Michael la pasó bien en casa de Jonathan, durmió con él e incluso tuvo su desayuno en la cama.
Era hora de marcharse de ahí, tomó la misma bolsa en la que traía su ropa limpia; para guardar la ropa que se había quitado, pero su novio le arrebato la bolsa.

—Quiero que empieces a llenar mi clóset con tu ropa.

Volteó su mirada al clóset y observó su corbata azul, ésa era su favorita.

—¡Mi corbata! ¿Es la que traía el ramo de rosas que te dí? Amor, no puedo creer que aún la conserves.

—Si yo fuera tú no la tocaría, también debes de saber que si pasas una lámpara azul sobre ella... es probable que veas fluidos, la uso para dormir.

—Entiendo, te prometo traer ropa, pero déjame llevarme la que traía ayer para lavarla.

—Te la daré si vienes esta noche, de lo contrario la necesito.
Ocupo tu aroma para poder dormir, así siento que estás conmigo y que no estoy durmiendo sólo.

—Vendré, te lo prometo, sólo que hoy te veo hasta la noche, tengo que ponerme al corriente en la oficina.

Jonathan le regresó la bolsa, exceptuando la corbata que su novio traía ayer, posteriormente se coloco la corbata alrededor de su camisa.
Michael no le dijo cosa alguna, sólo le ayudo a ponerle un nudo a la corbata, después pasó sus dedos desde el nudo hasta abajo.

A este paso se quedaría sin corbatas.

Además también de la corbata, su pareja no le dejo llevarse su perfume, ni su cepillo de dientes.
Entonces se rindió y termino dejándole todo para verlo feliz.
El abogado pudo ver que le sonrió cuando le dejo la bolsa con su ropa, seguido de ello se abrazo con la bolsa, no sé la soltaría de vuelta.
Michael no podía decirle a Jonathan que no, menos si el resultado sería seguir viendo la sonrisa de la que se enamoró.
Hoy no podría besarlo tanto como quisiera, más que lo vería hasta la noche, por éso Jon aprovecho para besarlo tanto como quería, embriagandose de su aroma fresco y de su aliento cálido.
Buscando recordar en el día la sensación que era tenerlo entre sus brazos, aferrarse al recuerdo de abrazarlo y amarlo en su habitación.

Era hora de irse. 

—No te quiero dejar salir de aquí, me gustaría dormir a tú lado todas las noches, sentir tu cuerpo sobre el mío, llegar a casa y saber que estás aquí.
Michael no sabes cómo te busco por las noches —suscito con voz suave mientras tomaba su rostro—, a veces solamente quiero tenerte aquí conmigo.
Sueño contigo todo el tiempo, amor.

—Jon ¿En dónde estabas hace nueve años atrás? Me habría hecho tan feliz tenerte como amigo.
Estoy seguro que a tú lado no habría sufrido tanto, y si te habría conocido hace cinco años atrás, ten por seguro que te habría propuesto noviazgo.
Hoy tú serías mío, aunque fuera por unión civil, legalmente no tendrías los derechos que un matrimonio convencional, pero créeme que sentimentalmente los tendrías todos.
Y monetariamente haría lo posible por dejarte protegido a ti y a la niña.
Especialmente tendríamos que ver el tema de Cherry, que es el más complicado por lo que conlleva.
Es un proceso relativamente caro, un juicio largo, pero créeme que valdría la pena.

—Todavía puedes hacerlo, no importan los tiempos.

—Lo haré, te arreglaría los problemas con la residencia aquí.
Quiero quitar el peso de tus hombros, cariño, yo haré lo posible para mejorar tu vida y la de la niña, te lo prometo.

Y volvió a besarlo, mientras lo sostenía de la cintura, en definitiva Jonathan adoraba a Michael.
Ahora les tocaba salir de ésa habitación, Jon realmente se contuvo de no jalar a su novio devuelta con él.

Era hora de llevar a Cherry a la escuela.

Michael le ayudó a Cherry a subir al auto, él mientras tanto iría en la parte trasera, luego salió April a despedirlos.
Él quería preguntarle algo a ella antes de irse.

—Disculpe la pregunta ¿Quién recoge a la niña en la escuela?

—Tiene transporte, Jonathan la lleva en las mañanas y cuando Cherry sale sube al autobús escolar que la trae hasta aquí.

—¿Le molesta sí vamos por ella y vamos a comer?

—No, para nada.

—Entonces paso por usted antes de que salga la niña y vamos por ella.

Después salio Jonathan de su casa, y Michael se despidió de April, luego también subió al auto.
Tenía la intención de convivir un poco más con Cherry en lo que Jon estaba en el trabajo.
Así no tendría esa presión de tener a su pareja cerca, por qué a veces no podía mirar a nadie más que no fuera él.

Le compraría otro grirasol.

Jonathan dejo a Michael primero en la oficina, él se despidió de Cherry y desde luego de Jon, pero sólo con un apretón de manos.
Al abogado le pareció ver como su novio se mordía los labios, los dos sabían que debían de evitar tener cualquier clase de contacto “amoroso” en presencia de la niña.
Hasta dónde la hija de Jonathan sabía, Michael era solamente un amigo de la familia que había aparecido en sus vidas.
No pudo evitar sonreír al ver el rostro de su novio, totalmente tenso, y en cierta forma ofendido de la situación.
Era la primera vez que los dos no sé despedían con un beso o un abrazo, entonces era algo difícil de procesar para el contador.

Tenía una mirada de súplica, las manos aferradas al volante, como si con ello pudiera evitar avalanzarse sobre él.

Y realmente Michael acertó, su novio estaba conteniéndose, por qué le parecía todo un gran cambio de acontecimientos.
Estaba acostumbrandose a besar a su novio, tocarlo, estar dentro de él, dormir a su lado, y que ahora se redujera el contacto a un simple apretón de manos era surreal.
Lo que más odiaba era la mirada de sus ojos aqua, tan tranquilo e inperturbable como siempre, negándolo a él, negándolo todo.
Era como si está mañana no hubiesen estado juntos, ni habrían hecho lo que hicieron, por qué su novio estaba ahí con una sonrisa, un aire de confianza, asumiendo que todo estaba bien y que ellos eran sólo amigos.

Él no era su amigo, era su novio.

Mood de personaje: