Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

L - Mil Noches

Patrick guío a Sara hasta afuera, a su vez tomó el celular de Michael para ver si tenía bloqueado el móvil, cosa que así fue, pero el icono de teléfono estaba libre, podía llamar.
Afortunadamente en llamadas recientes estaba el número de Jonathan, por lo que le marco en lo que volvía a la oficina en la estaba su compañero.

—Hola Jonathan, habla Patrick, tomé el celular de Michael para llamarte, no sé cómo decirte esto, pero Sara estuvo aquí e hizo que Michael se pusiera mal, le dijo cosas hirientes, él esta llorando en el baño, no puede trabajar así, por ello lo llevaré a su casa.
Pero creo que no puede quedarse sólo, y yo no puedo entretenerme mucho con él o nos despedirán a los dos, tenemos clientes programados y éso, tú entiendes.

—Gracias por avisar, salgo de aquí directo para su casa.

Y colgó.

Patrick fue a buscar a Michael, lo encontró llorando en el piso, lo levanto como pudo, y lo saco de su oficina.

Él ahora no podía estar aquí, no estaba en condiciones de trabajar.

—Vámonos Michael, nos iremos por la puerta de atrás, te llevaré a casa.

—Lamento haberte involucrado en esto, sé que quieres a Sara.

—Sí, la quiero, pero no le permitiré que se pase de idiota.
Escúchame, no sé que te haya dicho, pero te aseguro que nada de lo que dijo es verdad, tú no tienes la culpa de absolutamente nada.

Le ayudo a salir de la oficina, lo llevaría directo a casa, después debía volver de inmediato.
No podía quedarse con él, tenía citas que atender y asesorías que darle a algunos clientes, las cuáles Sofía, la secretaría de Michael programó para estar tarde.

Mientras tanto Jonathan salía igual de su lugar de trabajo, iría directamente a la casa de Michael, tan sólo esperaba que él quisiera verlo, no sabía que cosas le había dicho Sara, pero para haber perturbado a su novio, debió de haberle dicho algo relativamente grave.
En mala hora conocío a Sara, aunque sin ella, era probable que jamás hubiera conocido a Michael.

Él era lo único positivo de todo.

Lo que valía la pena y lo que no quería perder.

Relativamente tuvieron relaciones hace poco, no sé imaginaba estar sin Michael, no podía hacerse a la idea de separarse de él, ni de no volverlo a tocar, no lo perdería, no después de haberlo tenido.

Jonathan estaba fascinado con el cuerpo de Michael.
Y el que se hubiera entregado solamente a él, lo hacía amarlo mucho más.

El estar con él había despertado viejas sensaciones, antiguos sentimientos que creía enterrados.
Después de Lucía no pensaba en volverse a enamorar, luego de que conoció a Michael ése sentimiento cambio, se enamoró de nuevo.

Y no quería estar sin él.

No podía perder el cielo después de haberlo probado.

Patrick dejo a Michael en casa, le ayudo a bajar y lo llevo hasta dentro, incluso le dió un vaso de agua.

—Michael, de verdad lo siento, pero sabes que debo irme.

—Lo sé, no te preocupes, agradezco que puedas cubrirme.
Iré en cuánto me sienta mejor, te lo prometo.

—No, para nada, yo puedo sólo, mejor aprovecha a descansar y mantén la mente despejada, éso te servirá.
Llámame si necesito algo, por favor.

Michael sólo asintió, últimamente a Patrick le tocaba lidiar con todo.
Especialmente si hablaba de Sara, como cuándo termino con ella, con uno de los que se deshago fue con él, ahora el mismo patrón se repetía.

Patrick se fue y Michael fue directamente al sótano y tomó una caja con las cosas que su madre conservó durante todos estos años.
Encontró una vieja lámpara de estrellas, estas se proyectaban en toda la habitación, recordaba como ella la encendía antes de ir a dormir, era un espectáculo mágico el verlas brillar.

Tenía buenos recuerdos, la extrañaba como nunca.

Ahora estaba desconsolado, llorando sólo de nuevo, con sonidos ahogados, la sensación era nuevamente asfixiante.

Igual que cuando ella murió.

El dolor le quemaba la garganta, estuvo así un buen rato, hundido entre su propia miseria y desdicha.
Recordó que no había podido llorar en el funeral de su madre, aquél día estuvo fuera de sí, viendo todo desde un punto en el que no sabía si aquello era real, su mente se había ido a otro lado.
Luego después de semanas de camino a casa, se dió cuenta que su madre se fue para siempre.

Y lloro en el auto mientras conducía.

Hoy era igual.

El sonido de un saxofón llamó su atención, ese debía ser Jonathan, seguramente Patrick le había hablado, para que él no estuviera sólo.
Quién mejor que Patrick para saber acerca de sus crisis.

A medida que subía las escaleras para ir a abrir, reconoció la canción que su novio estaba tocando.
Era la que él le había dicho que le gustaba, e incluso le mencionó que habría sido muy feliz de haberlo escuchado tocarla en el saxofón.

Éso se lo dijo el día del festival, no podía creer que aún recordará sus palabras.
Salió a abrir y vio a Jonathan ahí con el saxofón, no le pregunto nada, ni le menciono palabra alguna, sólo lo abrazo.

A Jonathan no le gustaba lo que veía, su novio con los ojos rojos y la nariz roja, le partía el alma verlo así.

—Oh, mi amor —le dijo en un tono suave—, querido esta es tú casa, amor mío, tú puedes entrar cuando sea, no tienes por qué quedarte afuera.

—Michael, mi vida ¿Qué pasó corazón?

Solamente se encogió de hombros.

Volvió a llorar, pero esta vez se quedó aferrado a Jon un buen rato en el pasillo, luego su novio lo llevó a la cama, beso su frente y le quito los zapatos.
Michael observó las señales de que se iría para dejarlo dormir, sin embargo lo detuvo, le susurro su nombre, y se aferró a su mano.
Con la mirada le invito a subir, teniéndolo encima lo beso, aquello se sintió igual que la primera vez.

Era una sensación indiscriptible, sentía su respiración aumentar, un cosquilleo en el estómago, junto con un choque de electricidad en su espalda.
Se separó de él, y en ése momento deseo sentir de nuevo los latidos de su corazón, quería escucharlo otra vez.
Por lo que se volteó para quedar él encima.
Jonathan no le replicó nada, simplemente pudo sonreírle, pasó una de sus manos por su espalda y la otra la tenía en su cabeza.

Se dedicaba sólo a acariciarlo y entrelazar sus dedos en su cabello.

Mientras que Michael se mantenía encima de su pecho, escuchando sus latidos, respondiéndole de vez en cuando con besos alrededor de su cuello y subiendo de vez en cuando para besarlo.

No quería moverse, le gustaba estar así con Jonathan, no importaba nada más.

—No tienes que hacer nada cariño, relájate mi amor, duerme.

—Quiero hacerlo, quiero amarte.
Jon, no sé estar sin ti, te necesito conmigo, al menos esta noche.

—Te amo, no estarás sin mí, hoy me quedaré contigo, tú Michael —suscitó su nombre de manera suave, a la vez que acariciaba su rostro—, mi amor... siempre me puedes tener a tú lado las veces que quieras.
Me tienes totalmente enamorado de ti, te juro que lo estoy, estaría totalmente feliz de pasar mil noches a tú lado e incluso hasta más.
Amo dormir contigo, me gusta tenerte entre mis brazos.

Michael estaba más tranquilo con Jonathan cerca de él.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro