el sendero que llevaría a su lugar secreto en el bosque.
Un infantil «¡Luego me cuentas sobre mí y la lechuza, tío Min!» se oyó a sus espaldas y Jimin no hizo más que reír cuando el lobo lo miró de forma acusatoria.
—No preguntaré —sonrió rendido el alfa y regresó la vista al frente para no chocar con nada —. Llegó una carta de Kim a mitad de la reunión. Las cosas marchan mejor y Hyejin ya está completamente recuperada luego de los contratiempos del segundo parto. Espera que tú también te encuentres bien y promete presentarnos a su hijo cuando cumpla su primer año. También nos contó que Jungkook ha desarrollado un complejo de padre con su hija mayor. No la deja ni jugar con flores por miedo a que se lastime. Aunque sospecho que a él no le disgusta mucho, sabiendo que su princesa está bien cuidada.
Jimin rio y asintió, completamente de acuerdo. Todavía le sentaba un poco raro tener comunicación con su hermano, recordando lo distantes que fueron en el pasado. Aunque, de cierta manera, lo hacía feliz. Había perdido el reino de su padre, que tanto le costó mantener en pie y hacerlo florecer, pero a cambio, había recuperado a un hermano y ahora era libre para amar a ese lobo que lo guiaba entre los árboles, sin temor a que alguien viera sus manos entrelazadas.
—Quién diría que tu hermano terminaría convirtiéndose en todo un perro guardián —Yoongi rio, imaginándose la expresión de Jungkook si llegaba a oír a su compañero. Pensó en agregar algo, pero en cambio, se detuvo a mitad del sendero y se volteó, enfrentando a mayor.
—¿Extrañas tener al tuyo? —preguntó con cautela, sintiendo las mismas mariposas de la primera vez cuando, poco a poco, se fue formando una suave sonrisa en el rostro del contrario.
Ambas respiraciones chocaron cuando el mayor dio dos pasos más cerca y se soltó de él, para entrelazar sus manos detrás del cuello del pelinegro. Siete años habían pasado desde aquel día en que Yoongi temió tanto perder a su compañero y, aun así, no terminaba de acostumbrarse a las osadías del mayor. Incluso, en ese instante, cuando Jimin soltó sus labios, luego de tan hambriento beso, paseando su lengua de forma juguetona por su arco de cupido de su amado, Yoongi no fue capaz de sostenerle la mirada.
Admitía que detestaba avergonzarse siempre que Jimin lo tomaba por sorpresa con sus besos, pero jamás podría odiar que el humano tuviera tanto poder sobre él.
—No lo extraño... —respondió al fin el castaño, repartiendo cortos besos por todo el rostro del lobo, mientras Yoongi dibujaba círculos imaginarios en su espalda —, solo estoy decepcionado de que no seas un Park —se quejó, junto con un resoplido.
—Pero te encanta ser un Min —contraatacó el lobo, sonriendo feliz al tiempo que el otro soltó una encantadora carcajada.
—Atrapado —murmuró Jimin, sintiendo un peculiar cosquilleo en su hombro izquierdo —. Hoy es luna llena —agregó entonces y el alfa asintió.
—Sí. Así que cuanto antes lleguemos a la cueva, más pronto podrás dejarlo salir —aseguró Yoongi, apartándose tras un último beso, para retomar la marcha. Incluso su lobo se sentía ansioso por volver a jugar con la bestia que regresaba en cada luna llena.
Luego de un incidente, en el que descubrieron que esa maldición sería algo que perseguiría por el resto de su vida a Min Jimin, lobo y humano convirtieron sus noches de luna llena en un tierno ritual.
Una bestia era liberada ante los ojos de la diosa Luna y un lobo negro se encargaba de custodiarlo, como todo un perro guardián. Porque, aunque Jimin no lo supiera, incluso en sus lunas, Yoongi lo protegía.
«—Yoongi, por favor cuida siempre de mi pequeño Jimin.
—Por siempre, y con mi vida, rey Park.»
⚜
Fin
⚜
No sé por qué, pero siempre que llego al final de mis historias, termino llorando como pendeja xD Supongo que es porque son como mis bebés que ya terminaron de crecer ;-; Lo que callamos las madres 🥺(qué dice, señora)
En fin, ahora ya no me queda más que agradecerles por tanto apoyo, por sus votitos y todos sus comentarios. AMÉ todas las teorías que surgieron en el proceso y muchas hasta me hicieron pensar Oh! eso también sería bueno ponerlo. Así que en parte, también ustedes tienen el crédito de este resultado final ^^
También me gustaría resaltarles una obviedad 👀si alguno fue curioso y leyó la historia de los tres reinos en Google, ya habrá sabido cómo terminaría esta historia de antemano, porque, luego de la guerra, es el antiguo rey de Shilla quien unifica los tres reinos 👀 Me gustó poner algo de historia entre medio 😄
Sin más que decirles, no se olviden que los amo infinitamente por darles una oportunidad a mis historias y gracias por tanto a pesar de que les doy tan poco 🥺💜
Nina Glastor 🖤
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