Otro día llegó... Boun parecía calmado, pero cuando veía que el tal Krist miraba a Prem, en realidad era como un perro de pelea, a punto de salir a morder. En el almuerzo hizo que Prem fuera con ellos a la cafetería de la empresa, donde justamente estaba su pesadilla diaria y sin dudas un apuesto, Krist.

Prem cruzó miradas por un segundo y le sonrió. Boun se dio cuenta, tomó su mentón y lo acercó, tanto que sus narices se rozaban.

-No te quiero cerca de él.

-Ai'Boun, cálmate. Están en público.- Murmuró Max que estaba junto a Perth con cara de preocupación. Su amigo estaba perdiendo el control delante de otros, eso era... inusual.

-No me importa.- Respondió Boun gruñendo sin despegar su cara del otro. De un momento a otro vio la cara de miedo del rubio que miró la notificación en la pantalla de su móvil, y se levantó.

-Me voy, tengo trabajo por hacer.- Despeinó a Prem en señal de despedida y se fue. -Nut, rastrea las llamadas de Prem y sus mensajes también, algo malo está por suceder.

Días después, Prem estaba frente a la oficina de Boun. Cuando entró vio a este en el sofá, dormido. Se acercó a despertarlo pero fue en vano, nunca estuvo dormitando. Boun agarró su brazo y el rubio cayó sobre él. Se miraron unos segundos mientras el castaño quitaba unos mechones de la frente del contrario y lo abrazaba por la cintura.

-Prem, sé que hay algo reciente que no me quieres contar pero sabes que pase lo que pase estaré ahí para ti.- Se sentaron acomodándose en el sofá, Prem sacó su móvil y le enseñó a Boun el mensaje.

-Básicamente dice que en verdad sientes culpa hacia mí. Que la primera vez que nos conocimos me violaste porque yo estaba alcoholizado.

Suspiró cuando vio los ojitos del rubio llenos de lágrimas. Pasó su mano por el cabello con evidente desespero. - Y ¿le crees?

-No es eso. Solo que no tengo forma de saber si es verdad. Mi memoria está borrada por cuatro años enteros y lo que es cierto y lo que no, es difícil de distinguir.- Miró la decepción de Boun en su rostro y comprendió que no se explicó bien. Dio un beso rápido en los labios pequeños y rosas. -No puedo creer eso. Mi cuerpo no te rechaza y mi corazón te busca continuamente. Ni siquiera puedo dudar porque estás tallado en mi subconsciente. No te desharás de mí fácilmente.

La sonrisa amplia y feliz llenó la cara del castaño. Se lanzó a los labios carnosos y ahora vueltos rojos e hinchados de tantos besos en segundos que se convirtieron en minutos.

-Boun, necesito irme, se hace tarde.- Dijo separándolo torpemente empujando su firme pecho.

-Pensar en que estarás con él me hierve la sangre.

Prem reía ante la cara de celos del castaño elegante. Dio un beso rápido en los labios contrarios. -No me va a alejar de ti. Es una reunión sencilla y breve. Me tendrás en tus brazos en la noche.

Boun soltó el aire bruscamente. -Lo siento Prem. Tengo miedo de que te vayas con él.

-Sólo voy a hacer un trabajo. Si quieres puedes estar presente, atraso tus citas y vas conmigo.- Boun lanzó una mirada molesta porque sabía que luego del trabajo de la empresa debía gobernar una mafia.

-Trata de estar en lugares públicos cuando hablen y que mi guardaespaldas esté contigo en todo momento o recibirás castigo.- Dio otro beso en los gruesos labios del sonrojado rubio y lo dejó salir de la oficina.

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Prem entra en la sala de reuniones donde en ese momento estaban los ejecutivos más importantes de la Empresa NG de Tailandia. Ve a la persona en la silla central, a la cabeza de la reunión y se queda impactado. Vio una imagen del pasado, su pasado. Recordó que el chico que amaba cuando eran jóvenes se encargaba de algunos negocios con su padre, recordó lo interesante que era verlo explicando algún proyecto en clases y la manera tan seria de hacer negocios. Pero este hombre había evolucionado, se veía como el jefe de la mafia más prepotente, de traje oscuro y cabello castaño bien peinado, serio y con voz madura. Era sexy y solo pensarlo provocaba un escalofrío en su parte baja. Sentado y recostado en el espaldar de la silla, las piernas cruzadas y sus codos en los apoyabrazos, uno de ellos sosteniendo la mejilla sobre sus nudillos. El hombre tenía un aura diferente pero con la misma esencia de antes y su típica hermosa sonrisa de malicia. Lo seguía amando, con todo y cambios, y haría lo que fuera por seguir a su lado. Eso era suficiente. Después de todo no podía negar querer estar debajo de su jefe dominante, sudando y pidiendo por placer.

Salió de su nube cuando notó la mirada incisiva de su jefe, se acercó a él, le entregó unos documentos y de inmediato él le indicó que se acercara para hablarle bajo.

-Espera afuera Prem. No tardo.

-¿Por qué?

Se acerca más y le susurra rozando sus labios con el lóbulo de la oreja del rubio provocándolo. -No me hagas repetirlo. Sé bueno gatito, papi te castigará pronto.

Suspira levemente y aprieta sus labios para ocultar la sonrisa. Sus mejillas se enrojecen. - Está bien, buscaré algo de comer.

-Buen chico.- Boun se humedece los labios y vuelve su atención a los otros. Pero no sin dejar de ver la espalda, y más abajo, de Prem mientras sale de la sala.

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-Directo al grano, tengo cosas que hacer.- Dijo entrando en su oficina mientras veía que estaban solos en un silencio incómodo, subordinado Krist con su asistente.

-Aww, se nota que me extrañaste.- Dice Krist sarcástico. Se sienta frente al escritorio de Boun. Mientras este último toma su lugar frente a la laptop. -El proyecto en el Caribe comenzará pronto. Me iré por el tiempo que dure para supervisar todo de cerca. Solo te aviso que me llevaré cosas valiosas.- Hace un guiño a Prem y este desvía su mirada nerviosa a su jefe.

-Vete y si te quedas por allá para siempre, mejor.- Dice regresando su vista a la pantalla.

-Nos veremos en la fiesta anual.- Dijo haciendo señas a Prem quien volteó a ver a un enojado y celoso jefe.

《Notas de la autora》

Espero les guste este capi. El siguiente está mejor...

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Gracias por leer. Prnto actualizo brocolines 🖤🥦❤