Narra Nathaniel:

Yo era el chico al que nadie hacía caso, del que todos pasaban, el que no sabían ni que existía... Pero ocurrió algo que hizo que todo eso cambiara...

Todo empezó un día cualquiera, para nada especial...

Estaba aburrido en mi casa, así que decidí salir al parque y dibujar un poco desde algún banco que hubiera allí. Me encontré a Adrien haciéndose su típica sesión de fotos sobre la fuente y a Alya y a Marinette observándolo... Marinette... Es tan guapa y perfecta... Y nunca podré conseguir su corazón, ya que ella ama al supuesto modelo, al que jamás lograré superar en nada. Ojalá pudiera enamorarla, pero es algo imposible... Vi como de repente Adrien miraba hacia el frente, justo donde estaba yo... A lo mejor había visto algo y yo estaba en medio, así que pasé de él y seguí dibujando...

Cuando ya estaba anocheciendo y me cansé de estar en aquel lugar, emprendí mi camino hacia mi hogar de nuevo. Pasé por una de las calles (como hago siempre) en la que a estas horas, no hay practicamente nadie fuera, es un tanto oscura y tiene bastantes callejones... Pero resulta que esta vez había alguien, alguien que salió de uno de los callejones. Era una persona bastante misteriosa... Llevaba una larga capucha que tapaba todo de ella a excepción de la parte inferior de la cara, por lo cual pude deducir que era una mujer.

Se acercó a mí y empezó a hablarme.

???: Veo que no te va muy bien en el amor...

Nathaniel: c-cómo lo sabes?

???: puedo notar tu destrozado corazón desde lejos...

Nathaniel: (me está asustando un poco...) Y... Por qué te interesa mi situación amorosa?

???: porque mi deber es ayudar a la gente con problemas...

Nathaniel: ah...

???: puedo hacer que esa persona a la que amas se enamore de tí...

Nathaniel: E-EN SERIO? *preguntó emocionado*

???: si.

Nathaniel: cómo?

???: con esto. *le entrega un frasco de perfume* Pero recuerda, tiene efectos secundarios, así que tú verás si estás dispuesto a usarlo o no... Si piensas que realmente lo necesitas...

Nathaniel: g-gracias...

???: Adiós chico. *se va*

Nathaniel: que raro... Esto realmente funcionará? Lo bueno es que no me ha cobrado por esto... En fin... Será mejor que vuelva a mi casa...

Una vez llegué a mi casa, dejé el frasco en mi habitación, hice mis deberes, cené, estudié un poco y me fui a dormir.

Al día siguiente, tenía que ir al instituto, así que me vestí, me peiné, desayuné, me lavé los dientes y después cogí el perfume.

Nathaniel: bueno... Por probar tampoco pasa nada... Además, seguro que no hace ningún efecto... Seguro que son tonterías que se ha inventado... *se lo echa*

De ahí me fui al instituto y no os creeréis lo que me empezó a pasar...

CONTINUARÁ...

Bueno pues esta historia me la inventé un día y tuve el pensamiento de escribirla a ver qué os parece y eso... Para esto necesitaba la portada, así que cuando alguien la tenga, que me la pase, por favor.