Capítulo 4
Esa misma noche, el Uzumaki estaba teniendo un sueño algo extraño, estaba recorriendo unas cavernas y había una gran luz mientras se dirigía a lo más profundo.
Kenichi: Exactamente ¿Qué es este lugar? – sigue caminando hasta que llega a la zona más profunda, los cristales brillaban debido a algunos huecos, en medio del lugar había un lago y una gran roca más adelante. – Wow...
Vaya, así que finalmente has llegado. – el pelirrojo estaba mirando a todas partes cuando siente unas fuertes pisadas, mira hacia la roca y abre los ojos al ver a un gran dragón mirándolo.
Kenichi: ¿Qu-Qué? – estaba tan sorprendido.
Je, vaya reacción que tienes mocoso, otros estarían huyendo. – le respondió con algo de gracia. – Pero es un gusto conocerte...Compañero.
Kenichi: ¿Compañero? ¿Acaso tú?
Así es...- se levanta y extiende sus alas. – Yo soy el futuro rey de los dragones, uno que superará a los actualmente conocidos. Yo soy... ¡BAHAMUNT! - mueve con fuerza sus alas dando una imagen imponente.
El Uzumaki estaba asombrado al ver esto, pero se acerca al dragón.
Kenichi: Así que es por eso que me estaban cazando.
Bahamunt: En efecto, pero me sorprende tu gran fuerza de voluntad. En lugar de tener miedo o aceptar la muerte, estás decidido a mejorar para proteger a tu familia.
Kenichi: Esa es mi meta.
Bahamunt: Y eso es bueno, con tu entrenamiento, has logrado acceder a tu subconsciente y encontrarme, por lo que te ayudaré con tu entrenamiento.
Kenichi: ¿Eh? Vaya, estoy interesado pero ¿Qué aprenderé primero? -el dragón empieza a brillar para tomar una apariencia humana y dirigirse hacia él.
Bahamunt: Esto es lo que aprenderás. – concentra energía en su mano haciendo una esfera rotatoria impresionando al Uzumaki. – debes concentrar tu poder en la palma de tu mano.
Kenichi: ¿Concentrar?
Bahamunt: Así es, te daré un ejemplo. – toma un cristal y se lo entrega. – Concentra con cuidado tu energía para poder destruir esto.
El Uzumaki sólo cierra los ojos y procede a concentrar energía en la palma de su mano, algo complicado pero sentía que el cristal se agrietó un poco.
Kenichi: Maldición.
Bahamunt: No es sencillo pero agrietar el cristal es un buen paso, trata de practicarlo. – el Uzumaki asiente. – Te deseo suerte, ahora despierta que tienes entrenamiento físico.
El Uzumaki se despierta y escucha su despertador por lo que lo apaga y procede a alistarse para su entrenamiento matutino, esa misma noche Ashura fue a verlo para incrementar sus pesas a 30 kilos por petición del pelirrojo.
Así estuvo durante 4 días, en las mañana mejoraba su físico y en las noches, trataba de hacer la técnica. Sus conversaciones con Ravel, además de sus visitas era más seguido, conociéndose mucho más y también que el pelirrojo notara a la rubia.
Ya era fin de semana y Kenichi con Ayumi estaban paseando, habían comprado algunas provisiones además de un juego que el Uzumaki quería y ahora se dirigían a la fuente del lugar.
Ayumi: *comiendo su algodón de azúcar* Esto fue divertido. – dijo animada.
Kenichi: Así es, ahora vamos a descansar un rato. – llegan a la fuente pero ven a un castaño y una rubia, resultando ser Issei y la monja Asia. – Oh, está ocupado.
Issei: ¿Eh? Oh, Kenichi, no te preocupes ya nos íbamos.
Kenichi: Bueno. – en eso escuchan una voz.
Vaya, vaya, miren lo que tenemos aquí. – todos voltean y se sorprenden a ver a una mujer semi desnuda pero tenía una mirada asesina y lo más destacable, tenía alas oscuras, Kenichi pudo reconocer el rostro y se colocó en guardia mientras que con un brazo ponía atrás a Ayumi.
Kenichi: Yuuma. – dijo con frialdad.
Asia: Raynare-sama.
Ayumi: ¿Qué está pasando hermano? – dijo preocupada mientras que el Uzumaki estaba con la guardia alta.
Raynare: Vaya vaya vaya, miren qué tenemos aquí, a mi objetivo. – refiriéndose al Uzumaki. – A un demonio y...Oh Asia, así que es verdad que te relacionas con un demonio. Tú no puedes escapar de mí.
Asia: ¡No! ¡No quiero regresar a un lugar donde no haya nadie para hablar!
Issei: ¿Eh?
Asia: Lo siento Issei-san, pero la razón de por qué me encontraste es que me escapé.
Raynare: Después arreglo asuntos contigo por eso Asia. – Mira a Kenichi. – Y bueno, ahí está el hombre que me dejó plantada, eres un desconsiderado.
Kenichi: ¿Y para qué saldría contigo? ¿Para que me mates?
Raynare: Y por lo que veo, esa mocosa es valiosa para ti. – eso hizo que el Uzumaki le lance una mirada asesina. – Pero esta vez te salvas, yo sólo vine por Asia y si se meten en mi camino... - crea una lanza.
Issei: Una lanza de luz.
Raynare: Aunque, pensándolo mejor... - se mueve a gran velocidad para perforar al Uzumaki y no le importaba si hería a su hermana, pero el pelirrojo abraza a Ayumi y da un salto, pero para su terror, Raynare perfora la espalda de la peli negra con mechón rojo y un poco el abdomen de Kenichi.
Kenichi: ¡AYUMI! – ignoraba el dolor que le causó y veía a su hermana desmayada.
Issei: ¡Desgraciada! – invoca un guantelete pero Raynare se ríe.
Raynare: Vaya, me había preocupado de tu poder, pero resulta que es un pequeño Twice Critical. Es la mano de dragón que multiplica tu poder. Aunque todavía desconozco el poder de ese tomate putrefacto, el tuyo también es peligroso. Es una lástima que no haga lo mismo a ti como cuando jugué con ese idiota. – refiriéndose al Uzumaki.
El pelirrojo con puntas negras no aguantó más y se lanzó a una gran velocidad para golpearla, sorprendiendo a la pelinegra quien bloquea el golpe pero contrataca y le perfora el estómago.
Kenichi: ¡BLUARGHHHHH! -vomita un poco de sangre. Issei trata de atacar también, pero también recibe una perforación en sus costillas.
Asia: ¡DETENTE! ¡DÉJALOS EN PAZ!
Raynare: Entonces ven conmigo.
Asía: Si me dejas ayudarlos entonces iré sin rechistar.
Raynare: Como quieras. – desactiva su lanza y Asia se acerca a Ayumi para curarla, el Uzumaki vio esto y se sintió aliviado, una vez que la rubia curó al la pelinegra con mechón rojo, se acerca al Uzumaki y cura su abdomen.
Kenichi: ...gracias. – ella sólo da una sonrisa en señal que no había problema y luego cura a Issei para finalmente volver con Raynare quien la abraza y la cubre con sus alas.
Raynare: Buena chica. En cuanto esta ceremonia de esta noche termine, serás liberada de todo el dolor y sufrimiento. Nos vemos.
Issei: ¡ASIA!
Asia: Adiós Issei-san... - dijo con una sonrisa para desaparecer, Issei cae de rodillas mientras que el Uzumaki sólo se acerca a su hermana inconsciente y la cargaba.
Issei: ¿A dónde vas?
Kenichi: A dejara a Ayumi a casa.
Issei: ¿Y qué pasará con Asia?
Kenichi: Eso debería decírtelo ¿No eres su amigo?
Issei: ¡Ella nos salvó! ¡Tenemos que hacer algo!
Kenichi: No me metas en tu bote Hyodou.
Issei: ¿No la vas a ayudar, desgraciado? – el pelirrojo sólo le da un puñetazo.
Kenichi: No me malinterpretes, yo no dije que no la ayudaría, estoy en deuda con ella por salvar a mi hermana y una vez la deje en casa, iré a por esa caído de mierda y a saldar mi deuda, eso es todo. – se retira de ahí con sus cosas mientras que Issei había comprendido el mensaje, pero al mismo tiempo estaba frustrado por lo que pasó por lo que va a pedir ayuda.
El Uzumaki llega a su casa y dejó a Ayumi en el sofá, estaba completamente dormida pero fuera de peligro, quería evitar que ella termine involucrada en estos asuntos, pero esa caído no sólo apareció, sino, tuvo la osadía de lastimarla, eso era demasiado personal, el pelirrojo toma un panfleto que le dio Ravel, apareciendo la mencionada.
Ravel: Hola Kenichi ¿Qué pasó?
Kenichi: Hola Ravel, siéntate que te lo explicaré todo.
El Uzumaki le explica lo que pasó, la salida tranquila y la aparición de la caída que previamente lo engañó para tratar de matarlo, ante eso Ravel estaba furiosa, esto en parte era culpa de Rías por dejar que ellos hagan lo que quieran en su territorio.
Ravel: Pobre Ayumi. – le acariciaba la cabeza.
Kenichi: ¿Podrías cuidarla por favor?
Ravel: ¿Qué vas a hacer?
Kenichi: Voy a arreglar asuntos pendientes, no fue personal hasta que esa desgraciada le hizo eso a mi hermana. – se dirige a la puerta pero la rubia se coloca en medio.
Ravel: ¿Estás loco? ¿Qué pasaría si ellos son más?
Kenichi: No voy a quedarme de brazos cruzados, si Rías no hizo su trabajo, pues yo si lo haré. – ella lo atrapa.
Ravel: Pe-pero...si mueres... - el pelirrojo sólo la toma le acaricia la cabeza y le da una sonrisa cálida.
Kenichi: Yo no moriré tan fácilmente, te lo prometo. – ella sólo lo mira a los ojos y le da un beso de media luna pero estaba más sonrojada.
Ravel: Ma-más te vale que cumplas tu promesa... - agacha la cabeza avergonzada pero el Uzumaki sólo le dedica una sonrisa y sale de ahí. – Kenichi...
El Uzumaki estaba dirigiéndose hacia la iglesia abandonada, dedujo que era el único lugar donde estaban esos desgraciados mientras que en el camino estableció comunicación con Bahamunt.
Kenichi: ¿Estás ahí?
Bahamunt: Sí y he visto lo que ha sucedido. Créeme, esa caído cometió el peor error de su vida y te tengo una buena noticia y una mala.
Kenichi: Quiero la mala primero.
Bahamunt: Aún no puedes usar la armadura ya que tu cuerpo, a pesar de que estés cargando una gran cantidad de peso, aún falta.
Kenichi: ¿Y la buena noticia?
Bahamunt: Puedes utilizar lo básico, unas cuchillas de energía.
Kenichi: Eso será suficiente, gracias. – sale de su subconsciente mientras se acercaba más a la iglesia bajo la luz del sol ocultándose.
Minutos después, el castaño estaba escondido mientras estaba acompañado por Kiba y Koneko.
Issei: Se siente el instinto asesino.
Kiba: Hay muchos sacerdotes.
Issei: ¿En serio? Pues me alegra que estés aquí.
Kiba: Somos amigos. ¿Verdad? - Issei asiente y proceden a ver de nuevo la iglesia. - Pero lo raro aquí, es que estos sacerdotes estén con los caídos, ellos no se llevan bien, podría decir que se odian.
https://youtu.be/aYpgpRCAmIk
Koneko: Alguien viene. – todos miran hacia la entrada y ven al Uzumaki con una mirada seria mientras se acercaba más y más a la iglesia.
Issei: ¡Kenichi!
Kiba: ¿Por qué está aquí?
Issei: La caído que me atacó, hirió a su hermana... - Koneko se levanta.
Koneko: Será mejor que vayamos también. – Kiba asiente y proceden a salir de su escondite.
Un par de sacerdotes ven al pelirrojo y sacan sus espadas para atacarlo, pero el Uzumaki sólo esquiva los cortes y los deja inconscientes con un codazo en la nuca y un rodillazo en la cara al otro.
El pelirrojo hace aparecer un brazalete, sorprendiendo a los 3, pero aún más cuando una cuchilla de energía apareció de ahí, luego procede a cortar la puerta en 2 y destruirla con una patada para ingresar.
Issei: ¡Espera!
Kenichi: Así que al final has venido. – ve a Kiba y Koneko.
Issei: Sí, se ofrecieron a ayudarme.
Kenichi: Entonces no perdamos el tiempo y entremos. – ingresa a la iglesia, seguido de los demás, ven que estaba vacío pero un sacerdote hace aparición, resultando ser Fred.
Fred: Vaya, esta es una gran reunión y me conmueve.
Issei: ¡Fred!
Fred: ¿Saben? No creí que un demonio se escape de mí, ni mucho menos que logre golpearme. Después de todo, yo soy alguien fuerte. Me dije a mí mismo que los acabaría la primera vez que los encuentre. Por lo que ahora... - saca su espada y su pistola. – Estoy furioso. Furioso de que un par de asquerosos demonios me hayan hecho ver como un imbécil. – lame parte de su pistola, asqueando a los presentes.
Issei: ¿Dónde está Asia?
Fred: ¿La estúpida monja que ama a los demonios? Pues está en la sala ceremonial, bajando las escaleras. Como sea, no llegarán ahí. – en todo eso, el Uzumaki señala una banca de forma discreta, Koneko, entendió el mensaje y disimulando que se iban a separar para atacar le arroja la banca, pero el loco logra cortarlo. – Buen intento enana. – pero el Uzumaki se acercó a gran velocidad para conectarle un puñetazo en la cara.
Aún así, Fred no se queda atrás y al caer, le dispara al pelirrojo, quien es protegido por otra banca que había arrojado Koneko, el Uzumaki aprovecha y con una patada, tira el objeto hacia el sacerdote quien se hace a un lado, para que luego Kiba aterrice e intercambien choques de espada, aunque también esquivaba las balas.
Kiba: Eres bueno.
Fred: Tú también lo eres. Y eso hace que quiera volarte el cerebro. – le apunta con la pistola y dispara, pero el Uzumaki a último minuto da un puntapié en la muñeca, desviando el tiro. - ¡Hijo de...!
Kiba aprovecha y hace que su espada se torne oscura para atacar, Fred se defiende pero nota que la luz de su espada empezaba a ser eliminada.
Fred: ¿Qué mierda?
Kiba: Holy Eraser, absorbe la luz sacra.
Issei: Así que esa es la sacred gear de Kiba.
Kiba: ¡Issei-kun! – el castaño asiente y de su guantelete se escucha un ¡BOOST! Para proceder a atacarlo mientras que en el subconsciente del Uzumaki.
Bahamunt: Así que estás dentro de ese chico, je, aún así te superaré, tanto a ti como al otro.
Issei: ¡PROMOCIÓN: TORRE! – Fred le dispara pero círculos mágicos protegían al castaño, para luego darle un puñetazo en toda la cara al sacerdote, pero no termina ya que el Uzumaki ve que se dirigía hacia él y le da una patada en las costillas.
Fred: ¡MALDITOS! – Saca un par de espadas más, pero Koneko le arroja otra banca, obligándolo a esquivar y soltar sus armas, quedando acorralado. - ¡Me niego a morir por un demonio! ¡No lo permitiré! ¡Así que...- de su túnica saca una pequeña esfera. – NOS VEMOS! – Lanza con fuerza la esfera al suelo, creando un poderoso destello, cegando a todos y una vez que la luz se fue, Fred desapareció.
Kenichi: Cobarde.
Kiba: Ya nos haremos cargo de él luego, tenemos que seguir. – Koneko da un puñetazo a la mesa central, revelando unas escaleras debajo de ahí.
Koneko: Listo. – todos proceden a bajar y llegando a un cuarto medio iluminado, donde estaba Raynare en lo alto de las escaleras y al lado de ella, estaba Asia encadenada en una cruz y debajo de ambas, había varios encapuchados.
Raynare; Sean bienvenidos. Se tardaron más de lo que yo sospechaba.
Issei: ¡ASIA! – La rubia levemente levanta la cabeza y ve al castaño.
Asia: Issei...san.
Issei: ¡Hemos venido a salvarte! – trata de avanzar pero el Uzumaki le da una patada haciéndolo retroceder y justo a tiempo ya que una lanza cayó donde estaba y tenía más poder, por lo que hizo retroceder un poco al pelirrojo.
Raynare: Es una reunión que me conmueve, pero esta ceremonia está por terminar. – la cruz que estaba a su lado, empieza a brillar.
Asia: ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! -el dolor era muy fuerte, sentía que le estaban arrancando algo de su alma.
Issei: ¡ASIA!
Kiba: Ya vi lo que están haciendo y no es nada bueno. Le van a roba la Sacred Gear.
Issei: ¿Robar? Pero ¿Qué pasará con Asia?
Kiba: La vida del dueño de una Sacred Gear... - no termina de hablar ya que Asia dejó de gritar y un brillo verde salió de su pecho, resultando ser un par de anillos.
Raynare: Twilight Healing...Finalmente está en mis manos. – decía con una sonrisa llena de maldad.
Issei: ¡NO! ¡ASIA...!
Raynare: ¡Este poder lo he buscado por años! ¡Y ahora que está en mis manos, puedo tener lo que quiera! ¡Al fin es mío! – Introduce los anillos en su cuerpo, dando un gemido.
Todos vieron un aura verde en la caído mientras que Raynare sólo reía.
Raynare: El poder máximo. ¡AHORA SERÉ EL ÁNGEL CAÍDO MÁS PODEROSO! ¡ME VENGARÉ DE TODOS LOS QUE ME HAN HECHO DE LADO!
Issei: ¡MALDITA! – Trata de avanzar pero los encapuchados sacan espadas sacras para interceptarlo, sin embargo, el primero en atacar fue el Uzumaki, quien con sus cuchillas corta a 4 sin problema alguno.
Kenichi: No eres el único que tiene cuentas pendientes con ella. – Issei asiente y se lanza al ataque, un exorcista trató de cortarlo, pero Kiba lo intercepta, el Uzumaki seguía avanzando pero antes de que otro le apunta con una pistola, Koneko lo intercepta con una patada.
Ambos ven que Kiba y Koneko le dan vía libre y se lanzan contra la caída.
Issei: ¡Asia! – se acerca mientras que Raynare con burla chasquea los dedos y deja caer a la rubia de la cruz. - ¡DEVUÉLVELE SU SACRED GEAR!
Raynare: No seas tonto, esto fue una orden de mis superiores. Lo siento, pero deben morir como prueba de mi éxito. – crea una lanza sacra. – Pero no está bien ¿Morirán juntos? Y en cuanto ti Uzumaki, tu hermanita evitaría otro ataque. ¡JAJAJAJAJAJA!
Kenichi no decía nada, pero sus ojos mostraban ira, tenía la osadía de burlarse de él.
Kenichi: Eres así siempre, te aprovechas de los demás, te burlas de la bondad y les apuñalas por la espalda, eso pensabas hacerme ¿Verdad? – se acercaba y se sentía la presión.
Raynare: Sí, a decir verdad, todo lo tenía planeado, pero se arruinó porque me dejaste plantada, eres un desconsiderado. Y yo que me había colocado el nombre de Yuuma, para matarte en el ocaso.
Kenichi: Me das asco Raynare...
Raynare: ¡No menciones mi nombre! ¡Suena mal viniendo de ti! – ataca con su lanza pero tanto Kenichi como Issei quien cargaba a Asia lo esquivaron.
Kenichi: ¡Déjala en un lugar seguro! - Issei sólo asiente y se la lleva. – Ahora verás maldita.
El Uzumaki intercambia ataques con sus cuchillas contra la lanza de la caído, estaba a la par de velocidad a pesar de las pesas, o era simplemente el enojo que ignoraba eso y sólo quería hacer pagar a la desgraciada.
Raynare: ¡Tienes buenos reflejos! ¡Pero no lo suficiente! – arroja una lanza con gran poder al techo haciendo que varias rocas caigan sobre él.
Kiba: ¡Uzumaki-san!
Koneko: ¡Kenichi-senpai!
Pero ambos fueron atacados por sorpresa por la caído sin importar herir a los exorcistas que la acompañaron, mientras que Issei, derramaba lágrimas en la parte superior de la iglesia, la razón, Asia ya no pudo soportar más y perdió la vida, perdió a su amiga.
Issei: ¿Por qué? Me curaste, a pesar de que soy un demonio... ¡DIOS! ¡ESTÁS AHÍ! ¿Verdad? ¡Por favor, no me quites a esta chica! ¡Ella sólo quería hacer amigos! ¿Ignorarás mis plegarias porque ahora soy un demonio? ¿Abandonarás a esta chica porque es amiga de un demonio? ¡Te lo ruego, Dios!
Raynare: ¿Un demonio le está rogando a Dios en una iglesia? – el castaño voltea con sorpresa. – Qué asquerosa broma.
Issei: ¡Desgraciada!
Raynare: Mira, el cabeza de tomate terminó por darme algunos cortes y recién me di cuenta cuando estaba en camino. – muestra los cortes en su brazo, pierna y abdomen.
Issei: Ellos... - pero un brillo verde sale de las manos de Raynare y la coloca sobre sus heridas.
Raynare: ¿No es genial? No importa qué tan herida esté, yo puedo curarme. Para los ángeles caídos, quienes perdimos la gracia de Dios, esto es el mejor regalo y gracias a eso, mi estatus será elevado. Oh, gran Azazel-sama, Shemhazai-sama, seré su fiel ayudante.
Issei: ¿Crees que eso me importa? Ella no tenía nada que ver en esto.
Raynare: Es el destino para aquellos que poseen Sacred Gear.
Issei: ¡El destino me da igual! ¡Ella pudo haber tenido una vida pacífica!
Raynare: Imposible.
Issei: ¿Por qué?
Raynare: Los humanos odian a las Sacred Gear. Sin importar lo asombroso que es, los humanos lo odiarán. Eso es inevitable. Es la naturaleza de los humanos y es una lástima ya que este poder es asombroso.
Issei: Aún si dices eso, yo soy su amigo ¡Y vine para salvarla!
Raynare: ¡Pero murió! ¡Jajajajaja! Esa chica ha muerto y no importa lo que hiciste. No pudiste protegerla ni antes... ni ahora. – lo señala con burla.
Issei: ¡Ya lo sé! ¡Y no puedo perdonarme por eso! – aprieta los puños. – ¡NO TE LO PERDONARÉ! ¡DEVUÉLVEMELA! – el brazalete que el castaño empezó a brillar.
¡DRAGON BOOSTER! – Raynare abre los ojos al ver eso y nota que el castaño se lanzó al ataque pero la caída se hace a un lado.
Raynare: ¿No lo dije? Ese poder no funcionará contra mí ahora. – En eso escucha una voz familiar.
¿En serio? ¿Y qué me dices de esto? – la caído abre los ojos y voltea, pero sólo recibe un puñetazo en la cara, estrellándola contra unas bancas, el responsable era Kenichi quien cargaba a Koneko y Kiba en un hombro.
¡BOOST! – el guantelete brillaba y el Uzumaki ve eso con leve sorpresa.
Issei: ¡ARGHHHHHHH! – trata de dar otro golpe pero la caído salta.
Raynare: Tal parece que sigues con vida y en cuanto a ti. – crea dos lanzas y las arroja hacia los muslos del castaño, el pelirrojo al ver la situación baja a ambos y se prepara para atacar. – Para los demonios, la luz es un veneno si te toca, sentirás un dolor agudo por todo tu cuerpo. Ese dolor es el más intenso que un demonio puede sentir, sobre todo tú, un demonio de clase baja.
Kenichi: ¡Ya cállate! – toma una de las bancas rotas y la arroja hacia la caída, ya estaba harto de sus burlas.
Raynare: ¡Desgraciado!
Issei: Este dolor no es nada... ¡Comparado con el dolor de Asia...! – se arranca las lanzas de sus muslos perforados. - ¡NO ES NADA!
¡BOOST! – Nuevamente ese sonido resonó en el lugar.
Raynare: ¡Debo reconocer que son muy buenos! ¡Y los felicito por llegar tan lejos al enfrentarse a mí, la gran Raynare!
Kenichi: ¡Levántate y pelea! ¡Si dices que ese dolor no es nada, entonces ponte de pie!
Raynare: ¿Estás loco? Él ya está en su límite y morirá, al igual que tú. – Pero esas palabras fueron ignoradas ya que Issei se levantaba a pesar de las heridas. – Imposible.
Kenichi: ¡Es momento de que tengas tu agonía! – Issei extiende sus alas de demonio, asustando a la caída.
Raynare: ¡Eso es completamente imposible! ¡Tú un demonio de clase baja no puede soportar la luz así de fácil y tú, que sigues conservando tu humanidad, pudo aguantar un derrumbe de rocas y esas heridas que me contaron! ¡Eso es inaudito!
Kenichi: Los daños que me causaste son completamente insignificantes.
Issei: Y en cuanto a mí, a pesar de que la luz sacra me duela, lo único que ignora esa agonía ... ¡ES MI DESEO DE GOLPEARTE POR LO QUE HICISTE! – aumenta su poder en su brazo izquierdo.
¡EXPLOSION! – el brazalete pasó a ser un guantelete, dejando en shock a la caído.
Raynare: ¿Aumentó su poder en su condición actual? ¿Cómo es posible que esa Sacred Gear...? ¿Cómo puede que una Twice Critical...? – ambos se acercan con furia haciendo que tiemble de miedo. - ¡NO SE ME ACERCEN!
Ella arroja una lanza pero el Uzumaki lo desvía con sus brazaletes, arroja otro pero Issei hace el desvío con su guantelete.
Raynare: ¡NO! – llena de miedo trata de escapar pero Issei la sujeta de la mano.
Issei: ¡NO IRÁS A NINGÚIN LADO!
Raynare: ¡ES IMPOSIBLE! Yo estoy en un nivel superior...
Ambos: ¡VETE A VOLAR! – Ambos le dan un golpe de lleno, en toda la cara, mandándola a estrellarse con un cristal.
Issei: ¡Eso fue por Asia! – Casi cae pero Kiba lo carga del hombro.
Kiba: Bien hecho al derrotarla y lo lamento por no interferir, recibí órdenes de no hacerlo.
Kenichi: Osea que ... - ve que Koneko tampoco estaba.
Kiba: Lo lamento. – da una reverencia, sacando una vena al Uzumaki.
Rías: Lamento que haya dicho eso, pero era algo personal ¿No es así? Además ya pedí que lo trajeran. – Koneko ingresa y traía a Raynare a rastras.
Koneko: Aquí está. – la tira al centro.
Rías: Es un gusto conocerte Raynare. Soy Rías Gremory, heredera del clan Gremory.
Raynare: ¿La hija del clan Gremory?
Raynare: Es una lástima que no nos conoceremos por mucho tiempo. Además. – tira 3 plumas. – Les di un saludo a tus amigos que fueron a recibirme, uno de ellos, siendo el del sombrero que te encontraste. – mira al Uzumaki pero no dijo nada.
Issei: ¿Saludo?
Kiba: La presidenta es la Princesa de la Ruina Carmesí.
Kenichi: Y aún así se comporta como una incompetente. – pensó con fastidio, mientras se acercaba. – En todo caso, ya estás sola, sin aliados y acorralada. ¿No tienes algo que decir? – estaba a un metro cuando la caída se levantaba y prepara una lanza.
Raynare: ¡BAJASTE LA GUARDIA IMBÉCIL, MUERE! – todos abren los ojos al ver que un poco de sangre salpicó en el lugar donde la caído había perforado.
Issei: ¡Kenichi! – Koneko iba a ayudarlo pero el pelirrojo sólo hace un gesto con la mano.
Raynare: ¡Otra de mis misiones completadas! ¡JAJAJAJAJAJA! – el Uzumaki sólo la sujeta del brazo. - ¿Qué, tienes algo que decir?
Kenichi: Deberías practicar tu puntería. – le dirige una sonrisa burlona y la caída mira dónde cayó el ataque, para su terror, sólo había rozado sus costillas.
Raynare: ¡No! ¡NO! – trata de escapar pero el agarre era tan fuerte que no podía moverse y para su terror, el Uzumaki extiende su brazo, abre su mano derecha y empieza a canalizar energía en la palma y Koneko abre los ojos al reconocer una energía.
Kenichi: ¡A VER SI TE CURAS DE ESTO! ¡RASENGAN! – Impacta su ataque en el abdomen de la caído, el ataque fue muy fuerte que termina estrellándose contra una pared, pero el impacto hizo que la pared empezara a agrietarse y parte del techo caiga encima de ella, eso dejó sorprendidos a todos, pero ven que la caído estaba saliendo de los escombros, estaba llena de heridas, pero la de su abdomen era la más grave.
Rías: Ese manejo de poder, es sorprendente, logró concentrarlo y le dejó con un gran daño. – ve que el Uzumaki se acercaba. - ¡Espera! ¡Yo me haré cargo de ...!
Kenichi: Es un asunto personal, no interfiera. – se acercaba nuevamente a la caído. - ¿No se supone que tenías un gran poder curativo? Como sea, es momento de terminar con esto. – pero para su sorpresa, la caído toma una apariencia distinta.
Kenichi-kun. – esa voz tierna e inocente. – Por favor...Ayúdame. Hice esas cosas malas ¡Pero como ángel caído, no podía hacer otra cosa!
Kenichi: Yuuma.
Yuuma: ¡A pesar de todo, no has dejado de gustarme! ¡Eres un gran chico y realmente quisiera tener una cita contigo! – de entre todos los presentes, Koneko era la más disgustada al ver el acto rastrero que hacía. - ¡Por favor, ayúdame Kenichi-kun!
Kenichi: ¿Podrías dejar tu teatro? – para mala suerte de Raynare, el Uzumaki estaba con una mirada fría. – Me engañaste con esa mentira que yo te gustaba, preparaste una emboscada para matarme el día de la "cita", pero lo peor... e imperdonable... Es que en tu ataque, termines lastimando a mi hermana Ayumi... - da un paso y ella con miedo da un paso atrás. – Heriste a alguien importante en mi familia. Luego robaste algo a la chica rubia y te burlas de su desgracia y nuevamente te haces pasar como una niña tierna. Has caído demasiado bajo y mi respuesta es .... NO.
Yuuma: ¡Por favor Kenichi-ku...! – no dice más ya que al tratar de tocarlo, su brazo termina cayendo, el Uzumaki había cortado su brazo. - ¡AHHHHHHHHHHHH!
Kenichi: Esto es por los inocentes que asesinaste.
Raynare: ¡POR FAVOR...! – No dijo nada más ya que el Uzumaki mueve su brazo nuevamente pasando por su cuello, haciendo que la cabeza cayera.
Kenichi: Y eso fue por mi hermana. – desactiva sus brazaletes y da media vuelta para caminar hacia Asia. – He saldado mi cuenta.
Ignorando a los presentes, el Uzumaki sólo se dirige hacia la puerta, Rías quería hablar con él, pero el pelirrojo sólo se detiene y la mira con frialdad y sólo mueve los labios para decirle una cosa.
- "Todo es culpa tuya"-
Rías solo baja la cabeza mientras que el Uzumaki se retira de ahí sujetando la herida de su costilla, la única que lo miró hasta que se perdiera era Koneko, quien le llamó la atención total.
Tiempo después, en la casa del pelirrojo, Ravel estaba atenta a la llegada del chico, Ayumi ya se había despertado y la rubia le pidió que esperara a que llegue su hermano, había mucho de qué hablar esta noche, hasta que la puerta se abre e ingrese Kenichi sujetándose la herida.
Ravel: Volviste.
Kenichi: Te lo prometí, dije que volvería. – ella sólo se lanza a abrazarlo. – Espera, estoy sucio y con ...
Ravel: Cállate y deja que te abrace. – dijo con alegría, no le importaba si se manchaba, el Uzumaki volvió y eso alivió su corazón.
Ayumi: ¡Onii-chan! – corre a abrazarlo también aunque estaba preocupada, por su herida. - ¿Qué te pasó?
Kenichi: No te preocupes hermanita, ya me hice cargo de la que te hizo daño.
Ayumi: Gracias hermano, pero, me gustaría saberlo todo desde el comienzo. – Ravel y Kenichi intercambian miradas y suspiran.
Ravel: Tal parece...
Kenichi: Que no hay de otra. Siéntate que te lo contaré desde el principio. – su hermana hace caso y se sienta en el sofá. – Bueno, todo empezó....
FIN DEL CAPÍTULO.
ESPERO LES HAYA GUSTADO...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.
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