Hoy me tocaba con Max. Espero que por lo menos sea más normal que Kim. Después del instituto fui a su casa, subimos a su habitación, y como era de esperar, estaba llena de tecnologías y videojuegos. Me dijo que si quería jugar con él a alguno y le dije que no tenía ni idea, pero él insistía y me decía que probaríamos con algo fácil para empezar, a lo que tuve que aceptar porque no tenía pinta de que se cansase de persistir.

Empezamos a jugar a uno de lucha y le pregunté que cómo se manejaba y él empezó a acercarse a mí para explicármelo, se puso detrás mía, pegándose mucho y me rodeó la cintura con sus brazos para sujetar el mando a la vez que yo. Sinceramente, eso hizo que me dieran escalofríos... Y creo que eran de miedo...

Acercó sus labios a mi oído y empezó a susurrarme lo que tenía que hacer mientras lo manejaba y a la vez me decía: ves? Es muy fácil~. Esto hizo que me asustase más todavía y que se me pusiese la carne de gallina. Por ese motivo, le dije que ya me había enterado y que ya se podía apartar. Él me hizo caso y se apartó sin decirme ni una sola palabra, tan solo hizo una sonrisa que para mí fue bastante siniestra.

Al cabo de haber sido ganado más de diez veces, me dejó ganar una vez. No sabía si alegrarme o no, ya que no había sido por mérito propio. Como vio que me aburría bastante, decidió apagar su consola y se me quedó mirando fijamente.

-Esto... ¿Qué pasa? ¿Tengo monos en la cara o algo?-le dije, para romper aquel silencio tan incómodo.

-No, no pasa nada... Solo estaba pensando al juego que quiero jugar ahora~-dijo, sin dejar de hacer esa espeluznante sonrisa.

-Mira Max, ya ves que no tengo mucha idea de videojuegos, así que-

-No hablaba de esos juegos...-acto seguido, me tumba en el sofá y se pone encima mía.

Justo después de eso, se había quitado las gafas. Cuando se quita las gafas es una mala señal, lo hizo en el cumple de Adrien y actuaba totalmente diferente a como solía ser.

-Oye Nath~ Ahora me gustaría jugar con... tus "botones"... No sé si me entiendes-dijo, mientras se relamía.

-No, no te entiendo...

-Ya sabes...-me levanta con ambas manos mi camiseta poco a poco.

-Espera un momen- ¡N-No! ¡Eso no, Max!-intento hacer fuerza para apartarlo y por lo menos con él si puedo más que con Kim, pero también estaba poniendo de su parte para que no lo lograra.

-Vamos... Te va a gustar... ¡Estáte quieto!

-¡No quiero!

Sin escuchar mis súplicas, me levanta la camiseta de tal modo que se me vean mis pezones y empieza a tocar ambos con sus dedos.

-¡Y-ya basta, por favor!-sujeto sus muñecas y las empujo con fuerza para intentar apartar sus manos de mi cuerpo, pero un extraño olor me deja atontado, que es lo que me ha estado pasando un montón de veces, incluso ahora también. Es como si el perfume no me dejase reaccionar... Pero no puede ser posible...

Noto que alguien da golpecitos en la ventana, y Max empieza a mirar, así que aprovecho para empujarle y logro ponerme en pie.

-¡ERES UN CERDO! ¡ESTÁS LOCO! ¡TODOS ESTÁIS LOCOS!

-¡Nath! ¿Por qué huyes? ¡Vamos a seguir jugando!

-¡Nooo!

-YA BASTA, MAX! -Eeeh, digo... Muchacho!

-¿LADYBUG?-ambos dijimos lo mismo.

-¡Sí, la misma! Ahora si no te importa, este chico ha tenido bastante, así que se viene conmigo-noto cómo me lleva en brazos y me saca de ahí, dejando a Max patidifuso.

Después de todo eso, me dejó en el parque.

-¿Estás bien?-me preguntó.

-S-sí... Muchas gracias...

-De nada-me hizo una gran sonrisa.

-Bueno, pues... Si eso ya me voy yendo a mi casa...

-¿Ya? ¿No te apetece quedarte un poco conmigo?-se me acerca con una sonrisa lasciva y empieza a acariciarme los hombros.

-N-no... Tengo muchas cosas que hacer...-la aparto un poco brusco-Lo siento, otro día será.

-¿De verdad? Si quieres te puedo ayudar yo~

-No será necesario, puedo apañármelas solo...

-Ya, pero con compañía irás más rápido y tendremos tiempo para... Otras cosas...

-¡Mira! ¡Por ahí viene Chat Noir!

-¿Qué? ¡Otra vez ese gato idiota!-mira hacia donde le he señalado-Un momento... Si aquí no hay nadie... ¿Nath? ¡Naaath!
Mierda... Se ha ido...

CONTINUARÁ...