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22. Tee

-Somos hombres de negocio, así que sabes por qué estoy aquí.

-El niño de 5 años ¿cierto?

-Ten tiene más de 9 ahora... Tengo esperando una fortuna en dé cuenta en paraíso fiscal a cambio del chico.

-Entonces significa que me das la opción de aprovecharme de tu desesperación.

Boun le mostró un mensaje en su móvil. Había millones de dólares para intercambiar por una vida inocente... otra más. El hombre sonrió y se recostó al espaldar del sillón. Sería de tontos rechazar la oferta pero quiso darle algo de suspenso y dramatismo a la situación. Para su pesar, Boun estaba calmado y confiado, necesitaba tratar reparar el daño que le habían causado a su chico lo antes posible y reemplazarlo con cosas buenas. Para Prem, ese niño era parte imprescindible en su vida así que el castaño haría todo y más por hacerlo feliz.

Por fin, después de unos minutos de silencio y falsa incertidumbre. -Tenemos un trato entonces.- El hombre extendió la mano para sellar la palabra pero Boun lo ignoró.

-No soy idiota, quiero los papeles del niño, todos y quiero que borres cualquier evidencia de su paso por este cuchitril.

-Está bien. Espera unos minutos y mostraré satisfacción a tus requisitos.

Días antes de volver a su país, había logrado adoptar al niño que por alguna extraña razón le decía 'Pa' con facilidad. El niño seguía siendo tan inteligente como cuando lo conoció en el hospital después de la herida de bala en el secuestro de Prem. No podía creer la capacidad de memoria que poseía y menos podía concebir que fuera el mismo niño de aquel entonces. Era como si el destino se empeñara e juntarlos a los tres de alguna forma. Le compró algunas ropas y otros artículos, y paseó con él en busca de un regalo especial. De pronto recibió un mensaje: ''VUELVE PRONTO, aún tengo que hacerte sufrir''. Con sus ojos llenos de esperanza y lágrimas que no dejó caer, recordó cuando su trato había cerrado al Prem haber recordado, cuando llevó la evidencia hasta el bastardo que le cambió a Prem por dinero. Con eso, su apuesta anterior había finalizado y con ella, su mayor miedo. Pero otro miedo volvió para romper su alma, Prem siempre lo olvidaba a él. No importa qué sucediera, siempre lo olvidaba.

Boun volvió expectante a una Tailandia con lluvia a cántaros y truenos. Regresó con la sorpresa para Prem, pero el sorprendido nuevamente fue él. La casa parecía vacía pero no lo estaba. Llevó a Tee a su nueva habitación y lo dejó dormir tranquilamente. Se dirigió a darse un baño para luego buscar a Prem pero ya lo había encontrado, justo en su cama. Observó a un chico hecho un ovillo en la madrugada. Luego del mensaje que no supo cómo responder, pensó que en verdad tenía alguna esperanza. Pronto Prem sintió su presencia y lejos de salir huyendo como era habitual, saltó a sus brazos, lo abrazó queriéndose llenar de su olor y calor. Boun no pudo evitar sentirse más allá de las nubes y pensar que algo malo había ocurrido, algo que no eran los rayos afuera.

Flashback...............

Cuando Prem entró a la habitación designada para él, vio una nota en su cama: "Viajaré unos días. No te alejes de los guardias ni salgas de casa si Tul".

Sin esperar más, tomó su móvil y marcó el número del castaño varias veces pero no respondía. Quiso enviar varios mensajes pero no tuvo el valor de buscar alguna frase cariñosa para decir que lo extrañaría. -¡Mierda! Dijiste que estarías a mi lado siempre pero ahora me dejas con un nudo en el pecho. Te odio. No vuelvas a mirarme en tu vida. Cuando regreses me habré ido para siempre-. A medida que pasaban los días, los pensamientos eran más fuertes y diferentes. -VUELVE MALDITO IDIOTA. Es fácil prometer y no cumplir. Te extraño, vuelve pronto, no quiero estar solo. Te necesito aquí.

Prem estaba entre lágrimas. No importa qué dijese, el castaño no volvía. Mandó un mensaje pero tampoco fue contestado. Después de muchos días en solitario y deprimido, él estaba sólo acurrucado en la cama de Boun, envolviéndose más en las sábanas con la lámpara encendida. No podía dormir no importa cuanto lo intentara, los truenos seguían causando el mismo efecto que años atrás. Entre su sonambulismo sintió la puerta de la habitación abrirse, no sabía si estaba soñando o si era real, si tenía miedo o ya estaba en pánico.

El aroma a fresas de un champú conocido lleno al instante todo su respirar. El chico que había esperado por días y días estaba allí en la misma por fin. Se lanzó fuera de la cama para abrazarlo llenándose de la seguridad y la calma de tenerlo ahí. Lo escuchó murmurar. -Lo siento bebé- Prem se soltó del abrazo, ambos se sentaron en la cama. Prem no pudo evitar el impulso de sentirlo más que cerca, lo sentó en la cama y se subió a horcajadas. Pasó sus manos por el cuello del otro y, cálidas y firmes manos no tardaron en posarse alrededor de su cintura dando cariño tan suave como algodón. Era una muestra de ''te extrañé''. Prem rozó constantemente su nariz con el cuello de Boun mientras sentía las manos en su espalda subir y bajar proporcionando caricias.

A la mañana siguiente, Prem despertó en la habitación ajena, miró a su alrededor buscando compañía pero no la halló. Se dio una ducha y se vistió con ropas del otro chico, esperaba que no se molestara por no pedir permiso. Bajó las escaleras en dirección a la cocina cuando vio a un niño restregando sus ojitos y bostezando. Fue una imagen muy bonita aunque su cabeza daba vueltas que lo hizo sonreír pero no recordaba haberlo visto en meses, o al menos desde la parte que recuerda de su vida. ¿Pero que hace Ten aquí? De la cocina salió Boun una enorme sonrisa y vestido con lo que parecía ser para el de trabajo, una camisa de seda blanca con sus iniciales borradas en un espacio del cuello y un pantalón holgado negro con un cinturón sujetándolo que adivinó, era de la marca Gucci.

Prem POV

Abracé al niño tan fuerte que casi lo dejo sin respiración. Sentí una parte de mi alma siendo pegada con la visita especial. No quería soltarlo con miedo de pensar que era un sueño, uno agradable. Boun irrumpió en la sala con una amplia sonrisa pero como siempre actuando de manera natural. Parecía costumbre tener al pequeño Ten en casa. Como una familia.

-Buenos días. peque, ven a desayunar.- Besó al niño en la frente, antes de que despareciera en la cocina y se volteó a verme. -Prem, ven también.- Sentados a la mesa, no sabía qué decir o hacer más que comer, estaba delicioso, lo hacía de maravilla. Pensé que solo se dedicaba a trabajar y a pedir comida a domicilio o cenar en lugares exorbitantemente caros. Sé que no es muy cercano a su familia pero no imaginaba que pudiera cuidar de alguien tan pequeño, después de todo, es un mafioso. Mi mente trataba de deducir qué hacía Ten aquí, por qué estaba en pijamas y cuándo había llegado pero mis pensamientos fueron interrumpidos.

-Prem, ¿dormiste bien? ¿Tomaste las pastillas?- Como si ocasionalmente no ocurriera, me había olvidado de ellas. Supongo que en los brazos correctos, puedo olvidarlo todo.

Boun puso su mano sobre la mía, esperando una respuesta, que huyera seguramente, mientras sostenía la mirada fija en mí y el pequeño también lo hacía. -Eh, sí gracias por preguntar. Estoy bien.

-Pa ¿P'Prem está enfermo? Entonces puede quedarse a dormir aquí hasta que se recupere ¿verdad?- Al escuchar a este niño frente a mí decir cosas tan comprensivas, me recordó que era bastante inteligente.

-Mmm... Peque, esta es su casa así que estará contigo incluso cuando me vaya.- Dijo con una sonrisa que comparé con la de una ángel a punto de arrastrarme al infierno, me vi cediendo. Espera ¿irse a dónde? ¿Me dejará solo de nuevo?

-Por cierto, disculpa por no decirte antes. Prem, este es ahora mi hijo, Ten. Sé que lo quieres mucho así que lo traje pero tuve que adoptarlo para que no hubiese problemas legales en el futuro. Aun así podrás vivir con él.

-¿Hijo? ¿A dónde te irás?- No recuerdo haber soñado tan desanimado antes.

-Cuando te recuperes seguirás viviendo aquí a menos que quieras estar en otro lugar.- Sigue evadiendo mi pregunta sobre irse.

-Está bien, prepárense para irnos o llegaremos tarde. Tee sube a cambiarte para dejarte en la escuela.- El pequeño salió corriendo dejándonos solos.

Acerqué mi cara a la suya y volví a respirar luego de un segundo de olvidarlo ante esos ojos oscuros y brillantes que estaban sorprendidos. Susurré -Gracias por la sorpresa. Este es el niño que tuve que dejar atrás. Me sentí culpable por ello, a pesar de que estaba trabajando para poder sacarlo de ese espantoso lugar pero era casi imposible. Ahora que lo has traído a mí quiero llorar pero creo que para agradecerte es mejor una sonrisa. Estoy tan feliz que podría encender fuegos artificiales.

-Por nada. Te llevaré a la universidad después de dejar a Ten a menos que quieras ir con Ai'Tul.- Dijo tomando distancia de mí.

-Puedo ir con ustedes. No tengo problemas con eso.- Entendí su reacción, siento que le estoy dando esperanzas y que él puede sentir miedo de que vuelva a mi rechazo. Lo de ayer me tomó por sorpresa tanto como a él. No pensé que me lanzaría a abrazarlo de esa forma pero lo hice y me gustó la sensación que me rodeó. Era como si lo conociera de toda la vida.

-¿Y la escuela? ¿Te han molestado o algo?

-¿Eres siempre así de protector?- No respondió -Estoy bien. Aunque me dijiste que siempre que llamara al uno responderías y no lo hiciste. Me dejaste solo y ahora regresas y me huyes tú.- A paso apresurado se acercó a mí hasta rozar nuestras narices. Cuando al fin iba a responder algo, se alejó al ver a Ten entrar a la cocina.



《Notas de la autora》

Gracias por leer y seguir mis historias 🖤🥦❤

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