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Capítulo 14

Entre mas excitante sea el pecado, más ganas me dan de cometerlo.
kyanahill257
Frase pensada por ella, especialmente para El Pecado Viste de Rojo 💕
Mil gracias, hermosa😘

Narra Dimitri.

Despierto con Alisson a mi lado, completamente desnuda. Se estremece con mi tacto al tocarle la espalda, moviéndose un poco, hasta que los preciosos zafiros que tiene por ojos, me iluminan. Sonríe adormecida.

—Buenos días —susurra con la voz rasposa.

—Buenas tardes, querrás decir. Ya son pasadas las doce del día. —Abre los ojos, sorprendida. Yo también me sorprendí de dormir tanto.

—¿No debes trabajar? —Se sienta en la cama, dándome una buena vista de sus senos al aire. Aprovecho cuando se lleva las manos a su rostro para despertarse, y me muevo rápido, hundiendo mi cara en el medio de sus piernas. Grita de sorpresa cuando aspiro su olor.

—¿Alisson? —Cierro los ojos. 

Cada vez que intentamos hacerlo en este hotel en la mañana, siempre nos interrumpe la misma persona: Daniel. Cuando entiendo que esta vez no es una llamada, me asusto. Está aquí. Alisson me mira y como siempre hace, comienza a reírse. Creo que es una respuesta nerviosa.

Me levanto, intento recoger lo mejor que puedo mi ropa y entro al baño. Ella sigue riendo afuera.

—Papá, ¿qué haces acá? —Escucho que pregunta.

—Tengo toda la mañana escribiéndote a tu celular y no contestas. Vine a buscarte. —Maldigo al no encontrar mi camisa y mis zapatos. Además de que todo está mojado—¿De quién es esa ropa? —¡Joder!

—Estoy acompañada, padre, si no es urgente para lo que me necesitas, ¿podríamos vernos más tarde? —¡Tengo el puto corazón en la boca!

—Alisson, he hablado mil veces contigo sobre estar con hombres desconocidos. Debes cuidarte, hija. —Imagino a Alisson rodando los ojos.

—No es un desconocido, padre. Y sí, me estoy cuidando —se defiende.

—Me iré, pero te necesito a las 14: 00 hrs, en la casa de los Klein. Nos han invitado a una comida. —¿Qué? ¿En qué momento mis padres los invitaron a una comida? Creo que mis padres están haciendo lo posible por juntar a Antonio con Alisson. Eso me enerva.

—Ahí estaré —promete, Alisson—. Ya puedes salir. —Salgo tal cual como estaba vestido, es decir, solo con el boxer. Lo demás está mojado—. ¿Escuchaste lo de la comida? Tenemos menos de una hora para llegar. ¿Por qué no te has vestido? —inquiere, al enfocar su vista en mí.

—Todo está mojado. —Vuelve a reír. Me encanta su risa, pero no cuando se burla mío. Ruedo los ojos.

—Yo solo tengo vestidos, si quieres puedo prestarte alguno. —La miro mal y ella ríe. Decido que es mejor ponerme lo que tengo, así esté mojado. No puedo seguir aquí por más rato.

—¿Puedes acompañarme para que me compres algo de ropa en una tienda? No me da tiempo de ir a mi casa y luego a la de mis padres. —Alisson me mira por encima de su hombro y asiente.

Se va al baño a arreglarse, mientras, yo solo veo como el tiempo avanza en el reloj de mi muñeca. Faltan veintisiete minutos para las dos de la tarde.

Alisson sale vistiendo una blusa blanca de encaje, con una falda de Jean y unas zapatillas deportivas blancas. ¡Es que lo se ponga le queda bien!

—Cierra la boca, Dimitri —se burla. Sonrío. Salimos de la habitación, yo mojado hasta los huesos y ella, como una diosa.

Aparco en una tienda de ropa casual, le doy mi tarjeta y mi talla. Ya solo nos quedan catorce minutos para llegar a la casa. Se demora seis minutos en volver.

Me entrega una bolsa y me pide que me cambie de asiento.

—Yo conduciré mientras te cambias para no llegar tarde. ¡Anda, muévete! —me apresura. Hago lo que me pide. Sonríe cuando encuentro un bóxer amarillo en la bolsa.

—No voy a ponerme esto —declaro. Hace pucheros.

—Por favor. —Sé que está jugando con mi buena fe. Bufo, me quito el boxer, delante suyo. Suspira. Me coloco el otro y me veo fatal. Termino de vestirme rápido. Alisson se detiene unas calles antes—. Llegaré primero, espera varios minutos antes de llegar tú, ¿vale? —Asiento. Ni que fuera idiota para entrar tomado de la mano con ella.

Espero veinte minutos antes de aparcar en el frente de la casa de mis padres. Alisson me compró un Jean con un suéter blanco. Es como si quiso combinarnos. Suspiro.

Al entrar, escucho todas las voces en la sala de estar. Camino hasta ahí. La mirada de enfado de Martha, me fulmina. Paso de ella y saludo al resto. No veo a Alisson por ningún lado.

Después de pasar un buen rato hablando con todos, deciden que vayamos al jardín. Sigo sin ver a Alisson. ¿Dónde se metió? Aprovecho que todos se van al jardín y me excuso diciendo que debo ir al baño para buscarla.

Subo a la segunda planta, buscándola en los lugares donde creo que pueda estar. Dudo que esté en un cuarto, solo puede estar en los baños. Al ver la puerta de mi antigua habitación entre abierta, camino hasta ahí.

Al abrirla, me encuentro con una escena que jamás creí presenciar. ¡Joder! ¡Se me ha puesto dura de solo verla! Está sonrosada por la excitación. Tiene los labios abiertos en busca de aire, de su boca salen pequeños sonidos. Sus manos están concentradas en darle placer, una está en su sexo, donde la tanga de encaje, está echada hacia un lado, la otra está estrujando su seno derecho, y sus ojos, ¡mierda!, sus ojos están fijos en la pantalla de mi viejo televisor, mientras que se reproduce una película porno.

Una parte de mí quiere dejarla terminar lo que empezó, pero la otra, muere por integrarse. Le hago caso a la segunda, viendo una última vez hacia atrás, entro y cierro la puerta con seguro. Desvía unos segundos su mirada a mí, pero la devuelve al televisor. Está muy concentrada. Me quito el suéter por la cabeza y desabrocho mi pantalón.

Me planto frente a ella y me arrodillo. Ahora sí me mira fijamente. Sonrío. Por fin podré hacerle lo que tanto he querido: provocarle un orgasmo con mi lengua.

Y después de eso, voy a darle muy duro por ponerme de esta manera.

A🌙A
Sin comentario, jajaja.

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