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Capítulo 16

"Visitas frecuentes—¿Qué quieres qué?"

En los días posteriores Billy Black se acostumbró a que su hijo saliera muy temprano, ya fuera para irse al instituto o no, y que este no regresará sino hasta muy tarde; no que llegará a mitad de la noche, pero si regresaba unas horas pasadas del atardecer. Además tendía a regresar con una sonrisa en la cara y de muy buen humor. En cualquier otro momento sin duda habría preguntado qué se suponía que hacía todo el día, en donde, ¡y con quien! Pero este no era el caso. Sabía que Jacob mantenía la invitación a la boda de Bella sujeta a la puerta del refrigerador porque aún no se decidía si ir, o no. Y parecía estar tomándose muy en serio tomar solo su decisión. Bella siempre llamaba todos los días, en horas diferentes, e incluso había ido un par de veces queriendo hablar con el más joven Black.

—Lo siento Bella, no ha regresado —Pero claro, Jacob nunca estaba en casa.

—¿Crees que pueda quedarme a esperarlo? —Inquirió la chica con su típico tono.

—Sabes que siempre eres bienvenida Bella, ¿quieres café?

Pero mientras la hija del sheriff se dedicaba a pasar la tarde hablando con Billy sentada en el viejo sofá de los Black; pensando atormentada como convencer al chico de acceder a ser su padrino, porque no podía imaginar su boda son Jacob a su lado. Pero mientras ella se martillaba la cabeza, Jacob estaba sentado en un muy cómodo sofá nuevo jugando al Scrabble con Teddy y Harry; y en ese momento era el turno del más joven:

—Por última vez Teddy, es "Escarlata" no "Ezcarlata" con ¡S! —Y ya era la tercera vez que Teddy intentaba hacer trampa —No me hagas sacar el diccionario.

—Ok ok, lo cambiaré por… Cazar —Al principio Jacob se había preguntado porque Teddy siempre cedía ante la amenaza del diccionario; pero ya había descubierto, unos días antes, que Harry, en lugar de buscar la ortografía correcta, lo que hacía era golpear a Teddy con el lomo del libro. Que, de paso sea dicho, era de pasta dura —¿Jake?

—Eh… "Pas", es lo único que tengo —Mientras era el turno de Harry él se dedicó a sacar las fichas de la bolsa.

—¡Opera! Y, casilla que dobla los puntos de la palabra. Eso serían, treinta y seis puntos —Pero mientras Harry anotaba su puntaje, y Teddy dramatizaba un llanto silencioso, el quileute no pudo evitar quedarse viendo la sonrisa en el ojiverde. Por alguna razón que no lograba comprender le gustaba ver cuando Harry se divertía, cuando reía, cuando bromeaba. Al principio se sintió algo extraño al respecto, pero terminó por convencerse que solo le agradaba ver que en realidad el inglés no era tan serio como aparentaba. Aunque si era alguien muy bueno en ese dichoso juego, luego de que les pateará sus respectivos traseros con un puntaje final de 315 les dejo solos un momento para ir a la cocina.

—En serio necesitamos una X-Box en esta casa —Murmuro Teddy. Jacob se rió y le despeino, acción que desató toda una pequeña batalla; cuando Harry regresó a la sala se encontró con su ahijado sentado a horcajadas sobre Jacob, tumbado en el sofá, e intentando alcanzar su cuello, aunque el quileute le tenía fácilmente sujeto por las muñecas —Hola Harry.

—Ey… —No entendía por qué, pero le molestaba ver esa escena. Había ido para preguntar si tenían alguna petición para la cena, pero por alguna razón de su boca terminó saliendo —¿Qué quieres cenar Jake?

—Ah, pues, no sé… —Era extraño. Comenzando porque le dieran la opción de elegir qué comerían y terminando porque era la primera vez que Harry le llamaba de aquella forma —¿Qué tal una pizza?

De esa forma, y al no saberse ninguno el número de la pizzería para ordenarla a domicilio, los tres terminaron subiendo al Ford anglia rentado de Harry; por supuesto, sería el ojiverde quien conduciría, pero en cuanto Jacob intentó subirse al asiento trasero este fue atajado por Teddy, quien no muy sutilmente se lanzó adentro argumentando necesitar todo el espacio él solo y cediéndole al quileute el asiento delantero.

—¿Estás bien? —No llevaba ni cinco minutos de haber salido y Jacob aun seguía acomodando sus piernas.

—Sí, solo un poco apretado.

—Eres un chico grande, ¿no Jake? —Teddy se asomo entre ambos asientos, ignorando las dagas que le lanzaba su padre por el espejo retrovisor —Ves Harry, necesitamos un auto más grande. No este que parece salido de una pista de juguete…

—Teddy no voy a comprar una Hummer.

—No tiene que serlo, mira uno de esos estaría… ¿Eh? —Pero la conversación se vio desviada hacia algo totalmente diferente cuando Jacob se lanzó a un lado, terminando con su cabeza en las piernas de Harry —¿Jacob?

—¡Jacob! —No necesitaba ver su reflejo en el retrovisor, sabía que su cara debía estar flipando en colores. Además estaba demasiado tenso. ¡Y ni siquiera sabía por qué! ¡¿Por qué demonios Jacob tenía que estar tan cerca de cierta parte de su anatomía- ¡No no no! No podía ser cierto, acaso se estaba… NO, no lo estaba. Hizo falta todo su poder mental para dejar de pensar en esa parte… en… la que… estaba… ¡pensando de nuevo!

—Si quieren déjenme aquí —Sugirió Teddy con falsa inocencia, aguantándose las carcajadas. No hacía falta la legeremancia para saber qué estaba pasando por la cabeza de su padre.

—No ayudas —Gruño Harry, aunque apenas si movía los labios al hablar —Jacob, arriba —Pero el quileute ni siquiera se movió, en lugar de eso pregunto:

—¿Ya pasó el monovolumen? —Teddy se giró y vio que la camioneta ya estaba en la esquina opuesta —Aff, perdón es que… ¿Qué tienes? —Pregunto apenas vio la expresión en el rostro de Harry.

—Nada, estoy bien —Aunque apenas si movió los labios al hablar, y su mandíbula parecía particularmente rígida.

—Entonces… Jake.

—No quería que me vieran —Explicó el quileute, y por alguna razón sentía como su rostro se calentaba —Perdón, debió ser extraño —Agregó apresuradamente agachando la mirada.

—Yo diría que fue más—

—Está bien —Atajo Harry, de paso lanzándole una severa mirada a su ahijado por el retrovisor. El resto del camino lo pasaron en un silencio, más o menos tenso. La pizzería no estaba particularmente llena así que pudieron elegir una mesa cerca de la ventana. Acababan de ordenar y estaban esperando, cuando el más joven no pudo contenerse más:

—¿De quién te estás ocultando? —Años de experiencia le habían enseñado a sentarse siempre con las piernas cruzadas, así evitaba los puntapiés de Harry bajo la mesa —Venga, desembucha…

—Eh —Y otros años de experiencia en igual proporción le habían enseñado a Harry cuando era apropiado un buen zape en la cabeza de su hijo.

—Es, complicado… —Respondió Jacob, aunque por alguna razón no pudo detenerse —Una amiga quiere que vaya a su boda.

—Es una desalmada —Murmuró Teddy, esquivando un segundo zape —Ahora, si me disculpan, debo ir al baño.

—Por favor discúlpalo —Le suplicó Harry al quileute en cuanto su ahijado se había ido Nunca ha sabido controlar su lengua.

—Nah, está bien —Por su parte Jacob debía admitir que, sin Teddy allí, se sentía mucho más relajado —Disculpa tu por lo que pasó en el auto, se que te puse nervioso… —Harry no respondió nada, pero ver el pequeño tinte rojo en su cara fue una respuesta más que clara. Y, por alguna razón, Jacob se sintió bien al saberse el causante.

—Y… No, nada.

—Está bien, pregunta lo que quieras —Le gustaba charlar con Harry.

—Siendo honesto, también me da curiosidad el tema de que te estés ocultando —Admitió el ojiverde con una honesta sonrisa de "No me culpes" —Pero, no tienes que hablar de ello si no quieres.

—No es tan complicado en realidad —Sí lo era —He estado enamorado de Bella desde que éramos niños. Pero ella se enamoró de otro sujeto; no es un mal tipo —Si lo era —Luche por ella, pero lo eligió a él.

—Supongo que debe ser, incómodo.

—Y esa no es la mejor parte… —¿Dónde demonios estaba el maldito enchufe de su lengua? Más importante aún, ¿dónde estaba su sentido común? —Quiere que sea su padrino.

—Así que, la razón por la que la evitas es porque aun no te decides si ir o no —Inquirió el ojiverde —¿Me equivoco?

—Más o menos… —En serio, ¿desde cuándo hablaba con tanta libertad de ese tema? —Quiero ir, pero quiero hacerlo como un invitado más. No quiero que Bella siga pensando que estaré ahí para lo que ella disponga…

—Parece que lo tienes muy claro —Acotó Harry —¿Entonces por qué la evitas?

—No quiero arriesgarme a verla y terminar diciendo "Ok, seré tu imbécil padrino de bodas"…

Aun cuando Teddy y todos sus comentarios inapropiados regresaron a la mesa, continuaron charlando. No era algo nuevo. Con todas sus visitas diarias y la convivencia Jacob ya había descubierto que hablar con Potter le resultaba sumamente natural. Ya antes habían hablado de cómo fue criar a Teddy, de cómo era crecer en una reserva, como era Inglaterra, porque los americanos adoraban tanto el fútbol. A veces, cuando se quedaban solos en la casa por una y otra razón, podían quedarse platicando y luego Jacob miraba por casualidad el reloj y maldecía por lo tarde que era. Para el quileute era extraño conocer a alguien con quien pudiera charlar tanto y para el mago era curioso hablar con alguien joven y no sentirse un adulto. Era anormal, un poco inverosímil. Pero se sentía… Bien.

***

—¿Estás seguro que es una buena idea?

—Oh vamos, fuiste tú quien tuvo la idea.

—Yo solo estaba leyendo la cartelera de cines en el periódico —Ese día habían elegido, que en lugar de rentar una película por Netflix, ir a ver en vivo y directo la nueva entrega de A Dogs Purpose. Vale agregar que la película fue escogida por decisión democrática como punto intermedio ya que Teddy y Seth, a quien el primero había invitado, querían ver Monster Truck; Harry quería ver Split; y Jacob, en un arranque de madurez, quería ver Lego Batman. Por eso al final optaron por la película familiar.

—Debí saberlo… —Iban saliendo de la sala luego de terminada la película y Jacob aún luchaba por mantener a raya sus ojos aguados —Después de Marley y Yo no tengo corazón para más películas de perros.

—En mi caso creí que era Hachiko —Comentó Harry, entonces se giró un momento para ver como Seth y su ahijado seguían abrazados, cual emotivo reencuentro —¡Eh ustedes dos, sepárense!

—Insensible —Espeto Teddy, apretando aún más sus brazos en la espalda del joven Quileute.

—… —Por su parte Jacob, dejando un momento de lado su estado emocional, intentaba con grandes esfuerzos no terminar desternillándose de risa en el suelo. Era divertido ver la cara toda apenada de Seth, miraba de un extremo a otro con los labios ligeramente fruncidos sin saber qué hacer.

Al principio no estaba seguro sobre qué pensar al saber que Teddy estaba "interesado" por su compañero. Aunque sin duda fue algo incómodo al principio, nunca había conocido a un chico que gustara de otros chicos, y la verdad nunca había pensado en el tema. Y por supuesto que Teddy bromeó mucho con el tema en los días posteriores, diciéndole que él también era guapo, que no tenía problemas con la edad, y todo los demás temas de ligue clichés. Y aun cuando sabía de todas esas PlayBoy ocultas en el armario de la habitación de Seth, no encontraba nada malo con que Teddy intentara ligar con él. De alguna extraña e inexplicable forma, lo encontraba muy natural viniendo del pequeño inglés.

—¿Siempre ha sido así? —Estaban caminando por el centro comercial de Seattle. Jacob y Harry iban atrás, viendo como Teddy y Seth parloteaban sin parar algo acerca de la nueva película de los Power Rangers.

—Siempre ha sido, carismático —Acotó Harry con una media sonrisa —Desde bebé es muy cariñoso con todos, es amable, divertido, siempre le agrada a todos y todos le agradan a él. Saco eso de su padre.

—¿Y… siempre ha sabido que es…?

—¿Gay? —A Harry no le molestaba terminar la oración —No exactamente. Tampoco es como si hubiera sido una fase difícil, sólo, un día llegó a casa y preguntó si podía invitar a cenar a un compañero que le gustaba.

—¿Y tú siempre has sido tan sobre protector? —Inquirió Jacob, esta vez con un poco de saña. Aunque si logro sacarle una risa al ojiverde:

—Si —Respondió honestamente con una media sonrisa resignada —Sé lo creativo que puede ser Teddy, y es bastante cabeza dura también. Tiende a emocionarse con facilidad…

—Si lo he notado.

—Por eso no quiero que termine lastimándose a sí mismo —Concluyó Harry —¿Tú qué opinas?

—Está bien ser algo protector, pero a veces—

—Me refiero a tu amigo, Seth —Atajo —No puede ser tan obtuso…

—No le subestimes —Bromeo Jacob rascándose la nuca un poco incómodo —No sé qué decirte. Seth es, como cualquier otro chico de su edad… Es revoltoso, glotón y esconde revistas para adultos en su armario. Le agrada Teddy, pero no creo que sea su tipo. El siempre está haciéndose el tonto con las chicas lindas del instituto.

—¡Oigan, oigan! —Interrumpiendo su conversación llegó Seth —Jake, ¿tienes dinero?

—Seth no voy a gastar mi dinero para que vayas a probar suerte en los videojuegos.

Mientras ambos Quileutes discutían, uno haciendo ojos de cachorro y el otro rehusandose tercamente a ceder, Harry se adelantó un poco para alcanzar a su ahijado. Quien se entretenía viendo la mercancía en un pequeño kiosco a mitad del pasillo. Harry se acercó silenciosamente y miró por encima del hombro de su ahijado lo que miraba.

—¿Y cómo vas…? —Inquirió con falsa curiosidad.

—Solo somos amigos —Respondió Teddy dándose la vuelta y mostrando su ancha sonrisa —Puedes respirar tranquilo, mi virginidad sigue a salvo.

—Oye… —Harry estiró su mano y la pasó por el cabello de su ahijado, peinándolo hacia atrás —Algún día alguien se fijara en ti, no tienes porque apresurarte. Aún eres joven.

—Dice el tipo congelado en el tiempo que se niega a salir con alguien —Murmuro Teddy con dejo de amargura. Se tomó unos segundos en silencio y luego miró de soslayo hacia los Quileutes —Lo siento. Es que, en verdad me gusta.

—Aún puedes invitarlo a cenar —Sugirió Harry —Venga, comeremos lasaña…

La oferta de comer pasta también fue suficiente para detener la discusión de Jacob y Seth, aunque Jacob ya estaba doblándole un brazo a Seth para que dejara de molestar. Escogieron comer allí mismo en el centro comercial, era mejor que conducir buscando un restaurante. Seth y Harry estaban charlando, o mejor dicho, Harry le explicaba a Seth como la reina Isabel en realidad no dirigía toda Gran Bretaña; si no que en realidad trabajaba en conjunto con una gabinete dirigido por su realeza y no monárquicamente. Por su lado, Jacob y Teddy preferían simplemente jugar a guerra de pulgares; ¿Qué? Ellos no eran tan intelectuales ni curiosos.

—¡Ja! —Y Jacob, solo por buena gente, dejaba ganar a Teddy una que otra vez. El joven inglés estaba a mitad de una pequeña celebración cuando vio a alguien conocido pasar cerca de donde estaban —¡Ey, Jas' Edy'!

—¿Mmm? —Las reacciones de los presentes no fueron del todo variadas. Teddy siempre estaba hablando con los Cullen, ya fuera en los recesos del instituto o cuando los visitaba; Harry encontraba su presencia muy agradable; y Seth no tenía nada contra ellos. El único cuya reacción fue algo tensa fue Jacob.

—Hola Teddy, Harry, Seth, Jacob —Edward saludó a cada uno con una sonrisa y Jasper con un gesto de la cabeza —Que sorpresa encontrarnos aquí. ¿Cómo han estado?

—Bien, estábamos en el cine —Dijo Harry —¿Y ustedes?

—Quería comprar un libro, y Ed me acompaño —Explicó Jasper mostrándoles una bolsa con el logo de una librería —Hola Jacob.

—Qué tal… —Tanto para Edward como para Harry fue muy extraño que el segundo vampiro se dirigiera exclusivamente al quileute. Después de todo Harry ya sabía todo acerca de la tensa relación que existía entre Quileutes y Cullen's, y Edward sabía que Jasper era sumamente repelente a los cambiaformas. ¿Entonces qué podía motivar aquel saludo? Sencillo. En lugar de recibir aquellos sentimientos de odio y rabia que solían mandar los lobos hacia los vampiros, podía sentir algo más. Claro, no era muy diferente a la rabia y la repelencia, pero era más una cuestión de intensidad. Las emociones de Black parecían fluctuar entre el enojo y la confusión. No podía definirlo exactamente, o imaginar una razón, pero sin duda era suficiente para despertar la curiosidad del empático —¿Y, qué clase de libro es?

—Solo un tomo nuevo de La Vuelta al Mundo en Ochenta Días —Respondió el rubio —La que tenía se mojo.

—Bueno, creo que eso es para ustedes —Edward y Jasper se despidieron en cuanto un empleado se acerco llevando una bandeja de lasaña de carne. Su aroma fue más que suficiente para que los estómagos de los cuatro gruñeran; y no muy sutilmente —Si, esa es nuestra señal de salida. Nos vemos en el instituto; Seth, Jacob, hasta luego.

—Oye Jake… —Mientras Harry se ocupaba en servirles una buena porción a todos, Seth se aventuro en darle una pequeña apuñalada al mayor —¿Si vas a ir a la boda de Bella y Edward?

—¿Y dices que yo soy insensible?

—Ambos son iguales —Aclaro Harry procurando no hablar demasiado alto —Seth, ¿quieres pan? —Por suerte él si tenía tacto. Fue capaz de desviar el tema y la atención de todos en la mesa. Jacob le miro a los ojos y gesticulo un pequeño "Gracias". A lo que él respondió, de la misma manera silenciosa, "De nada".

Aquella noche, luego de que Harry los dejara en la entrada de la Reserva y de llegar a casa, donde solo podía escucharse el goteo del grifo que aun no reparaba y los ronquidos de su padre. Ya puso una esponja en el lavaplatos, no podría dormir con ese infernal sonido, y fue directo a su habitación. Se desvistió y tiro sobre su colchón. No quería pensar en el tema pero ya le quedaban exactamente siete días para decidir si ir o no a la boda de Bella. Sus emociones tendían a variar con respecto al tema, y de una forma muy extremista. Cuando estaba en público o hablaba con alguien del tema, se sentía muy seguro de sí mismo y pensaba "No señor. No iré. No pienso ir a hacer el papel de idiota enamorado y masoquista." Pero cuando estaba solo, como ahora, una parte le decía:

¿Eres idiota Black? Si no vas todos van a pensar que eres un idiota negado y resentido —Si, ya se había repetido eso antes —Lo que tienes que hacer es ¡conseguir una linda pareja y llevarla! —Ok eso era nuevo —Le restregaras en la cara a Bella que te vale changos su compromiso y que puedes reemplazarla muy fácilmente… Con algo nuevo… Más fresco —¿Acaso su subconsciente trataba de decirle algo o qué? —¿Tú crees?

Aunque no era mala idea. Usualmente siempre escuchabas que un clavo saca otro clavo, o en el mejor de los casos podías aparentar no estar despechado y salvar tu dignidad. La cuestión era, ¿a quien podía llevar? Billy llevaría a Sue, ¿debería preguntarle a Leah? No, definitivamente lo patearía en las bolas apenas lo escuchara; Emily, ella sin duda diría que sí pero entonces Sam lo patearía a él; cielos, necesitaba hacer mas amigas. Bueno, siempre podía cobrarle ese favor a Jared: ponerle peluca, algo de maquillaje, afeitarle las piernas y meterlo en un vestido de noche.

Nah, no quería parecer un tonto que se conseguía a cualquier chica solo por despecho. Eso no descartaba la idea de convertir a su compañero en una drag queen, tal vez en Hallowen. Pero regresando al tema. Ahora que lo pensaba, un poco mejor y con el sueño comenzando a invadir su cerebro:

—No… —Bostezo, se giro y cubrió con la sabana —No estaría mal ir con alguien más… Al menos para charlar…

***

—No tenías porque hacerlo, puedo llevarlo al taller.

—Está bien… —Jacob se asomo de debajo del Ford Anglia —Me siento algo culpable por siempre venir y comerme el cereal del desayuno.

—¿Cuánto te pago Teddy por decir eso? —Inquirió Harry apoyado desde la mesa de trabajo en el garaje.

—Cinco dólares —Respondió mientras se ponía de pie y tomaba un trapo para limpiarse las manos —Esta listo, solo era una pieza floja pero ya la apreté… Oh rayos, debí quitarme la camisa antes —Comento al ver una mancha de grasa.

—Yo la limpio —Se apresuro a ofrecer Harry irguiéndose —Ven sígueme… —El ojiverde camino al frente, guiando a su invitado al cuarto de lavandería. De todas formas ya tenía que lavar su ropa también, puso a llenar la lavadora y se giro para pedirle su camisa a Jacob. Solo que nunca espero encontrarse al quileute desnudo de la cintura para arriba… Ahora que lo pensaba, ¿por qué no lo había pensado antes?

—Gracias —Por su parte Jacob se sentía de lo más natural. Después de todo estaba acostumbrado a estar con poca ropa frente a otras personas. Mientras esperaban a que la lavadora terminara su ciclo, Harry intentaba por todos los medios mantener sus ojos en la repisa con el detergente y no mirar hacia Jacob, con su pecho dividido y sus bíceps marcados por tener los brazos cruzados —Oye, ¿puedo preguntarte algo…?

—Claro… Solo míralo a la cara, solo la cara —¿Desde cuándo tenía que concentrarse en algo como eso?

—¿Me acompañarías a una boda? —Olviden sus pensamientos, ¿desde cuándo era invitado tan arbitrariamente a eventos sociales de compromiso? Estuvo tanto tiempo pensando las respuestas que Jacob se apresuro a agregar —Perdona, es que no tengo idea de con quién mas ir…

—Usualmente invitas a una chica para esa clase de eventos —Sugirió el ojiverde.

—La única chica que conozco, que no se está casando, jamás aceptaría ir —Respondió honestamente, rascando su barbilla —¿Qué dices me acompañas? No es una cita claro, solo, somos amigos—

—¡Ah no, por supuesto que no! —De donde salió Teddy, ninguno lo sabia —Harry no es ningún recurso de última hora. Si quieres que valla tendrá que ser una cita, con todo el paquete: traje, limusina, orquídea—

—¿Qué no tienes tarea? —Inquirió Harry, aunque en el fondo deseaba poder meter a su ahijado a la lavadora y poner el ciclo rápido —Esa que si no terminas te hará quedar castigado.

—Mi tarea de conseguirte una vida social jamás termina —Rebatió su ahijado. Entonces se giro a Jacob, reparando en que no traía camisa —Jmm, lindo atuendo, aunque muy provocativo para una primera cita ¿no crees? Ah no, ya entiendo; intentas seducir a Harry para que acepte tu invitación, me agrada.

Y aun cuando Teddy y Jacob comenzaron a bromear con respecto a porque no traía puesta su camisa, ninguno sabia que en ese mismo momento Harry no podía dejar de pensar en que, de no haber llegado Teddy tan repentinamente, que pensaba castigarlo luego por estar escuchando a escondidas otra vez, él seguramente habría aceptado. Si, no había nada de malo en acompañar a un amigo a un evento social. La cuestión era, y la culpa la tenía toda su ahijado, ¿ver buen físico del quileute habría tenido alguna influencia sobre él?

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