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Capítulo 13

Issei estaba acumulando un BOOST, cuando en eso Irina corre a gran velocidad sorprendiéndolo.

Irina: ¡Amén! – da un corte a gran velocidad e Issei lo esquiva por poco.

Issei: ¡Esto no es bueno! ¡Realmente quiere matarme! – dijo asustado.

Irina: Volví a mi ciudad natal después de muchos años, sólo para matar a mi amigo de la infancia. ¡Oh, qué cruel es el señor!

Rías: Issei, no dejes que te corte con esa espada.

Issei: ¡Si presidenta! – extiende su brazo y otro BOOST se escucha.

Xenovia: El Sekiryuutei, adicionado con la Twilight Healing de Asia Argento y la Sword Birth. Estas piezas son únicas. Aunque... - ve que Kenichi y Aria estaban intercambiando cortes. – Ese chico no se queda atrás con esas cuchillas.

En efecto, pese a la agilidad de Aria, se le hacía complicado cortar al Uzumaki quien estaba atento a cada movimiento, ella trata de dar un doble corte horizontal, pero el pelirrojo da un paso atrás, cortando simplemente su chaqueta.

Aria: Eres bueno.

Kenichi: Lo mismo digo. – nuevamente se lanzan al ataque mientras que Kiba tenía una mirada asesina.

Kiba: Mi habilidad viene del odio que tengo a mis secuestradores... - toma una espada. – Nacido de cómo fueron asesinados en las profundidades de la desesperación. – ataca a gran velocidad pero la peli azul lo detiene. ¡Y usaré esta habilidad para acabar con las Excalibur y sus portadores! – Intercambian choques de espada y a pesar que la espada de Xenovia era pesada, la chica tenía una gran fuerza para bloquear y atacar.

Rías: Un simple rasguño de una espada sagrada es doloroso para un demonio. Estamos en desventaja, Yuuto puede con su velocidad, pero Issei. – ve que Irina da un ligero corte en el brazo con el guantelete pero no le duele. – Tal parece que la espada sagrada no tiene efecto en ese brazo.

Ravel: Cierto, al haber sacrificado su brazo, pasó a ser de dragón, así las herramientas sacras no pueden dañarlo.

Irina: ¡Issei-kun, no deberías ser tan fuerte!

Issei: No tengo otra opción. ¡No, sólo lo lamentaré si no hago esto! ¡Esta es la única oportunidad que tendré! – se escucha otro BOOST! Pero la mirada que mostraba Issei desgradó a Koneko. – Shidou Irina ¡Disfrutaré cada centímetro de tu cuerpo bien desarrollado!

Irina: ¿Qué pasa con esa mirada pervertida?

Koneko: Ten cuidado. Issei Hyodou puede destruir por completo la ropa de cualquier mujer sólo tocándola.

Irina: ¿La ropa?

Issei: ¡Koneko-chan! ¿Por qué ayudas a nuestro enemigo?

Koneko: No me digas chan y sólo le digo porque eres el enemigo de todas las mujeres.

Issei: Eso fue un golpe bajo.

Irina: ¡Qué habilidad satánica, Issei-kun! ¡No sólo te has convertido en un demonio, sino que también has manchado tu corazón! – coloca sus manos en posición de rezar. - ¡Señor, te ruego que no perdones a este pecador pervertido!

De vuelta con Kiba, él estaba tomando un par de espadas.

Kiba: ¡Redúcete a cenizas y sé congelada! – exclamaba con furia mientras una espada se envolvía en llamas y la otra en hielo, para luego dar tajos a lo loco.

Kenichi: ¿Qué estás haciendo? – se gira para atrás, esquivando un corte de Aria.

Aria: Yo soy tu oponente ¡No te distraigas! – trata de cortarlo pero el Uzumaki se hace a un lado.

Xenovia: ¡Eres débil! – destruye ambas espadas para luego girarla y enterrar su Excalibur en el suelo, provocando una poderoso cráter, eso hace volar a Aria y Kenichi que estaban cerca.

Juvia: ¡Kenichi-sama!

Ravel: ¿Es que acaso ella no se controla o qué? – las demás tosen debido al polvo.

Xenovia: Hay una razón por la que la Excalibur Destruction, es llamada la espada sagrada de la destrucción!

Kiba: Sólo una de las siete espadas tiene tanto poder. Je, destruir las siete espadas va a ser una batalla cuesta arriba. – Tanto Issei como Kiba estaban atónitos por su actitud.

Issei: Kiba, tú...

Irina: Cielos, esa Xenovia, siempre precipitándose de la nada. – Recoge su espada. - Terminemos con esto.

¡BOOST!

Issei: ¡AHORA!

¡EXPLOSION! – el cuerpo de Issei era rodeado por un aura verde y sus alas se hacían presentes.

Issei: ¡DRESS...BREAK! – Se lanza con una sonrisa pervertida, asustando a Irina.

Irina: ¡Qué indecente! – esquiva la arremetida de Issei, pero el castaño no se quedaba atrás y trata de tocarla. - ¡No! ¡Detente!

Akeno: Sus movimientos son más rápidos.

Koneko: Sólo se le subió la testosterona. – Ravel y las demás estaban preparadas para cerrar los ojos mientras que Rías suspiraba y Asia tenía una sonrisa nerviosa.

Irina: ¡Estás loco! – pero Issei se pone al frente de ella.

Issei: ¡No subestimes mi perversión! -da un salto y trata de tocarla, pero Irina se agacha y toca a Koneko y Asia, chasqueando los dedos una vez cae, haciendo que la ropa de ambas sea destruida y el castaño termine con un sangrado nasal. - ¡Muchas gracias! ¡No, quiero decir...! – no terminó ya que Koneko le da un uppercut.

Koneko: Pervertido. – decía enojada mientras se cubría y justo antes de que Issei choque el suelo Kenichi le da una patada en las costillas.

Kenichi: ¡Tiempo fuera por favor! - Aria baja sus armas y el pelirrojo se quita la chaqueta para ponérsela a la peli blanca y su camisa para cubrir la parte baja. – Listo. – ese gesto hace sonrojar levemente a la peli blanca.

Koneko: Gracias... - el pelirrojo asiente y nuevamente pelea contra Aria.

Irina: *Tocando a Issei con un palito* ¿Sabes? Creo que fue el karma. No utilices un movimiento tan pervertido otra vez.

Issei: No...De ninguna manera. Dediqué todo mi poder mágico para esto. Elegí esta habilidad sobre la visión de rayos X después de días de deliberación. Yo...yo haré desvanecer la ropa de más chicas...Y... - se levanta. - ¡Lucharé hasta el día que pueda hacerlo sólo con mirarlas!

Kenichi: *con cara de póker* Por un lado me sorprende tu voluntad de levantarte, pero por otro lado ¿No puedes guardarte esos pensamientos?

Irina: Debes estar loco para luchar por ese objetivo.

Issei: La lujuria es poder... ¡La lujuria es justicia! – trata de tocar a Irina pero ella da un salto hacia atrás.

Irina: Supongo que te he subestimado. Eres muy ágil. Pero... - Issei estaba confundido cuando cae al suelo repentinamente, resulta que Irina le había cortado cuando menos se lo esperaba.

Rías: ¡Issei!

Issei: Du-Duele... - se toca la parte donde fue cortado. - ¿Qué diablos está pasando?

Asia: Pero apenas lo rasguño.

Stella: Así que ese es el poder de una espada sagrada.

Issei: Tsk...Esto no es nada. – se levantaba y aguantaba el dolor.

¡RESET! – Issei ve su guantelete y pierde fuerzas, había alcanzado su límite.

Issei: Mal-Maldición...No puedo...moverme...

Asia: ¿Qué pasó?

Rías: Ya no tiene energías para usar la Boosted Gear.

Irina: Se acabó. – su espada pasa a ser un listón de nuevo.

Rías: Supongo que no hay de otra. Irina Shidou-san, reconocemos tu victoria. – El castaño aprieta los puños de frustración.

Con el pelirrojo, nuevamente estaba bloqueando los cortes de la peli rosa hasta que escuchó que Issei no podía continuar, no se imaginaría si esa espada llegara a tocarlo, pero daba gracias por tener un punto a su favor, cuando en eso, escuchan a Kiba gritar con fuerza y la espada que llevaba, se hace más grande.

Kiba: ¡Tu espada sagrada frente a mi espada demoniaca, veremos cuál es más poderosa! – se lanza a gran velocidad pero se notaba que estaba lleno de aberturas, pero Xenovia sólo bufa.

Xenovia: Es una lástima. – se agacha y le golpea con el mango de la espada, haciendo que escupa sangre, su espada se desvanece y cae al suelo. – Estás equipado con una gran variedad de espadas demoniacas y una agilidad excepcional. Pero no sólo te falta el poder para blandir una espada gigante, sino te hace lento el intentarlo. Aún te falta la capacidad para hacer este juicio. – Se da media vuelta y se va, pero Kiba levanta su mano.

Kiba: Es-Espera.

Xenovia: Recupérate antes de tu próxima pelea, senpai. – eso último lo dijo con sarcasmo. – Mientras que Kiba afila su mirada pero no podía levantarse.

Kenichi: Eso me pasa por contar con un pervertido y un emo vengador. – decía en su mente mientras esquivaba otro corte de Aria.

Aria: Esto ya duró mucho, acabemos con esto. – mueve sus espadas de forma vertical pero el pelirrojo se hace a un lado, la peli rosa gira su espada pero apenas corta su ropa, iba a atacar con su otra espada pero Kenichi da una patada en la mano, obligándola a soltar el mango.

Kenichi: Uno...

Aria: Aún no acabo. – mueve su brazo a su cintura y saca una pistola con intención de apuntarlo pero el Uzumaki se acerca y atrapa la muñeca, haciendo que apunte el arma hacia arriba.

Kenichi: No lo creo.

Aria: ¡Bajaste la guardia! – con la mano que tenía la espada, da un corte debajo de sus costillas, pero para su sorpresa, el Uzumaki no retrocedía. - ¿Qué?

Kenichi: Ese corte no me lo vi venir, pero no pienso caer. – da una patada para alejarla, además de quitarle la pistola.

Aria: ¡Tú...! – se incorpora y trata de darle un corte pero Kenichi, en vez de hacerse a un lado, atrapa la hoja con las manos desnudas.

Xenovia: Está loco, eso le quemará como fierro caliente. – pero para su sorpresa, el Uzumaki tenía una mirada tranquila. - ¿Qué?

Irina: ¿Cómo?

Airi: ¡Imposible! ¿Cómo no puedes sentir dolor, incluso te corté?

Kenichi: Fácil, porque a diferencia de ellos, cuando formé parte del equipo de Ravel Phoenix.... – ejerce fuerza. – No me convertí en un demonio.... – aplica más fuerza mientras lo desviaba a un lado. – Me mantuve igual. Y mi ventaja... - hace que ella suelte la espada debido a la presión de fuerzas, pero ve que Kenichi daba un giro. - ¡Es que las armas sagradas no tienen efecto contra mí! – Le conecta un fuerte codazo en el pecho de la peli rosa, dejándola sin aire y de rodillas y haciendo que suelte la espada.

Airi: Ah...Eso dolió... - iba a levantarse pero siente la punta de la espada cerca de su cuello.

Kenichi: El combate ha terminado. – Aria estaba sin salida por lo que bufa.

Aria: Me rindo... - dijo resignada mientras que el pelirrojo con puntas negras deja la espada y extiende su mano para ayudar a que se levante.

Kenichi: Buena pelea. – ella sólo bufa y toma su mano para levantarse.

Aria: Es todo. – toma su túnica al igual que sus compañeras.

Xenovia: Espero que no haya problema, Rías Gremory.

Rías: Si, te agradezco que no hayas terminado con mis sirvientes con tu espada sagrada.

Xenovia: Entonces, vamos a estar contando con tu colaboración en la materia seleccionada.

Rías: Tengo sólo una pregunta. – Xenovia la mira. - ¿Han descubierto qué ángeles caídos fueron los que robaron las espadas sagradas?

Xenovia: Un líder de Grigori, Kokabiel, estaba involucrado.

Issei: ¿Grigori?

Akeno: También conocidos como "Protectores del Hijo de Dios", es un grupo de ángeles caídos. – Tanto Ravel como Rías estaban en shock.

Ravel: ¿Y piensan luchar contra él, solas? – preguntó con incredulidad. – Por donde lo veas, esa es una misión suicida.

Xenovia: Prefiero destruir las espadas sagradas a que caigan en manos de algunos ángeles caídos.

Irina: Sabemos lo que estamos haciendo. Uno de los nuestros ya ha sido asesinado. Era un sacerdote que estaba investigando esta ciudad.

Kiba: Entonces él lo mató. Fred Sellzen.

Rías: ¿El exorcista descarriado?

Kenichi: Sí, pude verlo por unos segundos, pero el exorcista con tornillos aflojados

Kiba: Fui testigo de la escena. Él llevaba una espada sagrada.

Xenovia: ¿El exorcista descarriado? Así que él fue quien lo hizo. Agradecemos la información pero les pedimos que no se entrometan en nuestros asuntos de aquí en adelante.

Kenichi: ¿Y creen poder hacerlo? Un líder de los caídos está en esto y ese exorcista también, ese desgraciado es demasiado escurridizo, si ellos están juntos en eso, las posibilidades de que mueran es 9 de 10.

Xenovia: Daremos nuestra vida si es necesario.

Kenichi: En serio, a veces no sé si son valientes o locas.

Xenovia: No te metas en nuestros asuntos. Nos vemos. – se retira junto con Aria e Irina, mientras que Kiba apretaba los puños y dientes de la frustración.

Ya era de noche y tanto Ravel como Rías estaban con sus séquitos, habían hablado con respecto al tema y decidieron no interferir aunque si hay un ángel caído será interrogado antes de ser exterminado por entrar al territorio, sin embargo, uno no estaba de acuerdo.

Rías: ¡Espera Yuuto! No dejaré que vayas. Eres un caballero del clan Gremory.

Kiba: Lo siento, presidenta. – sale de ahí ignorando los reclamos de la pelirroja.

Rías: Yuuto... ¿Por qué?... – Issei y Kenichi estaban atentos a eso.

Al día siguiente, Issei le pidió a Kenichi que lo acompañara en algo pero no se esperaba que era para escaparse de clases, él estaba preocupado por Kiba y quería al menos ayudar por lo que el pelirrojo suspira y asiente, aunque también meten a Saji y Koneko quien estuvo espiando la conversación.

Saji: En serio, esta es una mala idea.

Kenichi: Si no te gusta entonces puedes volver a la academia.

Saji: ¿Y por qué no lo haces tú?

Kenichi: Tengo valor, algo que te falta. – dijo mientras seguía avanzando y dejaba en ridículo a Saji. -De todas formas asumiré las consecuencias de mis actos.

Issei: Será difícil encontrarlas, ellas no son estudiantes y pueden estar en cualquier parte de la ciudad.

Kenichi: Eh, Issei... - El castaño ve que el Uzumaki señalaba una esquina donde estaban las tres tratando de llamar la atención pidiendo dinero.

Issei. Oh, ahí están.

Minutos después se llevan a Irina, Aria y Xenovia a un restaurante y estaban comiendo como si no hubiese un mañana mientras eran observados por el grupo.

Xenovia: Delicioso, Irina, la comida de esta ciudad es...

Irina: Lo es, lo es. ¡No me canso de la comida en los restaurantes familiares. – frente a ellos tenían una gran cantidad de platos.

Aria: Tienes razón, esto es delicioso.

Kenichi: No me puedo creer que me estén superando con esto.

Issei: Deben de tener mucha hambre. – una mesera se acerca y deja un plato con un filete. - ¿Ellas pidieron eso?

Kenichi: No, yo pedí para mí, verlas comer me dio hambre. – Koneko toca su mejilla. - ¿Si Koneko? – preguntaba a la peliblanca quien se sentó en su regazo.

Koneko: ¿Puedo pedir un helado?

Kenichi: Si. Un vaso de helado por favor. – la señorita asiente y se retira.

Luego de tanto comer, las tres estaban completamente satisfechas.

Xenovia: ¿Qué ha pasado con este mundo? Para tener que aceptar la ayuda de los demonios, apoyados en nuestra fe.

Irina: ¡Hemos vendido nuestras almas a los demonios! – dijo mientras tenía sus manos en señal de rezar.

Aria: Aunque les damos las gracias por esto. – dijo mirando a otro lado.

Kenichi: Bueno, al menos la sinceridad cuenta.

Irina: Oh Señor, bendice a estos demonios bondadosos. – al hacer eso, tanto Koneko como Issei y Saji se sujetaron la cabeza por el dolor

Issei: ¡Su señor puede quedarse con sus malditas bendiciones!

Kenichi: Doy gracias por esto. – pensaba aliviado mientras acariciaba la cabeza a Koneko para que se le baje la cabeza.

Irina: Oh, lo siento. Es la costumbre.

Aria: ¿Y bien? ¿Qué necesitan?

Kenichi: Bueno, venimos en paz para ayudarlas en su trabajo. – Issei les explica más la situación.

Xenovia: Ya veo, probablemente podríamos pedirles que destruyan una espada.

Irina: Espera Xenovia...

Saji: Pensé que se negaría de una.

Aria: El enemigo está respaldado por uno de los líderes de los ángeles caídos, Kokabiel. Y si les soy sincera, la recuperación de tres espadas sagradas, sería difícil, a pesar del entrenamiento. – Xenovia asiente.

Irina: Entiendo, pero aún así...

Xenovia: Aria tiene razón, en el mejor de los casos, tendríamos un 30% de posibilidades de salir con vida.

Irina: ¿Acaso no venimos aquí a correr ese riesgo?

Aria: Si. Hemos sido enviadas por nuestros superiores para sacrificio, después de todo.

Irina: ¿No es ese el ideal de alguien de fe? – ambas la miran en señal de "No hay de otra" por lo que aceptan con la alianza temporal, luego de eso, estuvieron buscando a Kiba, encontrándolo en la pileta.

Kiba: Ya veo, pero es una pena que esté recibiendo la aprobación para destruir una Excalibur de sus portadores. – respondió con frialdad.

Xenovia: Tus palabras están llenas de desprecio. Escuché que te alejaste del clan Gremory. – el rubio afila la mirada. – Si eres un perro callejero, puedo matarte aquí.

Kiba: Esa es una buena idea.

Aria: ¡Ya basta Xenovia! ¡Vinimos a negociar, no a buscar pelea!

Kenichi: Baja tu mano Yuto, no quiero que se derrame sangre.

Aria: El odio que tiene al proyecto de espada sagrada es entendible. A decir verdad, este asunto también aborrecemos. El líder de ese proyecto fue tachado de hereje y lo exiliaron.

Irina: El nombre de ese sujeto era Valper Galilei, también llamado el "Arzobispo de la masacre".

Kiba: Valper... Ese hombre... Mató a mi...

Xenovia: Él tenía un exorcista callejero como su asistente.

Kenichi: El loco de Fred.

Aria: Es común que los exiliados trabajen juntos. Tenemos una gran probabilidad de que Valper esté involucrado con el robo.

Kiba: Ahora no tengo razón para negarme a cooperar contigo.

Irina: Tenemos un trato entonces.

Xenovia: Uzumaki, te devolveremos algún día lo de la comida. – el pelirrojo asiente. – Nos veremos más rato.

Issei: Salió bien.

Saji: ¿Salió bien? ¡Pudimos haber sido despedazados y lo peor, se habría armado una guerra entre la iglesia y los demonios! – El pelirrojo sólo rueda los ojos por su queja, se lo advirtió, si no quería participar, podía dar media vuelta y largarse.

Kiba: Issei-kun. – el rubio mira al castaño y él solo sonríe.

Issei: Es por todas las veces que me nos has ayudado.

Kiba: Me gustaría que no formen parte de esto. Esta es mi búsqueda personal por la venganza y prefiero no arrastrarlos a ellas.

Issei: ¡Pero somos una familia! ¡Somos amigos! ¿Acaso me equivoco?

Kiba: No lo estás, pero... - el castaño coloca su mano en el hombro.

Issei: No dejaré que un buen amigo mío se extravíe. No soy el único ¡Estoy más que seguro que la presidenta estaría enojada también! ¡¿Estás bien por eso?!

Kiba: La presidenta Rías...Cierto, la primera vez que la conocí...fue por el proyecto de la espada sagrada. – recuerda sus días en unas instalaciones. – Día tras día, se llevaron a cabo experimentos en nosotros. Con nuestra libertad despojada, no fuimos tratados como seres humanos. Sin embargo, con la excusa de que fuimos elegidos por Dios y la esperanza de convertirnos en un héroe en nuestro corazón, resistimos a los innumerables experimentos. Lamentablemente, ni uno sólo de nosotros, podía usar las espadas sagradas. El experimento fue un fracaso. Fuimos dispuestos a ser eliminados inmediatamente, para ocultar todos los detalles de los experimentos. Escupiendo sangre en el suelo, arrastrándonos para poder escapar, seguimos pidiendo la ayuda de Dios – ahora recuerda cuando sus compañeros se sacrificaron para que Kiba pueda escapar, a pesar de que varios exterminadores estaban tras él, el rubio siguió huyendo, pero cae y escupe sangre, estaba al borde de la muerte, la nieve lo estaba cubriendo, cuando en eso, Rías Gremory aparece. – No puedo agradecerle lo suficiente a la presidenta por hacerme parte de su familia. Sin embargo, tuve la oportunidad de escapar del laboratorio gracias a la ayuda de mis amigos. Es por eso que tengo que usar su rencor para alimentar mis espadas demoniacas y destruir las Excalibur. Como único sobreviviente, es mi deber obtener venganza por la muerte de mis amigos.

Kenichi: ¿Y qué harás luego? – el rubio lo mira. - ¿Qué harás una vez que hayas destruido las espadas?

Kiba: Es para lo único que vivo.

Kenichi: ¿Me estás diciendo que dejarás todo una vez los destruyas? He entendido que incluso la iglesia ha cometido crímenes y es indignante, pero ellos dieron su vida para protegerte, estoy seguro que descansarán en paz una vez destruyas esas espadas, pero eres estúpido, tienes a Issei que está preocupado por ti y está dispuesto a llevar la carga contigo, tienes a Rías Gremory quien a pesar de sus errores, quiere a su familia, en lugar de compartir, estás llevando la carga solo y tarde o temprano eso te pesará. Si destruyes las espadas, entonces vive, vive por aquellos que dieron su vida por ti, vive para proteger a tus seres queridos, para proteger a tus camaradas. – Eso dejó callado al rubio. - Bueno, nos vemos después. – Tanto él como Koneko se retiran.

Más tarde en la residencia Uzumaki, el pelirrojo estaba terminando de tomar su bebida energética mientras que Koneko estaba acompañándolo con un pastel, han estado alerta para la hora del encuentro, en eso Ayumi se acerca.

Ayumi: Onii-chan, ¿Crees poder ayudarme con este ejercicio? – el pelirrojo observa el problema y toma un lapicero.

Kenichi: Debes mover esto acá y luego lo divides, el resultado de esa operación es la ecuación.

Ayumi: Gracias onii-chan. – el pelirrojo le dedica una cálida sonrisa, cuando en eso recibe una notificación. - ¿Qué pasa?

Kenichi: Oh, tal parece que tengo trabajo que hacer. ¿Me acompañas Koneko? – Ella asiente.

Ayumi: ¿Vendrás rápido?

Kenichi: No sé, depende del contrato que tengo que hacer. – abraza a su hermanita. – Asegúrate de terminar toda tu tarea ¿Sí?

Ayumi: Eso haré.

Kenichi: Esa es mi hermanita, nos vemos. – tanto él como la peli blanca se retiran de la residencia y se dirigen a la iglesia.

Estuvieron esperando hasta que llegara Saji, Issei y Kiba para que luego Aria y Xenovia les entreguen unas túnicas.

Issei: ¿Quieres que nos disfracemos de sacerdotes?

Irina: Bueno, estoy segura que no preferirían hacerlo. – Tanto Kenichi, Issei, Kiba y Saji estaban colocándose ropas de sacerdotes.

Kiba: Haré cualquier cosa para obtener mi venganza.

Xenovia: No lograremos mucho en un grupo tan amplio, iremos separados.

Issei: Buscaremos el lado este de la ciudad.

Xenovia: Entonces Aria y yo iremos al lado oeste. Si encuentran algo, comuníquense con Irina. – Todos asienten. – Por cierto, Hyodou Issei, necesito decirte algo. – el castaño estaba confundido. – Ya que te debo una por ayudarnos, te diré que el dragón blanco ha despertado. – Kenichi entrecierra la mirada.

Bahamunt: Así que Albion también está en movimiento, esto se pone más interesante.

El grupo de demonios estaba dirigiéndose al punto que indicaron, mientras que Issei estaba pensativo con el asunto del dragón blanco, pero trata de calmarse y pregunta.

Issei: ¿Y por dónde empezamos?

Kiba: Tal vez, estén en una zona menos poblada.

Issei: ¿Alguna idea de dónde pueden estar? – el rubio asiente.

Todos se dirigen a un local abandonado e Issei se sorprende.

Issei: Este lugar... Sí, fue donde peleamos contra un demonio renegado.

Kenichi: Así que aquí ¿Eh?

Issei: Sí, la matamos porque perdió el control de sus poderes y se convirtió en un monstruo. – dan unos pasos hacia adelante, pero en eso sienten un escalofrío.

Kenichi: Guardia alta, tal parece que tenemos compañía.

Koneko: ¡Arriba! – todos ven a Fred dando un salto con una sonrisa maniática y ataca con su Excalibur pero Kiba mueve su espada y bloquea el ataque.

Fred: ¿Cómo estás? – da un salto y aterriza en el techo. – ¡Es bueno verte de nuevo!

Kenichi: Tú otra vez.

Issei: ¡Maldito Fred!

Fred: ¿Oh? ¡Si es el mocoso, la enana y el tomate podrido...! Maldición, me pareció ver algo de carne fresca caminando, pero sólo son un montón de demonios haciendo cosplay.

Koneko: Ten cuidado, esa espada...

Issei: Es como la que tenía Irina. – se quita el disfraz y activa su guantelete para luego hacer un ¡BOOST!

Fred: ¿Qué es esto? ¿Cuatro contra uno? ¡No es fácil ser popular!

Kiba: No saques conclusiones. Yo seré tu único oponente. – se lanza al ataque ignorando los gritos de Issei.

Kenichi: Carajo, no de nuevo.

Fred: ¡Bueno, no importa con cuántos demonios tenga que pelear, con mi Excalibur, no hay ningún problema! – da un salto. - ¡Te tengo! – choca espadas contra el rubio. - ¡Esta es la espada sagrada del resplandor celestial, conocida por muchos como la Excalibur Rapidly, a quien yo llamo la espada trituradora! – desaparece de ahí y Kiba trata de alcanzarlo, chocando espadas a gran velocidad.

Kenichi: ¡Maldición, a este ritmo! – pero siente algo y carga a Koneko para dar un salto hacia atrás, impactando unos puños en donde estaba, la responsable era la rubia que lo atacó antes. – Tú de nuevo...

Issei: ¿La conoces?

Kenichi: Sí, tiene órdenes de matarme. – se coloca en guardia y activa las cuchillas. – No esperaba verte de nuevo.

Lo mismo digo, pero tengo que terminar mi trabajo. – Dijo la rubia con estoicismo mientras convertía sus brazos en espadas e intercambian choques de armas, pero también esquivaba su cabello que se convertía en puños o cuchillos.

Issei: Wow, no pensé que él tenía una contrincante así, aunque... - mira el escote de la rubia. – Son como los de Asia.

El pelirrojo salta hacia atrás y da una voltereta para darle una patada a la rubia, pero ella retrocede y vuelve a la ofensiva, mientras empezaba a llover.

Koneko: Esto es malo... - saca su celular.

Fred: Oh, ten paciencia. ¡Me aseguraré de matar a todos los que estén de espectadores también!

Issei: ¡En tus sueños! – aumenta su poder, pero tenía otro problema. – Maldición ¡Si tuviéramos una forma de detenerlo podría darle mi poder a Kiba!

Saji: Dijiste que sólo hay que detenerlo ¿Verdad? – el castaño asiente. - ¡Line! – extiende su brazo y aparece un brazalete morado, con la apariencia del rostro de un reptil.

Issei: ¡Saji! ¿Acaso tú?

Saji: ¡Ahora! – el reptil abre la boca y sale una soga azul. - ¡Vamos Line! – arroja la soga hacia la pierna de Fred, haciendo que se caiga. - ¿Viste eso? Esta es mi Sacred Gear, "Absortion Line"

Issei: Bien, esto inclina la balanza a nuestro favor. – Fred se desespera y trata de cortar la cuerda mágica pero ni con su Excalibur podía romperla.

Fred: ¡Maldición! ¿Caso esto también es un artefacto de dragón?

Issei: ¿El tuyo también es un dragón? – pero Koneko lo toma de la camisa. - ¿Eh?

Koneko: Ayuda a Kiba ahora. – lo arroja con fuerza mientras se escuchaba otro ¡BOOST!

Issei: ¡Kiba! – el rubio frena y el castaño usa TRANSFER en él. - ¡El poder de mi dragón está en tus manos!

Kiba: Entonces no tengo más remedio que usarlo. ¡Gracias por tu ayuda!

Fred: ¿Qué?

Kiba: Aquí voy. – Fred trataba de cortar la línea pero nada. - ¡SWORD BIRTH!

Varios tipos de espada empezaron a salir del suelo y se acercaban al exorcista renegado quien usaba su Excalibur para repelerlas.

Ya veo... Sword Birth... - Kiba escucha la voz y voltea.

Kiba: ¿Quién está ahí?

Con el portador adecuado, la Sacred Gear puede convertirse en el arma más poderosa que existe. – sale un señor con ropas de la iglesia pero con una túnica distinta. – Fred, todavía no estás acostumbrado a usar la espada sagrada ¿Verdad?

Fred: ¡Oh, viejo Valper! – Kiba abre los ojos en shock para luego entrecerrarlos de la furia que tenía en ese momento.

Issei: ¡Ese tipo...

Kenichi: ...Es de quien Xenovia hablaba! – bloquea las cuchillas de los brazos de la rubia.

Koneko: El líder de los experimentos de las espadas sagradas.

Kiba: ¡VALPER GALILEI! – el anciano voltea y sonríe con maldad.

Valper: Así es.

Fred: Aunque digas eso viejo, este pequeño lagarto me tiene atado.

Valper: Concentra la energía que fluye dentro de tu cuerpo en la espada.

Fred: La energía que fluye... - concentra todo en la espada, haciéndola brillar.

Issei: ¡Ten cuidado, está planeado algo!

Fred: ¡OH SÍ! – corta la cuerda como si fuera mantequilla, sorprendiendo a Saji. – Ya veo, puedo tomar ventaja de mi poder sagrado y encenderlo. Entonces... - Kiba abre los ojos. - ¿Qué tal si teñimos mi espada con tu sangre? – Justo cuando iba a cortar a Kiba, una espada se interpone, resultando ser Xenovia.

Issei: ¡Xenovia!

¡YAHOO! – También ven que Irina llega junto con Aria. - ¡Hola! ¡Recibimos tu llamada!

Saji: ¿Eh?

Koneko: Ese era el plan.

Xenovia: Blasfemos Fred Sellzen y Valper Galilei... ¡En el nombre de Dios, los castigaré!

Fred: ¡No vuelvas a decir... EL NOMBRE DE ESE IDIOTA EN FRENTE DE MÍ, PERRA! – Kiba aprovecha y trata de cortarlo pero el exorcista salta y aterriza al lado de Valper.

Aria: Un momento, ella es... Yami.

Irina: ¿Yami? Espera... ¡Realmente es la Oscuridad Dorada! – exclamaba en shock.

Xenovia: ¡Ella también...! ¡Valper! ¿Qué tan bajo has caído?

Issei: ¿Oscuridad Dorada?

Aria: Valper no sólo fue el encargado del proyecto espada sagrada, ¡También se encargó de experimentar con el ADN de un ángel en una chica y a transformar partes de su cuerpo en arma! ¡El infeliz quiso jugar a ser Dios! – Kenichi estaba sorprendido por eso, ahí estaba la razón de las alas y mira con furia a Valper pero el arzobispo no le importaba menos.

Valper: Fred, tu trabajo es eliminar a los espías de la iglesia. Además, ambos tienen espadas sagradas. Debemos retirarnos por ahora.

Fred: Fuerte y claro ¡OYE RUBIA, NOS LARGAMOS! – ella sólo oscurece su mirada y se va con ellos sin rechistar, algo que llamó más la curiosidad del pelirrojo con puntas negras, para luego el sacerdote tome una esferita. - ¡NOS VEMOS LUEGO! – arroja la esfera al suelo y un fuerte brillo se hace presente, desapareciendo una vez se disipe la luz.

Xenovia: ¡VAMOS IRINA, ARIA! – las tres asienten y se van, Kiba también se va con ellas.

Issei: ¡HEY, ESPERA KIBA! – cae al suelo pero lo hace mal y se golpea. - ¡OUCH! ¿No pueden calmarse por un segundo chicos? – el Uzumaki lo ayuda a levantarse y el castaño se sorprende al ver que tenía algunos rasguños.

Vaya. Qué chicos tan traviesos. - todos voltean y se sorprenden.

Saji/ Issei/ Kenichi: ¡KAICHOU! / ¡BUCHOU! / ¡RAVEL!

Rías: ¿Me podrías explicar qué está pasando aquí, Issei? – dijo con los brazos cruzados y una sonrisa que no prometía nada bueno.

Sona: Explícamelo, Saji.

Ravel: ¿No tienen algo que decir a su REY, Kenichi, Koneko? – tenía una sonrisa tierna pero en el fondo prometía dolor, eso hizo que los chicos temblaran de miedo.

Adentro del local abandonado, Issei, Saji y Kenichi estaban arrodillados, bueno, Saji estaba con la cabeza inclinada mientras que Koneko estaba de pie.

Rías: Aunque prometimos no intervenir, vinimos a ver qué estaba pasando, tenía a Akeno vigilando a las tres de la iglesia.

Sona: ¡SAJI!

Saji: ¿S-Sí?

Sona: ¿Cómo te atreves a hacer algo así por tu propia voluntad? Realmente eres...un chico malo.

Ravel: Se me estaba haciendo extraño que no estuvieran en casa, además que no llevaste ningún panfleto, hiciste algo muy peligroso Son Kenichi Uzumaki. – El Uzumaki tragó saliva, que le llamen por su nombre completo, sólo su madre dice eso si está enojada.

Rías: Así que Yuto ¿Fue tras ese hombre llamado Valper?

Issei: Sí, con Xenovia e Irina. Creo que nos llamarán por si pasa algo

Rías: ¿Estás tan seguro? Él está obsesionado con su venganza, dudo mucho que siquiera sea capaz de pensar en llamarnos.

Ravel: Koneko...

Koneko: ¿Sí?

Ravel: ¿Por qué terminaste en esto?

Kenichi: Fue mi idea Ravel. – levanta su brazo e Issei lo mira. – Yo le insistí que viniera conmigo, además sé que ella y Kiba son amigos, por lo que quería ayudar.

Ravel: Ya veo.

Rías: Supongo que es inútil llorar sobre la leche derramada. Sin embargo, esto habría causado muchos problemas a los demonios. ¿Son conscientes de eso? – Ravel incluso tenía una mirada firme, haciendo que los tres asientan.

Kenichi: Lo sentimos. – En eso escuchan un golpe y un grito, resulta que Saji estaba siendo castigado.

Sona: ¡Tengo que darte una lección! – le da otro golpe en el trasero a Saji quien lloraba de dolor.

Saji: ¡Lo lamento! ¡Pido misericordia!

Sona: No, tu castigo serán mil azotes. – dijo con la mano que tenía un círculo mágico, Kenichi tragó duro, no pensaba que Sona fuera así.

Issei: ¿Está usando magia para darle nalgadas? ¡Eso tiene que doler! – Rías se acerca y abraza a Issei mientras que Ravel lo hace con Kenichi y Koneko.

Ravel: Tontos...

Rías: Me tenías muy preocupada.

Saji: ¡No es justo, ellos terminaron bien! – pero Sona lo golpea.

Sona: Ellos tienen sus métodos. – le da otro golpe. - ¡Yo tengo los míos!

Issei: Estoy tan agradecido que la presidenta sea gentil... – Pero Rías y Ravel nuevamente los miran.

Ravel: Es el momento del castigo. – en ese momento, Kenichi sintió el verdadero terror.

Rías: ¡Es el momento del castigo! – golpea a Issei mientras que Ravel se preparaba.

Koneko: Estoy lista para recibir el castigo. – voltea e inclina un poco su cintura.

Kenichi: No Koneko. – ella lo mira. – Yo te involucré en esto, el único culpable soy yo, ella no merece ser castigada sino yo.

Koneko: Kenichi-senpai. – era falso lo que decía, pero estaba protegiéndola a pesar de todo.

Ravel: Hazte a un lado Kenichi.

Kenichi: Pero...

Ravel: ¿Lista para recibir tu castigo?

Koneko: Sí, estoy lista. – ella cierra los ojos mientras que Ravel le da una nalgada pero no estaba con magia, aún así, ella siente algo de dolor.

Ravel: Eso es todo. – tanto ella como Kenichi la miran. – Que reflexiones tus errores es bueno, aún así, ten cuidado para la próxima vez.

Koneko: Gracias Ravel-san. / Gracias también, Kenichi-senpai. – dijo mientras miraba al pelirrojo con puntas negras quien le dedicó una sonrisa y ella se sonroja.

Ravel: Bueno, Kenichi ahora es tu turno. – el pelirrojo asiente y se prepara. – En vista a lo que pasa, recibirás las restantes de ella.

Kenichi: ¿Eh?

Ravel: Ella recibió una de mil azotes, sumando serían mil novecientas noventa y nueve azotes. – el Uzumaki se asustó por eso pero ya era tarde, la mano de Ravel sale un círculo mágico y empieza a azotarlo.

Había pasado algo de tiempo y el Uzumaki caminaba completamente adolorido mientras se sujetaba el trasero.

Kenichi: Cómo duele. – dijo con lágrimas tipo anime mientras que Ravel estaba sólo tenía los brazos cruzados aunque con algo de tristeza y Koneko no dejaba de mirar al Uzumaki, hasta que llegaron a la residencia. - ¡Ya regresamos!

Miu: ¡Bienvenido a casa!

Juvia: ¡Kenichi-sama! – Salta a abrazarlo. - ¿Dónde ha estado? Juvia estaba preocupada.

Eco: Y con la gata encima.

Koneko: Yo quise acompañarlo esta vez lagartija.

Eco: ¿Qué me has dicho gata ladrona?

Koneko: Lo que escuchaste lagartija rosada. – ambas se acercan mientras afilaban sus miradas pero Kenichi acaricia sus cabezas. – Calma, calma, no hay necesidad que peleen ¿Qué tal si a la próxima tú me acompañas Eco?

Eco: B-Bien. – cruza los brazos y mira otro lado con un sonrojo, mientras que las demás miraban con celos.

Ravel: La cena estará lista pronto ¿No es así?

Siesta: Sí, le avisaremos cuando esté listo.

Ravel: Ven conmigo Kenichi. – se lo lleva a la fuerza.

Kenichi: Nos vemos luego chicas.

Raichi: ¿Qué pasó Koneko? – todas la miran y ella procede a contar lo que pasó.

Mientras que el Uzumaki, él llegó a la habitación y Ravel se lleva a Kenichi al baño.

Ravel: Desvístete.

Kenichi: ¡Sí! – dijo mientras se retiraba todo.

Ravel: Siéntate. – el pelirrojo obedece para luego ella quitarse la ropa, deja su cabello suelto y se acerca para empezar a limpiarlo. – Baka.

Kenichi: Lo siento. – ella coloca su cabeza en su espalda.

Ravel: Me tenías muy preocupada, no estabas en casa, ni siquiera Koneko, cuando supe que Issei y Saji también desaparecieron, me preocupé más de que estuvieras con ellos. ¿Cómo puedes preocupar así a tu Rey? – el Uzumaki no decía nada y sólo bajó la cabeza cuando en eso ella lo abraza. - ¡No vuelvas a hacer una decisión tan imprudente! Si algo te llegara a pasar...

Kenichi: Ravel... - ella lo hace voltear para luego sentarse sobre él.

Ravel: No hagas algo así de nuevo. – rodea sus brazos sobre el pelirrojo. – Como tu Rey, estoy para protegerte y como tu novia, estoy para ayudarte.

Kenichi: Está bien, no te preocuparé así de nuevo. – ella sonríe y lo besa, aunque, dado que el ambiente era muy caliente, ambos empezaron a besarse con más y más pasión, al mismo tiempo, la rubia empezaba a mover sus caderas, haciendo que su intimidad, empiece a rozar con el Uzumaki. – Ah...

Ravel: Ahhhh...Kenichi... - lo besa con intensidad mientras rozaba más su intimidad con la de él. – S-Se siente... bien...

Kenichi: Ravel...yo... - sentía su virilidad endurecerse debido a los roces.

Ravel: Y-Yo, también quiero...quiero hacer esto. – pero justo cuando iban a hacer eso.

¡la cena está lista!

Debido al grito ambos vuelven en sí y se sonrojan masivamente para colocarse en la tina y enjuagarse.

Kenichi: Eso...fue...

Ravel: Intenso... aunque... - agacha su cabeza con un sonrojo. – No me molestaría... si lo hiciéramos...porque eres el hombre quien amo. – voltea y le dedica una sonrisa tierna.

Kenichi: Te quiero mucho. – la toma de la mejilla y la besa. – Venga, no hay que hacer esperar. – se levanta primero y se dirige a cambiar.

Ravel: T-Tan cerca... - oculta su cara en el agua por unos segundos para gritar de frustración, pero luego se levanta y se va de ahí.

Mientras tanto.

En una zona boscosa de Kuoh, se había activado una barrera y múltiples lanzas caían por la zona, haciendo que el daño de la explosión haga que Irina caiga con algunas herida mientras una sombra con varias alas pasó encima.

Fred: ¡Qué bien, te encontré! – la castaña se levanta adolorida mientras que el exorcista aterriza frente a ella. – Nada mal, pudiste escapar, pero te has separado de tus compañeras. – Irina transforma su listón en un látigo y trata de golpearlo, pero el exorcista se movía con agilidad y contrataca, dejando un corte a la chica. – Excalibur Mimic. ¿Sabes? También la quiero.

El exorcista se mueve a gran velocidad, dejando a la castaña con varios cortes y la ropa rasguñada, para luego golpearla contra un árbol y empezó a ahorcarla.

Irina: ¡Suéltame, blasfemo!

Fred: Ahora... ¿Qué debería hacer contigo? – iba lamerla pero...

¡Es suficiente! – el exorcista renegado voltea y ve a un sujeto con diez alas. – Sólo haz que se desmaye. Aunque sea pequeña, me puede ser de utilidad. – muestra una sonrisa asquerosa.

A la mañana siguiente.

El Uzumaki estaba apoyado en la barandilla de la azotea mientras estaba perdido en sus pensamientos.

Kenichi: Kiba tampoco vino hoy y no tenemos mensaje de las exorcistas, tengo un mal presentimiento.

Michiru: Hola Kenichi. – el pelirrojo voltea y ve a la rubia.

Kenichi: Hola Michiru, me tomaste por la guardia baja.

Michiru: En parte me la debías por lo de la primera vez que nos vimos. – dijo con los brazos cruzados mientras que el pelirrojo tenía una gota.

Kenichi: Sí que te la querías cobrar. – esboza una sonrisa. - ¿Y cómo te va?

Michiru: Por ahora bien. – se coloca al lado mientras le ofrece una caja. - ¿Gustas tomar un poco?

Kenichi: Claro, gracias. – toma un poco el contenido. – Tenía algo de sed.

Michiru: Siéntete agradecido. – dijo con los ojos cerrados mientras tomaba el contenido.

Kenichi: Estooo... ¿Si sabes que yo tomé con esa caña? – ella se sonroja y se termina todo el contenido.

Michiru: ¡Tenía sed también así que no iba a quitarlo! – dijo desviando la mirada.

Uzaki: ¡SENPAI! – Abre la puerta. - ¡Finalmente te encuentro! ¡Hoy están vendiendo pan de melón, haciendo que los ojos del pelirrojo brillen.

Kenichi: ¿Y qué estamos esperando? ¡Vamos antes de que se agoten! – mira a la rubia. – Nos vemos luego. – corre a gran velocidad mientras que ella estaba asimilando lo que pasó.

Michiru: ¡Se lo llevó! – exclamó enojada cuando ve su caja de jugo y se ruboriza. – A-Al menos hizo que tomara... - abre los ojos y sus mejillas se tiñen de rojo. - ¿Qué estoy diciendo?

En la tarde, Kenichi estaba en el club de cocina, además de que estaba Rías y su séquito comiendo galletas con té, cortesía de la casa, a la vez que Issei informaba de la ausencia de Kiba.

Rías: Así que Yuuto tampoco vino hoy. – le entrega su plato a Eco. – Pensé que podía acabar con ese exorcista renegado junto a las enviadas de la iglesia. En vista que no podemos establecer contacto con ellas, hemos enviado nuestros familiares para que vigilen los alrededores.

Ravel: Había olvidado de eso, ya en una luna llena iremos por familiares. - su equipo asiente.

Rías: Espera...encontré algo... ¡Síganme! – se va con su equipo mientras que el equipo de Ravel la siguen, apareciendo en un descampado, encontrando a Irina con cortes y su ropa rasgada.

Issei: ¡Irina! – se acerca preocupado para luego llamar a su compañera Asia para curarla.

Asia: ¿Quién le haría esto? – ven que la castaña estaba recuperando el conocimiento

Issei: ¡Irina! ¿Qué pasó? ¿Dónde están Kiba y Xenovia?

Irina: Ellos...escaparon.

Kenichi: ¿Escaparon?

Irina: Sólo yo...no pude hacerlo.

Asia: No hables.

Irina: ¡Él es...demasiado fuerte! Tengan...cuidado...- queda completamente inconsciente.

Issei: ¡Irina! – ven que otro círculo aparece, resultando ser Sona.

Rías: Viniste.

Sona: ¿Por qué no vendría después de esa llamada? – examina a la castaña. – Está gravemente herida.

Asia: Lo malo es que Twilight Healing no puede restaurar la energía que perdió.

Sona: Mi casa tiene una sala de curación, Tsubaki. – su acompañante asiente y carga a la castaña. – Cuida de ella.

Tsubaki: Entendido. – desaparece en otro círculo mágico.

Issei: Espero que Kiba, Aria y Xenovia estén bien.

Kenichi: A pesar de que Kiba siga con esa mentalidad cerrada, estoy seguro que estará bien. – el castaño asiente.

Saji: ¿Y qué tal está tu trasero? – preguntó burlón mientras que el Uzumaki ríe de forma sarcástica.

Issei: No empieces Saji. – en eso, todos sienten un fuerte escalofrío.

Vaya, vaya, vaya. – sale de su escondite mientras cargaba su espada. – Parece que todos tragaron el anzuelo. ¿No? ¿Cómo les va, demonios de mierda? – saca la lengua en señal de burla.

Kenichi: Tú no te cansas de joder ¿Verdad?

Fred: Vaya ¿Qué estoy viendo? – mira a Asia, quien se asusta. – Pero si es la traidora, Asia-chan. ¿Disfrutas de la vida como un demonio de mierda?

Issei: ¡Cabrón, le pones un dedo encima a Asia y yo...! – activa su guantelete pero tanto Sona, como Rías y Ravel se ponen al frente y preparan sus ataques.

Fred: ¡Espera! ¡Tiempo fuera, tiempo fuera! Tengo un mensaje que dar.

Ravel: ¿Mensaje?

Fred: ¡Sí, mi jefe quiere hablar! – el cielo rápidamente cambia, haciendo que todos estén en guardia, todos miran arriba y notan a un sujeto con diez alas.

Koneko: Ángel caído.

Sona: ¡Y tiene diez alas, es un líder!

https://youtu.be/WvIy5j5ZZi0

Nunca nos hemos visto antes ¿No es así, hija de los Gremory? Mi nombre es Kokabiel. – muestra una sonrisa llena de maldad y sus ojos rojos lo hacían ver intimidante.

Rías: Buen día, líder de los ángeles caídos. Soy Rías Gremory, es un placer conocerte.

Kokabiel: Tienes un cabello carmesí tan hermoso, te pareces a tu hermano, Sirchez, el Satán carmesí. El sólo pensar en él me pone enfermo.

Rías: Y bien ¿Cuál es la razón de esta reunión, si se puede saber? Es muy raro que un líder venga a "hablar".

Kokabiel: Me gustaría tener algo de diversión en los alrededores de la Academia Kuoh, su cuartel general en esta ciudad.

Ravel/ Sona: ¿La academia?

Kokabiel: Si lo hago, Sirchez vendrá a ayudar. ¿O me equivoco? – eso hizo que Rías afile la mirada.

Rías: Eso va a provocar una nueva guerra entre Dios, los ángeles caídos y los demonios. – reclamó enojada mientras que Kokabiel se reía.

Kokabiel: Esperaba que Michael venga tras las Excaliburs, pero sólo envió a un exorcista débil y a tres mujeres, dos de ellas con espadas sagradas. Eso no es suficiente. ¡Está lejos de ser suficiente!

Ravel: ¿Tu objetivo en todo esto...es provocar otra guerra? – exclamó con terror.

Kokabiel: Así es mocosa rubia. – aprieta su puño. - ¡ESA ES LA ÚNICA RAZÓN! ¡No puedo resistir mi aburrimiento después de la última guerra de las tres facciones! Ni Azazel ni Shemhazai querrán otra guerra.

Issei: Esos nombres. – Recuerda cuando Raynare exclamaba su victoria al tener la Twilight Healing. – Es verdad, Raynare los mencionó.

Kenichi: ¡Este enfermo! ¡Está tan frustrado que quiere causar un caos sólo porque está aburrido!

Rías: Azazel, el más alto señor de los ángeles caídos.

Issei: Entonces él es su jefe.

Kokabiel: Azazel no sólo estaba contra la guerra, comenzó a coleccionar esas "Sacred Gear" y a investigar sobre ellas.

Kenichi: ¿Acaso estás detrás de esas espadas sagradas y las Sacred Gear?

Kokabiel: A pesar que la Boosted Gear es importante, el tuyo también tiene mucho interés y sería de utilidad para alguien, pero no podría importarme menos. Azazel quería investigarla, sin embargo...es bastante fanático cuando se trata de sus objetos de colección.

Kenichi: ¡Pues la mía no será de colección!

Kokabiel: Los ángeles caídos, Dios y los demonios se tambalean al borde de la guerra. – todos abren los ojos. - ¡Eso significa que un pequeño empujón de mi parte pueda hacerlos caer por el borde!

Ravel: Estás tan obsesionado con la guerra.

Kokabiel: Dejaré comenzar esta vez a ustedes, demonios. Hermana de Lucifer, Rías Gremory y la hermana de Leviathan, Sona Sitri. Su centro de aprendizaje debe de estar lleno de poder mágico, capaz de causar un inmenso caos. ¡Es el lugar perfecto para la guerra!

Issei: Está loco.

Kenichi: Este está peor que Fred. – el exorcista renegado se ríe como loco.

Fred: ¿Acaso no te gusta la manera en que mi jefe es tan retorcido? Es por eso ... ¡Que estoy entusiasmado con esto! – abre su chaqueta revelando otras dos espadas. - ¡INCLUSO ME DIO ESTOS PRESENTES!

Koneko: Excalibur.

Kenichi: Esas son las que robaron.

Issei: No puede estar hablando en serio.

Fred: ¡Ja! Puedo usarlas todas de forma individual. Ahora soy invencible. – se ríe. – Oh, también tengo esa espada sagrada de mimetismo, Excalibur Mimic. Lo obtuve de esa chica con coletas.

Kokabiel: Comenzaremos una guerra, Hermana del Rey Demonio, Sirchez Lucifer, ¡RÍAS GREMORY! – Crea un círculo mágico, haciendo que varias lanzas se dirijan hacia ellos.

Rías: ¡RETROCEDEAN! – Tanto ella como Sona, Akeno y Ravel se colocan al frente y usan sus círculos mágicos como escudos, todos estaban esquivando hasta que el bombardeo terminó y el cielo volvió a la normalidad.

Kenichi: ¿Dónde están? – preguntó molesto al ver que no había nadie.

Koneko: Se fueron por allá. – señala la academia. – Hacia la Academia Kuoh.

Issei: ¿Acaso van a...?

Sona: No, también mencionaron los alrededores de la academia. Va a ser una escala muy grande.

Ravel: Habrá mucha destrucción.

Sona: Un ángel caído de ese nivel, podría eliminar esta remota ciudad. – Kenichi abre los ojos del shock, recordando a su hermana y su madre que estaba en la ciudad y se imagina si ese caído arrojaba una poderosa lanza, acabando con todos, aprieta los puños, Miu y Raichi notaron eso y colocaron su mano en su hombro para calmarlo un poco, pero era difícil.

Kenichi: ¡No me jodas...! ¡NO LO PERMITIRÉ, ESE MALDITO CAÍDO NO SE SALDRÁ CON LA SUYA! – incluso Issei estaba igual ya que sus padres estaban ahí.

Ravel: Rías, Sona, vamos a la academia. – todos asienten y se dirigen hacia allá.

Mientras que en la academia, Valper estaba dentro de un sello en medio del patio de deportes de la academia.

Valper: He aquí... ¡Finalmente! – el centro del sello emerge un pilar de luz, haciendo que Xenovia y Aria logren verlo desde un techo y Kiba, quien estaba en el lugar. - ¡Mi sueño se hará realidad! – A su lado, Fred sonreía con locura.

Mientras que lejos de ahí, Ayumi miraba con preocupación mientras que era acompañada por Siesta, Aoi y Victorique.

Ayumi: ¿Qué está pasando? – preguntaba preocupada mientras que Aoi la abrazaba.

Victorique: No lo sé, pero esperemos que esto se solucione. – dijo con los brazos cruzados.

Siesta: Sí, ellos podrán con esto. – le acaricia la cabeza, haciendo calmar a la pelinegra con mechón rojo.

FIN DEL CAPÍTULO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.

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