Y así, con cada paso dado, cada sacrificio realizado y cada misterio resuelto (o desatado), llegamos al final de esta parte del viaje. Pero este no es el final definitivo.

Al escribir esta historia, he notado que hay rincones del mundo de Tálwer que aún no han sido iluminados, secretos que no han salido a la superficie y voces que todavía tienen mucho que decir. Es por eso que he decidido embarcarme en un nuevo proyecto: El Pendiente de Fuego (Crónicas), una serie de relatos que explorarán los orígenes, las traiciones, las alianzas y las leyendas que construyeron este universo.

Estas crónicas estarán llenas de revelaciones sobre el Pacto del Concilio, la creación del Mitólor, los antiguos linajes humanos, y las raíces mismas del conflicto entre los dioses y los antidioses. Si alguna vez te preguntaste por qué la voluntad de Proudon está en el pendiente, qué motivó a Irgorn Páradan a rebelarse, o cómo se tejieron las primeras alianzas entre humanos y sònegans, estas historias serán la clave para entenderlo todo.

Pero eso no es todo. También estoy trabajando en la segunda parte: El Pendiente de Fuego II (Inquebrantable). En esta continuación, narraré el esperado reencuentro de Éliar con Naizy y cómo ambos se afincan en el Reino de Nuevo Lauros. Además, desentrañaremos lo que realmente ocurrió en Ástbur, con los amigos y familiares de Éliar, y el motivo detrás de la aparición de Kinóbol, naufragando en las costas de Nuevo Lauros con una historia que podría cambiarlo todo.

Gracias por acompañar a Éliar en este viaje hasta aquí. Pero, como siempre, cada fin es un nuevo comienzo, y no puedo esperar para compartir más de este vasto y caótico mundo contigo.

Nos vemos en las crónicas y en la próxima entrega, donde el fuego sigue ardiendo y el destino no se detiene.

¿Listos para más? ¡Nos leemos pronto!