🎭

DOMINICK

♠️

Ser un prodigio a veces puede ser fastidioso. No digo que no me guste que me alaben por todo lo que hago. Me encanta. Disfruto ser el centro de atención. Si me ligo a una chica, lo aplauden, si rechazo a una, lo aplauden, si hago un gol o una canasta, lo aplauden, si gano una pelea, lo aplauden. No obstante, hay algunas veces en que ser el centro de atención, puede ser molesto.

Tengo una familia normal. Con una mamá, un papá, dos hermanos. Somos clase media. Vivimos en los suburbios, en Barrio Colina. Nuestra casa no es lujosa, pero tampoco es fea. Cada vez que sale una consola, me la compran y nunca me han faltado balones, buena ropa, o unas tenis buenas. Fui a la escuela de Barrio Lala, una escuela normal.

Admito que tengo una vida bastante fácil. El lío es cuando a papá se le ocurre ponerse violento. El tipo es un hijo de puta. Es esa clase de personas que golpea a su mujer el domingo, luego de que su equipo perdió el partido de fútbol, para luego llegar el lunes, con pollo frito, haciendo como que nada pasó. Es el tipo de persona que le grita a mi madre por celos, pero que se va de putas cada quincena.

Cuando mamá empieza a llorar, cuando mis hermanos comienzan a tener miedo, debo que estar ahí para darles fuerza. Es ahí cuando, aunque no lo quiera, tengo que ser el pilar, el centro de todo. El Dominick genial y altanero es real, es lo que soy, pero también, es lo que tengo que ser, pues esa confianza y seguridad es lo que hace que mi familia tenga alguien en quien encontrar consuelo.

Mis frases despreocupadas, hacen que mamá vuelva a sonreír. Mis comentarios arrogantes, hacen que mis hermanos piensen que soy cool. Ellos quieren ser como yo, mi madre está orgullosa de que sea el primero de mi familia en acudir a un colegio privado. Si Dominick se cae, ellos también. Incluso el imbécil de mi padre me felicita por mis logros, pero es principalmente porque así puede presumirles a sus hermanos que su familia es más exitosa.

Papá es un fraude. Es un faro en la calle y oscuridad en la casa. Cuando llegan visitas, es cuando aprovecha para hacerse el tipo amigable y de esa forma reconciliarse con mamá. Compra el perdón de mis hermanos con regalos. Yo los acepto, porque, ¿quién no quiere un videojuego nuevo o ropa de marca?, pero a veces preferiría no tener nada de eso y que solo nos dejara en paz.

Pero sin él, mamá se desmorona. Es increíble como con palabras la vuelve a engatusar, una y otra vez, al punto en que luego de veinte años de matrimonio, ella sigue estando enamorada. De seguro de él heredé la labia. Nadie sospecha nada y eso también es mi culpa, pues al igual que él, yo también oculto todo bajo el tapete.

A diferencia de Axl, que va por ahí dándole lástima a todos y beneficiándose de su compasión, yo no soporto que me vean siendo débil. Pese a que en ocasiones soy algo odioso con él, en el fondo no me cae mal. De hecho, su terquedad fue el motivo por el que decidí ser su amigo. Le tengo algo de respeto. Sé que en algún momento se hará fuerte. De hecho, en parte soy tan fastidioso con él, porque sé que eso lo motiva. El tipo no cede, no se rinde.

Aunque sé que es una buena persona, me fastidia que sea tan patético. Pero sobre todo... Me fastidia que, por esa lastimera forma de ser, Alice lo mime tanto.

Yo me gané todo a pulso. Nadie me regaló nada. Si bien soy becado, obtuve esa beca por calificaciones y rendimiento deportivo, pasé el examen del Gran Bretaña, que es uno de los más exigentes. Las chicas me prestan atención, sí, pero es porque me esfuerzo entrenando para tener un buen cuerpo, porque cuido mi apariencia, porque digo las palabras adecuadas. Nada de eso es gratis, pero, sobre todo. Si tengo todo esto es porque soy fuerte.

Él, aunque entrene es débil mentalmente y va por ahí mostrando esa fragilidad. No sé si es envidia, pero me genera una sensación de molestia que alguien así obtenga tanto, mientras que yo no tengo permitido si quiera llorar. Ya que, si lo hago, mi mamá se desmoronará emocionalmente. Si dejo de ser genial, mis hermanos se quedarán sin su ídolo, si dejo de ser arrogante, las chicas dejarán de sentir que necesitan más de mí.

Él no tiene que fingir, él no tiene que estar constantemente siendo alguien más y eso me genera que quiera golpearlo. Sin embargo, sé que no es lo correcto... Es por eso por lo que a veces lo invito a que salga con nosotros, pero cuando Alice le presta atención, me hierve la sangre ¿Por qué? ¿Por qué alguien tan patético como Axl logra hacer que alguien como Alice le dedique tanto tiempo?

Pero principalmente... ¿Por qué me afecta tanto? Tengo chicas lindas como Iriabelle y Alejandra interesadas en mí ¿Por qué me inquieta que una de ellas no tenga ojos solo para mí? Quizá, porque esa persona es Alice. No sé lo he querido demostrar porque obviamente yo debo tener el control y ser el galán, pero eso no significa que no esté consciente de que ella es perfecta.

Es inteligente, linda, se preocupa por los demás, y cuando sabes cómo hablarle es bastante afectuosa, y aunque no lo aparente, es algo pervertida. Ella hace que las otras chicas me parezcan simples ¿Estoy enamorado? ¡Demonios! Un galán no se enamora.

Si lo admito, sería aceptar que soy débil. Tengo que hacer que sea ella la que se enamore de mí. Tengo que hacer que sea ella quien dependa de mí. Tengo que hacer que ella no pueda respirar si no estoy a su lado y para ello, tengo que hacer que deje de pensar en este perdedor.

...

Ruta intersectorial: Colina-Hill Valley. Cerca de las diez de la noche.

...

Hay toda una serie de rutas que conectan diferentes distritos. Se puede ir del este al norte, del norte al este, del este al sur y del sur al oeste.

Al actual gobierno se le suele reclamar por tener "mano suave" contra la delincuencia, pero no niego que en materia de infraestructura ha sido bastante competente. Aun así, hay líos. Como el hecho de que hay veinticuatro carriles en la zona de peaje, pero solo dos en ciertos tramos del camino. Es como si el asfalto mágicamente se multiplicara cuando de cobrar el paso se trata.

—¿Estás seguro de que quieres venir con nosotros? —le consulto a Axl mientras estamos en un taxi camino a la zona norte. Vamos a una fiesta y sé que hay algunos fantasmas que quizá lo desanimen.

Él no sabe socializar bien, pero aun así intenta seguirme el ritmo a mí y a Coba. Este último siempre sabe animar las cosas, pero Axl en cambio es torpe para hablar y siempre nos hace quedar mal frente a las chicas. Sin embargo, no es por eso por lo que le cuestiono si quiere venir. Con el tiempo he ido aprendiendo a tolerar que sea tan zopenco. Lo que me preocupa es que Ryan y Kara estarán ahí.

Yo soy un abusivo. Fastidio a las personas que me parecen patéticas. En ocasiones les robo el dinero de su almuerzo a los chicos de primer año, pero lo hago principalmente para que me tengan respeto. Es decir, no tengo una particular fijación por el dolor ajeno. Mi sonrisa es sádica, pero es solo un gesto. En realidad, uso el grado de violencia "necesario" para mantener mi estatus y ya.

Ryan es alguien que no deja de torturar a sus víctimas hasta que le pidan clemencia. Él y Kara genuinamente disfrutan del dolor ajeno y Axl es alguien tan cabezón, que prefiere morir antes que pedirle piedad a un matón. Cuando ha peleado con Stalion, si es que es posible usar esa palabra, este se ha dado gusto golpeándolo, esperando que le pida que pare, pero para Axl todo es cuestión de honor. Jamás se retracta de sus palabras. De modo que las palizas han sido brutales.

En cuanto a Kara. Dicen que fue secuestrada por terroristas hace años, pero según ella misma relata, eso fue una experiencia "bonita" y "le gustaría que se repita". Eso significa que: o está loca, o la vida con su padre Matt Jovancevic es tan frustrante que un ser víctima de un secuestro es "agradable" en comparación.

Es increíblemente llamativa con su cabello de colores, es promiscua, le gusta el sexo sin compromiso, pero parece que el principal placer lo obtiene cuando tortura personas. Cuando estaba fastidiando a la becada su expresión era la de alguien que está llegando a su clímax.

Me tomé el tiempo de averiguar sobre su última "pareja". Un tal Sebastián. Está en segundo año. Es decir, es un año menor que yo, pero no es alguien con quien quiera meterme. Me causa el mismo repelús que esa pelirroja demoníaca.

—Si tú y Ryan se vuelven a pelear no pienso intervenir —le anuncio a Axl cuando estamos por llegar a nuestro destino—. Ya sabes que no me como broncas ajenas.

—Para ser honesto. No tengo ganas de ir a esa fiesta —admite de forma seria.

—¿Entonces por qué vienes? —inquiere Coba, quien va en el asiento de en frente y se da media vuelta para unirse a la conversación.

—Porque cuando ustedes me invitan a algo, suelo estar ocupado entrenando y me parece grosero seguir rechazando invitaciones —le responde.

«Tiene sentido», pienso. En los últimos días, Axl ha estado aún más metido en su entrenamiento. Si es que cabe usar esa descripción con alguien que es un completo obsesionado por ese tema. A principio de año, al menos hacia pausas para salir con nosotros, pero ahora creo que ni siquiera duerme.

—Viejo, de todos modos, siempre nos arruinas la onda con las chicas. Da igual si vienes —se mofa Coba.

—¿Entonces vienes porque consideras que es importante para nosotros? —le pregunto. Ya me parezco a Alice, haciéndole preguntas de ese tipo.

—Sí —afirma y yo me quedo pensativo.

—Si es así, podrías haber aceptado venir a otra fiesta y no una en la que estuviera Ryan —replico.

—No pienso seguir viviendo con miedo. —Coba no parece haberlo notado, pero Axl está algo nervioso—. Cada vez que me alejo de un lugar en el que Ryan está, siento que no soy libre. Quiero ser fuerte porque quiero libertad.

—Ya veo —sonrío—. Entonces el motivo por el que vienes es uno egoísta. Te interesan tus propios fines. ¿Qué? —le respondo a Coba quién me mira de forma inquisidora—. Prefiero que admita a secas que lo hace por su propio beneficio a toda esa palabrería cursi de los amigos. —Hemos llegado a nuestro destino. Una de esas casas agringadas que hasta tienen piscina.

...

Party time?

...

Axl está sorprendido porque nunca había visto una casa tan grande ¿Han leído novelas juveniles? La mayoría de estas se ambientan en el mundo anglosajón, por lo cual es muy frecuente ver casas enormes. No es que todos sean ricos en la yunai. Estas casas se les suele llamar "Mc mansiones".

Son casas enormes, producidas en masa en comunidades suburbanas gringas que son mercadeadas a la clase media alta y en ocasiones esta accede a ellas por medio del endeudamiento. Si estuviéramos en el norte global, este inmueble sería de lo más normal, pero aquí en el sur, hay lugares que ni siquiera tienen cielo raso.

Ver una casa con seis cuartos, de los cuales dos miden lo que mide la sala de mi hogar es algo que genera bastante impresión. Así que no culpo de todo al torpe. Eso sin contar el hecho de que a diferencia del caso de las mc mansiones que comenté, aquí no estamos hablando de una familia clase media que paga una hipoteca, sino de alguien que se levantó y dijo: Hey tengo ganas de pagar mil trescientos millones de pesos por una casa.

—No nos hagas quedar mal sorprendiéndote por todo —le advierte Coba.

—Por dos. —secundo, aunque yo también estoy algo sorprendido de ver mármol ¡Mármol! En una piscina.

Nos recibe Kara, vestida muy escotada y yo no puedo evitar observar un poco. La chica del cabello multicolor luce genial. Sus caderas son algo de otro mundo.

—Mis ojos están aquí, sweetie —bromea con picardía mientras me mira con una sonrisa pícara.

Está en modo amable. Eso me causa más incertidumbre que su modo sádico, pues no sé en qué momento cambiará. Es extraño que ella nos reciba, pues no es la casa de ella, es de los padres de un sujeto del consorcio Stalion, pero Kara de todos modos es la que manda, así que todo puede suceder. Ella mira a Axl como si estuviera observando con curiosidad a un pequeño conejillo de indias y este ni siquiera alza a mirarla.

—¿Te das el lujo de ignorar a una chica linda? —expreso con ironía—. Estás aprendiendo algo.

—Ella no me agrada —afirma Axl.

—Que le hagas malos ojos a Kara, no hará que Alice te volteé a ver —apunta Coba ponzoñoso. A su vez, lo hace con doble intención, pues está intentando que yo me ponga celoso. Por mi parte decido ignorarlo e ir donde Iriabelle quien me saluda desde el segundo piso.

La sala de estar es absurdamente enorme. Hay mucha gente bailando, Desafíos de beber hasta el fondo, besuqueos, etc. Hay dos escaleras —también de mármol— que conducen al lugar donde está Iriabelle. En dicha planta alta hay una terraza que da con una vista hermosa del centro de la provincia.

Al estar cerca de las montañas, la zona norte está algo más elevada que el resto de las regiones. Ese es uno de los tantos motivos por los que a la gente rica le gusta vivir en Hill Valley. La mencionada piscina se puede ver desde acá. Están jugando a los derribos. Una excusa para manosearse. La terraza al igual que el resto del sitio está llena de adolescentes alcoholizados y calenturientos.

Al llegar donde mi amiga la saludo con un beso cercano a la boca. Ella se mueve despacio y con picardía hacia mí. También luce escotada ¿Cómo quieren que mire a los ojos de esa manera?

—¿Vienes a coquetearme porque no está Alice? —pregunta con una sonrisa y mucha ironía—. Que cruel eres, me tratas como a tu opción b. —Luego de eso se ríe.

—Si quisiera coquetearte, lo haría con o sin Alice presente —le respondo de forma altanera. Sé que eso le gusta.

Yo decido quedarme con ella un rato mientras veo como avanza el asunto. Axl y Coba interactúan. Coba le hace bromas pesadas y Axl las aguanta.

—Que patético —expreso refiriéndome a Axl.

—Me parece lindo —confiesa Iriabelle.

—Que malos gustos tienes —le respondo.

—De todos modos, él no me prestaría atención —señala con ironía. Su dardo fue lanzado y su objetivo: mi ego—. Él solo tiene ojos para su querida Alicia. —Sonríe de forma victoriosa. Sabía que Iriabelle intentaría atacar por ese lado.

—Aunque fuera así. Él es muy tonto. Solo se quedará viéndola desde lejos, sin hacer nada.

—Puede que tengas razón, pero ¿no crees que Alicia llegará a la misma conclusión tarde o temprano? —Tiene la expresión de alguien que sabe que tocó la llaga.

—¿Uh? —musito.

—Es cierto que Axl no hará nada, pero no es porque sea miedoso, es porque te aprecia mucho.

—Bien por él —replico fingiendo desinterés.

—En fin. Si yo fuera Alicia y me diera cuenta de que mi "pedacito de sol" no hará ningún movimiento, me movería yo —agrega con cizaña. Luego sonríe con cinismo—. ¿Crees que ella no es capaz de hacer lo que yo estoy haciendo en este momento? —inquiere mientras me acaricia el rostro y se acerca a mis labios—. Moverme, aunque sé que mi presa tiene otro objetivo. —Justo antes de que nuestros labios hagan contacto ella retrocede.

«Demonios, tiene un buen punto», pienso.

—Si es así, es solo que yo me mueva primero —le indico intentando mostrar indiferencia.

—El lío es que, para eso, tendrás que admitir que estás enamorado —afirma sonriente, disfrutando el dilema en que me encuentro.

—Ya quisieras —ironizo con una sonrisa confiada y luego me marcho sin dar más explicaciones.

La noche avanza y Coba es el alma de la fiesta. Mientras todos gritan: "fondo, fondo, fondo", el tipo se baja varias jarras de cerveza.

—¡Mamita! ¡La puta que te parió, Coba! Si tienes aguante —lo felicito mientras chocamos manos.

Coba sí me cae bien. A diferencia de Axl, no es lamentable. Él asumió su debilidad y la transformó en fortaleza, pero lo hizo con estilo. Entendió que para no ser bulleado tenía que estar en el bando ganador y se hizo bueno haciendo amigos. Ahora nadie le tose, porque tiene un buen grupo de gente que lo respalda. A él si lo ayudo a entrenar. Admito que tengo un favoritismo muy marcado.

...

Avanza la noche.

...

Ya llevo unas cuantas cervezas, pero estoy bien. Tanto que disfruto como Coba intenta coquetearle a Iriabelle y falla.

—Perdedor —me burló de él sin voz desde lejos mientras hago una "L" con mi mano izquierda. Luego me río. Creo que en realidad sí estoy algo ebrio.

—Tú lo hubieras hecho mejor, ¿verdad galán? —me susurra la chica del cabello multicolor mientras me pasa sus largas uñas por el cuello y acerca su lindo rostro al mío.

En primera instancia mi cuerpo se estremece y solo pienso en ese escote. Sus pechos son bonitos y sus pezones se remarcan sobre su blusa. «Dominick», pienso, para regañarme. Ella cambia su expresión amable por su sonrisa sádica. Se ve muy sexy al hacerlo.

—You're an easy boy —murmura con esa sonrisa malvada mientras se me acerca.

Poco a poco comenzamos a movernos juntos al ritmo de la música. Ella toma mi mano y la pone sobre sus caderas. No tengo ganas de darle más vueltas al asunto. Ella está buena y se me está poniendo en bandeja de plata.

Su piel es blanca y tersa. Cuando ponen música movida, me doy el gusto de repellarla y ella hace una expresión traviesa al ver que tengo una sorpresa entre mis piernas para ella. Kara acerca su boca a la mía y finalmente fundo mis labios con los de ella. Me siento algo agrandado. Después de todo, tengo a la diva del colegio a mi merced.

—Parece que hoy conoceré a la Kara perversa —le susurro. Sé que Iriabelle está viendo y eso me prende más, pues siento sus celos desde la distancia.

No soy tonto. Sé que de seguro el lío entre Kara y Alice es lo que la hace acercarse a mí, pero no soy de ponerme en miramientos morales, para esas tonterías está Axl. Así que no me remuerde la conciencia cuando le abro las piernas para comérmela un par de horas después.

...

Yes. It's party time!

...

Kara y yo vamos a una de las enormes habitaciones que mencioné anteriormente. Estoy rodeado por un hermoso paisaje que llega a mi vista por medio de las ventanas que rodean el lugar ubicado en lo alto. Es como estar dentro de un cristal. Quien quiera que sea el dueño de este cuarto es un hijo de puta muy afortunado. Reconozco que traer chicas a este sitio de forma frecuente es algo que me da envidia.

—Aunque sabes que la mujer que amas me odia, estás aquí comiéndote mi concha —me comenta con arrogancia mientras me abro paso por su fuente de amor—. Eres una persona terrible. —Tras decir eso me aprisiona con sus piernas. Luego gime con cada vez más fuerza— Esa tal Iriabelle también gusta de ti. Está cerca de nosotros, en esta misma fiesta y aun así estás a punto de clavarme con tu cosa. —Comienza a tomar las sábanas con fuerza mientras entro en ella—. ¡Eres depreciable!

Luego de decir esto, comienza a chillar de placer, como si quisiera que todos la oyeran.

»Sabes que ese patético amigo tuyo podría estar en líos y aun así prefieres darme —expresa con cinismo mientras estoy arremetiendo con fuerza contra ella.

Su cuerpo, su rostro y la posición tan sumisa en la que se encuentra me excitan, pero principalmente son sus comentarios enfermizos los hacen que quiera entrar en ella con más ganas.

—Eres una perra masoquista —mascullo mientras la jalo del pelo. Ante lo cual gime y me pide que lo haga con más fuerza—. ¿Te gusta que te digan cosas sucias? ¿Cierto? —Luego de decirle eso comienzo a darle las nalgadas. Porque sí. A ella le gusta. Jamás había conocido a una mujer que disfrutara tanto el castigo físico.

Lo último que dijo es cierto. En este momento Axl y Ryan están peleando. Desde aquí se escucha el alboroto, pero no me importa. Solo quiero darle a esta puta de cabello multicolor su merecido. Aprovecho el frenesí de sensaciones para cambiar mi objetivo y buscar su otro "lugar feliz". Ella no parece tener ningún problema, más bien venía preparada para que eso ocurriera.

—Tú también eres escoria —afirmo mientras libero todo el cúmulo de sensaciones placenteras que ha dejado esta noche en su boca—. Sabes que tu amigo va a quedar hecho polvo y aun así estás aquí usando ese sucio cuerpo tuyo para darme placer. —Luego de eso sonrío de la forma más sádica que puedo. «Kara Jovancevic, no eres la única que sabe jugar ese juego».

...

Podría haberme quedado más tiempo con ella, pero tengo deseos de dejarla con ganas de más. Así que salgo del cuarto de cristal, y cuando llego a las afueras de la casa miro a Ryan Stalion y le ofrezco mi mejor expresión burlona.

—Dollyo Chagi al casco —me burlo mientras me río al ver su rostro ensangrentado—. Eso son tres puntos.

Se ve que recibió un golpe muy fuerte en el torso también. Axl por otra parte, está tirado en el piso, parece que perdió, pero por la expresión de Ryan, todo parece indicar que esa victoria no le salió barata. Esta vez no es el deseo de evitar que Alice lo mime, sino un genuino respeto lo que me inspira este idiota. Me pongo de cuclillas para mirar al chico hiperactivo, terco, cabeza hueca. Sonrío.

—Oye, Coba. Sube al tarado al taxi —le pido mientras me pongo de pie y abro mi última cerveza—. Hay que invitarlo a un par de tragos cuando se despierte.