XXII - Miedo
Patrick espero la respuesta de Michael, sin embargo este se limitó a beber el café.
Hoy no quería pensar en nada, prefería tener la mente en blanco.
No le importaba Sara, actualmente lo único que rondaba su mente era Jonathan.
Quería prepararse para lo peor, sabía que el escenario que le esperaba era probablemente demasiado fatalista.
—Gracias por el café, no me interesa saber nada de Sara, ésa información la habría querido hace siete meses atrás, ahora no importa.
—No te importa Sara, pero sí el novio.
—Patrick, tal vez creerás que estoy loco, pero no creo que Jonathan tenga algo que ver con Sara, al menos no en este momento, no en este último mes.
Es más ni siquiera creo que salga con alguien en este momento, no hay forma.
—¿Qué te da ésa seguridad?
—Él. Sabes he llevado tantos casos de divorcio por infidelidad, y siempre hay un indicio, con él no lo hay.
Puedo llamarle en cualquier momento, ir a su casa, pasar por él al trabajo, salir en público, todo.
Jonathan deja el móvil en la mesa con la pantalla hacía arriba, habla por videollamada conmigo en cualquier sitio, hoy incluso subió una foto de un regalo que le dí.
Las mujeres son perspicazes, son listas para saber cuándo un hombre las engaña.
Y vamos Patrick, conoces a Sara, de saberlo ya habría ido personalmente a reclamarme.
Ella sabe dónde encontrarme, sí quisiera hablar conmigo ya lo habría hecho, aunque sea para decirme que le robe al novio.
—Michael eres la cuartada perfecta ¿Quién sospecharía qué andas quedando con Jonathan?
Lo único que sé de él es que solamente ha salido con chicas, tiene facilidad por el trabajo, en el gimnasio hay muchas mujeres dispuestas a todo.
Por muy lista que sea Sara ¿Cómo sabría qué su novio anda experimentado con su ex?
—Te compro la sospecha, supongamos que Sara no sabe absolutamente nada de lo mío con su novio, suponiendo que aún estén juntos.
Dime ¿Por qué Jonathan me elegiría para experimentar?
Es una teoría demasiada rebuscada, Patrick, y sí así resultará —hizo una pausa—, creo que Jonathan sería el mejor actor del mundo, yo mismo le aplaudiria.
Se necesita de mucho valor, tendría que tener una sangra tan fría.
—La tiene desde que se metió con una mujer con un novio.
El ser infiel le ha de ser más fácil que respirar.
Tú y yo no somos los mejores amigos, nos unió Sara, sin embargo por empatía hacía mi género no me metería con tú novia, no es cuestión de amistad es de solidaridad.
Y los dos sabemos que una vez infiel, infiel por siempre.
Él no tiene ni derecho a que le des los buenos días, les hizo daño a los dos, no te olvides de quién es él.
No olvides ése dolor, ni los sentimientos de aquella noche.
—Patrick yo sé que quieres a Sara, es imposible no quererla, pero todo la historia que conozco es que ella me traicionó, no importa con quién.
Él no me debía fidelidad, Sara si, por qué era mi novia.
A Jonathan le daré la oportunidad de explicarse, necesito oír su versión antes de seguir sacando teorías a lo idiota.
Dependiendo de lo que escuche, sabré si seguir o no con él.
Y aunque es probable que lo nuestro rompa hoy —suscito con amargura—, no significa que volveré con Sara de nuevo, no puedo hacerlo, sería traicionarme a mí.
Te repito, no puedo volver con ella, no hay forma de que vuelva a confiar en su palabra, y no seré el tipo de hombre que quiere vivir con una paranoia constante.
Michael estaba completamente seguro de sus sentimientos hacía Sara, no la odiaba, pero tampoco la quería cerca.
Había sido muy feliz con ella y le guardaba cariño, pero eso no significaba que podrían volver.
—Parece que estas seguro de tus sentimientos, sólo que tienes el rostro desencajado.
Pensé que era por Sara, ayer me dijo que fuiste a casa de sus padres, pero no quisiste verla.
Me pidió que te dijera que te quiere y te agradecía por no tirar sus cosas, me confesó que echaba de menos su cuaderno de dibujo, solamente que no tenía el valor de ir a visitarte.
Michael, ella quiere volver a verte, quiere pedirte perdón.
No sé ha atrevido a buscarte por qué teme de tú reacción al verla otra vez, lo que sí se con certeza es de que te extraña.
He querido preguntarle de Jonathan, pero sabes que a mí no me ha contado sobre él y hasta dónde ella sabe, yo no sé nada de lo sucedido con el fin de su relación.
—Hoy no podría importarme menos Sara, mañana tal vez, perdóname Patrick, pero no tengo cabeza ahorita para ella.
Estoy así por qué lloré todo el camino al trabajo, te pido que por una vez en tú vida te pongas de mí lado.
Tengo miedo carajo, tengo miedo de este maldito día, miedo de perderlo a él.
No me importa que ha hecho Jonathan los últimos años, ni con quién estuvo, no me interesa.
Me ha dicho que esta soltero y le creo, es lo único que importa.
—¿Entonces de qué te preocupas? Sí a pesar de todo lo que quieres y él a ti, venga.
—De perderlo, sé que lo voy a perder.
Me mandará al diablo cuando él se entere de quién soy, cuando sepa que solamente me acerque a él para tener contacto con Sara de nuevo, es una jodida estupidez.
Va a creer que lo utilice, creerá que quería hacerle daño.
Te juro que nunca haría nada para dañarlo, no le haría daño a nadie, pero eso él no lo sabe.
Y no sé cómo decirle que me enamoré de él, que lo quiero de verdad, y hacerle saber que puede confiar en mí.
—Expilicale justamente éso, dile que no fue de mala fe, solamente querías que al seguirlo se te desbloqueará el perfil de Sara para ver que subía ella.
Y que no estaba en tus planes iniciar algo con él, pero que con el paso del tiempo empezaste a sentir algo más.
Michael, no, no llores por favor, no lo hagas ¡No sabré qué hacer! ¡Soy pésimo para esto!
—Patrick, eres un estúpido, gracias por escucharme.
El amigo de Sara lanzo un suspiro de alivio, por un momento creía que Michael rompería en llanto y no podría lidiar con algo como éso.
Probablemente lloraría con él.
—Michael no sé que vaya a pasar entre ustedes hoy, tal vez estamos asumiendo demasiado.
Siempre elegimos no creer del todo en un cliente, indagamos, vemos otras vías, pero esto no debe aplicarse a nuestra vida personal.
Lo que quiero decir —suspiro e hizo una pausa—, es que la respuesta de Jonathan no podremos saberla, ni por qué nos quedemos toda la tarde inventando teorías.
Queda esperar, abrazalo, tómalo de las manos y explicate lo mejor que puedas.
En caso de que no te crea, yo me ofrezco para ir a hablar con él, y aunque tenga que obligar a Sara o Andrés para que vayan conmigo a hablar bien de ti.
También podríamos enviarle un formulario de clientes dando buenas reseñas de ti, “confiable”, “buena persona”, lo que sea.
—Sobre todo Andrés.
Michael no podía imaginar ése escenario, uno dónde Andrés le ayudará, probablemente le daría a Jonathan aún más argumentos del por qué no debía estar con él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro