⚜Capítulo XVIII⚜
Esa misma noche, Yoongi despertó sintiéndose sofocado. Sonrió casi al instante cuando su lobo gruñó juguetón, como si ambos imaginaran quien les estaba dando calor. El rostro del pelinegro no tardó en enterrarse más en aquella almohada de plumas, aspirando el aroma de su compañero y sus manos, poco a poco, se deslizaron por la cama, buscando la cálida piel de Jimin.
Más no encontró nada.
Yoongi frunció su ceño cuando descubrió que se encontraba solo en la cama. Abrió los ojos, al tiempo que se incorporó y una manta de piel de oso se deslizó por su torso. Supo entonces que eso era lo que lo tenía tan sofocado, no los brazos o el cuerpo de su compañero.
Sin siquiera motivos, su lobo comenzó a desesperarse.
—Él no se iría sin despedirse. No pienses de más —se regañó a sí mismo y saltó fuera de la cama, comenzando a vestirse con las mismas prendas que llevaba encima en la tarde. La habitación ni siquiera contaba con una ventana para comprobar la hora del día, pero su nariz podía saborear el aroma a noche y luna. Algo que no podía explicarle a cualquiera. Solo un lobo como él sabría a qué sabe la noche y la luna. Algo más que se podría decir que solo era cosa de lobos.
Cuando al fin salió de la habitación, topándose con largos pasillos a ambos lados, algo en su nuca comenzó a cosquillear, como si de un mal presentimiento se tratase. Su propio instinto le estaba pidiendo que avanzara con cautela. Incluso en la oscuridad, a lo que más le estaba temiendo Yoongi era a ese infernal silencio.
Y entonces lo inesperado ocurrió.
Tanto paredes como techos comenzaron a temblar cuando el primer proyectil llegó. Trozos de barro seco y ramas cayeron, así como el polvillo que provocaba el temblor. Por un instante su olfato lo incitó a correr hacia el lado izquierdo, que lo llevaría a la superficie, pero no podía irse sin antes hallar a Jimin. Alguien estaba atacando la guarida y en lo único que Yoongi y su lobo podían pensar en un momento así, era en su compañero.
—¡Yoongi! —gritó Namjoon, llegando hasta él entre el mar de lobos que había aparecido de la nada. Mientras que unos corrían hacia el final del refugio, otras, portando sus armas, tomaban el camino opuesto para llegar a la superficie —. Yoongi, ven, tengo que ponerte a salvo —, volvió a hablar Namjoon, zarandeando a su hermano mayor cuando este pareció perdido en sus pensamientos.
No podía irse. Él tenía que buscar a Jimin.
—No... Jimin... Tengo que-
—¡Él debe estar en el frente, con sus soldados! —supuso el joven con la gran cicatriz en el rostro, tirando de su hermano para que lo acompañara de una maldita vez. Lastima que Namjoon había realizado la elección incorrecta de palabras para pedirle al mayor que no se preocupara. Ahora todavía menos, Yoongi pensaba ceder.
—Tengo que ir.
—No. No, no y no, Yoongi, tengo que ponerte a salvo. Todavía estas... —Namjoon pareció quedarse mudo y fue cuando Yoongi lo vio palidecer —. ¿A dónde fueron tus heridas?
El mayor de los pelinegros se miró a sí mismo sin ver nada en realidad. A su alrededor, todos seguían corriendo en diferentes direcciones mientras que el mundo pareció detenerse para ellos. Entonces Namjoon reaccionó y lo empujó al interior de una de las habitaciones.
Algo le decía al joven lobo que su hermano había hecho lo que tanto le imploró no hacer.
Una vez solos, Namjoon comenzó a soltar las telas que cubrían el torso del mayor, con Yoongi solo mirándolo cohibido mientras se dejaba hacer. Un jadeo tembloroso no tardó en abandonar los labios del menor y sus orbes azules pronto se encontraron con los del otro, que portaban cierto destello dorado.
—Todas tus heridas... todas sanaron... Incluso los hematomas. Joder, hyung. Dime que no... Te lo suplico, dime que no...
—¿Qué tiene de malo que mis heridas sanaran rápido? —cuestionó Yoongi, sin entender —. Soy un lobo, Namjoon. Sano rápido.
—Pero no así de rápido. ¡Estuviste muy malherido! ¡Solo un alfa líder sanaría así de rápido! ¡Lo marcaste!
Tras escuchar eso, al fin Yoongi pareció entender.
—Yo... Jimin quiso...
—¡Hyung, lo mascaste! ¡Dijiste que jodidamente lo amabas y lo condenaste con esto!
—¡Pero no le ocurrió nada! —espetó, furioso, por sentirse tan cuestionado por su hermano —. ¡Jamás haría algo que lo lastimara!
En ese instante, Yoongi comprobó con sus propios ojos como su hermano se estremecía y su animal interior parecía pedirle que muestre sumisión ante él.
Ahora era... un alfa líder completo.
Ambos hermanos se contemplaron, mientras el caos continuaba desatándose afuera. Otro proyectil hizo temblar todavía más el refugio, y entonces fue cuando Namjoon tomó la decisión de ceder ante el pedido de su hermano mayor. No para complacerlo, sino porque si no encontraban al rey, todo estaría perdido. Aunque Yoongi dijera lo contrario, él sabía bien que el humano jamás sería capaz de resistir a una mordida de apareamiento.
—Tenemos que irnos —demandó el pelinegro de rostro marcado, tirando de su hermano fuera de aquella recámara. Entre tirones, Yoongi se vio obligado a seguirle, todavía exigiéndole amablemente que lo dejara ir por su compañero. No quería tener que lastimar a su hermano menor y solo por eso se contenía todo lo que su razón se lo permitía.
—Iremos por él —susurró Namjoon, cuando tomaron un camino diferente al de las Jägerin —. Pero nadie debe vernos salir o te encerrarán para ponerte a salvo.
Otro proyectil más impactó contra el refugio. El mayor estaba sorprendido de que no se hubiera desmoronado sobre ellos.
—¿Quiénes son? —preguntó Yoongi y Namjoon lo miró de reojo, sin ralentizar su marcha.
—Baekje.
—¿Cómo?
—Gaya fue un secreto para los humanos por muchos siglos, pero no para los lobos, hyung. Jeon ha querido tomar el territorio por años y ahora no desperdiciará la oportunidad. Ese rey Kim es tan estúpido como para creer que él manda sobre ese viejo lobo ambicioso.
Poco a poco la batalla que se desataba afuera comenzó a ser percibida por los hermanos. Los gritos y alaridos, acompañados de choques de espadas junto con gruñidos y aullidos, era lo que rompía el silencio de aquella noche, manchando de sangre la tierra blanca del sur.
Por cada paso que daban cerca de la superficie, el corazón de Yoongi parecía acelerarse una milésima más, retumbando horriblemente en su pecho. Casi hasta el punto de sentir sus pulmones quemando. Solo el tener a Jimin entre sus brazos una vez más, lograría calmarlo. O al menos eso creyó el alfa, hasta que sus ojos contemplaron la masacre bajo la luna llena.
Él y Namjoon habían alcanzado la superficie desde una de las torres de vigilancia. La vista desde allí era tan vasta que incluso podían ver más allá de las tropas del este, que continuaban avanzando. No solo Seokjin había venido por la cabeza de su hermano. El escudo distintivo de Shilla lo confirmaba.
Sin saber por qué, Yoongi sintió la inmensa necesidad de saltar desde la torre e ir a proteger a los de su especie. Una caída desde esa altura no sería problemas para ellos. Supo que Namjoon también tuvo la misma idea cuando a lo lejos vio a su loba, herida, pero aún al frente de su escuadrón, ordenando un nuevo ataque con flechas envenenadas, mientras que otro grupo blandía sus catanas contra los humanos de Baekje.
—No lo veo —murmuró Yoongi entre dientes, cuando no distinguió a su compañero entre la multitud de hombres. Quería creer que todavía continuaba con vida solo para no enloquecer y cambiar en el acto.
Y entonces un escalofriante aullido rompió la noche justo al mismo tiempo en que la luna huyó de las nubes, revelando su punto máximo. Fue en ese instante, cuando Yoongi lo encontró.
—Luna llena... —jadeó Namjoon, teniendo que sostenerse del mástil del catalejo, cuando sus piernas de doblaron. Yoongi se apresuró a sostenerlo y cuando otro aullido resonó en medio de la batalla, supo a qué le temía su hermano.
Otro potente aullido de dolor se oyó, antes de que todo fuera silencio de nuevo, y entonces fríos ojos amarillos brillaron en el horizonte. Lo estaban viendo. Su lobo lo sintió cuando un escalofrío le recorrió hasta el alma y al mismo tiempo, un único deseo fue pronunciado por su animal.
«Protege a tu manada»
Todavía me sigo riendo de un comentario en el capítulo anterior 😂 "Para qué nos hace elegir si después hace lo que quiere" Pos qué decirles, que solo era una apuesta, no les dí a elegir el final, así que esa persona tenía razón 😂
⚠️ACLARACIÓN⚠️
Esto debí hacerlo al final de algún capítulo para que no les quedara dudas. En este fanfic no hay zoofilia, porque Jimin y Yoongi no intiman mientras Yoongi está en su forma animal. Tampoco es omegaverse, porque en esta historia no existen los rangos de Alfa - beta - omega. Me basé en la jerarquización de una manada real de lobos. En la naturaleza, las manadas tienen un alfa, uno o dos betas y el resto de sus miembros. Las hembras por lo general cuidan a las crías, pero también cazan con el resto. Los lobos suelen tener un único compañero de vida con el que procrean una vez al año.
Para darle un parecido a algo, podríamos considerar a Yoongi y a los suyos, como cambiaformas o con el terminó más conocido: Hombres/mujeres lobos. La única diferencia con el mito universal, es que ellos tienen consciencia sobre su parte animal y tienen una transformación completa, no parcial. Así que esto ya estaría anulando una de las posibles opciones 👀 Jimin no se convertirá en lobo. Mucho menos podrá procrear.
Nina Glastor🖤
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