Escucho su celular, para su sorpresa no era una notificación de una transmisión en vivo de Jonathan, se trataba de una serie de mensajes.

Había olvidado ponerse en contacto con él; aún seguía debatiendo internamente si formar una amistad con el novio de su ex.
Después de meditar un poco, le respondió: “Te llamo cuando suba a mi auto”.

Intentó ser lo más rápido posible en arreglarse. Si le iban 15 minutos diarios, los reduciría a 10, aunque eso significara llegar más temprano al trabajo. Con su café listo y el auto encendido, esperó un poco, copió el número y llamó.

Sintió un cosquilleo pasar por su espalda y esperó que el hombre no le atendiera la llamada. Estuvo a punto de colgar, pero ya era demasiado tarde; escuchó la voz de Jonathan del otro lado.

—¡Hola! ¿Qué tal va tu día?

—Decepcionado. No sonó mi alarma y mi despertador humano no tuvo la gentileza de despertarme.

—No creí que lo de ser tu despertador fuera tan literalmente, lo lamento. Pero mis transmisiones en vivo dan lástima, incluso ya he aceptado que he fracasado en las redes sociales. Nadie quiere a un tipo hablando tonterías a las 06:00 a. m. —expresó con decepción—, pero es la única hora que tengo para conectarme.

—Mira, pues este abogado te agradece despertarlo por las mañanas. A veces me quedo hasta tarde trabajando, montando casos sólidos. Y despertar al día siguiente es una tortura —suspiró—, la alarma no es suficiente, ya sabes. Así que supongo que gracias, hombre.

—¿Quién diría que “alstory_price” es abogado? ¿Y qué significa tu usuario?

—“Al” por Al Pacino, “story” porque fue lo primero que se me vino a la mente y “Price” por “Benji Price”, o como le dice la chaviza, “Genzo”. Ciertamente no tiene un significado especial; son un conjunto de cosas que se me vinieron a la mente al crear la cuenta, una tontería.

—¿El Padrino o Scarface?

—Depende de qué parte de “El Padrino” estemos hablando. Si es de la III, me quedo con Scarface, aunque en ambas películas el final no me va. Sabes, hace poco vi en orden la saga de El Padrino, seguida de Scarface, luego terminé con Hangman. Me quedó un mal sabor de boca, que quise entrar a los films y cambiarles el final. Y en ese entonces mi ahora ex novia me dijo “¿Por qué ves los filmes de ese actor si muere en cada uno de ellos?”, me arruinó la noche.

—Por un momento creí que dirías ninguna. Mejor “El abogado del diablo”.

—Una oda a mi vida existencial.

Rieron por un momento y continuaron hablando sobre películas y actores de Hollywood. Parecía surreal que estuviera hablando con el novio de su ex, Sara, y al que justo le había contado uno de los momentos que tuvo con ella, cuando solamente se quedaban los viernes en el sofá viendo películas.

Entraba a las 08:00 a. m.; normalmente llegaba a la hora o después, pero había llegado al trabajo con 30 minutos de anticipación. Desde que rompió con Sara, ya le daba igual llegar temprano, salir tarde; no le importaba reponer el tiempo del que llegaba tarde a la oficina. Hoy fue distinto, y era por el insulso novio de Sara. Era increíble cómo ella seguía influyendo en él, aunque fuera indirectamente.

Le pidió a Jonathan esperar un momento; compraría algo para desayunar. Hacía tiempo que tampoco lo hacía, se esperaba hasta las 02:00 p. m. para comer, a esa hora era su comida/cena, luego llegaba a casa, se duchaba otra vez y dormía.

Su rutina, todo cambió desde su rompimiento con Sara.

El amor de su vida.

La mujer de sus sueños.

—Creo que ya hemos hablado bastante de mí. Tengo 20 minutos libres, así que cuéntame qué haces aparte de hacer transmisiones.

—No te burles de mi fracaso, ja.

—¿Qué te digo? ¿Has pensado en promocionarte en otras redes sociales? No sé mucho de la mentalidad de las mujeres, pero creo que no eres precisamente horrible. Pon una foto tuya en redes sociales, di que das consejos para una vida más saludable u otras cosas que les interesen a las mujeres. Te aseguro que de 5 chicas, consigues 3. Y si promocionas a diario... quién sabe, tal vez estoy hablando con un futuro influencer.

—Solo es un hobby. No me veo dedicándome al 100% a las redes sociales, ni quiero pensar en que duraría para siempre. No me imagino dejando todo por algo que dure 3 años o menos.
Las redes sociales hacen que algo que viste ayer te parezca que sucedió hace semanas y cansa. Quiero mantener un perfil bajo, salir cuando quiera por un café, ir de compras.
La fama no es para cualquiera, menos para los introvertidos.

—Jonathan, pareces todo menos un chico introvertido. Aunque creo que entiendo tu punto. Imagino que es más cómodo tener 5 seguidores que tener miles. Luego, con el tiempo, debes dejar de ser tú para que no bajen los números, cuidar lo que dices. Y si tu mundo se reduce a eso, tarde o temprano te cobra factura. He tenido clientes queriendo demandar por difamación solo porque un post en cierta red social les ha arruinado la vida. Personas que se arrepienten por una foto o video subido a redes sociales.

—Podrías hacer videos sobre temas legales, creo que funcionaría bastante bien. Tal vez generarías conciencia en ciertos temas, ¿no crees?

—Pareces más el tipo de chico que podría lograrlo. Ingenuo, bien parecido, lo tienes. Jonathan, va siendo hora de que me despida. Debo entrar a la oficina.
Fue agradable charlar contigo un rato, espero que tengas un buen día.

—Sí, ya son las 08:00 a. m. Debo empezar a alistarme porque entro a trabajar a las 09:00. Estamos en contacto, Michael. Gracias por no hacer mi mañana tan aburrida. Buen día para ti también.

Y colgó.

Era un sentimiento extraño, había sentido lastima por el hombre que le jodio la vida.

Vaya ironía.

Debía estar volviéndose loco.