Jonathan despertó temprano, 05:27 marcaba el reloj, se despabilo un poco, tomó el teléfono y subió las fotos del día de ayer con Michael.
Especialmente una en dónde le daba un beso en la mejilla, seguido de la foto del pastel con la propuesta.

También agrego un fragmento que esperaba que él viera.

«Hace aproximadamente cuatro meses conocí a mi ahora novio @alstory_price, el chico de mis sueños, él que me ha hecho volver a creer en el amor después de pasar tanto tiempo sólo.
Eres lo mejor que me ha pasado Michael, estoy tan agradecido que hayas decidido seguir mi perfil en lugar de cualquier otro.

Me siento tan afortunado de tenerte, y sobre todo amo todos nuestros momentos juntos.
Tú, amor eres capaz de hacer que 2 horas se sientan dos minutos.

Te quiere, tu amado novio, Jon».

Luego de postear las fotos, recibió un comentario de parte de Michael.

«No me arrepentiré nunca de haberte conocido.
Fue imposible no enamorarme de ti perdidamente, y de tu bonita sonrisa.
Estoy jodidamente feliz de que hayas dicho que sí ¡Te adoro, bebé!

Obsesivamente tuyo, tu querido y afortunado novio, Michael».

Jonathan sonrió, suspiro por un momento, luego le hizo una videollamada repentina a Michael.
Él le respondió y pudo notar a su pareja totalmente vestido, con una bonita corbata de color negro y rayas doradas.
Amaba como se vestía ése hombre, le tomaría mil fotos si pudiera.

—Hola mi vida, buenos días, veo que no me necesitas más para despertar en las mañanas.

—Cariño, no quiero soñar tanto, prefiero vivir ésos momentos contigo estando despierto.
Siempre necesitaré de ti, de tu voz, sabes que me fascina escucharte por las mañanas.

—Te ves tan guapo hoy, que muero por un beso tuyo.

—Sería capaz de pasar a tu casa antes de ir al trabajo sólo para darte un beso.

—Ambos sabemos que no te dejaría ir, me conformo con poder besarte esta tarde.
Mira que tengo aquí —dijo con una sonrisa mientras señalaba el abrigo—, no sabes como me ayudó a poder conciliar el sueño anoche.
Así seguiré durmiendo hasta que te animes a dormir en mi cama, ven una noche y deja todo tú aroma aquí.

—El Sábado dormiré conmigo, te lo prometo. Y amor, siempre puedes quedarte con mi ropa.

—Ten por seguro que tomaré tu palabra, no hay nada que me haría más feliz que tener más prendas tuyas.
Michael, te quiero muchísimo.

—Y yo a ti, bebé.

Le sonrió sólo como el sabía hacerlo, si algo amaba Michael de Jonathan era lo hipnotizante de su sonrisa, haría lo que fuera por verlo sonreír.
Para el abogado, el ver a Jon recostado en la cama era un nuevo descubrimiento, se veía magnífico.

Adoraba ver sus pestañas, el color de sus ojos, el matiz castaño y gris de su cabello, e incluso estaba amando su particular barba de candado, aunque la descuidara días o semanas.
Sin embargo, comprendía que con el ritmo de vida que llevaba, probablemente ni siquiera se había puesto a pensar en ése tipo de cosas.
E igual lo quería, le parecía tan lindo como siempre, no importaba con que estilo se mantuviera.

El día transcurrió con tranquilidad, Michael estaba plenamente enfocado en supervisar y acompañar a Patrick.
Entonces todo iba bien relativamente en la oficina.

Últimamente los días para Michael habían dejado de ser pesados, cada vez se sentía más en paz consigo mismo, y enamorado con totalidad de Jonathan.
Él en definitiva había sido un cambio positivo en su vida, una luz brillante que le otorgaba cierta calidez.

***

Al momento de llegar la hora de ir por su novio, salió esquivando a todos, incluido Andrés, que últimamente quería saber si los rumores sobre Patrick eran ciertos.
Andrés salió igual de forma escurridisa y bloqueó la salida del coche de Michael.
No menciono nada, solamente le sonrió a través del cristal del parabrisas, él iba a hablarle, quisiera o no.

El abogado miró a Andrés de mala gana, fue hasta el auto de su compañero y se recargo en el cristal del copiloto.
Observando que esta vez el hombre dentro del auto lo ignoraba.
Tuvo que golpear el cristal par captar su atención.

Andrés siempre sabía cómo cobrar los desplantes de Michael.

—No seas infantil, quita tu coche de aquí, necesito salir.

—Spencer, el ignorarme no hará que desista de hablarte.

—¿Qué sucede? ¿Qué es tan urgente qué no puedes esperar a qué regresé?

—Hay rumores sobre Patrick, no precisamente buenos, él es de los pocos que no tiene un cubículo, ni debe pelearse por una oficina para tratar clientes.
Escuche cosas, van a buscar sabotearlo, si se elimina la plaza, es más probable para otros subir de rango. No todo es antigüedad.
Tú mejor que nadie sabe cómo son las cosas aquí, si no te cuidas, te comen vivo.
Acá no hay tiempo para dormirse, todos quieren progresar, sin importar sobre quién tengan que pasar.

—Estará bien.

—No lo creo —respondió con burla y después continúo—, es más si me interesará estar en tu área, haría lo mismo que algunos planean hacer.
Eliminar al más débil, suplir su lugar, entre más alto sea el rango, es mayor el porcentaje de ganancia.
Más clientes, prestigio, honorabilidad, ponerte en la mira de los altos funcionarios de la firma, es tentador.

—Dicelo tú.

—De ninguna manera, además conociendo lo estúpido que es, va a provocar su propia salida.
Sólo te lo he dicho por qué creo que más vale estúpido conocido, que tener a un enemigo nuevo por conocer.
Patrick no me agrada, pero él es un imbécil fiable, sabe callar, no sé mete con nadie, y no quiero a alguien más husmeando al lado de mí oficina.

—Estoy en ello, es mi deber supervisarlo.
Haré que vuelva hacer el mismo, se repondrá, solamente necesita algo de tiempo.
Mejor dime ¿Quién quiere dejar el área penalista?

—Averigualo por tú cuenta.

Dicho esto y movió el coche para marcharse de ahí.
No quería continuar al lado de Spencer, era desagradable.
& tampoco quería que lo vieran hablando con un tipo como él.