Michael Spencer es un abogado exitoso que actualmente está sumido en una profunda desolación.

En algún momento de su vida creyó tenerlo todo: un buen trabajo, el plus de venir de una familia exitosa de abogados y además una novia maravillosa llamada Sara.

Eso era todo lo que había soñado.

Todo cambió cuando descubrió una infidelidad por parte de la mujer de sus sueños.

Él pudo cerrar el tema, tomar el anillo de compromiso y tirarlo a la basura. Tenía varias opciones: ir a terapia, superarla, enterrarse en el trabajo, mantenerse ocupado, hacer cualquier cosa que le hiciera olvidar aquel dolor. Pero en su lugar, prefirió seguir extrañando a Sara, hasta que la necesidad de saber de ella lo llevó a buscar a su nuevo novio, el mismo hombre con el que le fue infiel.

En su momento, parecía ser una buena idea.

Solamente bastaba un solo click.

Y una transmisión en vivo.

"Escribimos para seguir conversando con los que se han ido". -Pedro Ángel Palou.

Fragmento de las notas de Michael Spencer.

«En algún momento del pasado creí que conocería a la mujer de mis sueños, aquella con la que soñé durante toda mi vida. Con la que compartiría mis sueños, alguien con quien formaría una familia, una persona a la que le daría todo lo que tengo, incluido mi corazón. Quería caminar por el pasillo de la iglesia del lado de ella, mientras los pétalos caían sobre nosotros; sin embargo, ahora estoy en el suelo de mi casa. Sí conseguí los pétalos con los que soñé, solamente que estos están esparcidos por toda la habitación, con pedazos de vidrio sobre ellos.

Sara, ella era todo para mí.

Perdí a mi novia, a mi mejor amiga, la chica de mis sueños.

Desearía con todas mis fuerzas regresar el tiempo, no ir a verla esa noche, no ver aquel beso.

Una parte de mí quiere dejarla ir, otra se aferra totalmente a ella, una... que me impide olvidarla.

Estoy cuestionándome todo, quiero comprender el por qué de su engaño, descubrir en lo más recóndito lo malo que existe en mí. De otra forma no encuentro forma de seguir adelante, no puedo continuar sin saberlo».

—Michael Spencer Buttarelli.