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⚜Capítulo IV⚜

—Insisto, esto es parte de tu deber. No es algo a lo que puedas renunciar porque quieras. Se lo debes a tu pueblo —opinó Hoseok, antes de darle otro sorbo a su taza de té.

Jimin lo observaba, todavía con una ceja elevada, pensando en si debía tirar a su viejo amigo por el balcón o dárselo como alimento a sus leones. Cualquiera de las dos opciones sonaba tentadora para él. Aunque al final solo suspiró y le agradeció a una sirvienta cuando la joven ofreció rellenar su taza.

—No lo entiendes, Hoseok... —susurró, tirando sus cabellos hacia atrás. Por un segundo llegó a pensar que su amigo lo apoyaría en sus decisiones, pero luego de dos horas de plática interminable, comenzaba a dudar que aquello fuera así.

—Entonces explícame —sonrió el hombre de mirada serena. Hoseok era apenas un año mayor que el rey, pero siempre habían sido amigos desde jóvenes. Claro que el pelinegro, de cabello lacio y corto, ya no poseía ningún título de la nobleza. Había renunciado a todo en su adolescencia cuando eligió dedicarse al budismo. Su hogar era el monasterio de las montañas, sus posesiones más preciadas eran su temple y su paciencia. Y lo único material a lo que se aferraba, eran las prendas que lo vestían.

Hoseok pidió otra taza de té, fascinado con aquella infusión de manzana y canela y sonrió hacia su rey, esperando a que el hombre hablara claro de una vez por todas.

—Simplemente no me quiero casar, Hope. Soy feliz así como estoy —Hoseok pareció meditar esas palabras mientras sorbía, bebiendo con ruidos molestos a oídos del rey —. Además, el reino no se quedará sin un heredero si algo me pasa. Por ley, si un rey no tiene hijos, el título pasa al familiar más cercano. Mi tío Seo Joon y sus hijos siempre fueron aliados de mi padre. Ellos no permitirán que Taehyung o Seokjin intenten tomar la corona. Sé que el Concejo solo está asustado por los repentinos movimientos de Shilla en la frontera. Incluso, estoy seguro de que Seokjin también sacará algo de la manga, pero no quiero ceder con esto. No quiero ni necesito una mujer a mi lado —concluyó Park, como si aquella fuera su última palabra.

—¿Te da pena tener que casarte? —preguntó entonces su amigo, inclinando su cabeza a un lado mientras devoraba un bizcocho de la mesa.

—¿Qué...? ¡No! ¿Acaso crees que tengo quince?

—¿Entonces te da pena intimar con una mujer?

—¡Hoseok!

—Es que sigo sin entender por qué te rehúsas —comentó el monje, dándole otro ruidoso sorbo a su té.

—¿Quieres, por favor, ¡parar!, con ese ruido molesto? —pidió Jimin, sonriendo desquiciadamente antes de ponerse de pie y reposar sus codos en el muro del balcón. Sonrió sin darse cuenta cuando vio a un gran lobo negro correr alegremente por los jardines mientras perseguía a las aves y ardillas —. Mi padre se casó por amor, Hoseok —susurró entonces el rey y el pelinegro levantó la vista de los panecillos.

—Lo sé. Incluso fue contra el Concejo cuando ellos se enteraron que tu madre ya tenía dos hijos de otro hombre. ¿Acaso... también esperas un amor como el del rey Park?

Jimin lo miró y solo sonrió de una forma que su amigo no logró descifrar, y eso lo inquietó.

—Jimin...

—Soy feliz Hoseok —lo interrumpió —. ¿Es tan difícil comprender eso? —el pelinegro negó y sonrió, tratando de disipar ese extraño presentimiento. Por ahora confiaría en la palabra de su amigo y lo apoyaría en sus decisiones.

—Entonces deberías tratar este asunto con el Concejo y tu tío Seo Joon. Las cosas deben quedar por escritas solo... por si acaso —. Jimin asintió, de acuerdo, y Hoseok carraspeó, luego de beber todo su té —. Ahora... necesito hablar de algo importantecontigo. Es por eso que vine aquí. 

En el patio del palacio, las sirvientas corrían de aquí para allá, tratando de atrapar al lobo que se había lanzado directo a la fuente luego de terminar lleno de hierba y tierra. El animal aprovechaba a divertirse con las ardillas siempre quesus instintos empujaban fuerza su lado salvaje y ese día en particular, se había hecho amigo de dos que encontró en el árbol de cerezo, junto al invernadero.

—¡Yoongi-ssi! Por favor, venga ya. El rey Park debe salir en una hora a su recorrido semanal por el reino y no puede ir sin usted —el lobo frenó sobre sus patas traseras y miró a la mujer, todavía babeando sobre una ardilla que tenía en sus fauces.

—¡Por favor, suelte a esa ardilla! —chilló otra mujer y Yoongi escupió al pobre animal que corrió despavorido cuando al fin recuperó su libertad. Por unos segundos miró triste como su nuevo amigo se iba sin despedirse, pero las obligaciones eran obligaciones y debía acompañar a su amo.

Cambiando, a la vista de las mujeres, las doncellas corrieron hasta él, rodeándolo con telas para hacerlo entrar al palacio. Sus largos rizos negruzcos todavía se encontraban mojados y llenos de hierbas, así que suponía que le esperaba un tortuoso baño con cepillo y mucho jabón.

Media hora después, ya se encontraba frente a la puerta del despacho de su amo. Se miró por última vez y arregló su atuendo, tirando de su saco negro, perfectamente liso y pasó su mano, deslizando su cabello hacia atrás. Los dos guardias en la puerta le sonrieron y asintieron al saludo del lobo cuando este realizó una corta reverencia al momento de entrar.

Lo primero que sus sentidos captaron fueron la hermosa risa de su amo. Lo buscó con la vista por la amplia habitación, pero no lo encontró. Entonces sospechó que se encontraba en la terraza, bebiendo el té de la tarde, así que caminó con prisa a su encuentro. Por un segundo quiso contarle de sus nuevos amigos y terminó por sacudir la cabeza cuando se dijo a sí mismo que era una tontería. Se gruñó a sí mismo, algo avergonzado. Últimamente,sus instintos lo hacían ser más animal que humano.

Repentinamente, detuvo sus pasos cuando vio a alguien más con Jimin. El hombre fruncía el ceño, pareciendo molesto, mientras que su amo continuaba riendo como si lo que le dijera le causara gracia.

—¡Jimin esto es serio! —gritó entonces el monje y Jimin pareció calmarse —. No dejaré de insistir con esto cada vez que pueda. Deberías deshacerte de ese hombre lobo. Los monjes piensan que es un enviado de Yeomna.

—¿Qué se llevará mi alma mientras duermo? —volvió a bromear el rey, divertido con las habladurías sobre su cachorro —. Hoseok, entiende que Yoongi no es malo ni diabólico, ni fue enviado por nadie a llevarse mi alma. Él... —el lobo agudizó sus oídos, ocultándosedetrás de un estante, cuando su amo hizo aquella pausa —, él es mi mejor amigo, es mágico. Quizás el último de su especie. Pero no por eso es un monstruo. Si lo que en realidad te preocupa a ti y a los monjes son las expediciones que he estado enviando a las montañas, déjame decirte que son solo exploraciones. No quiero poner la vida de mis hombres en peligro, solo quiero saber si todavía existe la remota posibilidad de que quede alguno como él.

Expediciones... esa palabra resonó en la mente del lobo y dejó caer su cuerpo hasta terminar sentado en el suelo cuando un recuerdo le llegó.

Abrió la puerta casi con miedo a ser descubierto por las doncellas y se escabulló a los aposentos del rey, reposando su hocico sobre la mano del hombre enfermo que solo permanecía dormido en su cama. Hace días que no lo veía andar por los pasillos o cumpliendo sus obligaciones, y su joven amo no hacía más que llorar en las noches, sin contarle qué lo afligía.

Quería poder preguntarle al rey qué le ocurría, pero temía que el hombre se asustara de él... de lo que era.

—Hola, Yoongi —habló Chanyeol de la nada y el cachorro dio un brinco en su lugar, junto a un chillido nada valiente. El hombre de cabellos castaños y canosos rio divertido antes de que una tos ronca lo atacara.

Asustado, Yoongi hincó en el brazo del hombre para indicarle que tomara el tazón con agua y así éste lo hizo. Luego de beber un poco, respiró más calmado y le agradeció con una sonrisa y una caricia detrás de su oreja.

—¿Cómo está mi pequeño Jimin? —preguntó Chanyeol, tirando de su cuerpo hacia arriba para recostarse contra el cabecero de la cama. Sonrió apenado cuando el cachorro dejó caer sus orejas y soltó un leve gemido lastimero —. Espero que la presión de ser rey no lo golpee tan fuerte cuando me vaya...

Yoongi gruñó, como si regañara al rey por decir eso, y de nuevo reposó su hocico en la cama. Todos sabían que no le quedaba mucho tiempo de vida al rey a causa de la fuerte influenza que había contraído en su último viaje a las montañas, pero escuchar esa verdad era distinto y más difícil de digerir.

El cachorro de lobo se dejó acariciar por el hombre y lo miró a los ojos, queriendo decirle que él siempre protegería a su joven amo cuando ya no estuviera. Al menos en una promesa silenciosa.

Pero entonces algo extraño pasó. El rey Park le había quitado el bozal, dejándolo en la cama cuando alejó su mano. Yoongi miró al hombre, como un cachorro cuando está confundido y Chanyeol solo sonrió con picardía.

—¿Podrías cambiar, Yoongi? —el lobo se tensó tras aquel pedido y retrocedió unos pasos. En sus ocho años que llevaba viviendo en el castillo, él jamás había cambiado. Cómo era posible que el rey supiera —. Por favor... como mi último deseo —murmuró entonces el mayor, antes de volver a toser.

Yoongi pareció meditar aquel pedido unos momentos y al final resopló, caminando hasta el biombo en la habitación, dejando que su cuerpo sufriera su primer cambio después de años. Su piel ya no estaba cubierta de pelo y la cremosidad de ésta lo sorprendió incluso a él cuando se vio desnudo. Tocó su cara y ya no tenía un hocico. Sus dientes también eran más pequeños y su cabello era cortó y alborotado.

Cuando volvió a escuchar la tos del rey, tomó una bata afelpada que estaba colgada sobre el biombo y cubrió su desnudez antes de presentarse ante el padre de su amo.

Chanyeol sonrió casi al instante cuando un niño apareció en su campo de visión. Sospechó que Yoongi no tenía más edad que su hijo y estuvo en lo correcto cuando un niño de unos trece se presentó ante él.

—Ven aquí —pidió Chanyeol, palmeando el lado de la cama donde había más espacio para que el joven pudiera sentarse.

— Мин беләм, син нәрсә икәнеңне беләм, һәм мин синең барлык сорауларга җавап бирермен дип ышандырам, әгәр син башта минекегә җавап бирсәң. (Sé lo que eres y te aseguro que responderé todas tus preguntas si respondes las mías primero.) —habló entonces el rey, en una lengua que nadie jamás había escuchado, y en una que sabía que solo Yoongi conocía.

— Сез минем телемне ничек беләсез? (¿Cómo conoce mi lengua?) —murmuró el joven niño y se sorprendió de oír por primera vez su voz. Era más gruesa y pesada de lo que podía recordar.

—Porque conocí a tu padre —sonrió el rey, todavía hablándole en su lengua. El cachorro no tenía motivos para dudar, así que asintió, eligiendo confiar en el hombre cuando tomó asiento a su lado —. Todo el mundo sabe que siempre hemos cazado en las montañas, ya sea para conseguir alimentos o pieles —comenzó a contar Chanyeol —. Cuando era apenas un niño y fui a mi primera expedición, fue cuando conocí a Jihoon.

Yoongi sonrió, apenas recordando ese nombre como el de su padre.

—¿Mi padre... se lo dijo?

—Lo descubrí —rio el rey, tratando de no ahogarse con su tos —. Además de ser tonto, era perezoso como para ir lejos y cambiar sin serdescubierto. 

El joven lobo rio, tratando de imaginarse a su padre siendo un niño descuidado. Él apenas conservaba algunos recuerdos de sus padres y oír un poco de ellos, lo hacía feliz de cierta manera. Al menos ahora sabía que su padre había tenido a un buen hombre de amigo.

—Desde que la masacre ocurrió, no he descansado ni un segundo para encontrar a los culpables —confesó el rey y Yoongi lo miró atento. Ambos eran los únicos que sabían la verdad tras la llegada de Yoongi al reino. Aunque el lobo no pensó que el rey supiera algo más, detrás de la muerte de los suyos. Sus hombres simplemente habían asimilado que los lobos muertos en la nieve fueron el resultado de un enfrentamiento de manadas. En el castillo, por otro lado, se creía que habían sido cazados por el rey y sus hombres en ese entonces. Solo Yoongi sabía con certeza que eso no fue así.

—Yoongi, necesito saber si eres el último de tu clan —el joven lobo volvió a mirar a los ojos castaños del hombre y asintió lentamente, luego de pensarlo unos segundos —. ¿Y tus hermanos?

Aquella preguntó lo hizo estremecerse hasta los huesos y cerró sus ojos con fuerza, no queriendo pensar lo que había sido de sus hermanitos.

—No lo sé. Mamá... solo me protegió a mí... —confesó, sintiendo lágrimas escocer en sus ojos —. No sé por qué solo me protegió a mí... —murmuró y secó sus mejillas rápidamente, cuando sintió las gotas caer.

Chanyeol sonrió con pena, porque él sabía el motivo. Sin embargo, no necesitaba cargar con ese peso los hombros del niño. Y fue por eso que decidió que aquella sería una información que se llevaría a la tumba cuando diera su último aliento. 

Sonrió divertido viendo lo mucho que se parecía Yoongi a sus padres. Sin duda el primogénito había heredado los genes de los dos. Y, sobre todo, agradecía que su carácter fuera igual al de Ciel y no al de Jihoon. Sino ya se hubiera devorado a medio reino cada que alguien lo llamaba pulgoso.

El rey tomó la mano del niño para sostenerla entre las suyas, cuando éste ya pareció calmarse. Yoongi le sonrió y Chanyeol por un segundo vio a su niño, allí, a su lado.

—Buscar la verdad ahora será tu tarea, Yoongi. Pero recuerda la importancia de la discreción. Nadie debe saber de esto hasta que tú descubras la verdad de aquel día. Sobre todo, de aquellos que buscarán tomar ventaja de tu especie. Y sobre Jiminie...

—No le diré si eso es lo que quiere —murmuró el niño, bajando la vista a sus manos. El rey sonrió y palmeó sus dedos antes de soltarlo.

—Sé que lo protejo demasiado de los problemas —sonrió apenado el rey . Cuida muy bien de mi niño, Yoongi. Jimin es todo lo que me queda del amor de mi vida. Jamás dejes que alguien lo vuelva a lastimar como lo haré yo con mi partida. Siempre recuérdale que lo amo y que nadie es más valiente que él. Y no lo dejes bajar la cabeza nunca. Tampoco permitas que sus hermanos borren su hermosa sonrisa. Tristemente sé que ni Seokjin ni Taehyung se conformarán con los territorios que les cedí. Por eso te ruego que cuides de mi hijo.

—No tiene que rogar, señor. Ni siquiera tiene que pedirlo —sonrió Yoongi, sintiendo su corazoncito oprimirse al ver los ojos llorosos del hombre que jamás había visto en tal estado.

De pronto se escucharon pasos en el pasillo y Yoongi cambió, volviendo a ser un cachorro, sentado sobre sus patas traseras, todavía sobre la cama. Sabía que en cuanto lo vieran, lo echarían a patadas por estar molestando al rey, pero al menos nadie descubriría lo que era.

Chanyeol sonrió y llamó su atención cuando volvió a colocarle el bozal. Todavía había algo importante que debía pedirle al cachorro antes de que se fuera de ese mundo.

—Yoongi —el lobo lo miró atento cuando lo escuchó susurrar su nombre —. Por lo que más quieras... si por obras del destino mi hijo y tú... —el rey suspiró afligido. Decirlo quizá sería influir en los sentimientos del niño, y eso era lo menos que quería a su edad —. Cuando llegue el momento lo entenderás, Yoongi. Y solo entonces recuerda esto: No muerdas a Jimin. Sino cosas malas podrían pasar. 

—Los hombres lobo forman parte de las leyendas para asustar a los niños por una simple razón, Jimin —escuchó decir al monje, volviendo de nuevo a la realidad —. Llegará el día en el que él te vea como su presa y si te muerde...

—Amo —habló Yoongi, haciéndose notar. Ahogó un gruñido en su pecho cuando el hombre lo miró y, en cambio, le sonrió a su amo cuando Jimin pareció resplandecer con su presencia.

—Ya estás aquí, cachorro —dijo el rey y miró a su viejo amigo para despedirlo —. Dejemos la plática sobre mitos y hadas hasta aquí, Hoseok. Ahora tengo obligaciones con las que cumplir.

El monje asintió, volviendo su mirada recelosa hacia el lobo y terminó por despedirse de su amigo antes de salir de allí. Sin embargo, cuando pasó junto a Yoongi, eligió decir algo más como una pequeña advertencia hacia el lobo.

—Si Jimin muere por tu culpa, yo mismo te mataré, lobo —le susurró y se fue. 


Se supone que esto iba a tener capítulos cortos y ya me fui a la mierda en el cuarto :v

¿A ver como van esas teorías? 👀 Cuenten para romper sus ilusiones 👀 

Que mala soy 😂

Alguien ya dijo que Yoongi terminará traicionando a Jimin 👀 ¿Qué opina el resto?


Nina Glastor🖤

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